Por: Ramón Antonio Veras
I.- Mi apreciación de la llegada
oportuna del libro.
1.- En la historia de los pueblos,
como en la vida de los seres humanos, ocurren hechos que en una coyuntura
especifica cuadran perfectamente con sus más sentidas aspiraciones.
2.- La actitud de las personas ante la vida no se define en un
santiamén ni en forma aislada; llega a moldearse por diferentes factores
asimilados del ejemplo que han asumido otras que pueden servir de referencia,
como es el caso de la conducta exhibida por líderes que por su forma de proceder representan muestras
a imitar.
3.- Una generación de hombres y mujeres de un determinado país puede llegar
a ser marcada, recibir influencia por
las acciones de aquellos que, en un pasado reciente, han ejecutado acciones de
contenido político que los han elevado
por su entereza y pueden ser identificados en la categoría de líderes.
4.- Las circunstancias forman parte
de la vida de las personas; el primer encuentro entre Minerva y Manolo fue una
casualidad, porque ellos no habían acordado previamente acercarse mutuamente en el punto que sirvió de
escenario para establecer su primera comunicación.
5.- Las cartas que en distintas fechas se remitieron Manolo y Minerva,
recogidas en el libro: Mañana te escribiré otra vez, en la etapa actual que vive nuestro país
pueden servir como fuente de inspiración
a amplios sectores del pueblo dominicano que muy bien la
necesitan.
6.- Ahora, cuando la sociedad
dominicana está pasando por una etapa
sumamente difícil en el orden social y
de comportamiento de los miembros que la integran; y se observa un profundo
deterioro en la conducta de amplios segmentos sociales con relación a la solidaridad, amor, comprensión e
identificación con las causas justas que elevan a la especie humana, la licenciada Minou Tavárez Mirabal, nos
entrega la obra de su autoría Mañana te
escribiré otra vez.
7.- Ante el deterioro que se advierte hoy en el seno de la sociedad
dominicana, expresado en el agrietamiento moral, ético, familiar, político,
legal e institucional; la avería en las relaciones afectivas entre amigos,
amigas y camaradas; las cartas cruzadas entre
Minerva y Manolo resultan saludables
para generar apego a principios sanos, sincera camaradería,
desprendimiento y decencia en el accionar político, así como amor y mutua
simpatía. : de ahí, que la obra que hoy me corresponde
presentar tenga un valor, no tan solo por su contenido, sino además por ser
oportuna y ejemplarizadora.
II.- Las cartas de Minerva y Manolo.
Encuentro; amores y matrimonio.
8.- El
acecho permanente que el régimen de Trujillo mantenía contra Minerva, no le
impedía sacar tranquilidad espiritual
para elaborarle a Manolo hermosas
líneas; el espionaje trujillista, en lugar de perturbarla fortalecía su amor al
hombre que amaba y sus convicciones a luchar contra la tiranía.
9.- Las
cartas de Manolo a Minerva, no revelan tristeza, sino enamoramiento permanente
hacia su adorada, y apego a la lucha por
un país mejor; sus misivas no expresan abatimiento, sino alegría en su espíritu;
aliento y no resignación ni deposición en el accionar militante contra el trujillismo.
10.- El
epistolario que constituye el libro:
“Mañana te escribiré otra vez”, son
cartas de convocatoria a la firmeza y al amor;
una cita colectiva de ideas de amor y de lucha, en sí, es un conjunto de misivas dejadas por Minerva y Manolo al alcance de Minou para que ésta las difundiera como una especie de aviso a los hombres y mujeres para
accionar en el amor y la política con desprendimiento y afectos;
con apego y lealtad; con cariño y
sentido de sacrificio, desterrando de su
conciencia el odio, el desamor, la deslealtad
y cuantas cosas dañan la parte bonita del proceder de la especie humana,
11.- El libro: “Mañana te escribiré
otra vez”, no es para distraerse, hojear ni pasar por la vista porque el
mismo describe el pensamiento de Minerva y Manolo; leerlo es conocer a quienes podemos tomar
como modelo para el accionar político.
12.- Al descifrar cada palabra de las cartas que integran la obra de Minou, penetramos
al pensamiento lúcido de Minerva y Manolo, lo que nos permite registrar
en nuestro cerebro el legado que ellos nos han dejado como herencia de
su recto proceder.
13.- Al tomar en nuestras manos el
libro que comentamos, estamos recibiendo una lección; la instrucción de dos seres humanos, Minerva y Manolo, con
calidad para enseñarnos a ser mejores como militantes luchadores cívicos y
políticos por causas justas. La enseñanza que podamos asimilar de esta obra nos
hace mejores ciudadanos.
14.- Al entender las cartas de Minerva y Manolo, nos edificamos porque
tenemos así la posibilidad de adivinar
las interioridades de su forma de ver la realidad de nuestro país en el momento
que fueron escritas por los
progenitores de la autora, Minou Tavárez Mirabal.
15.- Las misivas que dan vida a la obra “Mañana te escribiré otra vez”, son mensajes dirigidos a hombres y mujeres sensibles interesados por
un mejor país; lo escrito en las notas ahora exhibidas por Minou, es la
comunicación de Minerva y Manolo; y sirven de guía a quienes aspiran y luchan para que nuestro país cambie de rumbo.
16.- Las cartas de Minerva y Manolo; en las palabras de sus epístolas ellos nos hablan en términos amorosos y políticos, lo que desde el fondo de su alma sentían y
transmitían, muchas veces en forma lacónica, con parquedad por conveniencia y
táctica política de la época.
17.- El lenguaje de Minerva y Manolo, fijado en las cartas que ahora
conocemos, tiene alto sentido y contenido político; en su mutua correspondencia
ellos se comunican sin verborrea, ni
palabrotas. Minerva lo expuso con claridad, como lo expresa Minou:
“Por eso no solamente escribía las cartas a
Manolo para contarle los eventos cotidianos, sino que dejaba emerger la carga
intelectual e ideológica con que se venía formando. Definitivamente su
correspondencia no era un asunto banal para ella: "Las cartas deben tener
ideas", (1)
18.- Minerva habla de ideas, de conceptos, a los fines de edificar transmitiendo
conocimientos; manifiesta la percepción
que tenía de la necesidad de luchar contra la tiranía trujillista; expone su pensamiento edificante mediante
reflexiones ajustadas a la coherencia del plan que ya anidaba en su cabeza para
enfrentar el despotismo trujillista. En ese orden la autora escribe:
“También se adivinan todas las objeciones,
inconvenientes, discriminación, persecución y amenazas que recibían a
diario en pequeñas frases que no
explican por temor a que las cartas cayeran en manos equivocadas. Así, no es
difícil imaginar que cuando escribe "... me bañé para salir antes de las 2
donde Hortensia, con María Teresa, a una diligencia de ella que me preocupa mucho", ésta no se trataba
de un simple problema cotidiano”. (2)
19.- La imaginación de Minerva y
Manolo, plasmada en las cartas del libro: “Mañana
te escribiré otra vez”, traduce sus aspiraciones de unirse en el amor y en
la lucha; los objetivos por ellos perseguidos en provecho de su pueblo; sus
anhelos de un mejor futuro para su país;
sus sueños de ligarse en el matrimonio
para así estar más unidos en la
batalla por la liberación de las cadenas
de la tiranía; sus deseos de que su boda sería la continuación de aquel día
que, en 1952 se vieron por primera vez en Jarabacoa, o se reencontraron en 1953
en la universidad.
20.- Sólo leyendo el libro que ahora nos entrega Minou, podemos conocer la
espiritualidad de Minerva y Manolo; nobleza que les llevó a la lucha política
con desprendimiento; la pureza de su entrega a la causa de los desposeídos; el elevado ideal que profesaron, no como ilusos
soñadores, sino como fieles y
consecuentes intérpretes de la
realidad nacional.
21.- Leer las cartas de Minerva a Manolo, es comprender sus proyectos
personales, profesionales y políticos;
su obsesivo deseo de ser en todo momento transparente, no crear en torno a su persona falsas ilusiones ni llamar a
confusiones. Por tal razón siempre se dejaba leer, darse a conocer, como muy bien lo expone Minou:
“Mami
no se permitía complicarle la vida a familiares y amistades, y cada vez que
conocía a alguien le preguntaba "¿Sabes quién ( Soy?", dejando muy
claro que su condición de persona no grata al régimen podía afectar a sus
relacionados, quienes se arriesgaban a
ser tachados como enemigos de Trujillo”. (3)
22.- Los seres humanos que abrazan ideales liberadores
son humildes; la modestia les caracteriza, la sencillez les es fácil de
demostrar. El mensaje de Minerva en su
carta a Manolo, donde le hace referencia al “…el altico" en la casa de sus padres que sería el primer nido y
hablaba de espaldares de cama, mesitas, lámparas y demás enseres”. La
retrata como un ser humano libre de vanidad, soberbia y engreimiento. (4)
23.- Por el momento que vive hoy la familia dominicana con el problema de
los embarazos prematuros de adolescentes, resulta muy saludable
conocer de la honestidad de Minerva, de su integridad como mujer, la moral, la
decencia y firme compostura que revela su formación ideológica y enseñanza
familiar, cuando le dice a su novio Manolo:
“Yo no tengo una madre que me cuide, y tú lo sabes, eso se
ve ya muy feo en nosotros, estar parados o sentados en una esquina”. ¿No es
verdad? (5)
24.- Minerva y Manolo se compenetran porque cada uno se
valoró personal y políticamente; se adivinaron mutuamente sus pensamientos lo
que hizo posible que el 20 de diciembre
de 1955, cuando contrajeron matrimonio, ya
cada uno se había formado la idea de
sus respectivos defectos y virtudes. Manolo identificó muy bien a Minerva cuando le dijo a su amiga Avelina -Lina- Soriano:
"Me
hicieron una cita con la muchacha más bella y culta y que tiene la mejor
biblioteca del país", contestó. Lina le dijo: "Ah, vas a conocer a
Minerva", a lo que papi muy
sorprendido reaccionó preguntándole que
cómo sabía ella eso.
"Bueno -le dijo- la conozco desde el
Colegio Inmaculada Concepción y nadie más en este país reúne esas
características". También le advirtió: "Óyeme, hay cuerpos que se
atraen como con magnetismo, y de esa no te vas a poder separar",
comentario que dio lugar luego a que papi le pusiera el mote de "Pitonisa". (6)
25.- Pero, por su parte, Minerva
también valoró haber conocido a Manolo, hasta el punto de que celebró con su
hermana Tete, que Manolo le había prestado un libro, tal como lo escribe Minou:
“En una carta a mi tía Teté (María Teresa)
de noviembre del 53, le cuenta que "Manolo Tavares" le prestó un
libro, y en el diario de tía Teté de finales de ese mismo año y principios de
1954, hay sugerencias claras al hecho de que mi mamá había conocido "a
alguien" a quien pensaba traer a la
casa”. (7)
26.- La dulzura, la suavidad y la ternura de las cartas de Minerva y
Manolo, evidencian la dimensión humana de ambos; el respeto como se
transmitieron el amor acompañado de placer, gran deleite y bondad, pero
también supieron estar unidos en la amargura política, en el sufrimiento por las persecuciones, la
vigilancia, la brusquedad y el salvajismo que les aplicó la tiranía.
27.- El encuentro, reencuentro,
enamoramiento, noviazgo y el matrimonio de Minerva y Manolo, así como la llegada de sus hijos Minou y
Manolo, no fueron más que episodios de alegría,
acontecimientos agradables,
eventos que marcaron los capítulos de la obra Mañana te escribiré otra vez, basada en misivas encantadoras,
cartitas llena de ternura, comunicaciones cargadas de epítetos de amor,
esquelas para alegrar el alma y consolar en su soledad, y en la distancia geográfica de la capital dominicana a Montecristi.
28.- Minerva y Manolo en sus cartas
dejaron a los luchadores políticos responsables y sinceros del país,
mensajes de sentido político,
comprensión y sensatez. Ellos supieron enfrentar la tiranía de Trujillo con
habilidad y lucidez; desafiaron al
tirano utilizando la inteligencia; resistieron con estoicismo a los organismos represivos sin rehuir la
lucha, conforme las posibilidades que vivía el país en ese momento para encarar
al déspota.
29.- La honradez política de Minerva y Manolo siempre ha sido valorada por
la actitud y valentía que asumieron ante la tiranía; la lealtad a sus
principios. Su probidad la exhibieron en
la lucha política y en los centros de torturas.
30.- Antes de conocerse Minerva y Manolo ya sabían de la
lucha que en 1946 había librado el
Partido Socialista Popular. De ahí que ambos tenían ideas políticas afines sin
que se hubieran conocido con anterioridad; la posición de oposición a Trujillo colocó a los padres
de Minou como ciudadanos extraños en su propio país.
La idea anterior llevo a Minou a escribir:
“Por eso cada día compruebo que la mera
existencia de mis padres dio lugar a muchos heroísmos. Todas y todos aquellos
que los trataron de cerca se colocaron al borde del abismo por el simple hecho
de hacerlo. Fueron héroes y heroínas los
amigos, los relacionados, los vecinos, los trabajadores que no se
movieron de su lado, y no dudaron jamás en estar ahí para protegerlos”. (8)
31.- La obra “Mañana
te escribiré otra vez”, nos ha
llegado en un momento oportuno porque
hoy más que nunca se precisa de mensajes de mucha integridad como
la de Minerva y Manolo; los dos
fueron vituperados por el régimen de
Trujillo, el cual utilizando el insulto, la calumnia y el descrédito quiso herir, reducir la persona de Minerva y
Manolo. Al respecto Minou escribe:
“En carta timbrada el 23 de junio a las
cuatro de la tarde, mami le cuenta a papi que iba "a comprar los libros
del 4to. Pero por lo pronto solo encontré la Criminología , mandé a
encuadernarlos todos por fin". Tan solo tres días más tarde, apareció en
el Foro Público -la famosa columna que publicaba el régimen en el periódico El
Caribe para atacar y calumniar a enemigos y desafectos- una nota fechada el 25
que decía lo siguiente: "Sería bueno que se le pusiera coto a los macuteos que está cometiendo el señor Horacio
Geraldino, encargado de la sección de encuadernación de la universidad, quien
(...) utiliza el material propiedad de esa casa de estudios para hacerle
trabajos a la estudiante de Derecho Minerva Mirabal, a quien le encuadernó
cerca de 20 libros ..". En las misivas de los días siguientes pueden
leerse entre líneas referencias veladas
a este tipo de problemas que confrontaba Minerva. Nada de lo que hacía
escapaba a la mirada perversa del régimen y sus adláteres”.(9)
III.- Momentos difíciles para Minerva y Manolo
32.- Minerva y
Manolo vivieron episodios sumamente difíciles
tomando en consideración su desprecio hacia el régimen de Trujillo, y los
momentos que se vieron en la necesidad
de demostrarle al mismo aparentes simpatías, como lo precisa
Minou cuando señala que: …
“ …luego de que ante la negativa de
aceptar su reingreso por orden expresa del
"Jefe", se viera obligada a participar en varias reuniones, a hablar
en un acto de loa al tirano y a escribirle una nota al mismísimo dictador para que le
permitiera continuar la carrera…”. (10)
33.- Debemos de imaginarnos lo difícil que resultó para Minerva y Manolo la situación de ser adversarios
convencidos y conocidos de la tiranía y
participar en actos en apoyo a ella.
A este respecto Minou escribe:
“Mi papá tuvo que suspender casi todas las
visitas a ver a su novia pues debía participar todos los domingos de agosto en
las marchas obligatorias (a las que "yo y mi camioneta hemos sido
cordialmente invitados") para rendir pleitesía a Trujillo. Por demás, el
día 26 informa a mami que tendrá que estar en la capital con su colegio de
profesionales para asistir a un acto nacional celebrado en el monumento
Trujillo-Hull-hoy conocido como el Obelisco Hembra- en "desagravio"
al dictador, y en repudio a los doctores Eduardo Sánchez Cabral y Federico C.
Álvarez, quienes en un acto privado de celebración de los 40 años de ejercicio
como abogado de este último, el 6 de ese mismo mes en el Hotel Matum de
Santiago, "en incalificable conjunción de mutismo, omitieron en sus
discursos mencionar y exaltar la portentosa obra que iniciara el ilustre
gobernante". Así lo califica el periódico El Caribe, el día 28 en reseña
de la enésima de las "actividades de desagravio y repudio" que habían
tenido lugar durante casi todo agosto hasta en el último y más alejado rincón
de la geografía nacional”. (11)
34.- Sigue diciendo Minou: “Papi y su camioneta seguían siendo invitados a actividades
proselitistas de la dictadura. Una invitación en tiempos de Trujillo era una
orden cuyo incumplimiento podía pagarse con la vida, y con demasiada frecuencia
se pagaba…”. (12)
35.- Para aclarar la idea anterior expuesta por
Minou, he aquí un fragmento de la
carta de fecha 18 de octubre de 1955 en la cual Manolo le dice a Minerva: “No te aseguro si siempre voy el sábado
porque se celebra en la común de “la
Gorra ”, provincia
Libertador, una manifestación política, y yo y la camioneta de aquí- que está a mi nombre-
estamos “invitados”…
36.- Minou,
con relación al mes de noviembre de 1955 y
la preparación de la boda de sus padres, destaca una amarga sugerencia que
le hizo a Minerva el doctor Rubén
Suro, En ese sentido la autora
escribe:
“ …quien trata de convencerla de que le
escriba un telegrama a Trujillo anunciándole su boda… y recuerdo que él me
contaba que mami no quería hacerla por lo que la ayudó a redactarlo, pero que
no estaba seguro de que ella lo hubiera enviado. Encontré el borrador del texto de ese
telegrama, escrito en la parte de adentro de un sobre, y lo transcribo. Como dije,
no tengo la certeza de que el mismo fuera enviado y llegara a su destino. “Este
va a participar a su excelencia nuestras próximas bodas que serán celebradas el
día 20 del mes en curso. A la vez queremos hacer llegar a vuestro alto
conocimiento que el futuro hogar que formaremos en Montecristi al amparo de
vuestra gloriosa era de paz y progreso es una casa más que tiene vuestra
excelencia--------mente a sus gratas órdenes. Respetuosamente...". (13)
37.- En torno a la
conclusión de los estudios universitarios por su madre, y haciendo mención de la presentación de la tesis y la
dedicatoria de la misma, Minou, escribe:
“La tesis tiene algunas dedicatorias. la
primera: "A mi adorado esposo: Dr. MANUEL A. TAVÁREZ JUSTO, cuya bondad y
comprensión hicieron posible la feliz terminación de mis estudios". la
segunda: "A mi queridísima hija MINOU. Que esta tesis te sirva de estímulo
en el porvenir". La tercera era un requisito de obligatorio cumplimiento
para cualquier estudiante poder
graduarse: al tirano. Y ella había demostrado cuanto quería graduarse”. (14)
IV.- La tiranía de
Trujillo no cambió la sensibilidad de
Minerva y Manolo.
38.- La
vida difícil que le hizo la tiranía a
Minerva y a Manolo, no sembró en sus corazones odios ni
resentimientos; los seres humanos
como ellos viven y mueren enamorados de la vida; y el martirio lo
aceptaron como formando parte de las
cosas feas que salen de las mentes perversas.
39.-
Las torturas sufridas por Minerva y Manolo en La 40, y en otros centros de padecimientos donde la
tiranía de Trujillo sacrificaba a sus adversarios, no están reflejadas en sus
cartas, las cuales están cargadas, eso sí,
del amor y comprensión que se profesaban.
40.-
Minerva y su consorte, con sus epístolas evidencian que hicieron vida común
para servir de ejemplo a la posteridad, enviándoles a sus continuadores sanguíneos, y a los que en el
futuro llegaran a identificarse con su forma de pensar y actuar, que se puede vivir con dignidad sin claudicar
ante el despotismo y el dinero, sin
conflicto de conciencia con la honestidad; en concordancia entre los ideales y
la materialidad.
41.- La
historia dominicana de los últimos 50 años nos dice a los dominicanos y
dominicanas que Minerva y Manolo
vivieron para el amor, la lucha y el ejemplo digno; que existieron para con su
accionar en la brega política y social ser ejemplos para su generación y las venideras; que habitaron en esta tierra
amándose, comprendiéndose y batallando
hasta que un 25 de noviembre de 1960, y un 21 de diciembre de 1963 fueron
eliminados por el odio, la barbarie y la intolerancia.
V.- Minerva y Manolo y
el final de la década del 50.
42.- En su comentario último del año 1957, Minou explica la coyuntura política nacional y el
seguimiento que sus padres daban a la política internacional. En ese tenor escribe:
“En la región, muy cerquita, se gestaban procesos
de liberación importantes como la lucha de los revolucionarios cubanos en la Sierra Maestra ,
cuyo devenir Manolo y Minerva siguieron paso a paso. Concomitantemente, los
dictadores empezaban a no ser tan bien
vistos ni tan útiles para sus socios de siempre. La impunidad del tirano había
comenzado a resquebrajarse de manera definitiva frente al mundo a partir de
acontecimientos que impactaron cardinalmente su
imagen, tan pavorosos como el secuestro, en pleno Manhattan, Y el
posterior asesinato en territorio dominicano del Intelectual y político vasco
Jesús de Galíndez”. La hora de los
hornos empezaba a anunciarse y mis padres estaban metidos en la hoguera. (15)
43.- Al final de la década del 50 del siglo pasado, más concretamente en el
año 1958, las dictaduras de América Latina y el Caribe, apoyadas por los
Estados Unidos, comenzaron a agrietarse.
44.- Ciertamente, nuestra región tenía olor a pólvora. Los hombres
dirigidos por el Comandante Fidel Castro habían puesto en acción sus
fusiles, y de sus cañones salía fuego contra la dictadura de Fulgencio Batista.
El Caribe, era una futura pira, estaba a punto de convertirse en una fogata, y
en nuestro país Manolo y Minerva tenían en hora su reloj
político.
De ahí que Minou, escribe:
“A tono con la indignación y los presagios de
tormenta que asomaban desde todos los puntos cardinales del territorio
nacional, el 1958fue también muy intenso en la vida de Minerva y Manolo, tanto
para su relación como para la verdad y la transparencia del compromiso que
fundaron. El país estaba sumergido literalmente en un baño de sangre. Para
mantenerse en el poder, la represión del tirano era cada vez más brutal. El
mortífero delirio con el que gobernó durante el epílogo de su "Era"
fue directamente proporcional a la lucidez y al compromiso con el que se
entregaron mis padres a la lucha por ponerle fin a su régimen.
En el alma de mi madre recrudeció la
tempestad, y en la de mi padre se fraguó la conciencia de todo lo que para él,
y desde ELLOS, terminaría siendo realmente fundamental y trascendente...Se
habían formado en el conocimiento, en la rebeldía, en la voluntad de no
doblegarse y de resistir. Estaba llegando el tiempo de hacer, de poner manos a
la obra de liberación que ya es parte importante de la historia del pueblo
dominicano”.(16)
VI.- La Cárcel.
45.- Al leer la obra
Mañana te escribiré otra vez”, al
llegar al capítulo identificado como La Cárcel , y ubicar
los años 1960-1961, de inmediato nos llega a la memoria el año anterior,
el 1959, que fue el de la expedición del
14, 19 y 20 de junio.
46- Pero también
debemos de recordar las palabras de Minerva el 6 de enero de 1959, en el curso
de un encuentro familiar en casa de Josefina Ricart y de Guido D'Alessandro
(Yuyo), un sobrino de Manolo. . Sólo
habían transcurrido unos días del triunfo de la Revolución cubana.
Algunos de lo que asistieron a ese encuentro han contado que fue Minerva quien
dijo: “por qué nosotros en nuestro país
no formamos un movimiento similar, si aquí hay tanta gente maltratada y
antitrujillista? ¿Por qué en otros países pueden y nosotros no? Vamos a hacer
un compromiso, para que cuando salgamos de aquí cada uno empiece a establecer
contactos». (17)
47.- Luego, más
precisamente el 9 de enero 1960, a instancia de
Minerva se efectúo en la casa de un familiar suyo en Salcedo una reunión
que continuó el día 10 del mismo mes y año, en Valverde Mao, donde quedó constituido el Movimiento
Clandestino 14 de Junio, la más grande
organización política que se formó en el país contra la tiranía de Trujillo.
48.- De ese capítulo de La
Cárcel , debemos retener algunos párrafos en los cuales
la autora narra parte del estado de horror que vivieron sus padres en el
centro de tortura La 40, y en la cárcel de La Victoria.
Con respecto a Manolo dice:
a.-) Transcribo aquí
la descripción de Don Víctor de la personalidad y del rol que jugó
mi padre en la cárcel: "Desde que llegó a la cárcel para nosotros que no lo conocíamos ni
teníamos idea de quién era Manolo se convirtió en el líder, en el jefe
indiscutible de todos nosotros los luchadores antitrujillistas. Nos ganó con su
sencillez y prudencia sabia, con sus consejos y con su capacidad para seguir
organizando la resistencia afuera. Nos puso a todos a leer y a estudiar. Cuando
a mi me soltaron el 14 de julio de 1960, me dio tareas para cumplir. No fue
posible hacerla porque estábamos vigilados totalmente. Incluso un día en que
Idelfonso Güemez Naut y yo quisimos ir al cine, al momento de entrar nos detuvo un callé y nos devolvió para la casa
diciéndonos qué nos habíamos creído, que
no teníamos derecho a ese tipo de actividades". (18)
De su madre, Minou narra:
b.-) Mi mamá, del
otro lado, sufría por todos. Por el marido y los cuñados y los compañeros
presos, por los desaparecidos y por los asesinados. Por su familia castigada y
todo lo que presentía, pero más que nada, sobre todo, por nosotros, sus dos pequeños hijos. Así lo
dice en las pocas y breves cartas que manda al hogar: no las escribe por temor
de llegar al final y tener que preguntar por nosotros. Borda en panalitos una
bata para su bebé Manolito; esculpe, casi con los ojos cerrados, una cabeza de
niña como si su Minou estuviera allí posando, fija y vivaz, en la memoria que
no puede, que no quiere entregarse al cansancio del aciago designio. (19)
Al final del capítulo La
Cárcel , Minou dice:
c.-) Papi estuvo
preso desde el 13 de enero de 1960 hasta
el 26 de julio de 1961. Mami y tía Teté fueron apresadas y puestas en libertad
en dos ocasiones. El 9 de agosto, luego de haber pasado por dos mazmorras, tres
mamotretos de juicio, dos condenas, fueron puestas en libertad nuevamente.
Ahora sabemos que la decisión de sacarías de La Victoria y recluirlas a
una prisión domiciliaria formaba parte del macabro plan orquestado directamente
por Trujillo para asesinarlas, cosa que sucedería junto a nina Patria y Rufino
de la Cruz el 25
de noviembre de 1960. (20)
VII.- La vida.
49.- Enumerar hechos, especificar situaciones y dar detalles de lo que fue
la resistencia de Minerva y Manolo contra la tiranía de Trujillo, es
identificar en ellos la suma del enfrentamiento del pueblo ante el sátrapa que
desgobernó el país por más de 30 años.
50.- Minerva y Manolo, recogieron en su accionar político las más legítimas
aspiraciones del pueblo dominicano en su brega demostrando desobediencia a la
tiranía; fueron los continuadores más
destacados de las gestas de resistencia al hacer suyas las mejores tradiciones
de las masas populares dominicanas contra la tiranía de Trujillo.
51.- Minerva y Manolo, no cedieron, no se transaron ante el tirano;
rebelarse, desobedecer fue su línea; indocilidad y desacato fue su divisa. Nada
de acatar, adherirse ni claudicar.
52.- Manolo y Minerva fueron y se
mantuvieron en la lucha con claridad y comprensión, sin ofuscación ni ceguedad.
En todo momento se comportaron como
luchadores consecuentes; actuaron con sentido claro de los objetivos a
alcanzar, de las metas que debían lograr
al lado de su pueblo, tomando en consideración el tiempo y la coyuntura
política.
53.- El libro: Mañana te escribiré
otra vez”, tiene mensajes de amor y
ternura; conquista y noviazgo; nupcias y procreación; lucha, sacrificios,
martirio y padecimientos.
54.- Además, en este libro está el
testimonio histórico de Minerva y
Manolo; la pluma lastimada de Michelle Bachelet Jeria, la presidenta de Chile cuyo padre fue víctima de torturas durante la
dictadura fascista de Pinochet, y el esfuerzo y calor humano de Minou Tavárez Mirabal.
55.- Cualquiera de las páginas del libro: Mañana te escribiré otra vez”,
tiene olor a cariño, perfume de la dignidad y aroma de
valentía contra la opresión.
56.-
Por último, luego de leer la obra: Mañana
te escribiré otra vez”, todo padre o
madre dominicana debe recordar, tener presente, no pasar por alto
que Minerva y Manolo lucharon y dieron sus vidas para que todos y todas disfrutemos de un mejor país,
que no es el que tenemos hoy, y el mejor homenaje a ellos es continuar la lucha, como ellos, con amor, comprensión,
desprendimiento, dignidad, decoro y honestidad.
VIII.- Minerva Mirabal
En razón de que muchos jóvenes del país no conocen detalles de la actitud de firmeza de Minerva Mirabal,
he considerado conveniente aportar
de ella algunos datos personales
así como de sus actividades de contenido político.
Hacer mención de Minerva Mirabal, es lo mismo que referirse María Argentina Minerva Mirabal Reyes, nacida en Ojo de Agua el día 12 de marzo de 1926.
El día que el tirano Rafael
Leónidas Trujillo Molina, vio por primera vez en Santiago a Minerva Mirabal, hizo el
cálculo de que estaba en presencia de
una mujer flexible, suave, fácil de
moldear, con la cual podía satisfacer sus pretensiones amorosas
circunstanciales. Pero el tirano falló en su deducción, porque desconocía que había hecho una
conjetura absolutamente equivocada de apreciación femenina del ser humano que
era Minerva.
La joven que Trujillo pudo avistar en el encuentro de Santiago, luego
en La Vega , y
después de San Cristóbal, no provenía del seno de una familia inclinada a la lisonja, la adulación politiquera, ni a la complacencia normal de la época a las
pretensiones del hombre que con el poder
político, el dinero y el crimen, se había convertido en la supremacía humana del país.
Trujillo, cuantas veces estuvo cerca de Minerva, estaba perturbado por su
enredo mental y ambición de carnalidad,
lo que le impedía valorar al ser humano que pretendía conquistar.
Minerva Mirabal, la joven que el tirano Trujillo hostilizó hasta la muerte, se formó en un hogar dirigido por padres que tuvieron
como norte el trabajo, la honradez y los buenos ejemplos.
Antes del tirano conocer a Minerva, ésta
ya era una persona definida, como la describe su hermana
Dedé, “de fuerte carácter, muy simpática, agradable, sencilla, muy versátil,
hablaba siempre de libros, de política, de pintura, de su pasión por los
jardines y por los animales. Una mujer muy linda y atractiva: alta, de talle
fino, bien formada, de piernas gordas y manos largas y delgadas. Con su andar
cadencioso y aquella mirada profunda e inteligente, jamás pasaba desapercibida.
Era una preciosa nativa, con su pelo y
sus ojos tan negros y tan bellos”. (21)
Además, tenía una definida formación intelectual
debidamente cultivada en la lectura: “Entre los años cuarenta y cincuenta ya
había leido varios libros, entre ellos, La incógnita del hombre de Alexis
Carrel .Anna Karenina de
León Tolstoi; Los miserables, de Víctor Rugo. Por esos
año leyó a Eugenio María de Hostos,
Goethe, Horacio, Goethe, Anatole France,
Shakespeare, Emile Zola, Thomas Mann, Sigmud Freud '.Homero, Cervantes, Federico García
Lorca, Esquilo, José Enrique Rodó, Alejandro Dumas”. (22)
A su formación familiar y cultural, se unía su sensibilidad que hacía de
ella una persona con sentido de ternura. “Poseía una
sensibilidad especial que fue puliendo con la lectura desde muy niña.
Paulatinamente las personas van desarrollando esas cualidades de acuerdo con
las condiciones en las que les toca vivir”. (23)
En la cabeza de Minerva se alojaban las ideas que dirigían sus
actuaciones; por tal razón, al momento
de accionar lo hacía acorde con sus principios, con su concepción con relación a lo honesto, noble, responsable, en sí,
Minerva había incorporado a su cerebro un ideario que en conjunto se convirtió en su ideología
política.
En la Era de
Trujillo, aún aquel que no le conocía, si estaba mínimamente informado, sabía
que al tirano no se le podía discutir,
disentir de sus opiniones, y
mucho menos rechazar pretensiones suyas
de ninguna índole.
De ahí que había que tener un alto
nivel de firmeza, valor, integridad y firmeza de convicciones para comportarse
ante el tirano Trujillo, como lo hizo Minerva en la fiesta del 13 de octubre de
1949, en San Cristóbal, en el curso de una conversación en la cual Trujillo le había preguntado si ella tenía novio, a lo que Minerva había respondido no. Él le preguntó: “Y
a usted no le interesa mi política o no le gusta?». Minerva contestó: «No, no
me gusta». Entonces Trujillo le dijo: « ¿Y si yo mando mis seguidores a
conquistarla?». La respuesta de Minerva fue: «¿Y si yo los conquisto a ellos?”.
(24)
Su nivel de inteligencia le decía a Minerva, que estaba hablando con quien
en ese momento era el dueño de la vida y la muerte de todos los dominicanos y
dominicanas. Pero la conciencia, las
ideas de Minerva, su concepción política se puso por encima de todo. Ella supo
defender con hidalguía su forma de proceder, consciente de que su posición
arrastraría la desgracia suya y de su familia.
De la conversación de Minerva con Trujillo se comprobó que pudo más su convicción política que el fundado temor al régimen, la galantería
politiquera, la arrogancia y fanfarronería del tirano; aunque la respuesta de Trujillo no se hizo esperar.
No bien Minerva y sus familiares habían abandonado la fiesta de San Cristóbal, el aparato del Estado de Trujillo se lanzó
contra ella con toda su furia,
alcanzando hasta a aquellos que no
tuvieran nada que ver con la repentina salida de la recepción.
Después de lo
ocurrido en la fiesta de San Cristóbal, ya Trujillo sabía que no lograría
conquistar sentimental ni políticamente Minerva; entonces decidió hacerle a
ésta y a su familia la vida imposible. La actitud de Trujillo, sus fijas ideas criminales siguieron a Minerva como la sombra al cuerpo.
No importó que el
padre de Minerva, señor Enrique Mirabal
remitiera al gobernador de
Moca la siguiente carta:
“Señor
Antonio
de la Maza
Gobernador
Provincial, Moca, R. D.
Distinguido Señor Gobernador:
Tengo a bien dirigirme a usted para referirme a nuestra conversación
de ayer.
Me vine preocupado, pues quizás mi contestación a sus palabras
dejó una duda, o mejor dicho llevó a su ánimo la convicción de que estuve
engañando a usted, al señor De Moya y, en
consecuencia, al Señor Presidente de la República.
Cuando llegué pregunté a mi esposa si en realidad se habían quedado al cine alguna vez que fuera con
Minerva donde el médico. Mi esposa se asombró de tal pregunta. Entonces Minerva
me explicó que en la conversación que tuvo con usted y el presidente del Partido,
sanamente se había referido a una exposición de pinturas que ella quería visitar en una
ocasión que iba al cine; como dijo que
de esto hacía mucho tiempo, no creyó necesario añadir que fue durante el mes de
febrero del pasado año. Comprenderá usted por qué yo dudé al contestarle, pues estando
presente no me había dado cuenta exacta de sus palabras y no
recordaba a cuándo se refería. Sólo pude asegurarle que si había sido después
del caso, era en la compañía de su madre. Quiero que el señor De Moya esté en
conocimiento de estas circunstancias.
Como usted me dijo que ella asistía a diversiones, quiero
recordarle que el matrimonio al que ella
asistió era de su concuñada y familia muy cercana, además de que fue en la más
absoluta intimidad.
Se refirió usted, además, a que yo tenía una casa
comercial a la que iban comisionistas, quejándose de que yo no se lo había
comunicado; como los comisionistas van a
todas las casas comerciales y nada sospechoso he notado hasta hoy, no me creí
en el deber de comunicarlo. Pero haré al respecto lo que se me ordene.
Estoy dándole todas estas explicaciones, porque pude
notar que usted se sentía incómodo y hasta enojado conmigo. Una vez más le
expreso que el Honorable Señor Presidente de la República , puede contar
con mi leal y desinteresada amistad. Por tanto no quiero que mi buena fe sea
tomada como base y se me acuse; porque si bien me cupo la honra de que el Señor
Presidente, en un rasgo de bondad que no olvidaré nunca, me confiara mi hija
de una manera incondicional, contando con mi sincera
amistad y mi probada adhesión, no puedo permitir que la más ligera sombra de
apariencia traicione esa confianza y desde entonces soy el responsable de lo
que mi hija haga. Cualquier cosa contra ella es a mí que me hiere. Por eso considero
que la carta esa que salió de Moca, tan ilegal como comprometedora, no era a
ella a quien quería perjudicar, sino a mí. Se la llevé a usted como jefe de la
región, lo cual quiere decir que lo he tratado con la consideración y el
respeto que debo a la autoridad de la provincia, y que en realidad le he
comunicado lo que podía ser perjudicial o de interés para usted. Sin otro
particular, le saluda como siempre, Su servidor y amigo, Enrique Mirabal”. (25)
Trujillo no cedió en sus resabios contra
Minerva, aunque ésta, con el fin de poder inscribirse en la
universidad, en septiembre de 1953, a propósito del ascenso
de Salcedo a provincia, le
sugirieron a Minerva que para que le permitieran reinscribirse en la universidad, pronunciara unas palabras en un acto en honor a Trujillo en el
Club de Salcedo; así lo hizo, buscó a Chachita Brito, profesora del liceo y enemiga de Trujillo,
para que le escribiera un discursito lo menos alabancioso posible. Porque ella
se sentía incapaz de escribirlo con loas a Trujillo. (26)
Tampoco aplacó
la ira Trujillo contra
Minerva el hecho de ella
dedicarle sus tesis de grado universitario, y también le invitara
a su boda con Manolo.
El tirano no cedía por nada. Trujillo impidió que Minerva diera continuación a sus estudios
universitarios, y luego de
continuarlos y obtener el premio por sus
altas calificaciones, le quito el
galardón.
Siguiendo con su sistemático atropello, Trujillo
impidió que Minerva, una vez graduada, ejerciera la profesión como abogada al negarle el exequátur.
Trujillo, finalmente, eliminó físicamente a Minerva y a dos de sus hermanas, el 25 de
noviembre de 1960; pero no eliminó el ejemplo
que ella dejó de su vida digna y
modelo para todo el pueblo dominicano.
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Amantes de la Luz.
Santiago de los Caballeros, miércoles 28 de mayo de 2014.
Fuente de citas:
Página 26 (1)
libro: Mañana te escribiré otra vez.
Página 72 (2) Idem.
Página 58 (3) Ídem.
Página 181 (4) Ídem.
Página 40 (5) Ídem.
Página 22 (6) Ídem.
Página 21 (7) Ídem.
Página 96 (8) Ídem.
Página 111
(9) Ídem.
Página 21
(10) Ídem.
Página 148
(11) Ídem.
Página 182
(12) Ídem.
Página 202
(13) Ídem.
Página 217-218
(14) Ídem.
Página 219
(15) Ídem.
Página 221
(16) Ídem.
Página 150 (17)
Libro: Vivas en su Jardín.
Página 238 (18)
Libro: Mañana te escribiré otra vez
Página 238 (19)
Ídem.
Página 240
(20) Ídem.
Cita No. (21)
Libro: Vivas en su jardín, memorias. Pág. 63
Cita No. (22) Ídem.
Pág. 67.
Cita No. (23)
Ídem. Pág. 71.
Cita No. (24)
Ídem. Pág. 100.
Cita No. (25)
Ídem. Pág. 101-105.
Cita No. (26)
Ídem. Pág. 111.