Por: Ramón Antonio veras.
1.- Históricamente, todo sistema
fundamentado en la opresión social está condenado a desaparecer como
consecuencia de sus propias
contradicciones que lo hacen infuncional.
2.- El contenido humano de un sistema social está
determinado por si satisface o no las necesidades más
indispensables del ser humano; no tiene razón de tener vigencia y prolongar su permanencia un orden social que
constituye un contrasentido.
3.- Está demostrado hasta la saciedad
que el modelo económico bajo el cual
estamos viviendo los dominicanos y dominicanas, no tiene razón de ser, su
existencia representa una retranca para lo que en verdad se llama pueblo
dominicano.
4.- Para comprender lo antes dicho basta
con tomar en consideración lo expuesto por el representante aquí de las Naciones Unidas para la Alimentación,
quien declaró hace unos días que 1,600.000 personas padecen hambre y subnutrición en el país, lo que equivale al 15 % de la población
dominicana.
5.- La información anterior
plantea, pura y simplemente, que no
podemos continuar aceptando un sistema que genera un modelo que impide que una
gran parte de nuestro pueblo puede tener acceso a la comida.
6.- Por más que se quiera justificar, adornar
o de cualquier forma perfumar el actual modelo económico, la realidad nos dice
que el mismo resulta a todas luces injustificable, injusto, inaceptable, y carente de toda vigencia desde el punto de
vista humano.
Un
sistema Injusto e ineficaz (II)
1.- No hay que ser un sabihondo ni cientista, para saber que los sistemas
sociales en decadencia están condenados de forma inexorable a su
desaparición; no porque así lo quiere un
grupo de la sociedad, sino porque sus contradicciones internas son tan imposible de superar que solamente tienen como solución su desaparición.
2.- Esa es la situación del sistema
capitalista a nivel mundial; cualquier modelo que se levanta sobre ese
ordenamiento, más temprano que tarde, ha de ser eliminado por inservible,
infuncional y carente de justificación histórica.
3.- Basta con señalar que el 1% de la población con más ingresos de los
países de la Organización
para la Cooperación
y el Desarrollo Económico, acapara el 20% de las riquezas, porcentaje que
duplicó en el 2010 en comparación con el año 1981.
4.- En el 2010 los países más ricos
aumentaron sus riquezas en un 4%, mientras que el 90% de la población mundial con salarios más bajos veía estancados sus
ingresos.
5.-
Ahí está parte de la explicación de
por qué cada día se hace más notoria la separación entre ricos y pobres.
Santiago
de los Caballeros,
12
de mayo de 2014.