lunes, 26 de mayo de 2014

DELINCUENCIA CON FACTURA NUEVA

Por: Ramón Antonio Veras
1.- No es de un día para otro que la criminalidad llena de horror a los hombres y mujeres de bien; ha de surgir un modo nuevo de operar el delincuente para que sus actos revelen que ha llegado una forma diferente de  trastornar la seguridad personal y de bienes.
2.- En las sociedades humanas los actos delincuenciales no surgen  como consecuencia de la voluntad o capricho de un grupo determinado; ellos son el resultado de un alto nivel de descomposición de un sistema social alrededor del cual se levanta un ordenamiento con rígidas estructuras.
3.-  La suma de desigualdad, pobreza, hambre  y miseria, mendicidad e indigencia, generan opresión  social,  la que a su vez trae como consecuencia irritación,  enojo y desesperación  en amplios sectores, clases y capas sociales.
4.- En nuestro país la delincuencia con factura nueva  ha hecho acto de presencia como consecuencia de un sistema desgastado,  agrietado, lo que se  expresa en la debilidad del órgano  familiar, deterioro en la educación  y  de  las instituciones del Estado.
 SICARIATO Y SECUESTROS (II)

1.-  No siempre ha existido la misma clase de crímenes y delitos; ellos  evolucionan y  hacen acto de presencia partiendo de vicios sociales vigentes en una coyuntura específica.
2.- En la sociedad deben de  haberse producido toda una serie de transformaciones que incidan  en forma negativa en el comportamiento de los entes sociales  para que  ocurran crímenes con estampa propia de ese período.
3.- Así, por ejemplo,  en nuestro país  en los últimos treinta y cinco (35) años se han desarrollado acciones delincuenciales  anteriormente    desconocidas.
4.- El crimen salvaje, acompañado de torturas  y otros tormentos, se ejecuta  respondiendo a una línea de criminalidad  propia  del bajo mundo vinculado  con el crimen organizado;  y ramificaciones del consumo,  distribución  y tráfico de  estupefacientes 
5.- Las operaciones de sicariato y los secuestros, están presentes en nuestro medio  como consecuencia de la descomposición social y el desarrollo del consumo de las drogas ilegales.
6.- Para hacerle frente a la criminalidad vinculada con el crimen organizado no bastan medidas artificiales, represivas ni legales. Se impone un trabajo combinado de amplios sectores de la sociedad dispuestos a  combatir el crimen, y una voluntad política  que mande un mensaje de firmeza  desde  las alturas del  Estado.


20 de mayo de 2014