Por: Ramon Antonio Veras.
1.- Mi dilecto amigo y distinguido colega, el
licenciado Fausto García, en el periódico La Información, de fecha 2 de diciembre en curso, 2015,
escribió un artículo con el título “¿Qué
nos espera como país?”. Al Dr. Ramon
Ant. Veras y licenciado José Luis Taveras. El licenciado García, termina su escrito preguntándose…”al ver los titulares de toda
la prensa de los últimos días dando cuenta de la suspensión de 5 jueces por corrupción
y la alarmante confesión pública de la Jueza
Awilda Reyes Beltré, admitiendo dar sentencias “por dinero y por órdenes
superiores”, mi pregunta es, y no es solo mía, sino de muchos dominicanos: ¿QUÉ
NOS ESPERA COMO PAÍS, SI HACE 31 AÑOS,
TENÍAMOS ESTA MISMA REALIDAD? Por favor,
sin que se conviertan en profetas apocalípticos, dígannos algo. Gracias
anticipadas”.
2.- Conociendo la correcta trayectoria de ciudadano y como profesional del derecho, del
licenciado Fausto García, comprendo
perfectamente su preocupación por los chisguetes de pus que han salido desde el área judicial, y ante su petición le doy como
respuesta lo siguiente:
3.- Lo que se está viendo hoy en el orden del
servicio judicial, es la expresión de una sociedad deteriorada, agrietada por
todas partes; dominada por vicios sociales de diferente naturaleza, entre los
que se destacan desigualdad,
individualismo, egoísmo, envidia, ladronismo y corrupción generalizada.
4.- La realidad que teníamos hace 31 años, la
tenemos hoy, pero agravada, porque el
modelo económico sobre el cual descansa
la estructura social del país, está agotado, no
da para más, se manifiesta inservible, sólo genera lo nocivo, sucio,
dañoso, pervertido, degenerado y asqueante.
5.- El empeoramiento que estamos observando
no se detiene; va a continuar recrudeciéndose, sin alivio ni mejoría alguna. El
agravamiento ha ido de recaída en
recaída, no se va a detener, y sin posibilidad de recuperarse o reponerse.
6.- A la pregunta del licenciado Fausto
García, de qué nos espera como país, la
respuesta la tenemos a flor de labios: lo que nos aguarda el
futuro depende de la capacidad de lucha
de nuestro pueblo, para la realidad actual que es fea, desagradable, repugnante, injusta y
depravada; cambiarla por otra distinta,
que sea agradable, acogedora, justa y honesta.
7.- Las expectativas de los mejores hombres y
mujeres del país, han de ser halagüeñas, a los fines de, sobre los
escombros de sistema actual, construir una sociedad nueva, basada en la
igualdad de oportunidades para todos y todas; que permita formar los miembros de la comunidad en el
amor al trabajo, a la honradez, la lealtad y otras virtudes que adornar al ser humano.
8.- Los recientes escándalos de corrupción en
el aparato judicial, que han alarmado a amplios sectores sensatos del país,
incluyendo al licenciado Fausto García, no son más que una parte del todo; y tal vez
peores ocurren en otras áreas del
ordenamiento social dominicano. No nos equivoquemos, es la sociedad dominicana
actual que constituye un rámpano, con
llagas purulentas en instituciones del Estado.
9.- El desaliento que expresa el licenciado
Fausto García, es la fiel expresión de los que en nuestro país se sienten descorazonados,
desanimados ante tantas y tantas cosas sucias que desalientan hasta el más
animado. La desfachatez en la corrupción está haciendo pensar a las personas
decentes, que aquí la honradez desapareció
sustraída por los actores del ladronismo y la cleptocracia.
10.- Para instaurar la decencia política en
el país se impone que cambiemos de rumbo y de
modelo económico, para que surjan
instituciones funcionales, y así recobrar la esperanza, la dignidad, el decoro y la fe
perdida. Hay que edificar una sociedad sana, con seres humanos sanos, no
podridos por el fenómeno de la corrupción, libres de lacras sociales, para que
personas como el licenciado Fausto García, no sientan asco, repugnancia,
fastidio en este medio fétido en que vivimos.
11.- Solamente me resta decirle al amigo el
licenciado Fausto García, no se desanime, manténgase firme como hasta ahora,
que el futuro del país es nuestro y la historia dominicana la
escribirán con sus acciones ejemplarizadoras
sus mejores hombres y mujeres, que son
los mismos que ahora están
libres de las porquerías que motoriza el sistema social que padecemos,
y que hace posible que fenómenos como el
de la corrupción mantenga arropada a la sociedad dominicana entera.
Santiago de los Caballeros,
4 de diciembre de 2015.