Por: Ramón Antonio Veras.
1.- La sociedad humana es el laboratorio que
sirve de escenario para la ejecución de nuestras ideas; la práctica de la vida es lo que más
enseña; con la ejercitación de nuestro
pensamiento demostramos lo que somos, y la experiencia la adquirimos del accionar
propio y del de los demás.
2.- Mis hijos saben, desde el momento que tienen uso de
razón, por la práctica de mi vida, que
ideológicamente me identifico con el socialismo real como el único sistema social que resuelve los
problemas de la humanidad, en el orden material y espiritual; pero también saben que nunca en la vida les
he inducido a que se identifiquen con mi
pensamiento político.
3.- Mis descendientes han aprendido lo que es
la intolerancia política porque han visto, en la práctica, que a su padre se le ha perseguido,
apresado, torturado y difamado, por sostener ideas contrarias a las de sus
adversarios ideológicos.
4.- Mis vástagos entienden lo que es el
crimen organizado porque han vivido, en la práctica, que Jordi fue víctima de
una tentativa de asesinato ejecutada por
sicarios, expresión de
criminalidad nueva en el país.
5.- Siempre
he querido que mis retoños aprendan de la vida, de la práctica, de sus propias experiencias, aciertos y
desaciertos; que saquen enseñanzas de lo
que les ocurre en el quehacer diario, de las actividades que realizan, las
diligencias fructíferas y frustratorias; de las ilusiones y los desengaños, en
fin, de los logros y los fracasos.
6.- He tratado de que
mis hijos cultiven, aprendan de la práctica, porque sólo así descubren, asimilan lo que
les será de utilidad, de provecho en
todo el curso de su existencia. Meterse en la cabeza lo que se extrae
del medio circundante, hace posible vivir sin sorpresas, sobresaltos y
desconciertos.
7.- Cuantas veces tengo oportunidad les
comento a mis hijos que deben estar preparados para todo, porque el trayecto
que lleva la sociedad dominicana, el derrotero del país da grima, por lo
que hay que estar listo para moverse con
éxito en agua y tierra firme; que como
ellos siempre proceden dominados por la buena fe, deben mantenerse a la
expectativa para no ser víctimas de una conspiración.
8.- Les
he hecho saber a ellos, a mis descendientes, de la conspiración, porque en nuestro medio está prohibido progresar; y todo aquel que saca la cabeza para salir
adelante en base al trabajo y el talento, tiene
de frente a adversarios
listos para confabularse e
impedirle que avance. Las tramas, el
complot, forman parte de los
métodos que aplican aquellos
que sólo saben competir mediante las zancadillas, las emboscadas y las
trampas perversas. Aprender a defenderse
de los que conspiran para hundir a los
que buscan salir adelante
con reglas sanas, forma parte de la práctica de la vida.
9.- Mis hijos, en el terreno de la conspiración deben ser sumamente cuidadosos,
porque las maquinaciones en su contra
pueden venir directamente de competidores suyos, así como también de
muchos que dicen ser mis amigos, pero
cuando de intereses se trata se convierten en simulados amigos. La práctica ha
demostrado que los intereses pesan más que la amistad y la sangre.
Santiago de los Caballeros, 23 de diciembre de
2015.