Por: Ramon Antonio Veras.
1.- El cielo de Panamá
cubre en estos momentos a seres humanos
que en su conjunto constituyen un abanico racial de orígenes europeos,
africanos, asiáticos y americanos; con
diversidad lingüística de habla hispana, inglesa, francesa, holandesa, y
criollos como patoi y el papiamento. Los hombres y mujeres de paz aspiramos a que los asistentes a los encuentros de la VII Cumbre de las
Américas y la Asamblea de los Pueblos, estén impulsados a abordar asuntos de
interés para sus respectivos países y la comunidad internacional.
2.- Las transformaciones
sociales tienen carácter objetivo
y nadie puede detenerlas. El
progreso social histórico universal sigue
su marcha ascendente, el proceso democrático liberador en
Latinoamérica y el Caribe se despliega
en un frente cada vez más amplio. Es una verdad incontrovertible que el mundo de hoy ha cambiado. Las imposiciones imperialistas no
determinan el curso de la historia de la
humanidad porque se ha consolidado la
posición de los que luchan por la paz y
el progreso.
3.- Los imperios coloniales han caído bajo el empuje de los pueblos oprimidos; los éxitos de los movimientos de
liberación nacional han elevado el nivel de organización y conciencia de las fuerzas progresistas, lo
que ha hecho posible el paso de la
iniciativa histórica a mano del movimiento democrático. Pura y simplemente, la
política imperial de chantaje atómico y de guerra fría ha fracasado.
4.- La tensión social de la época ha alcanzado tal grado que
la necesidad de llevar a cabo cambios radicales en toda la zona de América Latina y el Caribe, se
impone como un imperativo inexcusable y urgente de la historia, lo que no puede
ser ignorado por el imperio
norteamericano y las oligarquías. Es un ardiente deseo de las masas populares salir
adelante sin importar las consecuencias.
5.- En el seno de la VII
Cumbre de las Américas, particularmente los Estados Unidos deben estar
conscientes de que están totalmente
superados aquellos tiempos cuando su política de expansión, rapiña y cañonera
imponía el miedo, el terror, así como gobiernos odiosos y despóticos.
7.- La asistencia de
Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, y otros gobiernos democráticos en
el seno de la VII Cumbre, es una clara demostración de que las masas populares
latinoamericanas y caribeñas decidieron
ser dueñas de su presente y su luminoso destino que las ha de conducir a la
liberación total y definitiva de la
dominación imperial.
6.- En la VII Cumbre de las Américas, la presencia de Cuba
constituye una conquista de la dignidad,
el decoro y un ejemplo para América Latina y el mundo, de lo que es un pueblo
que ha preferido el sacrificio antes que
claudicar, y ha demostrado que, en
lugar de inclinar la cerviz ante la prepotencia imperial, decidió abrazar los principios de independencia, soberanía
plena y autodeterminación.
8.- La Republica
Bolivariana de Venezuela, hace acto de presencia en la VII
Cumbre de las Américas, con la frente en alto, diciéndole al imperio
norteamericano que hace tiempo rompió las cadenas que la mantenían sojuzgada, que bajo el liderazgo de Hugo
Chávez, las masas populares venezolanas
pusieron su reloj en hora en
busca de la liberación nacional.
9.- La representación de los Estados Unidos en la VII Cumbre de las
Américas, ha de reflexionar en el
sentido de que nuestros pueblos
latinoamericanos y caribeños han
comprendido que la lucha por su desarrollo independiente y la liberación económica depende en grado decisivo
de la profundidad de las transformaciones sociales y económicas
internas, y de la aplicación de una
política exterior realmente independiente; que rechazan la política expansionista de los
Estados Unidos, y se incorporan decididamente a la lucha por la paz
universal, la seguridad y una amplia cooperación internacional.
10.- Por último, las fuerzas motrices integrantes de la
Asamblea de los Pueblos han de asimilar, con su sentido solidario e
internacionalista, que un rasgo distintivo de nuestros días es el viraje de la
guerra fría a la distensión; que el cambio hacia el relajamiento de la tensión
internacional ejerce considerable
influencia en las condiciones y en el carácter de la lucha política interna, en
las posiciones y la conducta de las distintas clases y grupos sociales. La conveniencia
pacífica y la distensión internacional brindan nuevas perspectivas para el
despliegue de la lucha política.
Santiago de los Caballeros,
10 de abril de 2015.