Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Cada coyuntura histórica de la lucha de los
pueblos en procura de romper las cadenas de la opresión, sirve para saber dónde
están y cuáles son los verdaderos
y consecuentes luchadores por las justas causas, los derechos y libertades. En el momento de
los hornos es que se sabe de cuál
material están hechos aquellos
que creen que los oprimidos de la
tierra precisan de su liberación y
necesitan solidaridad sin límites.
2.- En la brega por materializar, hacer realidad la liberación nacional, cada
país ha de contar no sólo con los propios nacionales, sino con las fuerzas motrices que a nivel
internacional se identifican con la libertad, la soberanía e independencia
plena de cada pueblo.
3.-
Es deber de quien hace suya las ideas del progreso de la especie humana, llevar a la práctica el
internacionalismo, que es la más alta
expresión de sensibilidad; tener visión amplia del accionar político y
social es identificarse con todos aquellos
que luchan por la paz, la democracia, la
independencia nacional, la eliminación
de todo régimen de opresión y la liquidación de cualquier tipo de
discriminación.
4.-
En la actualidad, el sentir del
demócrata sincero e internacionalista convencido debe ser identificarse con el pueblo venezolano que lucha
contra la minoría nativa y el imperio norteamericano, que propugnan impedir que Venezuela siga construyendo el futuro luminoso a que aspiran
los continuadores de Bolívar y Chávez.
5.-
En la lucha solidaria e internacionalista por Venezuela hay que estar claro que
se está defendiendo la causa de los que en ese país son los más, los que viven
de su trabajo, y no oprimen, no saquean,
y aspiran a vivir en una patria libre de
tutela extranjera y de grupos minoritarios ambiciosos y rapaces.
6.-
En la identificación con la lucha del pueblo venezolano por su real y verdadera
independencia, de seguro que nos vamos a encontrar de frente con los que hacen el juego al imperio, sirven de bocinas, de caja de
resonancia, en fin, con los
intrigantes que ponen en movimiento su
maquinaria propagandística para confundir, desorientar, asustar, sembrar
cizaña, y de cualquier forma desnaturalizar la legítima lucha de las masas populares
venezolanas.
7.-
En la batalla que libra Venezuela contra sus enemigos internos y externos, no
hay término medio: la pelea está planteada, y sólo hay que razonar
preguntándose de qué lado está lo justo y lo injusto, de cuál la razón, la legitimidad, el derecho, en fin,
de qué lado está lo comprensible y razonable. No hay que hacer mucho
esfuerzo para saber que al lado de Venezuela y del pueblo venezolano, está la
verdad, la justa causa y lo defendible. En
lo que a mí respecta, de ahí no me saca nadie.
Santiago de los
Caballeros,
31 de marzo de
2015.