domingo, 2 de marzo de 2025

Gente de carácter vaporoso dominada por la doblez

  1. Bien dirigir la sociedad desde el poder del Estado es encaminar a los miembros que la integran para que ajusten sus actos al correcto proceder.
  2. El auténtico dirigente interpreta los intereses y aspiraciones de sus seguidores y se preocupa por el buen funcionamiento de su colectivo.
  3. Formar a buenos conciudadanos y conciudadanas para el futuro es educarles para que actúen acorde a cómo conviene a la sociedad en general, poniendo por delante conducirse apegados a lo aprendido para ser buenos comunitarios.
  4. Mirar con atención cómo actúan nuestros connacionales de esta época es para causar decepción, desencantarse, desalentarse por entero.
  5. Estamos compartiendo con gente que pesa poco; inconstantes en sus ejecuciones, de carácter vaporoso.
  6. La mujer y el hombre que se doblan son los que sobresalen en el medio donde nos movemos, porque con facilidad se dejan torcer su voluntad.
  7. Combinando la adquisición del dinero fácil con el consumismo y el doblegarse, he ahí un ente social de ahora.
  8. Al pueblo dominicano, dirigido por grupos sin orgullo nacional, le es elemental comprender de manera precisa que no vamos por buen camino.
  9. Lo ideal sería que las clases dominantes dominicanas se ocuparan de sembrar en la conciencia de nuestra niñez el amor por su gente y terruño.
  10. Educar a los nuestros para que hagan de ciudadanos modelos, para así contribuir a que algo se pueda alcanzar en el porvenir.
  11. El diario vivir le está diciendo al pueblo dominicano que está haciendo falta la mujer original, distinta a la de ahora; que necesitamos tener al hombre nuevo, extraordinario, prototipo de luchador por causas justas.
  12. Se nos impone ser realistas y saber que a la República Dominicana hay que hacerla otra vez, nuevamente, una vez más, con un material humano distinto y sobre un orden social diferente.
  13. El dominicano del futuro no debe practicar la doblez, no ser contemporizador, ni dado a adulzorar y ceder a los adversarios.
  14. La mujer y el hombre sin consistencia, flácidos, no deben tener espacio en la lucha por construir un flamante país. Los diligentes han de imponerse.
  15. Al conformista, al resignado y al adaptable hay que excluirlos; con ellos no se puede contar para hacer el renovado país que queremos y merecemos.
  16. Necesitamos tener connacionales de entereza moral, solidez en sus convicciones, resistencia ante las adversidades y firmeza bajo cualquier circunstancia.