jueves, 20 de marzo de 2025

La figura del mentiroso

  1. Una comunidad humana moralmente degradada aloja en su seno a todo lo corrompido, comenzando por la persona que no habla la verdad, la mentirosa.
  2. Uno de los vicios sociales que bien caracteriza a una sociedad dañada es la mentira, que es la negación de la verdad.
  3. Para ofender lo verdadero y auténtico hay que estar podrido por entero, ser un mentiroso por todo lo alto.
  4. La cualidad distintiva de quien habla la mentira es ser inservible, no servir para nada, innecesario como ente social por ser un desecho, más o menos una escoria.
  5. El ambiente dominicano no siempre permaneció contaminado; llegó a estar contagiado con la presencia del mentiroso que trajo elementos para socialmente infectar.
  6. En el sitio donde estamos viviendo dominicanas y dominicanos, debemos aprender a conocer quién hace uso de la mentira como si nada, para dañar y quedar bien.
  7. El profesional de la mentira es una mancha, un deshonor e infame que ha asimilado las peores lacras del sistema bajo el cual vive. Personifica la deshonra pública.
  8. La formación del mentiroso responde a todo un adiestramiento para el engaño. Su aprendizaje, su dominio del embuste, es algo cultural.
  9. El objetivo del mentiroso es producir daño físico o moral. Si la mentira lanzada por el farsante no afecta, no alcanza el fin perseguido contra sus víctimas, pero de toda manera él reincide en su afán.
  10. Si en un primer intento el mentiroso no logra angustiar a quien procura hacer sufrir, volverá nuevamente hasta lograr su objetivo que es aniquilar el estado de ánimo del escogido para atormentar.
  11. El lugar ideal para que el mentiroso se desarrolle como malvado es una sociedad lista para pudrirse, encarroñarse y pervertirse hasta el tuétano.
  12. Por muy angelical que se presente el mentiroso, en el fondo de su alma acumula odio, lo dañino, diabólico y maligno. Decir mentiras, faltar a la verdad, contar cuentos para distraer, hacer creer, inventar para confundir y trapacear forman parte del mentiroso que en nuestro país es aceptado como persona de bien.
  13. En el código de acción del mentiroso ocupan lugar destacado la maledicencia, la difamación, el infundio, la calumnia, la descalificación, y la murmuración.
  14. Para el mentiroso llegar a ser figura notoria en la sociedad dominicana tenía que destacarse como individuo de conducta adecuada para la malicia, la malevolencia y la depravación.
  15. El mentiroso es, por esencia, un simulador; se hace el pendejo para joder a los demás. Es de proceder ficticio, fingido, artificial, nunca sincero.
  16. En nuestro país para encontrarse con la mentirosa o el embustero, solo hay que voltear la cabeza y ahí está, listo para dañar, haciendo uso de su cerebro letrina y lengua de víbora.