- Tengo más que justos motivos para sentirme afligido y a la vez perturbado cuando escucho decir que una persona está afectada de cáncer. Toca mi corazón, cambia negativamente mi estado de ánimo y el espíritu ya no es el mismo con solo alguien hablar de un cáncer alojado en un cuerpo humano.
- De cáncer murieron mi abuela materna, mi mamá, dos de mis hermanas, mi esposa y amigas y amigos entrañables. El cáncer ha quitado de mi lado a personas que han formado parte de mi existencia.
- Por lo general, el cáncer es una enfermedad que coge desprevenida a su víctima; a veces, cuando es detectado, ya no hay nada que hacer, solo le queda al paciente pesares y esperar su fallecimiento.
- El cáncer trae sufrimiento a quien lo padece y a todos sus seres queridos. A quien lo tiene le acaba con los recursos económicos y, al final, llega la dolorosa muerte.
- Como la palabra cáncer trae a mi memoria desagradables momentos, hago lo posible por no utilizarla conversando o al expresarme por escrito. Procuro esquivar todo lo que se refiere al fatídico cáncer.
- Aunque no es de mi agrado referirme al cáncer en ninguna de sus facetas, hoy me voy a ocupar de enlazar algunas ideas con relación a ese mal que daña a la humanidad.
- Con asombro e indignación, conocí la noticia de que: “La Sociedad Dominicana de Oncología Médica denunció que las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) están cambiando las recetas de medicamentos a los pacientes con cáncer, lo que consideran una mala práctica que podría deteriorar la salud de quienes padecen patologías oncológicas”. [i]
- La organización que une a los oncólogos bien lo precisa cuando dice: “La interrupción del tratamiento puede tener consecuencias devastadoras para los pacientes, debido a que enfrentan el desafío de una enfermedad tan compleja como el cáncer”.
- La Sociedad Dominicana de Oncología Médica (SODOM), hace constar que: “La oncología es una especialidad médica que requiere un enfoque individualizado y personalizado. Cada paciente presenta características únicas que deben ser tomadas en cuenta al establecer un tratamiento".
- Lo denunciado por la Sociedad Dominicana de Oncología Médica (SODOM), procede a que sea investigado por el Ministerio Público, el Ministerio de Salud Pública, el Colegio Médico Dominicano (CMD) y el Defensor del Pueblo.
- En nuestro país, el conjunto de personas afectadas de cáncer es sumamente alto, por lo que esa población no puede ser ignorada y dejada a la voracidad de los negociantes insaciables de dinero.
- Es de mi conocimiento que hay medicamentos, aplicados de manera continua a enfermos de cáncer, que su costo por unidad oscila entre los 80 y 450 mil pesos dominicanos.
- Lo que persiguen algunos de los dueños de ARS es cambiar la indicación del medicamento prescrito por el médico para un paciente de cáncer terminal por una receta indicándole una aspirina.
- Si aquí todavía hay a nivel de los poderes públicos algún respeto por la vida humana, y no predomina el “porque me da la gana”, lo que procede es que se abra una amplia pesquisa de la denuncia hecha por la Sociedad Dominicana de Oncología Médica (SODOM).
- Lo denunciado por la Sociedad Dominicana de Oncología Médica (SODOM) cuadra perfectamente con lo a diario vivido de que la receta que el lesionado le presenta a determinada ARS es falsa, porque su portador es un falsario, y el médico que la expidió, un falseador. Para la ARS, ambos, médico y paciente, se pusieron de acuerdo para estafarla de manera vil.
- A algunos dueños de ARS conviene recordarles que por encima del dinero debe estar el amor al ser humano, el respeto a su dignidad, la preocupación por su bienestar y el desarrollo de sus más altas cualidades morales.
Fuente de citas:
[i] Diario Libre, 27 de febrero de 2025, página 14. Edición impresa.