Por: Ramón Antonio Veras.
Introducción
1.- Históricamente la
especie humana ha vivido bajo determinados procesos caracterizados por un conjunto de condiciones y
circunstancias que se han ido creando en
forma objetiva.
2.- Las situaciones no se presentan en el aire, sino en los marcos de un
medio circundante, y un sistema social
que funciona como conjunto de
elementos relacionados entre sí que
constituyen una formación íntegra, interdependiente una de la otra.
3.- Todas las sociedades
humanas han existido bajo un sistema
social, el cual en su momento puede ser altamente desarrollado, como el capitalismo que impera en los Estados
Unidos; o atrasados y dependientes, subordinados económica, social
y políticamente como el que predomina en
nuestro país y otras partes del mundo. El sistema socialista también se presenta
desarrollado y atrasado.
4.- Aquí impera un sistema social caracterizado
en un modelo de producción económico ya agotado y, por vía de consecuencia, su superestructura
social ideas sociales, políticas, jurídicas-; las instituciones; partidos
políticos, sindicatos, gremios; también están
agotadas.
5.- Todo lo que gira alrededor del ordenamiento
social actual dominicano resulta infuncional, inútil e ineficaz; sin
importar que sea un órgano o
institución, al igual que la base que de ellos depende. Si el sostén está
dañado lo que sobre él se levanta tiende al deterioro, a ser perjudicial y
dañino en toda su extensión.
I.- Educación, educadores
y deficiencias
6.- Abordar el tema de la
educación entraña referirse a la formación de una persona; a su adoctrinamiento
orientado a la instrucción por medio de la enseñanza que ha de ser dirigida por
maestros y maestras que, se supone, dominan las disciplinas que imparten, a la
vez que sirven de ejemplo de conducta a sus discípulos.
7.- El educador responde
a un método, que es la expresión del sistema educativo; algo así como la
ideología que genera el ordenamiento social vigente en esa etapa de la sociedad
donde se ha implementado. El alumno va a recibir lo que el educador se ha
formado para llegar a tener un producto, el educando.
8.- El instructor
educativo en el centro escolar ha de tener una formación acorde con el programa
que ha de llevar a la práctica. La profesión de maestro ejercida con altura
impone determinadas condiciones exigidas en el seno de la sociedad a esa
excepcional ocupación.
9.- El estado de
agrietamiento social actual en el país, como consecuencia del agotamiento del
ordenamiento social que predomina, hace imposible el adecuado funcionamiento del
actual sistema educativo el cual revela vicios que se expresan en toda una
serie de deficiencias en profesores y educando.
10.- Lo que pinta el
cuadro de la educación aquí, partiendo del sistema, es que la misma está
resultando ineficaz; ella se muestra incapaz de aportar a la sociedad el
material humano educado que demanda el momento actual, a la luz del desarrollo
científico y tecnológico a nivel mundial.
11.- Desde hace mucho
tiempo la preparación de nuestros profesores es sumamente preocupante porque
son ellos los llamados a formar dominicanos y dominicanas con una visión de
seres humanos nuevos para una sociedad nueva.
12.- Pero la deficiencia
de nuestra educación no es culpa de los profesores; es algo que está por encima
de sus designios; el problema es sistémico, no de personas. Los profesores y
profesoras son víctimas de la realidad, del medio social donde vivimos.
13.- En el país la
calidad del sistema educativo está por el suelo, y el Estado no ha orientado
una política coherente a los fines de poner la educación acorde con el signo de
los tiempos. Basta con tomar como punto de referencia y partida el Plan
Decenal, iniciado en el periodo 1996-2001; y hacer un balance de lo que se ha
logrado de avance en las escuelas públicas.
14.- La deserción escolar
es un reflejo del deterioro del sistema educativo; el niño escapa del centro
escolar porque el método que han aplicado para su instrucción no ha dado
resultados positivos.
15.- Las universidades no
están aportando los profesionales con la completa formación que los empleadores
demandan, llegando la situación a un
grado tal que algunos dueños de colegios privados se han visto en la necesidad
de traer profesores de otros países para impartir clases.
16.- Hace unos años el
Ministerio de Educación convocó a unos 15 mil profesores que fueron evaluados
para fines de cubrir vacantes disponibles en funciones de dirección, de
directores y docentes escolares. El resultado fue que un 59 por ciento de los
que se sometieron a las pruebas no alcanzó la puntuación mínima requerida.
17.- En la misma época, y
en el mismo proceso de evaluación, otro 97 por ciento compuesto por médicos e
ingenieros que se postularon para maestros de asignaturas relacionadas con sus
especialidades en el bachillerato, no pudo superar los exámenes.
18.- Hace unos días, de
33,069 maestros que tomaron la Prueba de Orientación y Medición Académica
(POMA), para optar por una de las plazas como docentes en distintas escuelas
públicas a nivel nacional, el 73.86% reprobó, mientras que solamente aprobaron
8,643 que compone el 26.14% de los postulantes.
19.- El 24 de junio
próximo pasado, la presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP),
Xiomara Guante, denunció que los concursos para docentes no estaban diseñados
para profesionales de la educación y pidió al ministro de Educación ponerse al
frente de la situación, ya que en 5 de las regionales donde se aplicó la
prueba, el 100% de los participantes reprobó el examen.
20.- Para colmo, en el
curso de la semana pasada la prensa nacional dominicana trajo la información de
que médicos falsificaron y plagiaron investigaciones con el fin de lograr
espacio en subespecialidades. Esto motivó
que una comisión del Colegio
Médico Dominicano, sometiera a ocho (8) galenos a la Comisión de Ética del gremio.
21. Pero ante lo ocurrido
y expuesto anteriormente no basta con alarmarnos; el desasosiego no puede
conducirnos a la calma, y ya; hay que
tomar las medidas que requieren las circunstancias. A un mal profundo no se le
puede dar una solución superficial, sino penetrante.
II.- El Estado dominicano
y su compromiso con la educación. La inversión para preparar profesores y
profesoras
22.- El Estado está en el
deber de propiciar un ambiente adecuado dirigido a sentar las bases del
desarrollo educativo del país, promover la cultura y las ciencias, para que
así las grandes mayorías nacionales
tengan a su disposición y alcance lo necesario
para una buena preparación educativa
que les permita dominar el avance científico.
23.- Al propiciar una educación de calidad el Estado hace
posible el desarrollo a plenitud de las capacidades físicas, intelectuales y
espirituales, para así estimular sentimientos humanitarios; y comportamientos,
hábitos y éticas.
24.- Además es obligación
del Estado hacer efectiva la educación como un derecho de los dominicanos y las
dominicanas con el objetivo de desarrollar su talento y facultades
intelectuales, sociales y morales.
25.- El Estado dominicano
debe trabajar para perfeccionar el sistema educacional con el fin de recobrar
el espacio perdido, adecuando los programas a la formación de profesores que se
preocupen por la misión puesta a su cargo, para que así el país pueda contar en
el futuro con estudiantes con adecuada formación en lo intelectual, científico
y técnico.
26.- Se requiere
transformar por completo el sistema educativo nacional comenzando con la
adecuada preparación de los profesores de la escuela pública; procurando tener
un material humano competente, apto para la enseñanza, que dé demostración de
un completo dominio de las asignaturas a su cargo. La ineptitud en el maestro
no debe tener espacio en las aulas.
27.- En razón de que
nuestro sistema educativo adolece de fallas a todos los niveles- básica,
bachillerato y universitario-, la formación de los maestros y maestras requiere
de una especie de consenso con relación al método, programas y centros
educativos que los han de guiar para que
adquieran los conocimientos fundamentales que luego han de llevar a los
educados. Con esos profesores hay que hacer una labor de reeducación para
encaminarlos correctamente.
28.- Precisamos de
profesores de calidad, es decir, aquellos que reúnen las condiciones
intelectuales y éticas requeridas para ser orientadores, y con el conjunto de
propiedades que permitan valorarlos por sus cualidades en las aulas, y que a la
vez sirven de modelo por su conducta cívica.
29.- El éxito en la
preparación de los nuevos profesores y profesoras no puede estar a cargo de
centros educativos donde predomina la mediocridad académica. Sería reincidir en
el fracaso si el profesor de calidad a que aspiramos y merecemos sale peor
preparado que muchos de los que ahora precisamos con urgencia reeducar.
30.- El país no va a
tener alumnos con educación de calidad, si no dispone de profesores con buena
preparación; instructores capacitados que han de dar a la sociedad mujeres y
hombres educados. El enseñador es quien guía por el recto proceder a los seres
humanos de bien, que son aquellos que asimilan bien la orientación del maestro
ejemplar.
31.- Las personas que el
Estado escoja para la educación de nuestros niños y niñas, deben estar a la
altura de una correcta orientación; maestros bien instruidos, habilitados para
una buena enseñanza. La incapacidad, la torpeza y la ausencia de talento no
pueden estar ni de visita en una escuela.
32.- Toda inversión que
haga el gobierno central para la buena preparación de los profesores hay que
apoyarla; velando que los recursos económicos no se gasten en la burocracia
parasitaria que tanto abunda. Si es necesario financiar programas dirigidos a
capacitar profesionales nuestros con la asistencia de pedagogos extranjeros, lo
debemos apoyar.
33.- Cuando el Estado
destina los dineros del erario para el área educativa, toma una decisión
pensando en el futuro del país; gastar en la preparación de los profesores
equivale a colocar el dinero hoy para en el futuro obtener con creces el fruto
de lo aportado.
III.- La desigualdad
expresada entre la educación pública y la privada
34.- La desigualdad
presente en nuestro medio social encuentra expresión real en la marcada separación
que hay entre la educación pública y privada. El equipo de profesores en muchos
colegios del país es de excelencia académica, mientras que en las escuelas
públicas hay mucha mediocridad.
35.- De seguir
funcionando el sistema educativo dominicano como hasta ahora, dependiendo del
centro escolar público o privado de donde provienen, vamos a tener ciudadanos y
ciudadanas de primera y de segunda; muy cultos y totalmente ignorantes;
instruidos y necios; correctos y groseros.
36.- Lo que se observa en
el panorama educativo nacional es que en un futuro no muy lejano, muchos
jóvenes frustrados, sin espacio laboral alguno, se van a formar la idea de que
la causa de su desgracia es la mala educación escolar que recibieron porque
solo una minoría la tuvo de calidad y en condiciones de excelencia, con
maestros calificados a su servicio.
37.- La mediocridad
estudiantil procura justificar su falta de dedicación y esfuerzo por los
estudios y el trabajo, apoyándose en cualquier argumento baladí; y si de por
medio tiene justos motivos para alegar la mala calidad de la educación que
recibió, su desahogo va a encontrar receptividad en su legión de iguales
ramplones.
38.- Los alumnos
matriculados en las escuelas públicas de hoy, no pueden compararse en nada con los de colegios privados, a diferencia de
ayer cuando no había distinción; el estudiante que salía de un centro escolar
privado o público, al llegar a la universidad estaba preparado en iguales
condiciones. Desde la primaria hasta la superior los estudiantes tenían
maestros ejemplares, muchos de los cuales laboraban tanto en escuelas públicas
como centros educativos privados.
39.- No se puede permitir
que los hijos e hijas de los humildes, con talento, se sientan frustrados por
el ambiente hostil que les rodea; la mala calidad de la educación en las
escuelas públicas no se justifica; la
buena educación no debe ser privilegio
de una minoría; ni mucho menos exponer
como argumento válido la falta de recursos del Estado para mantener una
educación sin calidad estimulando así la
discriminación educativa.
Santiago de los
Caballeros,
12 de agosto de 2019.