Por:
Ramón Antonio Veras.
Introducción
1.-
Los pueblos, en cada coyuntura política y social, por medio de sus más
calificados y consecuentes ciudadanos y ciudadanas, manifiestan su enojo contra
la situación injusta, sin importar el régimen que controle el poder del Estado.
Lo que irrita hay que combatirlo porque encierra ultraje, y para enfrentarlo
están los seres humanos formados para ser decididos combatientes.
2.-
Para comprender lo ocurrido desde el punto de vista político hay que establecer
la comparación entre la realidad del pasado y la materialidad del presente,
recurriendo a los hechos, a los acontecimientos que ahora ocurren. La
apreciación, las consideraciones, el dictamen que emitimos solamente puede ser
ajustado a la verdad histórica si lo sometemos a comprobaciones extraídas de la
existencia real y objetiva.
3.-
Nuestro país, desde siempre ha tenido en su seno a los hombres y a las mujeres
que por ser coherentes ocupan el lugar que mandan las circunstancias. Ser
luchador social entraña ser sincero con la causa que se abraza por convicción.
Los demócratas que hacen suyo el ideal de accionar por una real y verdadera
democracia, siempre están ahí, donde se requieren sus aportes.
4.-
Resulta provechoso que los jovencitos y las jovencitas que ahora accionan en
política comprendan que lo que hoy se llama democracia dominicana ha pasado por
diferentes etapas pero, en fin de cuentas, no es mucho lo que hemos avanzado en
el plano democrático que nuestro pueblo aspira disfrutar.
I.-
Preparación de expedientes infamantes
5.-
Los años que he vivido, el ejercicio de la profesión de abogado y la incidencia
permanente en la vida pública, me han permitido conocer, en parte, lo que aquí
ha sido la política, la debilidad institucional y la participación de los que
se han entregado a bregar para construir una sociedad donde no predomine la
desigualdad.
6.-
El doctor Joaquín Balaguer, desde el año 1966 hasta 1978, instauró un régimen
caracterizado por la violación de los derechos humanos, el irrespeto a las
libertades públicas y la ausencia de institucionalidad. Las garantías
establecidas en la Constitución fueron desconocidas y el crimen con estampa
política estaba presente por todas partes. Las torturas, desapariciones,
deportaciones y expedientes infamantes, se hicieron algo normal en el quehacer
político nacional.
7.-
Contra el gobierno de los doce años del doctor Balaguer, se movilizaron hombres
y mujeres del pueblo; trabajadores del campo y la ciudad; intelectuales,
profesionales honestos y sensibles, en fin, personas ligadas al comercio y al
empresariado levantaron su voz condenando aquel estado de inseguridad personal
que hacía imposible la convivencia civilizada. Aquellos que participan en
política en condición de activistas sociales, en ningún tiempo ni ocasión se
mueven por otra cosa que no sea para que funcionen las instituciones y por
adecentar la vida pública.
8.-
Porque los procesos políticos y sociales no se paralizan por el crimen, el
terror ni por el despotismo, la administración iniciada por el doctor Joaquín
Balaguer, en 1966, llegó a su final en 1978. La generalidad de los que en una u
otra forma nos habíamos opuesto a los métodos antidemocráticos puestos en
práctica durante la gestión gubernativa iniciada por el doctor Joaquín Balaguer
en 1966, nos habíamos formado la idea que no volverían los falsos expedientes
policiales contra militantes revolucionarios. Pero no ocurrió así como se
comprueba por lo que exponemos más adelante.
9.-
En Santiago, el 31 de mayo de 1980, el Departamento Secreto de la Policía
Nacional, le instrumentó a Mario Robles Fortuna, dirigente sindical y militante
revolucionario, la siguiente acusación: “Conducimos por ante este despacho en
calidad de preso al nombrado Mario Robles Fortuna, dominicano, de 36 años de
edad, soltero, zapatero, cédula No. 13698-34, residente en la calle Luis
Bogaert 78 del barrio Pueblo Nuevo de esta ciudad, quien fue detenido hace un
momento mediante allanamiento practicado a su residencia en compañía del
ayudante fiscal doctor Pablo de Jesús Morel Sánchez, de esta ciudad, por el
hecho de que a las 7:00 de la mañana de este mismo día, fue sorprendido por el
cabo Ramón Antonio Caba Peña y el Raso Agapito Sosa Sánchez, 38 va. Cía., P.N.,
asignados para servicio en esta división, en la calle avenida Central
(Gurabito) de esta, cuando se daba a la tarea de lanzar grapas en la vía
pública, con fines de obstaculizar el libre tránsito de los vehículos, a la vez
que conminaba a los choferes y comerciantes a que se sumaran al paro chóferil
decretado por los sindicatos choferiles de Santo Domingo, en protesta por el
alza de la gasolina y el alto costo de la vida, habiendo emprendido la fuga en
ese preciso momento, siendo localizado momentos después en su residencia. Al
momento de darse a la fuga, cuando fue sorprendido dejó caer en el pavimento
una gran cantidad de grapas, que fueron recogidas por los citados alistados y
están siendo enviadas a la justicia como cuerpo de delito”.
10.-
El organismo policial antes citado, en la misma fecha preparó otro expediente a
los activistas de izquierda Pedro Juan Persia y Agustín Espinal Fernández, con
la siguiente acusación: “Señor, conducimos por ante este Despacho, P.N., en
calidad de presos a los nombrados Pedro Juan Persia, dominicano de 35 años de
edad, soltero, cédula No. 62105-31, residente en la calle Salvador Cucurullo
No. 120 y Agustín Gabriel Espinal, dominicano de 25 años de edad, soltero,
prensista, cédula No. 95938-31, residente en la calle 1era No.39 del barrio Los
Jazmines de esta ciudad, por el hecho de que hace un momento los sorprendimos
en la calle Salvador Cucurullo esq. 30 de Marzo, incitando a la ciudadanía a
que desobedecieran las leyes vigentes, diciéndole que se lanzaran a las calles
en masas a promover desórdenes y se revelaran contra el gobierno legalmente
constituido y las autoridades militares competentes, alegando que este es un
gobierno anti-popular y entreguista, que prueba de ello era el aumento
desproporcionado de la gasolina y el alto costo de la vida; incitaban además a
que formaran barricadas en las calles y tiraran basuras, grapas, incendiaran
neumáticos y a los comerciantes que cerraran sus establecimientos en apoyo a su
demanda, así como hacían un llamado para que se llevara a cabo un paro general
en todo el país, para desestabilizar el gobierno legalmente constituido. Lo que
hacemos de su conocimiento para los fines de ley correspondiente”.
11.-
Con el fin de obtener la libertad de Mario Robles Fortuna, Pedro Juan Persia y
Agustín Espinal, conjuntamente con el licenciado Luis Veras, interpusimos un
recurso de Habeas Corpus, el cual fue decidido por el tribunal apoderado en la
siguiente forma: Primero: Que en cuanto a la forma, debe declarar, como al
efecto declara regular y válido el recurso de Habeas Corpus; interpuesto por
Pedro Juan Persia, Mario Robles y Agustín Espinal, por intermedio de sus
abogados constituidos el Dr. Ramón Antonio veras y Luis Veras Lozano; por haber
sido hecho conforme a las normas y exigencias procesales. Segundo: Que en
cuanto al fondo, debe ordenar y ordena la libertad inmediata de los
impetrantes, por estar privados de su libertad, sin orden de prisión emanada de
la autoridad competente y haberse vencido el plazo de 48 horas sin haber sido
sometidos a la acción de la justicia, a no ser que los mismos se encuentren
preso por la comisión de algún crimen o delito.
12.-
Las fuerzas progresistas, que en alianza con el Partido Revolucionario
Dominicano, bajo el liderazgo de José Francisco Peña Gómez, constituyeron un
mosaico político e ideológico para desplazar del poder al doctor Joaquín
Balaguer en 1978, tenían como objetivo principal la creación de un ambiente en el
cual se pudieran difundir las ideas que hicieran posible un medio adecuado para
el trabajo político en el seno de las masas populares y así llegar a disfrutar
de una democracia que funcionara acorde con el signo de los tiempos.
13.-
La democracia dominicana ha estado cimentada en un sistema que estimula la
desigualdad de oportunidades, impide el desarrollo armónico e integral de la
mayoría de los dominicanos y dominicanas.
14.-
En distintas épocas, en nombre de preservar la democracia dominicana, desde el
poder del Estado se han aplicado los métodos más odiosos y despóticos contra
luchadores democráticos interesados en construir un ordenamiento económico y
social justo y con una nueva democracia que esté basada en la voluntad
libérrima de lo que en verdad es el pueblo.
15.-
Nuestro pueblo, en interés de disfrutar de una democracia de oro, la ha pagado
con sudor, sangre y martirio, pero la que ha tenido no llega a ser ni de cobre,
porque es frágil, sumamente endeble, altamente inconsistente y enfermiza.
16.-
La democracia que hemos padecido tiene mucha semejanza a la que rechazó el
Premio Nobel de literatura José Saramago, quien dijo:
“No
existe eso que llamamos democracia. No existe. ¿Cómo se puede hablar de
democracia, si el poder real no es democrático? Tiene partidos políticos,
parlamentos, elecciones, tienen esto y aquello. Pero eso llega a una altura, y
se queda ahí. Tú puedes quitar un gobierno con tu voto, y poner otro, pero eso
no cambia mucho. A quienes no puedes quitar es exactamente a aquellos que
influyen en la forma determinante de tu vida. Multinacionales, finanzas
internacionales... esos poderes no están a nuestro alcance. No podemos quitar
el poder del consorcio de la Coca Cola, y poner a otra cosa ahí. Por eso digo
que los gobiernos, el de Estados Unidos y los de Europa, no son más que los
comisarios políticos del poder económico. Por tanto, seguir hablando de
democracia, cuando la situación real de la relación de los ciudadanos con el
poder pasa por lo que describo, es un espejismo, una fachada. No es más que
eso. Una democracia en nombre de la cual se han justificado matanzas
terribles... Lo peor de todo es que a nosotros nos permiten que nos
manifestemos. Muy bien. Se reúnen miles y miles de personas, millones de
personas en las calles. La gente lleva sus consignas, ponen sus carteles... Me
he preguntado: ¿Por qué lo permiten? Por la misma razón que se permite un
cierto grado de delincuencia, esa misma que justifica la existencia de la
policía. Si la delincuencia sube, tienen un pretexto para mantenerla y para
sostener toda la parafernalia de la represión callejera. Mientras eso se
mantiene en un nivel aceptable que no pone en riesgo nada, se acepta. Pero el
día en que los ciudadanos digan: “basta, queremos algo más”, y su voluntad popular
se note, ya veremos qué pasa”.
Históricamente,
la democracia que ha predominado en nuestro país prueba que, como forma de
organización política de la sociedad, está determinada por el sistema imperante
y por las clases sociales a la que ha servido.
Santiago
de los Caballeros,
19
de noviembre de 2018.
Fuentes
de citas: