martes, 11 de febrero de 2025

Luchando por mi salud

  1. No escapa a mi conocimiento que el ser humano nace, se desarrolla y muere, por lo que dejar de vivir forma parte del mundo de los que todavía existimos.
  2. El pasado 25 de diciembre de 2024, con motivo de mi cumpleaños 86, escribí y me cito: “aunque mi estado de salud está disminuido, no es un impedimento para incidir en la vida pública dentro de mis posibilidades”.
  3. Hice referencia a la salud porque estoy convencido de que, con el transcurrir de los días, estarían ahí los achaques, muchos de ellos como consecuencia de mis cumplidos 86 años.
  4. El recién año 2025 me ha llevado en dos ocasiones a internamientos hospitalarios a los fines de recibir tratamiento.
  5. El día 21 del mes de enero próximo pasado, de manera urgente fui ingresado en un centro médico de Santiago de los Caballeros, donde permanecí durante cuatro días.
  6. Cuando creía estar en buenas condiciones físicas, el 30 de enero, nuevamente, en situación de emergencia, me ingresaron. Ayer me dieron el alta.
  7. Durante diez días permanecí en la habitación de una clínica en mi querido Santiago de los Caballeros, recibiendo asistencia médica y la aplicación de diversos fármacos.
  8. Fueron diez días sumamente difíciles los que acabo de pasar. Los efectos de mi quebranto me han golpeado el alma, y resistir la aplicación de medicamentos ha sido un suplicio. Pero no hay de otra. Debo seguir adelante para continuar en la lista de los vivos.
  9. Estoy entregado a mis médicos en todo lo relacionado con mi padecimiento, porque me motivan absoluta confianza profesional, personal y familiar. A cada uno le conozco hasta su origen social y sé de su honestidad y entrega en el cuido de sus pacientes.
  10. En el curso de mi estadía de diez días en un centro hospitalario, pude seguir valorando lo que significa la solidaridad, esa parte inmaterial que transmite la especie humana.
  11. Amigas y amigos entrañables no cesaron en transmitirme aliento en todo momento. Fueron muchos los mensajes que recibí que me caían como oportunos bálsamos. Por tal razón es que a los míos no los cuento, los peso.
  12. Cuando estoy enfermo, me llega a lo más hondo del corazón la voz o la presencia de una de mis gentes queridas. Anímicamente, significa mucho para mí la comunicación, ese trato de ahí a ahí.
  13. Como creo que mientras hay vida estamos obligados a aportar a la lucha social, durante mi permanencia hospitalaria escribí y publiqué los artículos que indico a continuación:
  14. “Luchar por un nuevo orden económico que motive alegría”. “Inmigrantes criminales no. Ellos son obreros, proletarios laboriosos”. “Los que envían las remesas, ¡abandonados!”. “Inmigrantes, sumisión y atropellos”. “Ese es de los que perjudican al pueblo cubano”. “Cuba antes de la Revolución”. “Marco Rubio, un visitante irritante y conflictivo”. “Precisamos de una política exterior sin intromisión”. “Contra una política exterior de chismes, intriga y mentiras”.
  15. Ya en mi casa, recuperándome del quebranto que causó la permanencia en un centro clínico por espacio de diez días, debo continuar las indicaciones de mis facultativos hasta tanto esté totalmente sano.
  16. No tengo nada más que decir con relación a mi nueva recaída, que espero no se me pegue otra en lo inmediato, aunque estoy listo para continuar en la batalla, por seguir vivo y contribuyendo dentro de mis posibilidades por tener un país y un mundo mejor para todas y todos.