Precisamos de una política exterior sin intromisión
- No se ve bien en persona física, Estado o gobierno el comportamiento incondicional, estar al servicio de otro sin condición ni requisito alguno.
- En el concierto de naciones latinoamericanas y caribeñas es inaudita la política exterior de sumisión a los Estados Unidos. Es algo inaceptable, un absurdo.
- Países comprometidos en la lucha contra la opresión no deben tener gobiernos supeditados a los intereses norteamericanos. Sería algo contrario a la razón.
- La forma como está manejando su política internacional el gobierno dominicano, por su entrega a Washington, desdice mucho de lo que debiera de ser, partiendo de lo que es de interés para nuestro país.
- Nosotros debemos promover una línea política de convivencia fraterna entre países con problemas comunes, que los tienen la mayoría de la región.
- Pero lo que se está comprobando es que el gobierno de Luis Abinader se ha dejado arrastrar a la política de tirantez impulsada por Estados Unidos contra determinados gobiernos que no les son afines.
- En los últimos tiempos, el gobierno dominicano ha estado de por medio en la crisis política interna de Venezuela, sin haber sido llamado a actuar como mediador, lo que evidencia su posición de entrometido.
- El gobierno de aquí, por estar interviniendo en los asuntos internos venezolanos, de seguro va a tener como adversario a Maduro, al chavismo y a sus aliados.
- El gobierno de Luis Abinader aceptar que Marco Rubio venga aquí a decir que Cuba, Venezuela y Nicaragua son “enemigos de la humanidad”; es motorizar situaciones de enfrentamientos y crear hostilidades.
- No es conveniente para el país estar involucrado en asuntos de política internacional cuando la solución no nos compete, pero si intervenimos salimos afectados.
- El presidente Luis Abinader no debe desconocer que el interés de Estados Unidos en nuestras grandes cantidades de tierras raras está ligado a su agenda especial de dominio imperial y control de recursos naturales ajenos.
- No resulta nada positiva la posición de a cada momento estar poniendo a la nación dominicana a malquistarse, sembrando divisiones sin sentido. Lo que procede es que nos distanciamos de la política estadounidense de choque y fricciones.
- En lugar de indisposición en las relaciones, lo que manda la ocasión es avenir, reconciliar, concertar para crear ambientes adecuados al progreso, no al atraso.
Ideas finales
- La República Dominicana precisa tener una política exterior que descanse en no interferir, no hacer perder la paciencia, no poner de mal humor a los demás con actos y palabras provocadoras.
- Un gobierno respetuoso de la política interna de otros no debe servir para fomentar enemistades y contradicciones odiosas que solo conducen al aislamiento.
- El gobierno dominicano no está en condiciones, ni le conviene al país, formar parte de los bloques de gobiernos que estimulan la política exterior de desavenencia.