Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Respeto,
pero no comparto la opinión de quienes consideran como buena la presencia de la
Organización de Estados Americanos, para observar los comicios a efectuarse en
nuestro país en febrero y mayo del próximo año 2020. En lugar de fortalecer la
limpieza de cualquier actividad, la OEA, lo que hace es mancharla, emporcarla y
de cualquier forma deshonrarla. En pocas palabras, la OEA es una cosa que existe para menospreciar todo
lo que maliciosamente trata.
2.- Si
hay un país que debe ver como sospechosa
cualquier acto donde esté presente la OEA, es la República Dominicana, porque
ese instrumento al servicio del imperio, en distintas ocasiones ha servido para
lesionarnos, golpearnos en lo más profundo de nuestros sentimientos
democráticos. Allí donde se habla de la OEA, cualquier latinoamericano o
caribeño, sin importar criterio ideológico, debe sentir repugnancia, asco, a la
vez que absoluto hastío.
3.- En cualquier lugar donde hace acto de presencia
la OEA, se impone la sospecha, porque la participación suya entraña malos
presagios; sucesos desfavorables para nuestros pueblos. El imperio hace
intervenir a la OEA para lo que es de su exclusiva conveniencia, jamás para el
sano interés de las naciones latinoamericanas y caribeñas. Allí donde la OEA acecha
es fácil predecir maldiciones, adivinar
lo dañino y prepararse para el infortunio, el fracaso y la completa
tribulación.
4.- Si los dominicanos y las dominicanas que
incidimos en la vida política de nuestro país, debemos recurrir a una cosa tan
desprestigiada como la OEA, entonces demostramos que no estamos en capacidad
para construir una sociedad donde funcionen decente y fielmente las
instituciones. Además, nos debe
avergonzar que una afrenta internacional
como el señor Luis Almagro, llegue aquí para hacer el papel de vigilante
comicial.
5.- La respetabilidad la alcanzan los pueblos
cuando dan demostración de ser dignos de respeto. La deferencia se logra por la
actitud de que nos hacemos dignos, y solicitarle a una porquería politiquera
como la OEA que venga a hacer el papel de sucio testigo, nos reduce como país
civilizado.
6.- Los actuales miembros de la Junta Central
Electoral, tienen una vida pública y profesional bien conocida, y cada uno de
ellos ha dado demostración de honestidad en su proceder, razón por la cual no
hay justos motivos para poner en duda su continuada probidad en el curso y al
momento de anunciar el resultado de los comicios venideros.
7.- Si no se puede poner en entredicho la rectitud
de los que en conjunto están llamados a dirigir y administrar en nuestro
país las próximas elecciones, no se puede decir lo mismo de la OEA, órgano que
tiene un historial de complicidad en deshonestidad; de actuaciones inmorales,
ilegalidades y chanchullos de todo tipo. Basta con recordar la presencia de la
OEA en los hechos que indicamos a continuación:
a.- Recién creada, la infame OEA recibiendo órdenes
del imperio, en 1949 apoyó al tirano Trujillo en la protesta internacional por
la eliminación de los expedicionarios de Luperón;
b.- La
OEA, haciendo labor de celestinaje,
apoyó a los mercenarios que desde Honduras y Nicaragua, el 18 de junio de 1954,
invadieron a Guatemala para derrocar el
gobierno democrático de Jacobo Arbenz;
c.- La OEA, en su deshonrado proceder, el 17 de
abril de 1961, patrocinó con el imperio la invasión a Cuba por Bahía de
Cochinos o Playa Girón;
d.- La crapulosa OEA, recibiendo instrucciones de
su amo imperial, organiza y ejecuta el 31 de enero de 1962, con un voto en
contra y seis abstenciones, la expulsión de Cuba;
e.- La porquería de la OEA, fue cómplice de Estados
Unidos en el derrocamiento el 25 de septiembre de 1963 del profesor Juan Bosch;
f.- La OEA, en una más de sus sinvergüencerías,
legitimó la intervención norteamericana a República Dominicana en 1965;
g.- La
mancilladora OEA, en coalición con el imperio colaboró con las dictaduras
militares del Cono Sur y con la Operación Cóndor, que en toda la década del 60
del siglo pasado, incluyendo la ensangrentada tiranía terrorista de Augusto
Pinochet;
h.- La alcahueta OEA, el 20 de diciembre de 1989,
apoyó la invasión del imperio a Panamá;
i.- La OEA, como enflautadora de los intereses
monopolistas norteamericanos ha hecho de puntal en los golpes de Estado contra
Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, en Honduras; Fernando Lugo, el 20 de junio de 2012, en
Paraguay y Dilma Rousseff, el 31 de agosto 2016, en Brasil, e impidió el
triunfo de Lula.
j.- La OEA, en su reiterada posición golpista,
desempeñó el papel determinante en el reciente
golpe de Estado a Evo Morales.
Entonces, ¿con qué calidad, qué mérito, qué respeto
merece la OEA para venir a nuestro país, supuestamente, a hacer el papel de observadora de las
elecciones municipales y presidenciales de 2020? Señores, por favor, vamos a
respetarnos para que nos respeten.
Santiago de los Caballeros,
26 de noviembre de 2019.