Por: Ramón Antonio Veras.
Introducción
1.- Luego de la acción golpista en Bolivia
contra Evo Morales, algunos desorejados analistas políticos, han hecho las más
diversas elucubraciones en procura de
justificar ese puchismo militar. La vida debe enseñarles a las personas a no hablar burradas; actuar como estúpidas;
hacer el feo papel de artistas de las sandeces, y mucho menos ponerse a repetir
como loros amaestrados los mensajes elaborados que difunden las agencias de
prensa al servicio de los peores intereses nacionales y extranjeros.
2.- Los
hechos son los hechos y no se derriten. Hay que dejarse de estar difundiendo
pamplinas; proceder como un bobo; exponer insignificancias y hacer
razonamientos basados en naderías. Las masas populares, sin importar el alto o
bajo nivel de formación educativa, han aprendido a darse cuenta de las causas
de los fenómenos sociales en la medida que los mismos ocurren en forma notoria
y sistemática.
I.-
Habíamos previsto el golpe de Estado contra Evo Morales
3.- Sin practicar la brujería, la quiromancia
ni pretender ser adivinos, en los
periódicos El Caribe de fecha 8 de febrero de 2019, y en La Información del día 13 de febrero de 2019, publicamos un
artículo con el título: “El golpe de
Estado continuado en Venezuela”, y en el punto número quince (15)
expusimos:
“Nada
quita que los estrategas norteamericanos de los golpes de Estado de la
característica iniciada contra la gestión gubernativa de Nicolás Maduro,
decidan mañana que, por ejemplo, en Bolivia, Evo Morales no puede continuar en
un nuevo mandato al frente del gobierno boliviano. Tomando como referencia lo
de Venezuela, es posible que Donald Trump, encuentre aliados en el uso
indebido, injusto y abusivo de la fuerza”.
II.- Hechos precedentes semejantes al caso de
Evo Morales en Bolivia
4.- Las
diabluras del imperio están ahí como testigos de piedra, y son las que nos
enseñan que el derrocamiento ejecutado
en Bolivia contra Evo Morales, no es más que la continuación de la burla a
la democracia verdadera. Veamos:
5.- El derrocamiento mediante un golpe de Estado, diseñado por la Agencia
Central de Inteligencia (CIA), en Guatemala,
en 1954, al gobierno popular y
democrático de Jacobo Arbenz; la
invasión a nuestro país el 28 de abril
de 1965, para impedir el retorno al
poder del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch; el golpe de Estado,
en 1973, a Salvador Allende, en Chile; la desestabilización del gobierno
sandinista, en Nicaragua, por medio de mercenarios guerrilleros de la
Contra, dirigidos, adiestrados y
financiados por la CIA, en el caso
Oliver North y/o Irán-Contra; la invasión
a Granada, en 1983, para sacar del poder
a la Revolución Granadina y el asesinato de Mauricie Bishop; la invasión a
Panamá, en 1989, para destruir la
Guardia Nacional; el asedio permanente,
aplicando todos los métodos y medios para eliminar la Revolución Cubana;
la permanente conspiración con ribetes internacionales para desplazar al
gobierno presidido en Venezuela por Nicolás Maduro; los golpes blandos en Honduras contra José
Manuel Zelaya, Fernando Lugo Méndez, en Paraguay, y en Brasil a Dilma Rousseff,
así como el encarcelamiento injusto e
ilegal a Lula para impedir su llegada a la presidencia.
III.- Un error de Evo Morales: La aceptación de
la presencia de la OEA
6.- Craso error el de Evo Morales, al permitir que la Organización de Estados
Americanos (OEA), interviniera para
determinar la situación y conclusión del proceso electoral recién concluido en
Bolivia, tomando en consideración que en todo momento el imperio no quería la
presencia de Evo en la dirección del Estado
en Bolivia.
7.- Además, no hay que ser muy inteligente para
saber que la OEA, siempre ha actuado conforme
el interés de los intereses monopolistas norteamericanos. ¿En sí, qué es
y ha sido la OEA? La respuesta la dan los hechos que citamos más adelante:
8.- Recién creada, la infame OEA recibiendo
órdenes del imperio, en 1949 apoyó al tirano Trujillo en la protesta
internacional por la eliminación de los expedicionarios de Luperón; haciendo
labor de celestinaje, la OEA apoyó a los mercenarios que desde Honduras y
Nicaragua invadieron el 18 de junio de 1954 a Guatemala para derrocar el
gobierno democrático de Jacobo Arbenz; en su deshonrado proceder, la OEA el 17
de abril de 1961, patrocinó con el imperio la invasión a Cuba por Bahía de
Cochinos o Playa Girón; recibiendo instrucciones de su amo imperial, la
crapulosa OEA, organiza y ejecuta el 31 de enero de 1962, con un voto en contra
y seis abstenciones, la expulsión de Cuba; la porquería de la OEA, fue cómplice
de Estados Unidos en el derrocamiento de Juan Bosch el 25 de septiembre de
1963; en una más de sus sinvergüencerías, la OEA legitimó la intervención
norteamericana a República Dominicana en 1965; la mancilladora OEA, en
coalición con el imperio colaboró con las dictaduras militares del Cono Sur y
con la Operación Cóndor, que en toda la década del 60 del siglo pasado,
incluyendo la ensangrentada tiranía terrorista de Augusto Pinochet; la
alcahueta OEA, apoyó la invasión del imperio a Panamá el 20 de diciembre de 1989, como enflautadora de
los intereses monopolistas norteamericanos ha hecho de puntal en los golpes de
Estado contra Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, en Honduras; Fernando
Lugo, el 20 de junio de 2012, en Paraguay; y Dilma Rousseff, el 31 de agosto
2016, en Brasil.
Conclusión
9.- Las fuerzas patrióticas, democráticas y
progresistas de América Latina, el Caribe y otras partes del mundo, deben estar
plenamente convencidas de que todo gobierno que ponga por delante el interés
nacional, el de las grandes mayorías nacionales y el respeto a su soberanía,
está expuesto a correr la misma suerte que Evo Morales.
Santiago de los Caballeros,
12 de noviembre de 2019.