lunes, 27 de enero de 2020

Al cumplir mis 81 años de edad sigo apegado a mis ideas


Por: Ramón Antonio Veras.

Introducción

a) Mi vida, al igual que la de cualquier otro ser humano con semejante origen social, nacido y desarrollado en una sociedad atrasada y dependiente de América Latina y el Caribe, no ha estado libre de sinsabores y pesares, aunque batallando también la he rodeado de alegría, por lo que puedo decir que  he llevado mi existencia entre accidentes perjudiciales e inesperados, tropiezos y triunfos.

b) Los avatares, los constantes problemas que me he visto en la obligación de enfrentar, deben ser conocidos por aquellos de mis descendientes que, luego de mi desaparición física del mundo de los vivos, quieran conocer las motivaciones que me llevaron actuar en una u otra forma en una determinada coyuntura. Además, estar moviéndome de un continente y de un país a otro, hizo de mi condición de existir algo para explicar mientras pueda hacerlo.

c) El ambiente en el cual he vivido no ha sido el más acogedor, combinado con la situación de que me ha correspondido actuar dentro de un ordenamiento económico y social con el cual chocan las ideas que he sostenido y mantengo a las cuales debo fidelidad de por vida y no renunciaré jamás. Mi ideología política me acompaña como la sombra al cuerpo.

d) En los últimos años, al acercarse la fecha del aniversario de mi nacimiento, he procedido a hacer algunos relatos de episodios del tiempo que he vivido, procurando destacar acciones que en el mañana puedan servir como referencia a mis nietas y nietos. Estoy consciente que no voy a tener la oportunidad de exponer por completo lo que he hecho en mi país y en el extranjero con motivo de mi vinculación con el movimiento por la defensa mundial de la paz y la liberación nacional de los pueblos oprimidos por el sistema colonial e imperialista.

e) He partido de que algo es algo, y más vale algo que nada. Aunque sea una pizca de mí accionar puede servirle de luz a un nieto o nieta mío para después de mi muerte poder decir la verdad de lo que hice y la realidad de mi proceder ante un fenómeno social cualquiera. A falta de nada una gota vale, porque muchas partículas recolectadas sirven para hacer conciencia.

I.- He continuado la línea de conducta trazada por mi mamá 

1.- Aunque han transcurrido más de cuatro décadas de haber fallecido, a mi madre la tengo siempre presente, fija en mi conciencia, con la misma admiración y veneración; cada día la glorifico más y más; sigue siendo mi ídolo y guía espiritual.

2.- Tengo más que justos motivos para ensalzar y mirificar por entero a mi progenitora; una mujer de origen campesino, analfabeta funcional, y con una inteligencia fuera de lo común, sumamente aguda, que en sus ojos expresaba su agilidad mental.

3.- A los 81 años he permanecido como me formó mi madre; libre de hipocresía; sin estar dominado por el engaño; liberado de todo lo que significa encubrimiento; sin saber lo que es ser ficticio, con mi conciencia tranquila porque no me siento contaminado por la simulación que forma parte de la cultura del dominicano de hoy. He tratado de mantenerme sincero, natural, sin ser tocado por los vicios que rompen con la transparencia, la claridad y la sencillez.

4.- Haber llegado a los 81 años de edad haciendo caso omiso a la insidia que fastidia; ignorando las estratagemas que desdicen de la persona recta; rechazando la intriga que pone pequeño al individuo; manteniéndome extraño a las celadas que abundan en esta época, y de la traición que es aceptada como común en el medio social dominicano. Por el contrario me mantengo fiel a las ideas de lealtad, bienintencionado y no puedo ser de otra manera.

5.- Me mantengo sumamente agradecido porque mi progenitora me educó para que hoy a mis 81 años de vida poder continuar la línea que me trazó para no llegar a ser en la sociedad humana un inservible que no aporte al desarrollo social; ineficaz como ciudadano y munícipe que no contribuye al bien común; a no ser como el infecundo que nada positivo genera. Mamá me trajo al mundo de los vivos para ser un hombre productivo, servible y útil en lo que conviene a mi país.

6.- Tengo que permanecer vivamente celebrando haber llegado a los 81 años actuando con sensibilidad; comportándome como fue el deseo de mamá, de que fuera siempre animado, entusiasta hasta lo último; que incidiera en la vida pública de mi país con sentido social impulsando causas justas y manteniéndome firme en mis convicciones, sin flaquear, y nunca dar demostración de frustración ni de entrega; que luchar sea mi norte y jamás caer en debilidades.

7.- En ningún momento puedo olvidar los certeros consejos que mamá me dio para que me sirvieran de guía en mis actuaciones. Por tanto, a mis 81 años debo hacerle honor a esa mujer que me trajo al mundo terrenal el 25 de diciembre de 1938, y  fijó en mi cerebro las ideas que debía honrar con pleno juicio, alta sensatez y pura nobleza. Los lineamientos que me señaló mi querida madre me han permitido actuar haciendo del correcto proceder una norma de vida bajo cualquier circunstancia.

8.- La perseverancia que me inculcó mi vieja, la que me parió hace 81 años, he hecho lo posible por mantenerla. No acepto la vida sin persistir en la tarea que he iniciado, el fin perseguido o la obra proyectada. Me siento diseñado para la persistencia; estar renovándome en los ánimos para llevar a feliz término lo que me propuse ver realizado. No acepto la inconstancia, en la renuncia, desistir en la ejecución de aquello que me formé la idea de que debía concluir con éxito. Hay que comenzar y mantenerse obstinado en concluir lo iniciado.

9.- Mamá me orientó en el sentido de que hay que moverse con agudeza y hoy, al llegar a mis 81 años de existencia, valoro mucho lo que ha sido para mí trabajar con lucidez, fino tacto y acierto. Al accionar procuro no actuar con torpeza, haciendo estupideces que solamente conducen al fracaso. Mantenerse avispado es un recuerdo, algo así como un mandato de mamá para no llegar a tomar decisiones absurdas, fuera de toda lógica.

10.- Porque mamá fue para mí la gran maestra que no puedo defraudar, sé que la sociedad en la cual vivo está dañada moralmente, y que estoy en la obligación de censurar todos aquellos actos contrarios a la honradez; que debo ser un ciudadano pertinaz, contumaz, recalcitrante en la lucha contra todo lo que significa corrupción; cabezudo ante los fenómenos nocivos que corroen el ambiente social del país, en sí, infatigable luchando contra todo lo que daña la conducta de los que mañana van a dirigir nuestro país, la niñez.

11.- Por respeto a la memoria histórica de mi madre tengo con ella el compromiso de comportarme coherente, mantenerme a los 81 años y siempre el mismo que he sido hasta ahora, en conexión mi pensamiento con la práctica; actuar en todo acorde; correspondencia entre lo que pienso, digo y hago. Debo ser una persona análoga de lo que predico y ejecuto, demostrar enlace entre mis ideas y mis acciones.

12.- Al llegar  a mis 81 años hubiera sido un renegado de los principios éticos y morales que María Idalia Veras, mi madre, me mandó a seguir mientras forme parte del mundo  de los vivos. De ahí que, aunque me ha tocado vivir en un medio donde se impone la sinvergüencería, estoy impedido de ser un procaz, vagabundo o truhan, y actuar como si mamá no me hubiera enseñado a ser vergonzoso; un individuo íntegro y de rectas actuaciones en la vida privada, pública, profesional y familiar.

13.- Por respeto a la prédica política de mamá, debo continuar oponiéndome con justas razones al sistema social imperante injusto que predomina en mi país. De la misma forma que mi madre se mantuvo atacando, censurando, contradiciendo el odioso régimen que, en su momento la llevó a prisión por tres meses, yo no tengo otra alternativa que seguir, como ella, objetando un orden social que genera desigualdad y privilegios irritantes.

14.- A mis 81 años de vida puedo decir que no soy un improvisado accionando en la política de mi país; no actuó políticamente de repente; lo que hago y he hecho ha sido debidamente pensado; nada de actuar en forma repentina, de improviso. El actuar sin prudencia no está en el código de mis acciones en el quehacer político y social. Lo inadecuado lo considero un infantilismo, que necesariamente conduce a lo incongruente, a lo absurdo.

15.- Al cumplir ahora 81 años de edad, el mejor homenaje a mi madre es continuar la lealtad a las ideas y principios que me inculcó, y a los cuales he jurado devoción, completa fidelidad, ciega adhesión. Nunca, jamás, en ningún momento debo traicionar lo que mamá me enseñó de viva voz con su ejemplo y abnegación. Lo que aprendí de mi maestra, de mamá, ha sido una lección inolvidable e imborrable.

II.- Mamá me educó para con firmeza resistirlo todo

16.- Mamá me formó la idea, de que estoy vacunado contra todo, incluyendo insultos, anatemas, injurias, envidia, difamación, descalificaciones, acumulos y bellaquerías, es una realidad en mí, no por efecto de las vacunas, sino porque su preocupación me creó la convicción y disposición de soportar al maldiciente, malcriado y malvado descalificador profesional.

17.- Estoy formado para hacerle caso omiso a la condenación; soportar a los que sueltan sapos y culebras por sus bocas, a quienes me maldicen con barbaridades y a aquellos que me odian porque son escorias sociales, basura, y de mi dicen pestes. Me mantengo en paz espiritual, exento de las porquerías que anidan en su mente los mediocres de esta sociedad.

18.- Al ser inexpugnable a la intención del asqueroso y perverso blasfemo, me muevo tranquilo a sabiendas de que despotricar contra mí no es más que el maldiciente perder su tiempo, arar en el mar, ladrarle a la luna, comportarse como un  mal encaminado, desnortado, en sí, un despistado.

19.- La confianza y el amor que le guardo a mi madre, fortalece mi estado mental para vivir con la creencia de que en verdad estoy liberado de que sobre mi caiga algún perjuicio, agravio, injuria, ultraje o cualquier acción que se ponga en movimiento para lastimarme, mortificarme, sacarme de casilla, dañarme personal y moralmente.

20.- La alegría que me impregnó mi madre, para que por nada me amargue la vida y nunca la tristeza se apodere de mí; la congoja, la agonía ni el desaliento me rosen; vivo gozoso, no prisionero de pesares, y la consternación sólo la tomo en cuenta cuando alguien resulta afectado.

21.- Soy un hombre libre entero, nacido y formado para no guardar rencores; presto para dispensar y no condenar; excusar, no inculpar; comprender y no vengar. No conozco los resentimientos que solo guían al ser humano a estigmatizar, satanizar, señalar con el dedo para deshonrar a quien ha llevado una vida digna.

22.- Hacer mía las orientaciones de mamá me ha servido para no estar atado ni limitado por nada, Cuantas cuestiones expongo por medio de mis escritos es porque considero que al hacerlo contribuyo en algo a llevar a la opinión pública mi criterio sobre lo planteado, aunque puedo estar o no equivocado.

III.- A mis 81 años sigo fiel a mis ideas

23.-  Cualquier hombre o mujer nacido, formado y desarrollado en un determinado  país de América Latina y el Caribe, con su origen social en las clases marginadas; y que accione en la brega social y política con sentido progresista ante las oligarquías nativas y el imperialismo; y además haga causa común con los pueblos que llevan a cabo su lucha contra el colonialismo, se puede considerar un suertudo si llega a los ochenta y un años de edad.

24.- Precisamente ahora, al cumplir mis 81 años de edad, puedo gritar a todo pulmón que soy un ser  humano que tiene mucha suerte. Soy muy dichoso porque habiendo nacido en el fango de la sociedad dominicana no me he contaminado con las lacras que genera el sistema bajo el cual me ha correspondido vivir, y desde mi adolescencia he incidiendo en la política nacional e internacional, defendiendo lo que desde mi óptica ideológica considero justo y correcto aprobar.

25.- En el curso de mis 81 años no me he dedicado a llevar una vida contemplativa ni a contemporizar, a armonizar intereses;  a transigir en mis posiciones ante los que a ellas  se oponen; ni a mucho menos tolerar ofensas; ceder ideológicamente ni acomodarme a las circunstancias del momento. He confrontado mis ideas con altura y sin herir a mis adversarios ideológicos. He  difundido las doctrinas del socialismo científico en organizaciones sindicales, y partidos de la clase obrera; en el seno del movimiento sindical, en la cátedra universitaria; en los  clubes culturales, feministas de la juventud y de servicios. 

26.- Me siento bien, satisfecho de a mis 81 años de edad, haber  hecho uso de mis condiciones intelectuales para desarrollar mi entendimiento y exponer mis ideas, de viva voz, en  escenarios y foros nacionales e internacionales para defender la paz  mundial, las libertades públicas, los derechos humanos, la independencia y soberanía de los pueblos oprimidos, a los perseguidos y presos políticos. De igual manera, he puesto en ejecución mi posibilidad de escribir para, por medio de la palabra escrita, hacer labor de orientador cívico, ciudadana y orientación política. Está plasmada mi colaboración escriturada durante 60 años de mis 81 de vida, en más de 25 mil artículos, en más de 10 periódicos, en 8 libros publicados y 64 inéditos reposando todo en el Archivo General de la Nación, en la Colección  Ramón Antonio Veras.

27.- Satisfacción me produce, aterrizando ya a mis 81 años de edad, el hecho de haber puesto mis conocimientos técnicos como profesional del derecho, al servicio de todo aquel que ha requerido mis servicios, sin importarme que fuera a recibir honorarios como contrapartida al trabajo realizado como abogado. He aprendido que se puede ser abogado, cumplir con los postulados de esa profesión, vivir económicamente decente de ella; mantener posición ideológica de abrazo al socialismo real y no dejarme arropar por las lacras que acompañan al ordenamiento económico, jurídico y social vigente.

28.-  A los 81 años de edad, debo darle las gracias a mi madre que en condiciones sumamente precarias en lo económico, me permitió desarrollar como ser humano;  hizo ingentes esfuerzos para  que me levantara como hombre y me formara como  un ciudadano del mundo sin prejuicios, odios ni rencores, siempre dispuesto a luchar por lo que signifique liberación de la especie humana de toda clase de opresión material y espiritual.

29.- Por último, debo confesar que soy propenso a enamorarme con pasión, en forma ardiente, de todo aquello que me alegra el alma. He sentido amor por las mujeres que con lealtad me han hecho feliz; ferviente, con pleno entusiasmo quiero a mis hijos, nietas y nietos; procuro ser efusivo con mis sinceros amigos y amigas, y al llegar a mis 81 años sigo plenamente convencido y apegado a las ideas socialistas, que cada día alimentan mi espíritu y me  sirven de motivación para continuar con bríos cumpliendo muchos años más de vida. 


Santiago de los Caballeros,
23 de diciembre de 2019.



En la ciudad de Santiago de los Caballeros, las calles y avenidas tienen dueños


Por: Ramón Antonio Veras.

Introducción

1.- Nuestro pueblo ha vivido dominado por imágenes  irreales sugeridos por políticos que han perseguido  inducirlo a errores; creándole ilusiones; orientándolo a los fines de que, bajo delirio, se entusiasme y llegue a permanecer con la esperanza de conseguir algo, aunque finalmente se da cuenta que todo no ha sido más que espejismo, absoluta quimera.

2.- A las masas populares se les ha vendido la falsa idea de que las calles y avenidas les pertenecen; que son de uso común y que nadie tiene derecho  a apropiarse para provecho exclusivo de las mismas. Se ha llegado a difundir la hueca consigna de que las calles no son de nadie; que ninguna persona debe sentirse  dueña de la vía pública. Pero lo que se ve es que una cosa son las frases y otras las realidades, la materialidad.

I.- En Santiago, resulta infernal moverse en vehículos  de motor desde el elevado, transitando por la calle Del Sol hasta llegar  a la avenida Francia y viceversa

3.-  He hecho la introducción anterior para que quien decida leer este artículo mentalmente se ubique en lo que me propongo explicar, en el sentido de que por el desorden existente en la ciudad de Santiago de los Caballeros, en todo lo relacionado con el tránsito de vehículos y la forma como choferes, conductores y dueños de negocios han llegado a disponer con sentido  de propiedad de espacios físicos destinados para el común movimiento de vehículos de motor.

4.- En verdad, causa pena que la actual administración municipal  le ha dado continuidad a toda una serie de medidas odiosas tomadas por la pasada gestión,  que ha sido la más funesta  que  en los últimos años han  padecido  los habitantes de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Sin necesidad, ni justificación alguna, el equipo  que hoy dirige el gobierno municipal ha cargado con problemas que fueron fruto de la corrupción y que entrañan parte del desorden en el tránsito y el estacionamiento de vehículos. No se explica la razón que ha impulsado a la nueva alcaldía a mantener  la extensión de la ruta N hasta la avenida 27 de Febrero, la cual fue llevada a cabo  con el fin de favorecer a un negocio, así como lo fue la creación  de rutas  innecesarias  y  el tránsito por varias calles estrechas de una sola vía por el centro histórico de Santiago. 

5.- No hay que hacer mucho esfuerzo para darse cuenta la forma como se han unido abusadores y    desorejados para hacer de Santiago un vivo desorden en el movimiento de vehículos públicos y privados, por la actitud tolerante de las autoridades   encargadas de regular el tránsito de vehículos en la zona urbana de la caótica ciudad corazón.

6.- Constituye un peligro y tormento conducir un vehículo por la calle Del Sol,  en el tramo comprendido desde el final del elevado donde está la rotonda con la  estatua del Patrón Santiago,  cruzando por la calle Daniel Espinal hasta llegar a la avenida Francia. Este trecho, que antes era de dos carriles, ahora es de uno, porque el otro es utilizado como estacionamiento de los clientes de los negocios ubicados cerca del Monumento a los Héroes de la Restauración, en la calle Del Sol. Lo mismo ocurre con el bloqueo por el estacionamiento que hay en la vía norte, transitando de oeste a este desde la avenida Francia con calle Del Sol, hasta penetrar a la salida de Santiago tomando el elevado o su parte lateral.

7.- Anteriormente, cuando el ayuntamiento tenía los espacios públicos  controlados y al servicio de la comunidad, era un deleite llegar a Santiago y desplazarse por una cualquiera de sus calles y avenidas, pero lo que fue un placer, ahora es una infelicidad, un  completo martirio. El disgusto  que genera la ocupación de la entrada y la salida de la ciudad de Santiago, es lo que se llama un verdadero dolor de cabeza, una repugnancia.

8.- En el pasado cualquier persona que se movía en un vehículo en la ciudad de Santiago de los Caballeros,  por la calle Del Sol, desde la avenida Francia, de oeste a este y viceversa, lo podía hacer con absoluta libertad, mientras que ahora constituye un  percance  hacerlo porque a ambos lados hay un permanente estacionamiento en los carriles.

9.- La situación que padece la ciudad de Santiago con el problema del tránsito y los estacionamientos de cualquier máquina, sin importar que sea automóvil, camión, camioneta, etc., no es la culpa exclusiva de la alcaldía, sino que  se combinan la indisciplina, la cultura del desorden, la falta de sanción al delito y otros vicios que dañan al ciudadano y a la ciudadana de hoy.

10.- Lo que sí es responsabilidad del gobierno municipal es que con el otorgamiento de permisos para la instalación de negocios en inmuebles sin parqueos, fomenta el desorden y hace posible el estacionamiento anárquico que hoy ha convertido a mi querido Santiago en un ambiente sumamente amargo, pesado y desagradable, casi imposible para vivir en forma civilizada.

11.- Con el asunto del infernal tránsito de vehículos por sus calles y avenidas, a Santiago le ha caído encima una especie de maldición divina, para no decir que está siendo víctima de todo lo que significa politiquería, tigueraje y corrupción; populismo de lumpen y complicidades impúdicas; falta de civismo, sinvergüencería de baja estofa y desprecio a lo que todavía sirve en la sociedad dominicana.

II.- El estacionamiento de los carros de taxis

12.- La labor de los taxistas en la ciudad de Santiago, en sentido general, es buena, y el material humano ejecuta su trabajo con honradez y eficiencia. El problema de la operación de los taxis es que tienen  prácticamente ocupado todo el espacio público en los lugares donde se reúnen muchas personas, sin importar que sea clínicas, supermercados o restaurantes.

13.- En otras ocasiones he dicho que tomando en consideración lo necesario que es el servicio de taxi, lo que procede es que la Alcaldía del Ayuntamiento de Santiago, acuerde con los dueños de los vehículos para que tengan una base, o un centro donde se mantengan estacionados a la espera de ser requeridos para realizar su trabajo. La realidad es que los carros de taxis no deben continuar convertidos en los amos de los espacios públicos. Una solución convenida se impone por el bien de los habitantes de Santiago de los Caballeros, de los taxistas y de los dueños de los vehículos.

14.- Aquel que quiera más pruebas que se dé una vueltecita por el centro de la ciudad, y se dará cuenta que en las calles y avenidas principales se han instalado centros de operaciones de carros taxis que contribuyen a anarquizar más y más el caótico tránsito de vehículos que estamos padeciendo los santiaguenses.

15.- La pesadilla que produce conducir un vehículo de motor saliendo del elevado y tomando la calle Del Sol hasta la avenida Francia,  y al revés, es el mismo suplicio que originan los taxistas que  hacen  uso  de todos los espacios aledaños a las esquinas de las calles del centro histórico.

III.- Mujeres y hombres de Santiago, en concurso con la alcaldía

16.- En Santiago se hace necesario que mujeres y hombres con sentido cívico, y que quieran a su ciudad, se pongan en tensión para acabar con el desorden en el tránsito y estacionamiento de vehículos de motor. No es posible que un grupo de desaprensivos, amparados en la política de dejar hacer, haga de nuestra urbe un medio social insoportable. Lo incomodo e intolerable  no debe ser aceptado con resignación.

17.- El estado de angustia en que viven las personas físicas decentes en la ciudad de Santiago de los Caballeros, por el caos generado por el desorden en el transporte de vehículos, los parqueos improvisados, el conducir temerario y la repartición tolerada de los espacios públicos a particulares, no se vislumbra que tenga solución, a no ser que los santiagueros y las santiagueras que todavía quedan con dignidad y vergüenza decidan no continuar siendo víctimas de aquellos que con su proceder desaguisado están sembrando desazón con sus abusadoras actuaciones.

18. Resulta difícil comprender que un ciudadano, un munícipe educado y que se respete acepte tranquilamente permanecer indiferente ante el desastre que ocurre en la comunidad donde habita. Es muy propio de la persona digna sonrojarse cuantas veces se da cuenta que el espacio, que su medio social se ha convertido en un lugar no adecuado para vivir con tranquilidad, libre de sobresaltos, sin ninguna clase de turbación y ausente de nerviosismo.

19.-  No debe continuar como hasta ahora, el desconcierto en la que fue una urbe sumamente organizada en el tránsito de vehículos. La  alteración se ha producido porque está imponiéndose la cultura del desbarajuste. Hay que aplicarles la ley  a los desaprensivos que quieren  hacer de la ciudad de Santiago de los Caballeros, un manicomio, algo así como un ambiente de furiosos, extraviados y necios alborotados.

20.- Sin lugar a dudas, los miembros de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), aunque limitados en cantidad, dentro de sus posibilidades hacen su trabajo con eficiencia. No obstante  lo escaso del personal con que  cuenta, la DIGESETT, no forma parte ni es causante del desorden en el tránsito de vehículos de motor, aunque debemos contar con ella para la solución.

21.-  Todas aquellas personas físicas que por falta de capacidad, decencia o sano juicio no están en condiciones de conducir un vehículo de motor por las calles y avenidas de la ciudad de Santiago de los Caballeros,  están en el deber de abstenerse  de hacerlo por el bien suyo, de su familia y de la comunidad. En Santiago se impone que impere el orden, recuperar los espacios públicos que están siendo utilizados como parqueo privados y, además, que las autoridades hagan su trabajo.

22.- Lo habitantes de la ciudad de Santiago de los Caballeros, y aman a su ciudad y la quieren limpia y organizada, están en el deber cívico de hacer alianza sincera con la alcaldía para enfrentar  el desorden en el movimiento y estacionamiento de vehículos de motor. El alcalde Abel Martínez Duran, ese mismo munícipe que hizo suyo e interpretó correctamente las aspiraciones y el sentir de los hombres y mujeres de buen vivir de Santiago, que deseaban una ciudad limpia y  sin el vergonzoso mercado de los jueves, cercano al Cementerio Municipal de la 30 de Marzo, está en el deber de imponer su autoridad ante las ocupaciones abusivas de los espacios  públicos, el caos en el transporte de vehículos, y   el estacionamiento irregular en las calles y avenidas de nuestra ciudad.


Santiago de los Caballeros,
18 de diciembre de 2019.


En Santiago, ante el estacionamiento paralelo, el taponamiento


Por: Ramón Antonio Veras.

I.- En Santiago vivo porque lo quiero

1.- Una sociedad humana no puede vivir bajo un estado de desorden, donde imperen las anomalías, el desbarajuste y la desorganización. Desordenar es muy propio de grupos que no están en condiciones de permanecer en forma civilizada. Allí donde el trastorno es aceptado como formando parte de lo común, cada quien puede hacer lo que su voluntad decida.

2.- Ningún ser humano escoge el lugar de su nacimiento. Escapa a la voluntad de una criatura seleccionar en el globo terráqueo dónde va a llegar al mundo de los vivos. Lo que si puede hacer una persona es dentro de su patria preferir tal o cual territorio para residir en forma permanente o transitoria.

3.- Particularmente yo, resolví vivir en la República Dominicana, específicamente en la ciudad de Santiago de los Caballeros, y para tomar esta determinación no lo pensé dos veces; la ejecuté sin titubear, duda alguna o vacilación. Mi voluntad de hacer mi vida en el terreno cuna de mi nacimiento fue libérrima.

4.- Todo lo de Santiago me gusta; me cautivan sus gentes por su trato llano, afable y directo; me fascina su clima y admiro la laboriosidad de sus habitantes. Me mantengo seducido por lo que es el espacio físico donde mi madre me parió. Mi Santiago querido forma parte de mi existencia; estoy capturado por ese pedazo de tierra que llevo prendido en mi corazón.

5.- Por la importancia que tiene para mí la ciudad de Santiago de los Caballeros, me motiva a permanecer atento a todo lo que ocurre en su seno. Me he formado la idea de que mi Santiago debe ser el lugar donde su población lleve una vida acogedora dentro de sus posibilidades.

6.- Tenerle cariño a Santiago es llevarlo pegado del alma para que sea un lugar en el cual cada quien se interese para que sea hospitalario; un sitio donde el visitante se dé cuenta de que ha llegado a una comunidad de mujeres y hombres con sentido de solidaridad, cordialidad y sociabilidad.

7.- El Santiago de los Caballeros que merecemos y aspiramos tener, debe ser viable, sin dificultad para vivir material y espiritualmente; un ambiente donde la posibilidad de permanecer sea hacedora, realizable, y no un sitio de padecimiento prolongado, un calvario para estar siempre en dificultad.

8.- La postura con relación a la ciudad donde muchos habitamos, no debe depender de la persona que esté al frente de la alcaldía. La actitud de los que queremos a Santiago viable es la de estar siempre con la atención puesta en lo que conviene o no a la comunidad; vigilantes a los fines de que nuestra villa sea la que aspiramos y necesitamos.

9.- La forma de comportarnos con respecto al Santiago de los Caballeros que deseamos disfrutar, es la que nos va a calificar como santiagueras y santiagueros que queremos a nuestra ciudad, sin importar la persona que la administra en un momento determinado. Por lo que a mi atañe, puedo decir que lo que le conviene a Santiago de los Caballeros está por encima de pequeñeces y sectarismo; caprichos, resabios y diferencias personales; apetencias grupales y todas aquellas debilidades que solamente sirven para dividir a los seres humanos por asuntos intrascendentes.

II.- Un hecho que me motiva a hacer este escrito

10.- En los últimos años, la ciudad de Santiago de los Caballeros, está moviéndose como si estuviera compuesta por mujeres y hombres chiflados, perturbados, pura y simplemente lo que se ve es que el dificultoso está tratando de imponer sus inconductas. En semejante forma es imposible convivir. Aquel que está educado para trastornar hay que someterlo al orden, hacerle saber que no puede vivir actuando como si el ambiente está diseñado a su capricho.

11.- El motivo por el cual escribo este artículo es porque el día sábado 30 de noviembre del año en curso 2019, siendo más o menos las cuatro horas de la tarde, mientras conducía mi vehículo transitando de este a oeste por la calle Del Sol, de la ciudad de Santiago de los Caballeros, entre las calles Luperón y Sabana Larga, me vi impedido de continuar porque tres vehículos permanecían estacionados en forma paralela.

 12.- Ante semejante situación, toque bocina y el tercer vehículo en paralela procedió a moverse, mientras que el primero y el segundo permanecieron estacionados, lo que me impedía continuar circulando libremente. Decidí detener mi vehículo lo que ocasionó, como es natural, un taponamiento.

13.- La protesta del público no se hizo esperar. Un agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), hizo acto de presencia y en forma iracunda me exigió que le entregara mi licencia de conducir, a lo que accedí. Me reclamó, en tono colérico, que procediera a avanzar; le manifesté que no lo haría hasta tanto el segundo vehículo que estaba frente al mío se moviera permitiendo mi libre circulación.

14.- Lo que me ocurrió el sábado 30 de noviembre, es el resultado del desorden creado en la ciudad de Santiago de los Caballeros, porque las distintas administraciones municipales que hemos padecido, unas por corrupción, y otras por politiquería, nada han hecho para evitar que el tránsito de vehículos siga siendo una pesadilla, un martirio para cualquier persona civilizada.

15.- El inconveniente que pasé el sábado porque tres desaprensivos me impedían circular libremente por un espacio de la calle Del Sol, estoy dispuesto a enfrentarlo nuevamente. Cuantas veces me vea imposibilitado de hacer uso libremente de la vía por donde estoy circulando, por el simple hecho de dos o tres patanes estar estacionados en forma paralela, voy a detener mi marcha porque no estoy dispuesto a afectar otro vehículo moviéndome en forma zigzagueante.

III.- Sugerencias que hice a la nueva alcaldía de Santiago respecto al problema del tránsito y los estacionamientos

16.- En fecha 24 del mes de febrero del año 2018, procedí a elaborar un artículo con el objetivo de que la nueva alcaldía de Santiago tomara en cuenta algunas sugerencias en las que le señalaba en forma puntual cómo creía se podía comenzar a enfrentar el desorden de los estacionamientos y el tránsito de vehículos. He aquí lo que expuse en el citado trabajo:

a.-) Resulta atinado examinar todo aquello que venga en provecho de resolver o atenuar los inconvenientes que existen en nuestra ciudad por el aumento desordenado de las rutas, los carros y guaguas del transporte público. Es necesario que el asunto del tránsito de vehículos en Santiago se le busque una solución, lo que iría en favor de todas y de todos los que habitamos y queremos una ciudad acogedora.

b.-) Conviene ponderar nuevamente el desempeño de los parquímetros en el centro histórico de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Es posible que un nuevo acuerdo entre la Alcaldía del Ayuntamiento de Santiago y la compañía dueña de los parquímetros, haga posible paliar los inconvenientes presentes por el tránsito anárquico de vehículos, principalmente en el centro de la ciudad. En lugar de agravar la dificultad actual, los parquímetros pueden representar un amortiguamiento.

c.-) Los negocios y el estacionamiento de vehículos. En varias urbanizaciones de Santiago, la instalación de un colegio o el funcionamiento de un restaurant, es un pandemónium, porque la intranquilidad existente termina de inmediato. Algunos de los que abren al público una actividad comercial creen que la vía pública es de su propiedad y una prolongación del espacio donde realizan sus actividades comerciales.

d.-) Se impone que el departamento que en el Ayuntamiento de Santiago, tiene competencia para autorizar la construcción de una edificación para negocios, exija que en los planos se especifique el área destinada para el estacionamiento de los vehículos de sus futuros clientes. Las calles y avenidas son de uso público y no para que los dueños de negocios las utilicen como parqueos de sus parroquianos. De igual manera, el organismo público con atribuciones para autorizar el funcionamiento de un negocio de cualquier naturaleza, debe solicitar indicar en los planos los lugares donde estacionarán sus vehículos los clientes.

e) Las santiagueras y los santiagueros que en verdad quieren a su ciudad y desean vivir en un ambiente de tranquilidad espiritual, están en el deber de armarse de sensatez; poner a funcionar el sentido común y el buen uso de la razón para hacer caso omiso a los que no hacen ni dejan hacer, y siempre apuestan al fracaso; están preparados para el descalabro, pero nunca piensan en los aciertos, en tener éxitos, alcanzar los objetivos perseguidos. 

f) Las dificultades que afectan a la ciudad de Santiago de los Caballeros, lesionan a todas y a todos los que en ella habitamos, y deben ser enfrentadas por los munícipes que aspiramos a disfrutar de un ambiente sano y libre de complicaciones generadas por aquellos que no se adaptan a la vida civilizada.

g) El interés por tener un Santiago limpio y organizado no debe ser un empeño exclusivo de la alcaldía. El deseo de la colectividad santiaguera por una ciudad acogedora ha de estar más allá de las autoridades municipales. Es signo de ser un buen ciudadano y munícipe querer a su país y a la ciudad donde habitamos para que las instituciones funcionen con el concurso de las autoridades locales, y las mujeres y los hombres que se interesan por una ciudad digna de ser habilitada por ser bonita. 

IV.- Regalando terrenos del Gran Teatro del Cibao para parqueo privado

17.- Los fenómenos sociales nocivos, generados por un sistema social en decadencia, los enfrentamos: nos comportamos indiferentes, o le sacamos provecho. Cada quien, dependiendo de su nivel de conciencia cívica y ciudadana; criterio ideológico o ubicación clasista toma decisión en uno u otro sentido, frente a las dificultades que representa hoy el gran número de vehículos existentes en la ciudad de Santiago, y los inconvenientes creados  por el estacionamiento anárquico.

18.- Sé que estoy viviendo en un país en el cual el sistema que sirve de sostén al ordenamiento económico y social, hace tiempo que resulta infuncional; la degradación ética y moral está tocando fondo; la institucionalidad no existe y, para colmo, a nivel educativo el 80 por ciento no logra superar el nivel mínimo de la competencia esperada en la lectura.

19.- Porque es una realidad viva la cuestión de los parqueos para vehículos, mientras unos buscamos solución con sentido social y comunitario, otros procuran darle respuesta en forma individual, aunque para vencer la dificultad sea a costa del patrimonio público.

20.- Nunca en mi vida he visto con buenos ojos los privilegios, como privilegiados son aquellos que fueron objeto de una gracia especial al adquirir por concesión un espacio de los terrenos pertenecientes al Gran Teatro del Cibao. Si, así mismo. Un lugar del espacio físico de ese centro cultural fue asignado a particulares para que lo utilicen como parqueo.

21.- En Santiago no todos estamos dispuestos  aceptar que el problema de los parqueos se solucione entregando una porción de los terrenos que son propiedad del Gran Teatro del Cibao, y por tanto, del pueblo dominicano en su conjunto. El beneficio privado de lo que es de la comunidad crea  irritación en lo mejor de la sociedad, la cual lo interpreta como una burla a sus buenos sentimientos. 

V.- La dirección de Abel Martínez; el tránsito de vehículos y los parqueos

22.- El actual gobierno municipal de la ciudad de Santiago de los Caballeros, que ha demostrado particular interés en el aseo y embellecimiento de nuestra urbe,  no ha dado pie con bola para  el permanente desorden en el tránsito y uso anárquico  de los espacios públicos. Los choferes y los dueños de negocios les han doblado el pulso a la Alcaldía de Santiago, hasta el punto de que algunos negocios con la falsa creencia de que las calles y avenidas son suyas, han colocado valet parking para dirigir a su voluntad el lugar donde puede o no ubicarse un vehículo.

23.- En círculos privados y por los medios masivos de comunicación he defendido la gestión del equipo que en la Alcaldía de Santiago dirige Abel Martínez, pero su administración no ha logrado superar los inconvenientes que genera el desorden en el tránsito de vehículos de motor y las dificultades causadas por la autorización de negocios sin parqueos propios. Al parecer, quien instala un restaurante, una peluquería o un colegio, tiene la vía pública como prolongación de su propiedad inmobiliaria o del inquilinato.
VI.- En la ciudad de Santiago de los Caballeros, propiciar el taponamiento es una forma de lucha cívica para vencer el desorden del estacionamiento paralelo

24.- Para los pueblos lograr sus objetivos liberadores no deben esperar el encadenamiento de sucesos con carácter fortuito. La suerte no está en los planes de quienes confían en las fuerzas motrices más consecuentes para las masas tener a su disposición lo que es de su interés.

25.- Con todo pesar debo decir que ninguno de los gobiernos municipales que ha tenido la ciudad de Santiago de los Caballeros, se ha ocupado de solucionar, ni en forma parcial, el caos que constituye, el maremágnum en el tránsito de vehículos de motor. Lo que pinta la realidad es que con el desarrollo del maquinismo; el tigueraje entre choferes y conductores, y la arraigada cultura de la anarquía y la tolerancia cómplice de las autoridades municipales, mi ciudad cada día se convierte más y más en una jungla con calles, avenidas, luz y vitrinas.

26.- Desorganizar, desquiciar y volver patas arriba la ciudad, priman en la mente sin orden ni concierto de aquellos que en Santiago, una vez hacen uso de las vías públicas se fijan la idea de que es mejor vivir manga por hombro que con disciplina. Poco importa la buena disposición, capacidad de dirección y laboriosidad del director en Santiago de la (DIGESETT), porque mientras el Ayuntamiento siga autorizando la instalación anárquica de negocios sin parqueos, continuará la ciudad de Santiago de los Caballeros siendo víctima, sufriendo las bravuconadas de los que están formados en el desconcierto, el desorden y la descoordinación.

27.- Para no seguir haciendo el papel de pendejos, los santiagueros y las santiagueras con conciencia cívica, se deben revelar contra el desorden, y una forma de hacerlo es que en cualquier calle o avenida donde, por el funcionamiento de un negocio se obstaculice la libre circulación de vehículos de motor, propiciar, o de cualquier forma respaldar un taponamiento, para así llamar la atención de las autoridades municipales e impedir que la vía pública se convierta en propiedad particular de los dueños de los negocios. Una de dos: el orden lo ponen las autoridades, o lo imponen los hombres y mujeres de la comunidad que desean vivir en forma decente y civilizada.


Santiago de los Caballeros,
9 de diciembre de 2019.




La presencia de la OEA, ¡NO!


Por: Ramón Antonio Veras.

1.-  Respeto, pero no comparto la opinión de quienes consideran como buena la presencia de la Organización de Estados Americanos, para observar los comicios a efectuarse en nuestro país en febrero y mayo del próximo año 2020. En lugar de fortalecer la limpieza de cualquier actividad, la OEA, lo que hace es mancharla, emporcarla y de cualquier forma deshonrarla. En pocas palabras, la OEA  es una cosa que existe para menospreciar todo lo que  maliciosamente trata.

2.-  Si hay  un país que debe ver como sospechosa cualquier acto donde esté presente la OEA, es la República Dominicana, porque ese instrumento al servicio del imperio, en distintas ocasiones ha servido para lesionarnos, golpearnos en lo más profundo de nuestros sentimientos democráticos. Allí donde se habla de la OEA, cualquier latinoamericano o caribeño, sin importar criterio ideológico, debe sentir repugnancia, asco, a la vez que absoluto hastío.

3.- En cualquier lugar donde hace acto de presencia la OEA, se impone la sospecha, porque la participación suya entraña malos presagios; sucesos desfavorables para nuestros pueblos. El imperio hace intervenir a la OEA para lo que es de su exclusiva conveniencia, jamás para el sano interés de las naciones latinoamericanas y caribeñas. Allí donde la OEA acecha es fácil  predecir maldiciones, adivinar lo dañino y prepararse para el infortunio, el fracaso y la completa tribulación.

4.- Si los dominicanos y las dominicanas que incidimos en la vida política de nuestro país, debemos recurrir a una cosa tan desprestigiada como la OEA, entonces demostramos que no estamos en capacidad para construir una sociedad donde funcionen decente y fielmente las instituciones. Además,  nos debe avergonzar que  una afrenta internacional como el señor Luis Almagro, llegue aquí para hacer el papel de vigilante comicial.

5.- La respetabilidad la alcanzan los pueblos cuando dan demostración de ser dignos de respeto. La deferencia se logra por la actitud de que nos hacemos dignos, y solicitarle a una porquería politiquera como la OEA que venga a hacer el papel de sucio testigo, nos reduce como país civilizado.

6.- Los actuales miembros de la Junta Central Electoral, tienen una vida pública y profesional bien conocida, y cada uno de ellos ha dado demostración de honestidad en su proceder, razón por la cual no hay justos motivos para poner en duda su continuada probidad en el curso y al momento de anunciar el resultado de los comicios venideros.

7.- Si no se puede poner en entredicho  la rectitud  de los que en conjunto están llamados a dirigir y administrar en nuestro país las próximas elecciones, no se puede decir lo mismo de la OEA, órgano que tiene un historial de complicidad en deshonestidad; de actuaciones inmorales, ilegalidades y chanchullos de todo tipo. Basta con recordar la presencia de la OEA en los hechos que indicamos a continuación:

a.- Recién creada, la infame OEA recibiendo órdenes del imperio, en 1949 apoyó al tirano Trujillo en la protesta internacional por la eliminación de los expedicionarios de Luperón;

b.-  La OEA,  haciendo labor de celestinaje, apoyó a los mercenarios que desde Honduras y Nicaragua, el 18 de junio de 1954, invadieron  a Guatemala para derrocar el gobierno democrático de Jacobo Arbenz;

c.- La OEA, en su deshonrado proceder, el 17 de abril de 1961, patrocinó con el imperio la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos o Playa Girón;

d.- La crapulosa OEA, recibiendo instrucciones de su amo imperial, organiza y ejecuta el 31 de enero de 1962, con un voto en contra y seis abstenciones, la expulsión de Cuba;

e.- La porquería de la OEA, fue cómplice de Estados Unidos en el derrocamiento el 25 de septiembre de 1963 del profesor  Juan Bosch;

f.- La OEA, en una más de sus sinvergüencerías, legitimó la intervención norteamericana a República Dominicana en 1965;

 g.- La mancilladora OEA, en coalición con el imperio colaboró con las dictaduras militares del Cono Sur y con la Operación Cóndor, que en toda la década del 60 del siglo pasado, incluyendo la ensangrentada tiranía terrorista de Augusto Pinochet;

h.- La alcahueta OEA, el 20 de diciembre de 1989, apoyó la invasión del imperio a Panamá;

i.- La OEA, como enflautadora de los intereses monopolistas norteamericanos ha hecho de puntal en los golpes de Estado contra Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, en Honduras;  Fernando Lugo, el 20 de junio de 2012, en Paraguay y Dilma Rousseff, el 31 de agosto 2016, en Brasil, e impidió el triunfo de Lula.

j.- La OEA, en su reiterada posición golpista, desempeñó el papel determinante en el reciente  golpe de Estado  a Evo Morales.

Entonces, ¿con qué calidad, qué mérito, qué respeto merece la OEA para venir a nuestro país, supuestamente,  a hacer el papel de observadora de las elecciones municipales y presidenciales de 2020? Señores, por favor, vamos a respetarnos para que nos respeten.


Santiago de los Caballeros,
26 de noviembre de 2019.

martes, 21 de enero de 2020

No vamos por buen camino


Por: Ramón Antonio Veras.

I.- Consideraciones pertinentes

1.- El estado de descalabro en que se encuentra la sociedad dominicana se manifiesta, por un lado, en la   desigualdad en el orden económico que se observa por la opulencia de una minoría y la escasez  en amplios sectores populares marginados, así como   en la  inapropiada forma de comportarse la generalidad de los miembros de nuestra colectividad.

2.- El sentido de respeto se ha  ido deteriorando en la misma medida que se corroe el ordenamiento social. Cada quien anda en su cerebro con una especie de código de comportamiento que lo interpreta  en forma antojadiza y caprichosa.

3.- No hay que hacer mucho esfuerzo para comprobar que, sin  distinción de clase social, en  nuestro medio existe  una analogía en la forma de proceder;  armonía  que con el tiempo se ha hecho más  notoria.  La actuación  reiterada entraña conducta.  En  el medio social dominicano cada quien  interpreta el concepto respeto  conforme su conveniencia.

4.- Lo que se estila aquí es  que el respeto a la palabra dada y a la gratitud,  se recíproca con la murmuración  y la ingratitud;  el compromiso no se honra, sino que se devuelve con infamia y desprecio hacia la persona que dio muestra de  desprendimiento y generosidad. Quien extiende la mano al que necesita  solidaridad, recibe como respuesta maldiciones;  la caridad no se valora, sino la crueldad disfrazada  de sensibilidad.

5.- Lo que a cada instante vemos en el ambiente dominicano es que se está convirtiendo en habitual que cada quien  se considere con el  derecho de hacer o no hacer,  dependiendo de si le conviene actuar para  organizar o desorganizar.

6.- Estamos viviendo en un ambiente en el cual la generalidad procede en forma caprichosa, sin importarle el respeto que merecen los demás. Cada quien actúa a su antojo  sin  miramiento alguno, la imprudencia y desatención van de la mano.

7.- Se ha convertido en algo  común  moverse por las calles  como si viviéramos en una selva; nadie se esmera en ser diligente y respetuoso; lo normal es proceder en forma alocada o indiferente; ser cuidadoso por respeto a los demás, eso ya no cuenta, el escrúpulo  desapareció del medio social dominicano.

8.- La consideración hacia los demás se está manejando en grado de dependencia de la voluntad de cada uno de los miembros de la sociedad, en la que   incide  la condición generacional, la formación familiar y el grado de sensibilidad.
9.- El respeto no cuenta para aquel  que procede sin fundamento alguno; el trato respetuoso  hacia los demás entra en contradicción con el  que tiene por norma “porque a mi me dio la gana”. Lo que está dominando es la arbitrariedad sobre lo justo y lo tiránico frente  a lo legal.

10.- La sin razón es extraña al respeto que debemos  a los demás. Proceder en  forma atropellante evidencia ausencia de sentido de justicia;  es poner la iniquidad sobre la razón. Para que prevalezca el irrespeto  solo  hace falta el desafuero y la arrogancia.

11.- Cuando en una sociedad el respeto y la consideración  de los miembros dependen  del  patrimonio económico, el respeto  se calcula en números, no en servicios prestados a la sociedad.  Así  anda nuestro país. 

12.- Cada persona tiene legítimo derecho a  ser  respetada, a no ser desconsiderada,  y    ser  tratada con urbanidad y afabilidad. No es correcto manifestarle a otra tosquedad y grosería; la consideración  impone la cortesía, que no tiene nada que ver con el cortesano y servil.

13.- La honra no se adquiere con dinero, sino con el buen actual ante la vida. La consideración  que corresponde por el correcto proceder,  es la admiración  de lo mejor de la sociedad como respuesta al adecuado actuar. Este es el respeto que aquí se ha perdido.

II.- La  ausencia de respeto

14.- El que quiere ser testigo de lo absurdo solamente tiene que vivir en la República Dominicana; las cosas que aquí se ven no caben en el cerebro de ningún ser humano con  sano juicio. Por mucho esfuerzo que se haga para comprender las locuras que presenciamos, las mismas no resisten el más mínimo análisis; hay que ser un perfecto desatinado para no estar continuamente en sobresaltos y conmocionado.

15.- Aquel que se forma la idea de que debe burlarse del vecino, lo hace de cualquier forma, sin importar el daño que pueda causarle con su forma de obrar; y sin tener presente lo absurdo de su proceder. La consideración al vecino, en la mente del abusador,  no cuenta.

16.- El insolente que irrespeta con sus actos, cree que actúa correctamente;  así  no solamente   lo cree  el chofer o conductor que cruza el semáforo en luz roja, sino también  el médico que ignorando el turno que corresponde al paciente,  autoriza la entrada del visitador a médico recién llegado.

17.- Descarado  e irrespetuoso no solo es el  delivery  que se mueve en su motor a una velocidad como “la jonda del diablo”  dentro de la ciudad, sino también  el ingeniero que en el  presupuesto inserta una partida de 20 quintales de varillas  de acero para la construcción, y luego  solo coloca quince; así como   el abogado que burlándose  de la inteligencia del juez, para confundirlo, en su escrito de defensa,  cita una ley derogada.

18.- Demuestra desconsideración y no respeto, el amigo que traiciona y el socio desleal  demostrando así  felonía, perfidia y transfuguismo. En nuestro medio estas acciones  se llevan a cabo en forma alegre y con olímpica alevosía.

19.- En el país  cada quien hace uso de sus propias reglas dependiendo de su libre albedrio. Si un desaprensivo decide estacionar su vehículo encima de la calzada, lo hace;  si le place impedir  el acceso de  su vecino a la marquesina de su  hogar, lo hace; el irrespetuoso aplica su  grosería dependiendo de cómo está su temperamento y si estima que le conviene o no tener consideración hacia su víctima.

20.- El correcto proceder ante los demás es cuestión  del pasado. La  bribonada se está imponiendo sobre los buenos modales; las normas de buena conducta han sido olvidadas, ahora impera la ley del  maleducado; la persona precisa y de orden se considera desfasada. Al enfermo que tiene derecho a que se le respete su tranquilidad, se le atormenta con el bullicio.

21.- La atención, el cuidado esmerado del  que  es acreedor el anciano, la deferencia a su persona por su edad,  se ve como algo en desuso; se le desconsidera, la irreverencia es lo que  prima frente a los envejecientes; en lugar de un trato amable se le expresa burla o repugnancia.

22.- Resulta algo difícil en nuestro medio ver a un joven comportarse respetuoso ante una lesbiana o un homosexual; no se respeta el derecho  a la inclinación sexual; la discriminación es notoria; el irrespeto se observa en todos los segmentos de la sociedad dominicana;  algo que debe ser respetado se ve como un agravio.

23.- El ser humano con alguna limitación  física, un  discapacitado  merece ser  respetado en su integridad. Pero por  la forma  desconsiderada  como se comporta aquí la generalidad al parecer esas personas no merecen   ser tomadas en consideración;  al ciego no se le respeta su seguridad,  se razona que si no tiene visión, ese es su problema. Una incapacidad cualquiera  no quita derechos, ni limita respeto alguno.  Al contrario, nos obliga a ceder parte de nuestros derechos, traducidos en atención y distinción por su estado.

 24.- Aquel que no cree en el respeto  de la vida de los demás, no le importa acelerar su vehículo hasta el piso, sin tomar en cuenta  que transita por el frente de una escuela de parvulitos; su intolerancia ciega su prudencia; su inflexibilidad y severidad le dominan su conciencia de aguante, condescendencia y paciencia; es un todopoderoso con el acelerador de su automóvil.

25.- No respeta lo acordado el comunitario que no paga la cuota para cubrir los gastos comunes del condominio; se hace el loco con su incivilidad, majadería y como pícaro, lleva preocupación  a los otros que si hacen honor a lo convenido. No es fácil pactar con el irrespetuoso.

26.- En el mundo de los absurdos,  no es sorpresa el hecho de que la Alcaldía de la ciudad, en una avenida de doble vía, da en arrendamiento  la calzada para que un particular instale una caseta, obligando así a los miembros de la comunidad a poner en peligro su vida.

27.- En nuestro medio no hay que escarbar mucho  para llegar a encontrar los actos que caracterizan  el irrespeto que están presentes en la vida diaria, forman parte de nuestra cultura de desprecio al derecho que tiene toda persona a ser respetada.

28.- Resulta sumamente difícil a cualquier persona civilizada adaptarse a vivir a merced del capricho de grupos que ajustan sus actos a sus designios y no a los que mandan las reglas del correcto proceder. En  semejante forma actúan aquí, por ejemplo, la generalidad de los  que se autocalifican padres de familias.

29.- Aquí la deferencia a la mujer o al  hombre meritorio carece de valor;   se exalta   a los insolentes que sobresalen por sus vulgaridades; la estima, la admiración por méritos bien ganados no se practican, se ignoran.

30.-  La consideración que se le tenía ayer a la persona de bien, hoy se destina al socarrón; el recto y el serio son irrespetados;  son considerados  como pendejos. El respeto está reservado para el solapado que nada bueno aporta a la sociedad.

31.- La mujer o el hombre que por su esfuerzo ha ganado reputación  es digno del respeto, estima y consideración  de todos los miembros de la sociedad, pero aquí se procura reducirlo, desacreditarlo;  no reconocerle el valor y estima de que  es merecedor. Sobresale la frialdad,  no se expresa emotividad, está ausente la sensibilidad.

32.- Se ha perdido el sentido de valorar, descalificar para no apreciar; de juzgar para no bien  considerar; se observa el regateo en procura  de no admitir la buena reputación para así  justificar el irrespeto. Hay interés en opacar, deslustrar la  fama y el prestigio para desconsiderar.

III.- Reflexiones finales

a.- Los problemas sociales no se resuelven con lamentos  ni quejidos, sino con acciones; las dificultades no se solucionan con quejas, los obstáculos se vencen  actuando con certeza, llegando hasta la eliminación de los inconvenientes.

b.- En nuestro medio las complicaciones resultantes del deterioro social debemos enfrentarlas con medidas de fondo, no de forma. Si el modelo económico ya está agotado, lo que procede es implementar otro diferente, que haga posible la participación del pueblo en los asuntos de trascendencia, para que sea  actor,  no espectador de la vida nacional.

c.-  Alcanzando una adecuada educación para nuestro pueblo, podemos  contar con personas dominadas por la urbanidad y con ella se llega a edificar la conciencia en la cortesía, los buenos modales, el correcto proceder. Podemos lograr en un futuro que desaparezca el actuar con grosería y desagradable tosquedad.

d.- Si aspiramos  a  que el respeto llegue a convertirse en una rutina, en algo arraigado en la conciencia popular,  se impone un nuevo rumbo; romper la tradición de que cada quien se comporta a su mejor parecer y conveniencia. El proceder tosco cuadra en un ser humano rustico, no en el que tiene fina formación.
e.-  Para que el respeto sea parte de la forma normal de comportamiento hay que comenzar por educar al pueblo, enseñarle las normas de convivencia civilizada, instruirlo en la correcta conducta, encaminarlo para que tenga una  formación de un  ser humano nuevo.

f.- La actitud ante la vida define a las personas. En cada sector o grupo social hay que  saber distinguir quién procede correctamente y quien  en forma inadecuada. Aquel que respeta a los demás no debe ser irrespetado, pero quien con sus actuaciones daña el medio social  merece ser reeducado.

g.- Con su comportamiento en el medio social cada quien determina  si se hace merecedor de respeto, consideración y la estima de sus conciudadanos. Aquel que ajusta sus actos  a las buenas costumbres y correcto proceder se hace merecedor  de respeto; quien  actúa en forma caprichosa, irresponsable e insolente ha  de soportar las consecuencias de su imprudente e irrespetuoso  accionar.

h.- La realidad nos dice que no podemos seguir como hasta ahora, que esto  tiene que cambiar para bien; es imposible seguir  viviendo en igual forma de comportamiento;  perpetuar lo que estamos practicando desdice de nosotros  como pueblo del siglo veintiuno; prolongar el estado de desorden sería un desatino, un absurdo. Esto tiene que cesar,  debemos hacer un alto en el camino que nos está llevando a la sinrazón.

i.- No puede merecer igual respeto de sus conciudadanos aquel  que ha tenido un comportamiento de compromiso social en el medio donde vive, que quien solo se ha preocupado de sí mismo. El primero tiene méritos, es un ciudadano relevante; el segundo, es un insignificante. Ambos no pueden ocupar el mismo espacio en el sentir del pueblo.

j.-  A no ser que todos estemos perdiendo el juicio, creo que nadie quiere continuar viviendo bajo el estado de desorden en que nos encontramos, en el cual cada quien quiere imponer sus designios. Al parecer, cada dominicano o dominicana anda en su cabeza con un proyecto de país que lo ha de desarrollar en el caos; en el  desconcierto. El  desbarajuste que presenciamos, no debe continuar.

k.- Aquí no se respeta nada en absoluto; vivimos como chivos sin ley.  Se mide con la misma vara el bueno y al malo,  al honrado y al ladrón; al honesto y al descarado; al comedido, al insigne y al vulgar; al importante y al insignificante.

l.- Estoy plenamente convencido de que si todas esas expresiones de negativo comportamiento fueran canalizadas  como manifestaciones colectivas de indignación contra el sistema social  imperante, hace tiempo que el mismo hubiera sido pulverizado por el accionar de las masas populares.

m.- En las sociedades  escindidas en clases sociales, cada una de ellas  tiene su moral  y la lleva a la práctica  conforme  sus convicciones  con relación a la ética y a la moral; y dependiendo de su comportamiento  se hace o no merecedora de respeto, consideración y estima.

n.- Por el derrotero que vamos pinta mal; el camino que estamos trillando no nos lleva  a buen  destino. El comportamiento, la conducta que exhibe la generalidad de los dominicanos y dominicanas no es nada halagüeña. El panorama es, lamentablemente, desalentador.  Y que conste,  soy optimista, pero trato de ser realista;  me gusta tener mi reloj en hora con respecto a la realidad nacional.

Santiago de los Caballeros,
25 de noviembre  de 2019.