Por: Ramón Antonio Veras.
I.- Periodistas y dueños de medios de comunicación
1.- En la etapa actual de la historia de la humanidad
cuando la especie humana ha logrado el más grande desarrollo científico y más
avanzadas están las habilidades para usar los procedimientos técnicos, resulta
que el derecho a una correcta información está condicionado por el poder
financiero ejercido por las poderosas agencias que deciden qué dar a conocer y
cuándo. Para la humanidad saber la realidad de los hechos está supeditada a los
intereses del negocio mediático en Associated Press, France Press, Reuters y
DPA, ATT/ Liberty Media, Time Warner, News Corporation, Segram, Bertelsman y
otras.
2.- Aquellos que ponen sus recursos económicos a producir
beneficios en común por órgano de las empresas mediáticas, creen que disponen
también del derecho a desinformar; y a poner a circular la mentira sin ser
objeto de sanción alguna. Allí donde determinados grupos económicos tienen el
dominio sobre los medios de comunicación, suponen poseer el derecho de hacer
del embuste colectivo un privilegio, y libres de ser alcanzados por la vara de
la justicia.
3.- En los últimos años, sin que muchas personas se den
cuenta, sectores económicos han procurado monopolizar las ideas y el derecho a
la libre y sana información. Se ha querido que la mercancía dinero tenga la hegemonía
de la información, y las ideas que se difunden estén subordinadas a la voluntad
colectiva de quienes se asocian para servir el engaño debidamente organizado.
4.- Allí donde los intereses de las minorías ejercen el
dominio de los grandes medios de comunicación, cualquier juicio es
condicionado, por lo que es imposible la libertad de la justa aprobación y la
correcta desaprobación. La conciencia crítica no tiene espacio en los medios de
comunicación que se utilizan para secuestrar la verdad y así solo prevalezca la
tergiversación enmarañando los hechos.
5.- La abstención a decir la verdad por compromiso con
los dueños de comunicación, es autocensura cobarde y servil, que no cuadra en
aquel que escogió el periodismo por convicción para servir a la comunidad
humana. La mudez por miedo a que el dueño del medio se enfada si se expone la
noticia tal como es, entraña falta de ánimo y valor, lo que convierte al
periodista en modelo de pusilánime y sepulturero de la conciencia crítica.
6.- Ejerce periodismo condicionado aquel que retiene en
su mente los hechos de los cuales fue testigo, y no los hace del conocimiento
público por temor a su seguridad personal o al empleo; es hacer de secuestrador
de la verdad retener para si lo que debe ser del dominio de la sociedad. Hace
honor a la función que está llamado a ejecutar el periodista cuando este suelta
su voluntad y dice con claridad lo que ha visto u oído. Callar lo ocurrido es
hacer de raptor de la verdad.
7.- No decir en forma consciente lo que sucede es un acto
irresponsable del periodista para así manejar y manipular la información.
Guardar silencio, taparse la boca, es lo mismo que hacerse el ciego para no
relatar los hechos tal como ocurrieron. Cambia de testigo de lo que pasó a
cómplice, el periodista que hace uso del silencio por conveniencia en provecho
de aquellos interesados que no se diga la verdad de lo que ha ocurrido.
8.-Aquel que se reserva la obligación de informar hace de
su secreto una ofensa a la sociedad que tiene derecho a ser debidamente
informada. Es una práctica sistemática en la conducta del periodista adocenado
utilizar su irresponsabilidad como mercancía y arma de desinformación. No
aceptar un hecho como verdadero sabiendo que lo es, es una expresión clara de
quien hace periodismo acomodado a las circunstancias. El anuncio de un suceso
que se comunica para confundir es la obra de quien está al servicio de la
mentira y el mercantilismo de la información.
II.- Periodistas que manipulan; apagón y sabotaje
9.- Los hombres y las mujeres con vocación democrática,
sin importar el lugar del planeta tierra donde se encuentren, tienen el deber y
la responsabilidad de expresar su sentir contra el silencio, la mentira, la
desinformación y la manipulación. Para cualquier persona que se respete es una
cuestión de honor defender principios éticos y morales ante cualquier lesión
que se le haga al derecho que tiene el ser humano a ser correctamente
informado. Además de que debemos hacer nuestro el principio de que: “el pueblo
y las personas tienen el derecho a recibir una imagen objetiva de la realidad
por medio de una información precisa y completa”.
10.- Me he sentido impulsado a escribir este artículo
porque la sinvergüencería como burla a un pueblo agredido por luchar por un
mejor futuro, me motiva indignación y mucho más enojo cuando la canallada
proviene de quien está llamado a cumplir con un compromiso profesional que
entraña, además, el cumplimiento de un deber ante la sociedad donde vive y la
comunidad internacional. No cuadra en quien se identifica con los cambios
sociales comportarse indiferente ante fenómenos que ponen en evidencia el
estado de degradación en que caen determinados individuos en el cumplimiento de
su responsabilidad.
11.- En Venezuela, el día lunes 25 del mes de marzo próximo
pasado, siendo la una y veintinueve minuto de la tarde, un apagón afectó a
Caracas y otros estados. Luego de restablecido el servicio eléctrico, el
ministro de información informó que se había tratado de un sabotaje al centro
de transmisión y carga del Sistema Eléctrico Nacional para sacar de
funcionamiento las máquinas de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar,
localizada en Guri.
12.- Antes del sabotaje del lunes 25 de marzo, habían
ocurrido otros que, según declaró el presidente Nicolás Maduro, se trataba de
un sabotaje propiciado por cuatro formas de ataque: ciberataque,
electromagnético, incendio y complicidad interna, afectando tanto los centros
de generación como de transmisión. El gobierno venezolano ha calificado las
acciones contra el servicio eléctrico como “la guerra de la electricidad”.
13.- No hay que hacer mucho esfuerzo para comprender que
forman parte de las guerras llevadas a cabo por el imperio norteamericano y la
ultraderecha venezolana los daños en lo económico, financiero y psicológico,
contra la Revolución Bolivariana, con la finalidad de desestabilizar creando
escasez de alimentos y medicinas; y sembrando en el seno del pueblo el
descontento, el terror, el desasosiego y la incertidumbre.
14.- Es un periodista malvado aquel que estando presente
en Venezuela, y siendo testigo de lo que ocurre, dice en sus relatos que los
apagones son como consecuencia de la antigüedad en los equipos y falta de
mantenimiento a los mismos, y no como consecuencia de los sabotajes.
15.- Un periodista debe ser lo suficientemente servil y
vagabundo para distorsionar, manipular y de cualquier forma tergiversar al
escribir diciendo que lo que es un acto terrorista, es un simple apagón. La
suspensión del servicio de la energía eléctrica en un país cualquiera puede ser
como consecuencia de una falla, pero comprobada la situación de que desaparece
la luz eléctrica por un atentado criminal, ya es otra cosa.
16.- Los periodistas que están en Venezuela, y tuvieron
la oportunidad de comprobar la forma como quedaron los equipos transmisores
luego de ser incendiados, les era fácil saber que la destrucción de los mismos
fue provocada. Una falla técnica en un equipo eléctrico no produce el mismo
efecto que el sabotaje, que siempre resulta de una acción destinada a
perjudicar en lo económico o bélico a un país, mediante la ejecución deliberada
para producir daño intencional y, por lo general, es un operativo encubierto,
hecho en forma clandestina.
17.- Precisamente, mediante una operación oculta fue
ejecutada la acción intencionada para entorpecer en Venezuela el normal
desenvolvimiento del suministro de la energía eléctrica. Esa es la forma normal
de operar los terroristas que persiguen la intimidación contra sus adversarios.
Las acciones aisladas y los atentados individuales caracterizan a los
terroristas.
18.- Ha sido tan descarada la guerra mediática contra
Venezuela, que un periodista escribió, “que el segundo incendio fue provocado
en el patio de generación de la central hidroeléctrica del Guri, la más
importante del país…”. Aunque en el cuerpo de la noticia habla de provocado, la
información queda en el aire como que fue, pura y simplemente, un apagón, y no
un sabotaje provocado para dejar sin energía al pueblo venezolano. Para ese
servidor de noticias, nadie incitó, estimuló, aguijoneó o hizo posible el sabotaje.
19.- La verdad del sabotaje contra el sistema eléctrico
de Venezuela se puede comprobar en forma objetiva con las reproducciones de las
imágenes de los equipos averiados por el siniestro provocado por la ejecución
del operativo terrorista. Una fotografía habla la verdad de lo ocurrido, y
sirve para atestiguar que vales más un yo lo vi, que un millón de me dijeron. A
un periodista le basta ver con seriedad y responsabilidad que en Venezuela el
apagón fue obra de terroristas en un operativo de sabotaje.
20.- Los apagones mediante sabotajes forman parte de la
guerra contra Venezuela, llevada a cabo por el imperio y la ultraderecha
nacional e internacional, con el objetivo de crear el desorden; motivar el
desgaste; la presión económica y
financiera; el disgusto en el seno del pueblo; la división en los cuerpos
armados, en fin, crear un ambiente de guerra en la que juega un papel
importante la difusión de noticias falsas, tendenciosas o provocativas, con el
fin de inducir al engaño de las masas populares y la opinión pública
internacional.
21.- En la situación que vive hoy el pueblo de Venezuela,
muchos periodistas han olvidado que su tarea primordial es la de servir el
derecho a una información verídica y autentica por la adhesión honesta a la
realidad objetiva, situando conscientemente los hechos en su contexto adecuado.
Muchos periodistas que en Venezuela trabajan y ven lo que a diario ocurre, en
lugar de exponer los hechos tal como resultan, los sacan de su estructura hasta
desnaturalizarlos para desinformar hablando de un apagón sin decir que por los
hechos se comprueba que fue un sabotaje.
22.- El derecho del pueblo venezolano y la comunidad
internacional a recibir una imagen objetiva de la realidad por medio de una
información precisa y completa, se les vulnera una vez resultan desinformados
por periodistas que desobedeciendo principios éticos y morales desinforman,
manipulan transmitiendo noticias subjetivas, inexactas y totalmente
manipuladas.
23.- Aquellos periodistas que ejercen su actividad con
más sentido mercantil que periodístico, forman parte de los mismos que en cada
país olvidan que “el verdadero periodista defiende los valores universales del
humanismo, en particular la paz, la democracia, los derechos del hombre, el
progreso social y la liberación nacional; y respeta el carácter distintivo, el
valor y la dignidad de cada cultura, así como el derecho de cada pueblo a
escoger libremente y desarrollar sus sistemas políticos, social, económico o
cultural. El periodista participa también activamente en las transformaciones
sociales orientadas hacia una mejora democrática de la sociedad y contribuye,
por el diálogo, a establecer un clima de confianza en las relaciones
internacionales, de manera que favorezca en toda la paz y la justicia, la
distensión, el desarme y el desarrollo nacional. Incumbe al periodista, por
ética profesional, el conocer las disposiciones existentes sobre ese tema y que
están contenidas en las convenciones internacionales, declaraciones y
resoluciones”.
Santiago de los caballeros,
6 de abril de 2019.