Por: Ramón Antonio Veras.
I.- El ambiente democrático es para disfrute
del pueblo
1.- En cualquier sociedad humana, los
derechos y libertades se hacen realidad por el esfuerzo combinado de mujeres y
hombres con vocación democrática que aspiran a vivir en un ambiente de respeto
y consideración para los miembros de la comunidad, y con la firme creencia de
que aquello que se alcanza para el disfrute colectivo no debe ser lesionado por
los que solo creen en el individualismo para satisfacer apetencias personales o
grupales.
2.- Conquistar lo que se desea tener,
requiere disposición y sacrificio, porque quien retiene como suyo lo que es de
la colectividad, no lo entrega con facilidad, por lo que para que lo restituya
hay que accionar. Precisamente, en lucha tesonera han reclamado los pueblos la
democracia que aspiran tener y con el tiempo perfeccionar.
3.- Los derechos democráticos no han sido ni
son el resultado de gratas concesiones de los que sin justificación alguna
controlan el poder económico, político e institucional. Los espacios para
accionar políticamente lo logran las masas populares quitándoselo a quienes se
oponen a toda expresión de cambio del pueblo debidamente organizado.
4.- Por las dificultades que entrañan para
los pueblos ejercer plenamente sus prerrogativas en el orden legal y político,
cuando llegan a disfrutarlas deben preservarlas; cuidarlas; celosamente
defenderlas de todo riesgo o peligro. Deben vencer todos los obstáculos a los
fines de que el ambiente democrático se mantenga.
5.- Una vez conquistada una democracia en la
cual el pueblo decide y controla, se impone que las fuerzas motrices
verdaderamente democráticas se mantengan en tensión con el objetivo de
contrarrestar las pretensiones de aquellos que no se adaptan al ejercicio real,
efectivo y abierto de los derechos y libertades. Hay que contener todo intento
de que los sediciosos satisfagan sus deseos de volver al pasado de despotismo y
opresión.
6.- El campo democrático es para los que
creen en la democracia basada en la expresión libre de la soberanía del pueblo.
El conjunto de libertades y derechos de palabra, reunión, manifestaciones
públicas, etc., deben estar reservadas para los integrantes de la sociedad que
someten sus acciones al respeto mutuo y contribuyen a profundizar la democracia
para darle, además de sentido político, contenido social con igualdad de
oportunidades para todos y todas.
II.- La llegada al gobierno por la vía no
armada. Experiencia de Bosch y Allende
7.- Está comprobado que cuantas veces los
demócratas sinceros permiten desde el poder que los demócratas de pacotilla se
aprovechen de las libertades públicas para pisotear y socavar las
instituciones, de inmediato toma su imperio la arbitrariedad, el absolutismo y
las distintas formas de gobernar bajo la tutela de la autoridad absoluta y
caprichosa.
8.- En la República Dominicana, una vez llegó
al gobierno el profesor Juan Bosch, hizo posible un ambiente de plenas
libertades públicas, de las cuales se aprovecharon sectores nacionales y
extranjeros para conspirar, hasta que culminaron sus maquinaciones el 25 de
septiembre de 1963, con un golpe de Estado cuyas nefastas consecuencias todavía
hoy nos afectan.
9.- Los conspiradores contra Bosch, hicieron
uso de todos los mecanismos que permite el ejercicio de la democracia política,
pero los utilizaron para dañar. Los golpistas ejecutaron métodos de lucha de
toda clase; desde desacreditar al profesor Juan Bosch, hasta influir en la
conciencia popular recurriendo al tema religioso, al cuco del comunismo y el
castrismo. Las provocaciones, los rumores malvados y el odio formaron parte del
veneno ideológico que aplicaron los sediciosos contra la incipiente democracia
dominicana.
10.- La democracia del pueblo no está en
condiciones de aceptar que sus normas y principios se pongan a disposición de
las fuerzas que representan el atraso y el despotismo. Algo semejante a lo que
ocurrió aquí con el ensayo democrático iniciado por el profesor Juan Bosch,
sucedió en Chile con el primer movimiento obrero y popular que conquisto el
gobierno en 1970, mediante los mecanismos de la democracia representativa.
11.- El golpe de Estado a Bosch y el del 11
de septiembre de 1973, contra el doctor Salvador Allende, confirmó la tesis de
que “La conquista de posiciones de poder político por la clase obrera y el
pueblo a través de una vía no armada, no invalida en absoluto esa realidad. Más
aún, obliga a tener muy en cuenta a los reaccionarios cuando son derrotados…
Los explotadores siguen conservando de hecho, inevitablemente, tremendas
ventajas: conservan dinero, las relaciones, los hábitos de organización y
administración, el conocimiento de todos los secretos, costumbres, procedimientos,
medios, posibilidades de la administración; conservan y esto es muy importante,
una experiencia infinitamente superior en lo que respecta al arte militar y sus
relaciones internacionales son poderosas. Después de la derrota, los
explotadores derrocados se lanzan con energía decuplicada, con pasión furiosa y
odio centuplicado a la lucha por la restitución del paraíso que les ha sido
arrebatado”.
12.- En nombre de la libertad, la democracia
y la legalidad que los grupos que representan el statu quo dicen honrar, una
vez pierden el control del Estado las burlan, desconocen y pisotean. Los
enemigos de la democracia hacen uso abusivo de las libertades democráticas para
recobrar los resortes del poder que pierden en buena lid.
III.- El proceso venezolano y la experiencia
dominicana y chilena
13.- La democracia, en los diversos períodos
históricos, su contenido real ha cambiado de acuerdo con las transformaciones
que se han efectuado en el régimen socioeconómico dominante. En Grecia y Roma
antiguas, la democracia esclavista favorecía a la minoría de los libres, no así
a los esclavos. Antes de la Revolución Bolivariana, la democracia en Venezuela
estaba al servicio de la minoría, no de las masas populares venezolanas. Luego
de Chávez, la democracia es de la mayoría del pueblo que la ganó pacíficamente
mediante votos, por la vía no armada.
14.- Por los triunfos coyunturales que han
alcanzado en los últimos años las fuerzas políticas y sociales
ultraconservadoras, andan tan envalentonadas que se han llegado a creer que el
sistema social que defienden será eterno; su insolencia las lleva a pavonearse
de tal forma que anidan la falsa idea de que tienen el don de infundirle poder
a cualquier mequetrefe que quiera vanagloriarse de líder o jefe de gobierno sin
ser electo.
15.- La actitud atrevida que asume la
ultraderecha venezolana tiene relación directa con la tolerancia democrática de
que se ha aprovechado, por estar azuzada por el imperio e incitada por órganos
que, como la OEA, hacen de caja de resonancia cuantas veces su amo les ordena
que se muevan como cómplices instigadores.
16.- En Venezuela, lo peor de la derecha
política ha demostrado que no cree en las reglas democráticas. En el pasado,
durante la Cuarta República cuando disfrutó del poder lo utilizó para
martirizar a las masas populares venezolanas, y una vez lo perdió ha querido
recuperarlo aplicando métodos antidemocráticos para quitarle al pueblo el
disfrute de su Revolución Bolivariana.
17.- Si en Venezuela los grupos minoritarios
y sus aliados internacionales, principalmente el imperio norteamericano, no
ajustan sus actuaciones al proceso democrático, a la legalidad y a la
institucionalidad, lo que procede es aplicarles las leyes que existen para
garantizar la democracia legítima y soberana que se dio el pueblo. La
democracia tiene contenido y esencia cuando es para satisfacción de lo que se
llama pueblo, no para sus enemigos nacionales y extranjeros.
18.- Para el pueblo llegar al gobierno por la
vía no armada, y conservarlo, está obligado a mantenerse unido y movilizado,
porque solamente así puede neutralizar las acciones de los grupos desplazados
del poder. El éxito de tomar el control del Estado por vía electoral solo se
hace firme con la eficacia de la lucha de masas que nulifica la violencia reaccionaria.
La supremacía de potencialidad de los mejores hombres y mujeres, civiles y
militares, somete a la obediencia a la minoría nacional y al imperio.
19.- El transcurso de los días está diciendo
que los dirigentes de la Revolución Bolivariana, no pueden circunscribirse a la
defensa del proceso, sino que deben profundizarlo, a la vez que enfrentar más
resueltamente a las fuerzas conspiradoras internas. Se hace necesario mantener
a las masas populares en movimiento y con energía para derrotar a quienes
quieren quitarle el poder apoyándose en el imperio.
20.- Nadie puede engañarse. Hace tiempo
leímos que “las viejas clases no abandonan voluntariamente el poder. Al revés,
lo defienden con dientes y uñas”. Los grupos extremistas que en Venezuela
perdieron sus irritantes privilegios, no se resisten a la derrota; van a
continuar con las acciones más despreciables con el objetivo de regresar a sus
dominios; no les importarán los sufrimientos de los niños y los ancianos.
21.- La Revolución Bolivariana tiene el
legítimo derecho a defenderse, pues la libertad deja de ser uno de los derechos
del ciudadano si este abusa de ella, utilizándola en perjuicio de sus
conciudadanos. “No hay libertad para los enemigos de la libertad”; esta divisa
de los hombres de la revolución burguesa de fines del siglo XVIII, es una norma
de toda revolución. A aquellos que en Venezuela recurren al terror y a la
alianza con el imperio para no subordinarse a la voluntad popular, hay que
combatirlos con los mecanismos vigentes en la Constitución y las leyes.
22.- El proceso democrático que en Venezuela
encabeza la Revolución Bolivariana, ha puesto de manifiesto su humanismo al
colocar al pueblo humilde y trabajador como el centro de su atención. Por
tanto, el gobierno está en el ineludible deber de continuar garantizándole
bienestar a las masas populares hasta llegar a la completa liberación de toda
clase de opresión material o espiritual. Cualquier acción que tenga por
finalidad volver al pasado ha de ser enfrentada; en nombre de la defensa de los
fundamentos humanos de alegría, libertad, paz e igualdad, se justifica la
coerción contra los antisociales.
23.- La situación venezolana manda a los
dirigentes del proceso que allí está en curso y que inició el comandante Hugo
Chávez, a tener mucha claridad con relación a las decisiones oportunas a tomar;
analizar detenidamente las iniciativas tácticas a ejecutar; probar elevada
sagacidad en la conducción de los luchadores por la soberanía nacional, en fin,
estar preparados para dominar todas las formas de lucha.
24.- Creo oportuno concluir este escrito
transcribiendo un párrafo de una carta que, antes de los fascistas derrocar al
gobierno del doctor Salvador Allende y de la Unidad Popular, Luis Corvalán,
Secretario General del Partido Comunista de Chile, le remitió al presidente
Allende, en fecha 29 de agosto de 1972, publicada en el periódico El Siglo, del
31 de agosto de 1972, en su página número seis (6), donde le dice: “El
reconocimiento de los derechos de la oposición no puede llevarnos a aceptar
toda clase de excesos y fechorías. Ciertos opositores creen que se puede hacer
cera y pabilo de la ley. Hay diarios y radios de la oposición que han
convertido en pan de cada día la mentira, la injuria, la calumnia, las
publicaciones falsas y alarmistas… Nuestra primera y principal obligación con
el pueblo y el país es ponerles camisa de fuerza a los que quieren arrastrar a
Chile a un baño de sangre. La necesidad de mantener y asegurar el desarrollo de
la libertad y la democracia nos impone la obligación de aplicar la ley contra
quienes incurren en delitos en busca de la caída del Gobierno y de la
implantación de una dictadura fascista”.
Santiago de los Caballeros,
25 de febrero de 2019.