Pésame gratuito de un aguilucho a los liceístas
Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Las reiteradas derrotas sufridas en
los últimos años por mi equipo Águilas Cibaeñas, las he padecido en
silencio, compartiendo los pesares causados por el descalabro del otrora equipo
triunfador, sólo con aquellos que, al igual que yo, se sienten
abatidos, anímicamente destrozados.
2.- Los liceístas deben sentirse avergonzados, abochornados,
porque después de comportarse muy orondos al ganar amplia y tranquilamente el
Round Robin, hoy se ven humillados. De muy presumidos, engreídos y presuntuosos,
han pasado a ser hazmerreir; reducidos de gloriosos a condenados, réprobos,
sentenciados a la burla beisbolera.
3.- En el curso del Round Robin,
mientras los otros tres equipos se debatían a muerte por clasificar; el Licey
vivía un estado de sublimación; encumbrado en lo más alto, ensoberbecido y engrandecido; pero ha terminado
menospreciado, desdeñado, degradado en forma ignominiosa. Pasaron los liceístas
de lo sublime a lo ridículo.
4.- El dolor de los liceístas y
aguiluchos económicos resulta más
profundo porque creían que,
por haber ganado doce juegos consecutivos, tenían asegurada la corona 22, unos, y
los dineros, otros; pero olvidaron que
ningún equipo de beisbol es mil veces mejor, y
los adversarios no son mil veces
malos. Nadie es bueno entero, ni malo entero.
5.- Los liceístas se llegaron a creer
que en verdad su equipo era un Tigre, una pantera, una fiera en el terreno de
juego; pero el Licey se comportó como un
inofensivo gatito, felino raquítico, un
mizo sin uñas ni dientes. Algo semejante nos
ocurrió a los aguiluchos, que creíamos que nuestro equipo era un Águila,
y en si
no es más que un pichón de cigua
con el pico roto y desplumado.
6.- Por piedad hacia los que sufren,
compasión a los desvalidos, por humanidad para
con los atormentados, por mi total sensibilidad hacia los angustiados,
me uno al dolor que vivamente hoy les
lesiona, la tribulación que enloquece, les acongoja,
la amargura que acompaña a los alicaídos seguidores del equipo Licey, y
en especial a los deudos Miguel Gil Mejía, Altagracia
Salazar, Eric Raful, José Armando
Polanco Gómez, Bienvenido Rojas, Rey Santos, Radhámes Bonilla y. Luis Amilkar Gómez.
7.- Además, expreso mis condolencias,
absoluta compasión, a los aguiluchos por
conveniencia, que ganaron en agosto, y por
beneficios económicos coyunturales,
querían que el Licey, ahora en enero,
resultara triunfador.