miércoles, 6 de enero de 2016

Mi amigo, Luis Galán, adiós



Por: Ramón Antonio Veras.
1.- La tarde de ayer, lunes 4 de enero en curso, 2016, recibí la infausta noticia del fallecimiento de Luis Galán, a quien  conocí, por medio de mis padres,  al final de la década del cincuenta del siglo pasado.

2.- Luis, una vez llegado al país desde su natal España, se integró a compartir con el pueblo dominicano, haciendo causa común, en forma muy discreta,  con los integrantes de la resistencia interna contra la  tiranía de Trujillo, vinculándose con el  padre Daniel Cruz Inoa, quien dirigía la organización clandestina Acción-Clero-Cultural.

3.- En sus actividades laborales, Luis  siempre se desempeño  en el sector comercial, donde se distinguió por su laboriosidad y seriedad, llegando a disfrutar del respeto y la consideración de todos los que tuvieron la oportunidad de tratarlo en ese medio  empresarial.

4.- A Luis le admiré y distinguí por sus cualidades, su manera de ser en el trato con los demás; fue sumamente sensible y solidario. De  él tengo gratos recuerdos; satisfactorias experiencias,  vividas en momentos cuando se daba mucho valor y honra a la palabra dada.

5.- Si el proceder ante la vida sirve para definir a la especie humana, a Luis Galán lo identifico como bondadoso, sincero,  respetuoso, emprendedor, sensible, discreto, leal, valiente, sociable y sencillo. Pura y simplemente, Luis fue el prototipo de los seres humanos que vienen  al mundo para servir,  y él  lo hizo bien.

6.- La última vez que Luis y yo nos encontramos  fue en el curso de las pasadas navidades, en la ciudad capital; nos saludamos con la fraternidad acostumbrada y nos despedimos con un abrazo caluroso. Lejos tenía yo de que me estaba separando para siempre de mi inolvidable amigo, a quien hoy solamente me  resta decirle: Luis, adiós.


Santiago de los Caballeros,

05 de enero de 2016.