miércoles, 30 de abril de 2014

EL FENÓMENO DE LA VIOLENCIA AQUÍ (I) Y LA CRIMINALIDAD (II)


 
Por: Ramón Antonio Veras.
El concepto  fenómeno  no tiene igual  origen y contenido; los naturales tienen su origen en la naturaleza, los sociales, en el seno de la sociedad humana.
Hay fenómenos de la naturaleza que no se pueden predecir; resulta imposible, hasta ahora, vaticinar la ocurrencia  de un terremoto. Un  fenómeno social  sí se  puede prevenir; tal es el caso de  los que resultan  de la descomposición  social,  como la prostitución,  la corrupción,  la migración,   y otros.
He expuesto las ideas anteriores para precisar que la violencia es un fenómeno social propio de sociedades humanas donde prima la desigualdad, la injusticia, la miseria, en fin, la  opresión social en sus distintas manifestaciones.
En nuestro país, la forma violenta como se comportan diferentes clases y capas sociales es el resultado de la insatisfacción social, su indignación por el estado insoportable de vida material y espiritual  que  las condena el sistema. 
No puede reaccionar igual  un ser humano que disfruta de todo a pedir de boca, que aquel que no tiene a su alcance ni lo indispensable para subsistir dignamente.
No es lo mismo  la forma de  vida  de los grupos que viven  saciados y complacidos, que la de las grandes masas de hambrientos y  marginados.
Las rígidas estructuras del sistema social que impera aquí traen consigo alegría, gozo y tranquilidad  para unos pocos, pero aflicción, sufrimiento y desconsuelo para  aquellos que  son los más, el pueblo.
La violencia que hoy  exhibe   el medio social dominicano  es un fenómeno  inherente a sociedades injustas; y  para que desaparezca la violencia deben desaparecer las causas que la motivan.






LA CRIMINALIDAD (II)

Por: Ramón Antonio Veras.
La criminalidad, las drogas ilegales  y la corrupción están vigentes   en nuestro medio social porque el sistema que padecemos es propicio para que surjan esos vicios sociales.
Las lacras que se desarrollan en el  país no son obra de la providencia, mandato divino, etéreo o sobrehumano; su caldo de cultivo está aquí,  es terrenal, es cuestión  del sistema que, por sus contradicciones internas,  es propicio a generar crimen, drogadicción, depravación, descarrío y perversión en toda la línea.
Un orden social injusto no impulsa virtudes, honestidad o moderación, sino enviciados, tachados sociales, desenfrenados y resabiosos. Las acciones despreciables han  de estar a la orden del día en sociedades  en las cuales se acepta como normal la injusticia, la arbitrariedad y la depravación.
El crimen, el sicariato, el tráfico de estupefaciente, los secuestros y otros hechos criminales están presentes en el país porque el sistema bajo el cual estamos viviendo resulta adecuado a su existencia.
No bastan programas, represión y disposiciones legales para eliminar la criminalidad; se requieren medidas de fondo, no de forma. Los fenómenos nocivos   en la sociedad dominicana son sistémicos,  no coyunturales ni mucho menos hijos de las circunstancias.
Tráfico de estupefacientes, corrupción, sicariato, secuestros, asaltos, asociación de malhechores, en fin, todas estas acciones delincuenciales se desarrollan en la medida que se deteriora y se hace más infuncional el     modelo económico decadente vigente en el país.
Si cambian las condiciones de vida materiales y espirituales de lo que en verdad se llama pueblo dominicano,  de seguro  se modifica el comportamiento delincuencial  de muchos  de nuestros  conciudadanos. La desigualdad genera descontento, la pobreza indignación   y la miseria  delitos  desbordados.
La  criminalidad en nuestro país está en firme,  y lo  peor es que todavía no ha tocado fondo; falta lo peor. El tiempo dirá.

29 de abril de 2014

sábado, 26 de abril de 2014





Opinión
Mis vivencias sobre la Revolución Cubana
Sexta entrega
La Revolución Cubana después de veinte años sigue firme.

En el año 1981 se efectuó en La Habana un gran encuentro de escritores de América Latina y el Caribe en el que estaban presentes hombres y mujeres de todo el planeta los cuales discutieron la temática de los derechos soberanos y democráticos de los pueblos de América Latina y el Caribe. A los pocos días de haber iniciado el encuentro los escritores, grupos antisociales estimulados por la Agencia Central de Inteligencia penetraron por la fuerza a la Embajada de Ecuador en La Habana y tomaron como rehenes al embajador de ese país y a otros funcionarios. Esto motivó un conflicto entre Cuba y Ecuador. Las autoridades cubanas se negaron a negociar con los asaltantes.

Todos aquellos que le hemos dado seguimiento permanente al proceso revolucionario cubano siempre hemos recordado la firme y digna representación que tenía el gobierno de Cuba en los organismos internacionales. El canciller de Cuba, en los primeros años de la revolución, lo fue el Dr. Raúl Roa García, conocido como el Canciller de la Dignidad. Todavía hoy se recuerdan sus discursos, sus magistrales defensas, el calor como exponía sus tesis de derecho internacional justificando la posición cubana. Por tal razón fue que su muerte, ocurrida a mediados de 1982, conmovió a todo el movimiento progresista y democrático a nivel mundial.

El año 1983 no tuvo un final de satisfacción para el Movimiento Progresista Internacional porque en Granada se llevó a cabo la intervención norteamericana contra ese país. Al momento de la ocupación en Granada había una gran cantidad de cubanos que trabajaban en la construcción de un aeropuerto. 
Muchos colaboradores cubanos murieron en Granada en desigual combate contra los agresores yanquis. Por lo menos veinticuatro cubanos murieron en Granada. El objetivo de la intervención norteamericana fue derrocar el Gobierno granadino que había demostrado ser progresista e independiente de los dictados norteamericanos. 

Uno de los momentos más difíciles que yo recuerdo en las distintas etapas de la revolución cubana fue la conocida como el período especial. Cuba mantenía más del 80% de sus relaciones comerciales y financieras con los países socialistas de la Europa del Este, principalmente con la Unión Soviética. Ante el desmoronamiento de la generalidad de los socialistas en Europa del Este, Cuba quedó prácticamente en el aire.

La desintegración de la Unión Soviética, la eliminación del Pacto de Varsovia, la desaparición del organismo que regulaba las relaciones comerciales de los países socialistas -CAME-, colocaron a Cuba en una situación sumamente difícil, agravada por el recrudecimiento del bloqueo impuesto por los Estados Unidos de Norteamérica.

En los primeros años de la década del noventa se acentuaron las carencias y necesidades de toda índole para el pueblo de Cuba. El gobierno revolucionario se vio en la necesidad de tomar medidas ejemplarizadoras en el orden económico y social. Fue aceptado el trabajo masivo por cuenta propia en diversas actividades en razón de que el Estado no estaba en condiciones de garantizar el empleo a la gran mayoría de cubanas y cubanos. La despenalización de dólar fue otro de los elementos que incidió en la vida económica de las cubanas y cubanos. La inclusión del dólar trajo consigo un cambio de comportamiento en los valores personales e ideológicos de la sociedad, principalmente en el de la juventud.

El alquiler de habitaciones o residencias a turistas o visitantes extranjeros en la medida que hacía posible ingresos económicos a determinados grupos también creaba desigualdades. El desarrollo del turismo, la presencia de miles de extranjeros que visitaban a Cuba traían divisas pero también los vicios de las sociedades capitalistas. En esta etapa aparecieron “las jineteras” que era una especie de prostitución algo contra lo cual siempre ha luchado la revolución cubana.  

El desempleo, las limitaciones económicas, el turismo etc., generaron grupos delincuenciales contra los cuales el gobierno revolucionario se vio en la necesidad de enfrentar. El pueblo de Cuba vivió momentos sumamente difíciles, de penurias en todo el curso del período especial: carencia de alimentación, prolongados apagones, problemas en el transporte público, limitación en la distribución de ropa y calzado, el agravamiento de la situación de la vivienda, en fin, el pueblo de Cuba vio disminuida su situación con relación a como había vivido en la década del 80.

Los días 6, 7 y 8 de abril de 1984, respondiendo a una invitación que nos hizo a mi compañera Carmen y a mi, el Partido  Comunista de Cuba, para visitar distintos lugares de Cuba, tuvimos  la oportunidad de hacer un recorrido que nos llevó hasta la lejana Moa, en el extremo oriental de Cuba; a mi regreso al país procedí a elaborar varios trabajos para la prensa escrita nacional en los cuales reseñé las impresiones que habíamos recibido de los logros alcanzados por la Revolución Cubana hasta esa época.

Algo que recuerdo de 1985 fue la invitación que recibí del Comandante Fidel Castro, para asistir en el encuentro internacional efectuado en La Habana para abordar el tema de la deuda externa. En esta actividad compartí con otros dominicanos que también fueron invitados. La conferencia se inició el 3 de agosto de 1985.

A mediados de 1989 fuimos sorprendidos con un comunicado publicado en el periódico Granma. La sorpresa fue por la persona a que se refería el documento, su historial de lucha y el caso en que estaba envuelto. El comunicado decía así: 
“Información del Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.”

“Arrestado y sometido a investigación el General de División Arnaldo Ochoa Sánchez”. “Nos vemos en el desagradable deber de informar que el General de División Arnaldo Ochoa Sánchez, quien ha recibido del Partido de las Fuerzas Armadas Revolucionarias importantes responsabilidades y honores, ha sido arrestado y sometido a investigación por graves hechos de corrupción y manejo deshonesto de recursos económicos.”

“Sean cuales fueren los méritos de cualquier compañero, el Partido y las Fuerzas Armadas Revolucionarias no pueden admitir en absoluto la impunidad de quienes, apartándose de los principios de la Revolución, cometan graves violaciones de la moral y las leyes socialistas.”

“De acuerdo a las normas que rigen la conducta de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el General de División Arnaldo Ochoa será sometido en primer término a un Tribunal de Honor integrado por oficiales de su rango que recomendará las medidas ulteriores a seguir, incluidas las de tipo legal, que se correspondan con las faltas cometidas por él.”

“Las recomendaciones que adopte dicho tribunal y los fundamentos de las mismas serán informados oportunamente al pueblo”. “Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.” 

“Arnaldo Ochoa (1940-1989): De familia campesina, se unió al Ejército Rebelde a comienzos de 1958. Participó en una misión internacionalista en Venezuela en los sesenta y encabezó las misiones militares cubanas en Etiopía a finales de los setenta; en Nicaragua, 1983-1986; y Angola, 1987-1988. Fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, 1965-1989”.

“En junio-julio de 1989, Ochoa, entonces general de división, y otros tres altos oficiales de las Fuerzas Armadas revolucionarias y del Ministerio del Interior fueron arrestados, procesados, declarados culpables y ejecutados por actos hostiles contra otro Estado, contactos sobre comercio de drogas y abuso de cargo. 

En la misma causa, otros trece oficiales del ejército y del Ministerio Interior cubanos fueron declarados culpables y recibieron condenas de prisión”.
Continuará la semana próxima - See more at:http://www.elcaribe.com.do/2014/04/26/mis-vivencias-sobre-revolucion-cubana#sthash.mmUvAZwf.dpuf

lunes, 21 de abril de 2014

Al finalizar la Semana Santa (I)


Por: Ramón Antonio Veras.
Luego de un largo asueto que cada quien aprovechó conforme sus posibilidades y deseos,  ha concluido la Semana Santa para la  mayoría de nuestro pueblo que es católico,
Ahora  se impone reflexionar en torno a qué hacer cada dominicana y dominicano, de acuerdo a sus pretensiones y quehaceres. El ocio no ha de tener espacio en el ser humano que piensa en el porvenir, en la necesidad de activar proyectos que generen progreso personal o para la sociedad en general.
Cada quien está en el deber de lanzar una mirada hacia el futuro; pensar en lo que quiere para nuestro país; el método que debemos aplicar para avanzar por nuevos caminos que nos permitan transitar hacia un destino de progreso,  para así salir del estado de opresión social que mal vive la mayoría del pueblo dominicano.
Que la pausa en nuestras actividades con motivo de la Semana Santa, sirva para darnos nuevos bríos y así impulsarnos para poner a nuestro alcance lo que  es posible con capacidad, esfuerzo y laboriosidad.

Las tragedias en Semana Santa (II)
Los seres humanos han de sacar conclusiones positivas hasta de los hechos que les producen pesares; transformar la aflicción en alegría es signo de que no nos dejamos abatir por las adversidades, y que ponemos en tensión nuestras energías para responder al abatimiento con júbilo.
He expuesto lo anterior para reflexionar en el sentido de que las pérdidas de vidas ocurridas en el país con motivo de la pasada  Semana Santa, no  nos debe amilanar, sino motorizarnos para hacernos comprender que no podemos seguir viviendo como hasta ahora, como chivos sin ley, no respetando nada, ni el derecho a seguir con vida.
Las informaciones de los organismos encargados de velar por la seguridad de las personas que se desplazan por autopistas y carreteras revelan que el abuso del alcohol, la conducción temeraria de los vehículos, las violaciones a las  leyes y reglamentos de tránsito terrestre, fueron  las causas generadoras de los accidentes que motivaron las muertes y lesionados en el curso de la pasada Semana Santa.
Los accidentes de tránsito siempre son evitables;  basta con  que los choferes y conductores cumplan con las leyes que regulan el tránsito de vehículos de motor. La temeridad no es excusa para llevar dolor, lágrimas y luto a los hogares del país.
La Semana Santa no puede convertirse en un período de pesar, dolor, y angustia para lo mejor de nuestro pueblo, que siempre espera ese espacio de nuestro calendario para recordar a un hombre que, como Jesús, trajo un mensaje de alegría, paz y amor a una gran parte de la humanidad.



Santiago de los Caballeros,

                                                                               21 de abril de 2014.

miércoles, 16 de abril de 2014

Los católicos sinceros en Semana Santa (I)


Por: Ramón Antonio Veras.

Con el Domingo de Ramos se inicia la Semana Santa; es el día que Jesús entra a Jerusalén en un burro y es proclamado salvador y rey,  conforme San Mateo, capítulo 21 versículos del 1 al 7.

La  Semana Santa, período de gran significación para millones y millones de seres humanos que abrazan el catolicismo, una de las religiones más difundidas en el mundo, que tiene por base el cristianismo surgido en el siglo I de nuestra era, y  su nombre proviene de Jesucristo.

El cristianismo, que nació en las provincias del Imperio Romano como la religión de los esclavos y trabajadores oprimidos, con el tiempo ha sido, por conveniencia, aceptada por distintas clases y capas sociales que desde el Concilio de Nicea, en el 325, elaboró el símbolo de la fe, que es una breve exposición de los dogmas cristianos fundamentales, aunque en la actualidad no hay un solo cristianismo, con unos mismos dogmas, un mismo culto y un mismo ritual.

Lo importante en esta Semana Santa es que las dominicanas y los dominicanos católicos  sinceros hagan testimonio  de fe de que lucharán, como Jesucristo, por la liberación de los oprimidos, contra la desigualdad en todas sus manifestaciones.

Lo ideal fuera que los católicos comportándose como  verdaderos cristianos, e  interpretando al Cristo  sincero, se unan  aquí en la tierra, con los que luchan por  liberar  a la especie humana de toda clase de opresión, sin distinción de color, raza, condición social o criterio religioso.

Es de esperar que  los cristianos  procedan  siempre, durante y después de la Semana  Santa, con la idea de que si aman a Dios a quien no ven, también amen a los pobres del país a quienes  sí ven.


LOS CATÓLICOS DE  AQUÍ, UNIDOS (II)

Aquellos que se identifican con la religión católica, y hacen honor al cristianismo, han de predicar y practicar las ideas que sirvieron de motivación a Cristo, basadas en el amor, la comprensión, la justicia, la fraternidad, la solidaridad   y la igualdad de posibilidades.

Los continuadores sinceros del mensaje de Cristo están en el deber de luchar por elevar la dignidad y el bienestar del ser humano, por su desarrollo integral, por hacer posible condiciones de vida social y terrenal en general.

Esta Semana Santa ha de servir para que lo mejor del pueblo dominicano reflexione y se ponga en tensión para librar batallas unitarias entre creyentes y no creyentes, devotos y ateos, adorados  y despreciados, en fin, aquí en la tierra debe haber unidad en procura de fines comunes aunque luego, en el cielo, cada quien tome un camino diferente.

La Semana Santa   no solamente ha de ser para los católicos visitar los templos  y cumplir ritos religiosos, sino también para reflexionar con relación a las tareas que, como personas identificadas con las causas justas,  han de cumplir para demostrar así coherencia entre su pensamiento y su accionar, en procura de una vida digna para todos y todas, sin importar ubicación religiosa.


Santiago de los Caballeros,
16 de abril de 2014.





domingo, 13 de abril de 2014

Opinión Mis vivencias sobre la Revolución Cubana


Quinta entrega

Hechos importantes en el curso del proceso revolucionario cubano (Segunda Parte)

Al finalizar el año 1960, la administración norteamericana dio inicio a la Operación Peter Pan, consistente en el traslado por los opositores a la revolución de 14,000 niños cubanos a Estados Unidos, tras intensa campaña acerca de la supuesta privación por el gobierno de Cuba a la patria potestad de los padres.

A la decisión de los Estados Unidos de romper relaciones diplomáticas con Cuba y cerrar su embajada en La Habana, en los primeros meses del año 1961, se formó en La Habana un cordón de unos cuarenta mil hombres organizados con la finalidad de hacerle un cerco a los grupos contrarrevolucionarios que operaban en el Escambray. La finalidad de los maleantes que se ubicaron en el Escambray era establecer una base de operaciones para servirle de apoyo a la invasión próxima que luego llegó por Playa Girón. Los grupos del Escambray fueron organizados, dirigidos y equipados por la Agencia Central de Inteligencia. 

Una vez el gobierno revolucionario cubano comenzó a tomar medidas en beneficio del -pueblo de Cuba, los Estados Unidos de Norteamérica manifestaron su oposición. En los primeros meses de 1961, el gobierno norteamericano rompió sus relaciones diplomáticas con Cuba.

En ese año, 1961, se inició en Cuba el año de la educación con la finalidad de erradicar el analfabetismo. Miles y miles de jóvenes cubanos se fueron a las montañas a alfabetizar a los campesinos y campesinas. Mientras la revolución se interesaba por enseñar al pueblo a leer y a escribir, los adversarios del proceso revolucionario ejecutaban acciones terroristas contra los alfabetizadores. Recuerdo el asesinato del maestro voluntario Conrado proclamando el carácter socialista de la revolución.

El bombardeo de los aeropuertos cubanos fue seguido por el desembarco de mil quinientos mercenarios en la Bahía de Cochinos, por Playa Larga y Playa Girón. Miles y miles de milicianos, hombres y mujeres del pueblo dirigidos por Fidel aplastaron en pocos días a los mercenarios enviados por la administración norteamericana. Está presente en mi memoria cuando pasábamos noches enteras escuchando al Comandante Fidel Castro, interrogando ante las cámaras de televisión a los invasores de Playa Girón que fueron apresados.

A las pocas semanas de haber sido aplastada la invasión por Playa Girón, el gobierno de Cuba declaró estar dispuesto a cambiar los prisioneros por tractores, lápices, libros y otros objetos a utilizar en las escuelas y en la agricultura.

Al finalizar el año 1961, en la Plaza de la Revolución de La Habana, que vino a ser un complemento y ratificación de la primera.

El hecho de mayor significación de todo el año 1962, fue cuando el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy dispuso el bloqueo naval contra Cuba y demandó la retirada, por parte de la Unión Soviética, de cohetes y armamentos estratégicos situados en territorio cubano. El Comandante Fidel Castro, respondió a la decisión norteamericana declarando en Cuba la orden de alarma de combate, a la vez que informó a la población la situación en que se encontraba el país en ese momento. Esto fue seguido del hecho de la Fuerza Aérea Cubana derribando un avión espía norteamericano que volaba sobre territorio cubano.

El Primer Ministro soviético Nikita Jrushchov, aceptó unilateralmente la propuesta norteamericana de retirar los cohetes, a condición de que los Estados Unidos se comprometieran a no agredir a Cuba. Pero por su parte, Fidel Castro expuso las condiciones requeridas como garantía para el retiro de las armas instaladas en Cuba. A los pocos días de hablar Fidel Castro, el gobierno norteamericano dispuso la suspensión del bloqueo naval contra Cuba.

Bajo la Administración Kennedy funcionó también otro medio para derrocar el gobierno de Fidel Castro. Se llevó a cabo una guerra sucia que se identificó con el nombre de Plan Mangosta. 

En los primeros meses de 1963, el gobierno norteamericano oficializó las medidas de bloqueo contra Cuba anunciando que no se embarcarían mercancías financiadas por el gobierno norteamericano en buques de países que mantengan comercio con ese país. En lo adelante las acciones terroristas se multiplican en Cuba propiciadas por la Agencia Central de Inteligencia.

Cuba, no obstante las acciones de las administraciones norteamericanas, nunca se amilanó. A petición del presidente argelino Ben Bella, Cuba envió a Argelia un batallón de 22 tanques y centenares de soldados para ayudar a las fuerzas argelinas a repeler una agresión de Marruecos en la región de Tindúf. Esta fue la primera colaboración militar cubana en África. Todas las fuerzas democráticas y revolucionarias se expresaron indignadas ante el derrocamiento del presidente Joao Goulart, quien acababa de nacionalizar las refinerías privadas de petróleo en Brasil. Este hecho ocurrió a mediados de 1964 y los que en América Latina y el Caribe nos identificábamos con la Revolución Cubana, expresamos en ese momento nuestro pesar y rechazo al golpismo militar. 

En los primeros meses de 1965 fue capturado el contrarrevolucionario Eloy Gutiérrez Menoyo, quien había sido enviado a Cuba para llevar a cabo actos de terror contra el pueblo cubano.

En el mes de abril de 1965 el pueblo cubano manifestó su total identificación y solidaridad con los combatientes constitucionalistas en nuestro país.

Otro hecho de gran significación en ese año 1965 fue la renuncia de Ernesto Che Guevara a sus cargos dentro del gobierno de Cuba.

En los primeros días de 1966 se creó en Cuba la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina. También se constituyó en Cuba la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS). En este encuentro estaba presente, entre otros, por la República Dominicana, Amauris Germán Aristy. Ante la solidaridad manifiesta del gobierno revolucionario cubano con los hombres y mujeres de América Latina y el Caribe, expresada en la OLA, el congreso de Estados Unidos adoptó la Ley de Ajuste Cubano, que todavía hoy tiene vigencia para darle facilidad a los cubanos que llegan en forma ilegal a territorio norteamericano. Esta fue una forma de estimular la emigración ilegal.

En el mes de abril de 1967 en la revista Tricontinental de Cuba, se da a conocer un mensaje enviado a todo el mundo por Ernesto Che Guevara. Posteriormente, en fecha 8 de octubre se informa que Ernesto Guevara había sido herido en un combate con el Ejército Boliviano. Luego, el 15 de octubre de ese mismo año 1967 el Comandante Fidel Castro declaró por medio de la radio y la televisión de Cuba que había llegado a la convicción de que las noticias con relación la muerte del Comandante Che Guevara en Bolivia eran dolorosamente ciertas. En Cuba se declaró treinta (30) días de duelo con la bandera nacional a media asta y se declaró el 8 de octubre como el Día del Guerrillero Heroico.

El año 1968 lo inició el gobierno de Cuba anunciando la nacionalización de todos los establecimientos que todavía estaban en manos privadas. El año 1969, fue de grandes logros para la revolución cubana en el orden económico social, deportivo y cultural. En béisbol Cuba llegó a retener el título de Campeón Mundial de Béisbol Aficionados en la XVII Serie Mundial de Béisbol Amateur celebrada en nuestro país, República Dominicana.

También en el año 1969 se inició la masiva zafra de diez millones de toneladas de azúcar. Al final del año 1969 llegó a Cuba un grupo de revolucionarios brasileños que fueron canjeados por el embajador norteamericano en Brasil, que a su vez fue secuestrado por un Comando Revolucionario Brasileño.
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jueves, 10 de abril de 2014

Un modelo que se agotó


Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Los pueblos se sienten satisfechos cuando viven bajo un ordenamiento social que les permite satisfacer sus necesidades materiales y espirituales, de lo contrario el pesar se apodera de ellos y se ven impulsadas a sustituirlo por otro que les dé respuesta.

2.- En estos momentos la realidad le está diciendo a la gran mayoría del pueblo dominicano que el modelo económico bajo el cual está mal viviendo resulta incapaz de hacerle posible  una vida digna, lo que demuestra que se impone su  sustitución  por otro que genere una existencia llevadera para lo que en verdad se llamó pueblo dominicano.

3.- Comer, vestir, servicios de educación y salud pública, empleo, vivienda decente, seguridad social a los envejecientes y protección a la niñez, han de estar al alcance de los que en este país son los más.

Los cambios necesarios

4.- Todo aquello que es inútil ha de ser eliminado o, como dice el pueblo, lo que no sirve se bota, se lanza al zafacón.

5.- Ciertamente, ante la ineficacia del modelo económico vigente  en el país, las fuerzas motrices que simbolizan el progreso  han de luchar por un nuevo amanecer en el plano político y social. Para lograr esto se han de impulsar cambios  profundos.

6.- En el caso especifico del modelo económico que padecemos hoy los dominicanos y dominicanas, la única salida que tenemos es eliminarlo por inservible, porque ya se agotó, ya dio para lo que servía, cumplió su ciclo histórico.

7.- El modelo existente, basado en préstamos internacionales, remesas, turismo y zonas francas, ya es infuncional; y es la razón por la cual el número de pobres en el país ha aumentado en los últimos años de un 30% en el año 2000 a un 40% en el 2010,  lo que quiere decir que en la actualidad hay un diez por ciento más de pobres que diez años atrás.

8.- Nuestro país no puede continuar viviendo como hasta ahora, donde sólo una minoría satisface sus necesidades más imperiosas.

9.-  El modelo económico que precisamos es aquel que, a diferencia del actual, haga posible que las grandes mayorías nacionales tengan acceso al empleo, al pan, a la salud,  en fin, que el pueblo se sienta que tiene una vida digna en lo material y espiritual.


Santiago de los caballeros,
                                                                             10 de abril de 2014.


lunes, 7 de abril de 2014

El Caso de Diloné y el de Jordi


Miguel Diloné y Jordi Veras en el 1975



Por: Ramón Antonio Negro Veras

1.- Cada ser humano retiene en su conciencia un ídolo que, por una u otra razón, le motiva recuerdos de alegría, satisfacción o ejemplo de una actividad cualquiera, y con el tiempo se convierte en su símbolo.

2.- En nuestro país, más de una generación de los amantes del béisbol cuando se habla de ese deporte siempre recuerdan a Miguel-Guelo-Diloné, quien con su forma peculiar de correr las bases, cambió por completo el juego de pelota a nivel profesional.

3.- Guelo Diloné, no ha sido el pelotero más completo que ha pasado por un terreno de juego de béisbol en nuestro país pero, primero, ha sido, históricamente, el mejor robador y corredor de las bases y, segundo, hasta  ahora es el jugador más electrizante del pasatiempo que apasiona a amplios sectores de la sociedad dominicana.

4.- El impacto que Diloné generaba cuando  se colocaba en el home para agotar un turno; su desplazamiento hacia la primera base; la  forma asombrosa de tomarle el tiempo al lanzador contrario para moverse de una base a otra, en fin, su habilidad para sacar  de concentración a todo el cuadro interior del conjunto adverso, llenaba de emoción hasta a los más aburridos.

5.- Ese jugador de béisbol que llenó  de alegría  a millones  de dominicanos y dominicanas amantes del béisbol, hoy es víctima de la tristeza  causada  primero, por el horrendo crimen de que fue víctima su madre y, segundo, porque ve que el proceso judicial contra las asesinos de su progenitora se ha eternizado.
6.- Ante el último reenvío de que fue objeto el expediente que está en curso ante un tribunal de Santiago, Guelo Diloné declaró a la prensa que el   caso de  su mamá está transitando el mismo camino tortuoso que el de Jordi Veras.

7.- El asesinato contra la madre de  Guelo Diloné, y la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi, sirven de ejemplo para caracterizar  un medio social agrietado, bajo la influencia del crimen organizado y de asesinos que, además de llevar  dolor, pesar, aflicción, tristeza, angustia y sufrimiento a sus víctimas, a sus familiares y a la sociedad, también quieren burlar a la justicia.

8.- A Guelo Diloné, le digo que no se desespere, que se arme de paciencia, que más temprano que tarde  a los que asesinaron a su  madre,  al igual que los que quisieron matar a Jordi, les alcanzará la vara de la justicia.

Santiago de los Caballeros,

                                                                                                                7 de abril de 2014.

sábado, 5 de abril de 2014

Opinión Mis vivencias sobre la Revolución Cubana


Cuarta entrega
Hechos importantes en el curso del proceso revolucionario cubano (Primera parte)

Se ha dicho que de la Revolución Cubana no se puede hablar sin ligarla con Fidel; para comprobar esta afirmación debo hacer un relato de hechos significativos ocurridos en el curso del proceso revolucionario cubano los cuales revelan la ligazón de Fidel y la Revolución Cubana.

Desde que el pueblo de Cuba, bajo la dirección de Fidel, desplazó del poder a Fulgencio Batista y a sus compinches nacionales y extranjeros, más y más le seguí admirando y con él las medidas que tomaba el gobierno revolucionario desde sus inicios. Con gran satisfacción le di seguimiento a las acciones tomadas en los primeros meses de la revolución.  Cuando todavía desde los fusiles de los integrantes del Ejército Rebelde del 26 de julio salía el olor a pólvora, en el mismo mes de enero de 1959, el gobierno revolucionario dejó sin efecto ni valor en sus cargos al presidente de la República, a los que ejercían funciones legislativas, disolvió el Congreso; los gobernadores de provincias y los encargados municipales fueron dejados sin funciones; concomitantemente se designaron los sustitutos y se nombró un Consejo de Ministros para dirigir los destinos de Cuba.

Tengo viva en la memoria la crisis que se presentó cuando todavía la Revolución no había cumplido dos meses, por la renuncia de José Miró Cardona del cargo de Primer Ministro, y luego la toma de posesión de Primer Ministro por el Comandante Fidel Castro.

Superada la crisis, Fidel comenzó, con su equipo de ministros, a tomar medidas de contenido social y popular: se eliminó la lotería nacional, se confiscaron los bienes de los que habían robado desde el Estado los dineros del erario, se promulgó la Ley de Reforma Agraria y Urbana y se les aplicó la ley a los asesinos y torturadores.

El pueblo cubano iba comprendiendo que un nuevo amanecer para Cuba había llegado y yo, desde mi país, con tan solo 21 años de edad me identificaba con las decisiones del gobierno revolucionario que comenzaban a democratizar la vida política de Cuba. Las medidas contra el hambre, la miseria, el desempleo, el analfabetismo, la insalubridad y la discriminación me llegaban a lo más profundo de mi corazón.

Para mí, que había nacido y vivido bajo el régimen odioso y despótico de Rafael Leonidas Trujillo Molina, las decisiones populares, democráticas y progresistas que ejecutaba el gobierno revolucionario cubano me llenaban de alegría y satisfacción porque por primera vez me daba cuenta que un gobierno tomaba decisiones en provecho del verdadero pueblo.

No me perdí ninguno de los pasos dado por Fidel desde sus inicios. La primera visita de Fidel al exterior la hizo al final del mes de enero de 1959 a Venezuela donde fue recibido y aclamado por todo el pueblo venezolano. Recuerdo que en la Universidad de Caracas él pronunció un discurso que levantó de sus asientos a todos los estudiantes. No olvido que la presencia de Fidel en Venezuela sirvió de motivación al exilio dominicano para arreciar la campaña contra el régimen de Trujillo. La emisora Radio Cumaná, desde tierra venezolana, daba orientación a la oposición interna dominicana para que ejecutara acciones clandestinas contra Trujillo. Un grupo de jóvenes, ya para esa época, llevábamos a cabo propaganda contra la dictadura de Trujillo.

Luego de haber estado en Venezuela, Fidel viajó a Estados Unidos en el mes de abril de 1959, e hizo un recorrido por varios países de América del Sur, regresando a Cuba en el mes de mayo. Después de su segundo viaje al exterior, Fidel fue recibido por las masas populares habaneras en la Plaza de la Revolución; pronunció un discurso que todos aquellos que estábamos dándole seguimiento a los mensajes de los exiliados antitrujillistas desde el exterior sabíamos que algo grande se estaba fraguando en Cuba o en Venezuela contra Trujillo.

Precisamente, a las pocas semanas de Fidel haber pronunciado el discurso al regresar de su segundo viaje al extranjero, el 14 de Junio de 1959, llegaron a nuestro país los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, los cuales habían partido desde Cuba.

Con la expedición de 1959, se afianzó más y más en mí la simpatía hacia Fidel. Me había formado la idea de que un hombre nuevo había surgido en América Latina y el Caribe.

A los pocos días de la llegada a nuestro país de los combatientes de junio de 1959, se presentó en el seno del gobierno revolucionario cubano una crisis que se manifestó con la renuncia presentada por Fidel como Primer Ministro. De inmediato dimitió el Dr. Manuel Urrutia, el Consejo de Ministros escogió como Presidente de la República de Cuba al Dr. Osvaldo Dorticós Torrado.

Aunque no tenía dominio de las interioridades que se daban en el seno del gobierno revolucionario cubano, me sentía tranquilo porque sabía que Fidel estaba al frente del Estado y que contaba con el apoyo de las grandes mayorías del pueblo de Cuba. Después del primer año, el gobierno y la revolución ganaban más y más apoyo a nivel mundial. Los hombres y mujeres progresistas del mundo nos identificábamos totalmente con la Revolución Cubana y su líder, Fidel Castro.

Mi simpatía, mi admiración por Fidel se extendió a su obra, la Revolución Cubana. Nunca he borrado de mi memoria los hechos más significativos que han ocurrido en Cuba después del triunfo de la revolución. Me he formado la idea que el proceso revolucionario cubano, con sus altas y sus bajas, con sus aciertos y desaciertos, es el acontecimiento de mayor significación para nuestros pueblos en todo el siglo veinte y lo que va del veintiuno.

Todavía tengo presente dos hechos ocurridos en los últimos meses del año 1959: el primero, la creación de las Milicias Populares Revolucionarias, que se convirtieron en el pueblo uniformado, organizado y armado para, conjuntamente con las Fuerzas Armadas regulares, defender las conquistas revolucionarias y las medidas tomadas por el gobierno. El segundo hecho fue la desaparición de Camilo Cienfuegos, quien desempeñaba el cargo de Jefe de Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Camilo, a quien no llegué a conocer personalmente, me generaba simpatía por sus méritos ganados como combatiente en la Sierra Maestra, desde donde comencé a conocer de sus acciones revolucionares al lado de Fidel, Raúl, El Che y otros hombres ejemplos de la lucha guerrillera.

Cuando todavía la revolución cubana no había cumplido su primer año, el Presidente de los Estados Unidos, Eisenhower, aprobó un programa sugerido por la CIA para emprender acciones encubiertas contra Cuba, incluidos ataques piratas aéreos y navales. De igual manera, Eisenhower apoyó un plan, también elaborado por la CIA, cuyo objetivo sería el derrocamiento de Fidel Castro,  en el término de un año y su sustitución por una junta amiga de los Estados Unidos.
Dentro de las acciones a seguir se destacaban ataques por la radio clandestina, interferencias a las emisoras cubanas, apoyo a los grupos de oposición pronorteamericanos para que   puedan establecer por la fuerza un área controlada dentro de Cuba, y la eliminación física de Fidel Castro.

El mismo Eisenhower, en los primeros meses de 1960, firmó una ley suspendiendo las compras del azúcar cubana por parte de Estados Unidos. Esta fue la primera acción importante de contenido económico tomada contra Cuba. Pero a esta medida el Comandante Fidel Castro, respondió anunciando la nacionalización de las refinerías de petróleo, centrales azucareros y compañías de electricidad y teléfonos norteamericanos.

De la década del sesenta y la Revolución Cubana recuerdo el acto terrorista contra el buque francés “La Coubre”, que causó la muerte de unos setenta habaneros. Se me viene a la memoria la Primera Declaración de La Habana, documento que me impactó y me hizo ver que la revolución cubana iba de verdad para el socialismo. Posteriormente el gobierno dictó la Ley de Reforma Urbana que puso las viviendas al alcance de todo el pueblo.

Las mujeres cubanas, identificadas con la revolución, en agosto de 1960 crearon la Federación de Mujeres Cubanas, que aglutinó a todos los movimientos femeninos cubanos. Siguiendo la línea de las mujeres cubanas, en nuestro país se organizó la Federación de Mujeres Dominicanas. De ésta formaron parte, entre otras, mi mamá, mi compañera Carmen, Altagracia del Orbe, Altagracia Minaya, Carmen Durán, Amada Franco y otras mujeres de la capital y de Santiago.

El Comandante Fidel Castro, luego de su gobierno llevar a cabo la nacionalización de varias empresas norteamericanas, asistió ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en la ciudad de New York. La alocución de Fidel en esta ocasión está considerada como la más larga pronunciada por un dirigente político en la ONU: 4 horas y 29 minutos.

Ante las acciones de grupos terroristas, la revolución respondió creando el 28 de septiembre de 1960 los Comités de Defensa de la Revolución. Fidel llamó al pueblo a darle una respuesta revolucionaria a los que buscaban desestabilizar al gobierno y sembrar el terror contra las masas trabajadoras.

Continuará la semana próxima

viernes, 4 de abril de 2014

EL POR QUÉ DE LA INMIGRACIÓN EN GENERAL Y EN PARTICULAR LA HAITIANA HACIA NUESTRO PAÍS. (I)


Por: Ramón Antonio Negro  Veras

Los seres humanos se sienten sumamente bien allí  donde han nacido,   formado y desarrollado; solamente razones muy poderosas les  impulsan  a trasladarse para vivir en otros lugares.
Pero en todo el curso de la historia de la humanidad se ha dado el fenómeno  migratorio, y las razones han sido diferentes; van desde las motivaciones religiosas,  pasando por  las políticas hasta llegar a las económicas. Estas últimas son las que más se han desarrollado en los últimos tiempos por la búsqueda de mejores condiciones de vida: es por ello que el fenómeno  migratorio  se da con una orientación marcada: de los países menos desarrollados hacia los más desarrollados.
La movilidad de dominicanos, ecuatorianos, guatemaltecos, salvadoreños, y de  otros países de América  Latina y el Caribe hacia los Estados Unidos de Norteamérica,  tiene su razón de ser en el desarrollo desigual entre la generalidad de estos  países con respecto a los Estados Unidos de Norteamérica.
En particular, para darnos cuenta por qué millones de caribeños abandonan su propio territorio para incorporarse  a la producción de  otros países, se impone conocer el nivel de desarrollo  del capitalismo en las fuerzas productivas y en la industria;   la situación de mercado interno de cada país respecto a la metrópolis, principalmente norteamericana; el mercado de la fuerza de trabajo, el grado de desarrollo económico, social y político del país desde donde parte  el inmigrante y el  país  de recepción, y la clase dominante que sirve de sostén a los monopolios en los países dependientes.
Esa es la misma razón que se puede dar para explicar lo que impulsa a los nacionales haitianos a venir a la República Dominicana a vender su  fuerza de trabajo en condición de inmigrantes.
Además, la inmigración de los haitianos hacia la República Dominicana tiene un  aspecto  especial por  la  opción de:   se lanzan al Océano Atlántico, o cruzan hacia la República Dominicana. 

LOS INMIGRANTES HAITIANOS EN NUESTRO PAÍS Y FORMALIDAD PARA  EMPLEARLOS. (II)

Fundamentalmente son razones de naturaleza económica lo que explica la presencia de nacionales haitianos en condición de inmigrantes  integrados a la producción en distintas áreas de la economía dominicana.
Son muchos los países que aceptan a nacionales de otras naciones trabajando en calidad de inmigrantes.
Por una u otra razón  a algunos  empresarios dominicanos les conviene emplear nacionales haitianos para la realización  de determinadas labores. Ante semejante situación lo que procede es que  ambos países, Haití y la República Dominicana,  regularicen la entrada  de nacionales haitianos para trabajar al servicio de empresarios dominicanos.
Los gobiernos de la República Dominicana y  Haití, deben acercarse mutuamente  y formalizar acuerdos migratorios en los cuales se establezcan las condiciones bajo las cuales se ha de efectuar la compra y venta de la fuerza de trabajo de los inmigrantes haitianos.
Muchos países que necesitan mano de obra extranjera han  formalizado  convenios para la entrada de extranjeros para  trabajar como inmigrantes.

Muy bien lo puede hacer nuestro país y Haití.





Santiago de los caballeros,
                                                                                                           04 de abril de 2014.


miércoles, 2 de abril de 2014

Exposición del doctor Ramón Antonio Negro Veras en la conferencia: Los desafíos de nuestra democracia: parlamentarismo y participación social.

Día: martes 1 de abril 2014.
Hora: 7:00 p.m.
Lugar: Centro León. Santiago
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La Oficina Senatorial de Santiago, me ha invitado  a participar en este 9no Conversatorio Santiago: Pensar para Proponer,  como comentarista de la conferencia: “Los desafíos de nuestra democracia: parlamentarismo y participación  social”, a cargo del doctor Agustín  Basave Benítez.
Mi exposición la voy a dividir en dos partes: la primera, (I)  mis  comentarios  sobre lo planteado por el doctor Agustín  Basave Benítez, y la segunda (II) el criterio que sostengo con relación al tema desarrollado, y  la democracia en sentido general y la dominicana en particular.

I.-  MIS  COMENTARIOS SOBRE LO PLANTEADO POR EL DOCTOR AGUSTÌN BASAVE BENITEZ.
El doctor Agustín  Basave Benítez,  comenzó su exposición con un lamento porque el parlamentarismo no es tomado en consideración, el ambiente político de Méjico. En  ese sentido dice:
“El parlamentarismo brilla por su ausencia en el debate de la reforma del Estado en México. Es ciertamente asombroso el tabú que impera en su contra; ni siquiera el incremento del número de académicos y políticos mexicanos que reconocen la disfuncionalidad de nuestro presidencialismo y proponen en mayor o menor medida su parlamentarización  ha podido erradicar el dogma absurdo de que nuestra nación está congénitamente impedida de salirse de las márgenes del régimen presidencial, así tenga que ahondarse cada vez más su incoherencia. Quienes abiertamente preconizamos la adopción de un régimen parlamentario seguimos siendo una minoría ignorada, y los que solapadamente lo rechazan siguen siendo una mayoría que, salvo honrosas excepciones, no se digna a dedicar al tema algo más que peregrinas descalificaciones de exotismo e inviabilidad”.  (1)

Continuando con su crítica al no debate del parlamentarismo en México, el expositor dice:
Con una salvedad que se diluye y otra que hace abrigar esperanzas, al parlamentarismo se le descalifica a menudo tácita y siempre categóricamente, como si los mexicanos tuviéramos una grapa en nuestro ADN político que atrofiaría a nuestra sociedad políticamente organizada (¿más?) con un sistema de gobierno que girara en torno a un parlamento.   (2)

Haciéndole  una crítica a la actual forma de participación política, y justificando el parlamentarismo, el doctor Agustín  Basave Benítez, afirma:
El Estado mexicano vive en el peor de los mundos posibles. Está atrapado entre un régimen presidencial “a la gringa” y un sistema de partidos “a la europea”, y para salir de esa trampa no hay más que dos soluciones: o “agringar” los partidos o “europeizar” el régimen. En otras palabras, o nuestros partidos se reducen a dos, se desideologizan y sus legisladores dejan de votar en bloque, o adoptamos la regla central del parlamentarismo que ata la jefatura de gobierno a la correlación de fuerzas en el poder legislativo. (3)

Al hacer una crítica a los que en México se identifican con la tesis de la  sobrerrepresentación,  el expositor dice:
Hay quienes proponen la sobrerrepresentación. Es decir, que el porcentaje de curules para un partido pueda ser mucho mayor que el porcentaje de sufragios que obtuvo, a fin de facilitar que quien tenga la Presidencia controle las Cámaras. La propuesta es de un grupo de diputados que representan la vertiente del PRI que yo bauticé como “el partido lanza”, que abren así fuego en la disputa intrapartidista contra “el partido escudo”. No parece importarles que eso implique Cámaras menos plurales; les resulta más importante propiciar que el próximo presidente tenga una bancada mayoritaria para aprobar sus iniciativas. Tampoco parece molestarles el hecho de que sobrerrepresentar sea arar en el mar y, peor aún, embravecerlo. (4)

Para rebatir la posición   de aquellos  que en México consideran inviable tanto el status quo como el parlamentarismo, el doctor Agustín  Basave Benítez, les responde en forma abierta y tajante:
 La contradicción institucional de este país no se va a solucionar mientras no se cree una mayoría única o preponderante que conforme el parlamento y forme el gobierno, y dado el grado de disfuncionalidad que padecemos estoy persuadido de que podemos y debemos hacer el vuelo sin escalas. (5)

Ante las críticas que formulan algunos sectores presidencialistas en América Latina al parlamentarismo, el expositor  doctor Agustín  Basave Benítez, apoyándose en la tesis de Juan Linz, apunta:
Como bien argumenta Juan Linz, la fragilidad de la institucionalidad democrática en nuestra región se debe en buena medida al juego suma-cero y a la exclusión de los perdedores, y quizá también a la ausencia de un factor moderador que pueda mediar en la lucha partidista. Por eso el sistema parlamentario, lejos de ser culturalmente inaplicable a nuestras naciones, resultaría bastante adecuado y útil. (6)

Para justificar el parlamentarismo en México, desde el punto de vista constitucional, doctor  Basave Benítez, dice:
Nuestra Constitución es un ejemplo paradójico: creada como proyecto de nación más que como guía cotidiana del comportamiento de la sociedad, ha sido parchada en innumerables ocasiones en vano afán de acoplarla a la coyuntura. Hace algunos años los opositores a una nueva Carta Magna eran legión. Hoy sobran quienes, al menos en teoría, están de acuerdo con la necesidad de reinventarla. Las razones son diversas: es imperativo dar coherencia a un texto que ha sido modificado tantas veces sin sentido sistémico, es deseable otorgarle un carácter menos programático y coyuntural, es urgente constituirla como un acuerdo en lo fundamental producto ya no de un triunfo militar sino de un verdadero consenso nacional. Y sin embargo, se da por utópica la idea de una nueva constitucionalidad que introduzca el parlamentarismo a México. Y así seguimos con los alambritos presidencialistas. Y acaso así podríamos seguir hasta que el motor constitucional reviente y no nos quede más remedio que armar uno nuevo en condiciones asaz anárquicas y caóticas (7).

Continuando con su posición de motivar y justificar el parlamentarismo, el doctor  Basave Benítez, reitera: (8)
Es menester recalcarlo: la idea de discutir el cambio de régimen de nuestro país no es producto del exotismo académico ni del capricho político. Es el resultado de la inoperancia de los mecanismos que regulan la relación entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo en el nuevo pluralismo de Latinoamérica en general y de México en particular, como han demostrado los Linz, Valenzuela, Lijphart, O’Donnell, Mainwaring et al, a cuyos argumentos hay pocas cosas que agregar. Una de ellas es que la propuesta de convertirnos en una república parlamentaria no sólo responde a la lógica de nuestra realidad, sino que además nos ahorra el alambicamiento de instrumentos que hoy se proponen y que se volverían innecesarios, como es el caso de la revocación del mandato. (8)

Como una forma de darle base de sustentación al parlamentarismo, el expositor doctor Agustín  Basave Benítez, refiriéndose al voto universal y el sistema presidencial, dice:
No obstante, con todo y voto universal, la actual vertiente presidencial de la democracia representativa sigue entrañando una paradoja. El mandante no puede determinar en una elección más que los grandes trazos ideológicos de la misión del mandatario. En buena tesis, en efecto, el elector vota por el candidato de un partido en función de su plataforma electoral y las propuestas en ella contenidas. Pero resulta que no hemos creado un mecanismo legal para garantizar o al menos impulsar el cumplimiento de las promesas de campaña. Es decir, la vinculación de la voluntad del representado con la acción de su representante es, en el mejor de los casos, endeble. (9)

Como una forma de fortalecer su tesis el doctor Agustín  Basave Benítez, hace referencia a la democracia participativa  y al parlamentarismo cuando dice:
Para eso existen instrumentos de democracia participativa de los que México carece y apenas empiezan a legislarse. Su propósito es preguntar directamente a la sociedad cuestiones cuya importancia amerita una consulta ad hoc, y sus requisitos deben asegurar que sólo los asuntos más relevantes sean susceptibles de una nueva manifestación de la voluntad popular. Si se vale el símil, es como si los electores otorgaran a los elegidos una carta-poder limitada para representarlos, estableciendo la posibilidad de revertir la autoridad delegada por cuanto a algunas decisiones que se deben tomar sin intermediarios. El diferendo entre “representativistas” y “participativistas” es muy viejo y está en buena medida zanjado. Los mexicanos, sin embargo, estamos rezagados del mundo democrático porque no hemos legislado el referéndum, el plebiscito y la iniciativa ciudadana, y en vez de discutirlos nos enfrascamos en un debate sobre la forma de terminar anticipadamente a un gobierno impopular. Pues bien, ese complicado procedimiento es sencillamente intrínseco al parlamentarismo, que ideó la manera de “deselegir” a representantes populares que no cumplen sus promesas o compromisos electorales. Cuando un primer ministro se aleja de sus compromisos o incurre en desviaciones que ameriten su destitución, la mayoría parlamentaria puede retirarle su apoyo y empujar a la formación de un nuevo gobierno. Los periodos de tiempo para los que se elige a los parlamentarios son máximos, no fijos o inflexibles. (10)

Con sentido de satisfacción, el doctor Agustín  Basave Benítez, dice:
Es imperativo forjar una nueva Constitución y un régimen parlamentario y eso ya no podemos disimularlo o aceptarlo a cuentagotas. Las deficiencias de nuestro diseño institucional son tan abrumadoras que, pese al rechazo dogmático al parlamentarismo en México, hay ya en marcha una reforma que no se atreve a pronunciar su nombre. Si bien las consecuencias que acarrea el desafiar prejuicios atávicos hacen que seamos pocos quienes manifestamos explícitamente el deseo de adoptar un sistema parlamentario, no faltan propuestas que apuntan a conformar un gobierno que responda a la correlación de fuerzas en el Congreso.(11)

Llegando casi al final de su exposición,  el doctor Agustín  Basave Benítez, razona diciendo:
Termino con una reflexión sobre la resistencia al cambio en este México presidencialista. Siempre he pensado que lo peor que puede ocurrirle a una verdad es volverse un lugar común. La travesía rumbo a la obviedad empieza en el rechazo y termina en la irrelevancia o, peor aún, en el dogma. La realidad conceptual suele navegar penosamente contra la corriente, y rara vez su llegada a puerto es digna de celebración. Y es que Perogrullo es como el poste en la esquina de la casa: a fuerza de verlo lo dejamos de ver y sólo cuando nos estorba vuelve a tornarse significativo. Las ideas que quedan cautivas en su propia veracidad pierden visibilidad o, mejor dicho, pertinencia: si repetir una mentira mil veces la hace creíble, reiterar una verdad hasta la saciedad la torna escurridiza. La cárcel se convierte en fortaleza que impide atrapar salvedades o limitaciones. (12)

Antes de abandonar  la escena de la defensa de su criterio con relación a la conveniencia de la instauración en México del parlamentarismo, el exponente precisó:
Frente a las propuestas para inyectar una dosis de parlamentarismo a nuestro régimen resurge, con inusitado vigor, el rechazo que apela a taras idiosincráticas. Y si bien hay quienes esgrimen razonamientos de gobernabilidad y de eficacia institucional, muchos se amparan explícita o implícitamente en consideraciones de psicología social. Recrean, corregida y aumentada, la noción de nuestra cultura política autoritaria. Es más, la llevan a extremos que rondan el fatalismo y que asumen una concepción inmovilista o estática de la cultura. Sugieren que la ley debe seguir a la realidad social y olvidan que la realidad social también puede y debe ser moldeada por la ley y que a ese tipo de fuerzas inerciales no hay que ignorarlas ni acatarlas, sino contrarrestarlas. No por manido el ejemplo es menos válido. Cuando cruza la frontera norte, el mexicano que lleva a cuestas una cultura milenaria de desprecio por la legalidad acostumbra comportarse como un ciudadano ejemplar. En un instante, sin mediar mayor proceso de aculturación, respeta las señales de tránsito y deja de tirar basura en las calles. Sabe que allá los incentivos hacen inconveniente actuar de la manera en que lo hace acá y reacciona racionalmente. Cierto, la cultura cívica es producto de la acumulación de experiencias, pero es muy sintomático el hecho de que el cambio de nuestro comportamiento sea tan dúctil en un Estado de derecho que provee los alicientes correctos . (13).

En la parte de su exposición donde el  doctor Agustín  Basave Benítez, asume la posición más realista es, conforme mi criterio,  cuando plantea:
Discutamos las ventajas y desventajas de los sistemas políticos y su potencialidad en el contexto de nuestras peculiaridades, pero no caigamos en el error de juzgar culturalmente ineluctable uno que se ha vuelto disfuncional. Los argumentos de la ingeniería constitucional y de las características de nuestro esquema partidista en favor del presidencialismo poseen suficiente peso para tener que recurrir a la idiosincrasia como coartada. Y no olvidemos que, si triunfaran quienes pugnan por mantenerlo, sería necesario realizar reformas para adecuarlo a nuestro nuevo pluralismo que lo tornarían más pesado y lento. En suma, no permitamos que nuestras verdades devengan en dogmas y que nuestras ideas estén en cautiverio. (14)

Poniéndole punto final a su tesis, el doctor Agustín  Basave Benítez, admite la situación de dificultad que entraña la aplicación en México, del parlamentarismo, y dice:
No niego que es un tema delicado. Se trata de operar la espina dorsal de nuestro sistema político y tocar ni más ni menos que las fibras nerviosas del poder público. Pero no sería una intervención quirúrgica innecesaria, ni siquiera canjeable. El paciente ya padece hemiplejia democrática --tiene su mitad izquierda inmovilizada--, camina con gran dificultad y está en riesgo de quedarse totalmente parapléjico. El diagnóstico es inequívoco y la única duda es qué tipo de operación realizar. Los síntomas son claros: la parálisis del Congreso y la atocia del presidente. La enfermedad viene de lejos y es degenerativa. La primera vez que la reforma del Estado figuró en la agenda nacional fue hace más de dos décadas. Durante veintitantos años nuestra sociedad ha escuchado a los actores políticos discutirla hasta la saciedad, si no es que hasta la suciedad. El ruido ha sido mucho y las nueces pocas: en 1989 se reformó la administración pública federal, luego vinieron las sucesivas transformaciones que dieron pie al actual Cofipe y finalmente se reestructuró la Suprema Corte (25). Pero lo que a mi juicio constituye el meollo del asunto --la inyección parlamentaria a nuestro sistema-- sigue en la jeringa. (15)

Hasta aquí los cortos comentarios  que hago con relación a la generalidad de los puntos planteados en su exposición  por el doctor  Basave Benitez.
Ahora me propongo desarrollar algunas ideas entorno a la democracia en sentido general y la dominicana en particular.

II.-  MIS CONSIDERACIONES SOBRE DEMOCRACIA

De entrada puedo decir que las constituciones que hemos padecido no hacen especificación del sistema social y económico, ni  la ubicación de las clases sociales en el proceso de producción; en ellas se hace mención de pueblo y ciudadanos en sentido ideal, en abstracto, sin establecer separación entre pobres y ricos; hablan de derechos, libertades y de la igualdad ante la ley,  pero en nada se ocupan de los derechos económicos y sociales en forma concreta.  
Aunque la democracia es el régimen político  en  el cual  el  poder es ejercido por el pueblo, en los diversos periodos  históricos  su contenido real cambia, de acuerdo con los cambios en el régimen socioeconómico imperante.

En los años de ascenso y de lucha contra el feudalismo, la burguesía promovió una serie de medidas para democratizar el régimen estatal, es así como nace la democracia burguesa. Pero la esencia del régimen  consiste en la dominación  de la burguesía.

En la  democracia representativa, las ciudadanas y  los ciudadanos, de modo directo  o mediato escogen  a  sus representantes para  el ejercicio de las funciones legislativas, y su forma típica es la parlamentaria. El presidencialismo limita el carácter representativo y facilita la liquidación de los estados democráticos.

En la democracia participativa, sus partidarios reconocen al pueblo el derecho de consentir en lugar de elegir. Lo democrático es que el pueblo elija, controle y decida.

La democracia cristiana y la social democracia, así como otras democracias  con marbetes atractivos, en el fondo son la misma cosa, y responden, en esencia, a las mismas clases sociales,  y se sostienen bajo el mismo sistema determinado por las relaciones de producción.

La democracia de los pueblos es la socialista, porque asegura con garantías materiales los derechos del pueblo de manera no artificial,  sino  efectiva en el orden legislativo y ejecutivo.  Por ejemplo, el derecho al trabajo no sólo   se proclama, sino que se consolida mediante la ley y se  asegura con la eliminación  del paro forzoso. Lo mismo ocurre  con la materialización  del derecho a la salud, a la educación,  a la seguridad social y a la vivienda.

Muy cerca de la democracia socialista están las democracias populares  en las cuales  se instauran  gobiernos de contenido popular que toman medidas en provecho de las grandes mayorías nacionales.


III.- LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA EN  NUESTRO PAÍS

Los ideólogos del sistema social que impera en la República Dominicana han tratado por todas las vías posibles de convencer, y en parte lo han logrado, de que la democracia representativa que existe aquí como forma de gobierno, está diseñada para que ella sea disfrutada por igual por todos los integrantes de la sociedad dominicana, y con semejante idea buscan cubrir la realidad con la apariencia; porque está demostrado que lo que padecemos es la democracia de la minoría nacional, que es la que disfruta de los distintos órganos de poder que componen la democracia representativa, llámese ejecutivo, legislativo, municipal o judicial.
Desde la desaparición física de Rafael Leónidas Trujillo Molina, hasta hoy, la democracia representativa no ha sido más que la fachada bajo la cual los grupos minoritarios han utilizado las instituciones del Estado para servirse de ellas e imponer su dominio y condiciones a lo que se llama pueblo dominicano, constituido por la grandes mayorías nacionales; y al actuar así no han hecho otra cosa que seguir los lineamientos históricos de lo que es, y ha sido, la democracia en su contenido real, la cual cambia de acuerdo con los cambios que se producen  en el régimen socioeconómico predominante en un momento dado.
La democracia en general no existe; ella siempre está determinada por el sistema que la sostiene y  las clases y capas sociales que integran, en su conjunto, los grupos de poder económico, político y social. 
En la Grecia y Roma antiguas funcionó la democracia esclavista la cual era disfrutada plenamente por la minoría esclavista, contra la mayoría que eran los esclavos. En nuestro país se les dice a los que son los más, al pueblo, que la democracia representativa que padecemos es beneficiosa para todos, para la minoría y para la mayoría del pueblo dominicano, pero la realidad práctica prueba todo lo contrario.
Con el fin de engañar a los electores y electoras, aquellos que se aprovechan de la democracia representativa dicen que la democracia dominicana funciona bien porque ella es fruto de la delegación que hacen los ciudadanos y ciudadanas en favor de los elegidos en funciones ejecutivas, legislativas y municipales. Pero sin hacer mucho esfuerzo se comprueba que el presidencialismo limita la representatividad; los congresistas prostituyeron el ejercicio legislativo, y las Alcaldías no son más que centros municipales de clientelismo político local.
Sobran ejemplos para caracterizar la realidad viva de cómo se desnaturaliza la delegación en la democracia representativa en general y, en particular, la que ha funcionado en la República Dominicana en los últimos años.

Está muy apartada la voluntad de los electores y las electoras con lo que hacen los elegidos, sin importar que sea el representante del Poder Ejecutivo, los senadores, diputados, alcaides y regidores. Ellos han ido a los cargos a satisfacer apetencias personales y grupales.