Los padres, los hijos y la sociedad
- Los padres, luego de la procreación y buena formación de los hijos y las hijas, solo les queda esperar cómo se comportarán, en el futuro, en el medio donde llevarán a cabo sus actividades.
- Mientras los descendientes permanecen en el hogar bajo la dependencia e influencia de los ascendientes, no es posible valorar si han asimilado o no las enseñanzas recibidas en la casa de su origen familiar.
- El verdadero aprendizaje, la comprobación del amaestramiento, se determina en la práctica social, una vez la niña o el niño, ya convertido en adulto, se integra a la colectividad, a manejarse con la facultad de gobernarse por sí mismo.
- La niña o el niño, siendo ya independiente de mamá y papá, está en condiciones de dejar ver si es continuador de la línea que le fue trazada cuando estaba sometido a la educación doméstica.
- La reunión de padres e hijos en la casa, es una sociedad pequeña, con una única forma de instruir, y las mismas personas sirviendo de directores, como ejemplo.
- Una vez las hijas y los hijos se hacen independientes de papá y mamá, y se integran a ser parte de la colectividad grande, entonces se mueven en otro ambiente compuesto por mujeres y hombres con las más variadas formas de comportarse.
- Los vástagos, teniendo como modelo a los padres, se mueven alrededor de normas únicas del buen actuar, pero no ocurre igual cuando ya están en la sociedad heterogénea, compuesta por los más opuestos estilos de vida.
- La salida de los hijos del lado de los padres, para tener una existencia soberana, es echarse a volar, desligarse de quienes fueron sus guías espirituales, sus ideólogos.
- El hecho de quienes desde niño se mantuvieron sujetos a una manera correcta de hacer las cosas, al desvincularse es posible que se desliguen y se produzca un cambio en su accionar.
- Papá y mamá, por muy exquisita formación que dieran a sus niñas y niños, deben estar preparados para lo que pueda venirles encima como consecuencia de las malas acciones de sus mimados retoños.
- Los hijos, actuando con libertad, convertidos en autogobierno, llegan a ser problemas difíciles de resolver para sus ascendientes, en verdaderos rompecabezas.
- Leer el porvenir de la hija o el hijo, en lo que se refiere a sus actuaciones futuras, es algo que está fuera del control de mami y papi. Predomina la falta de certidumbre
- Los progenitores, una vez las hijas o los hijos salen del hogar familiar, deben estar listos para no saber qué hacer, dónde meter la cara, quedar asombrados, patidifusos por las noticias feas recibidas con relación a acciones bochornosas ejecutadas por quienes recibieron enseñanzas para ser personas de bien.
- Papi y mami no están para ruborizarse, quedarse atónitos pegados a la pared, ni andar con el rabo entre las piernas por las vagabunderías hechas por hijas o hijos.
- Como padre y madre, nadie está para sentirse triunfante, el gran victorioso para toda la vida, porque de un momento a otro puede convertirse en perdedor, vencido por la mala vida de aquellos que fueron sus niñitas y niñitos.
- Aquel que hace de papi o mami, no debe ignorar que siempre hay que contar con la influencia que ejerce el medio social sobre la manera de ser la persona. Gobernarse correctamente no depende del hogar; la sociedad cuenta.