Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Mantengo viva en mi memoria la fatídica mañana del
día 2 de junio de 2010, cuando recibí la infausta noticia de que mi hijo Jordi,
había sido objeto de un atentado al momento que llegaba al local del canal de
televisión donde laboraba formando parte de un equipo de comunicadores y
periodistas.
2.- El impacto de la noticia de la acción criminal me
llenó de pena e indignación. Sabía que había sido la respuesta de un
consuetudinario asesino, por el hecho de
Jordi defender honesta y responsablemente a Miguelina Llaverías, frente
a quien había pagado, anteriormente, para que también fuera asesinada.
3.- La acción criminal contra Jordi, y la forma
alevosa que se ejecutó, me impuso poner a prueba mi resistencia como persona,
el aguante como padre y la fortaleza ideológica para no caer en las debilidades
normales que se apoderan de los seres humanos cuando resultan lesionados en lo
más profundo del corazón.
4.- Dar tiempo al tiempo, armarme de paciencia,
aliarme con la calma para esperar. Atender a que la esperanza me sirva de
tranquilidad espiritual, y así no caer en la desesperación, desesperanza y el
desánimo. Debía mantenerme rebosado de aliento, incentivado para no
desvanecerme en ningún momento.
5.- Confiar, creer, estar plenamente convencido de que
el expediente del Caso Jordi, en todo momento estaba en manos de magistrados
confiables, me llevó a permanecer en una espera sin temores, sobresaltos, ni
atrapado por el susto.
6.- Sin caer en la resignación me conserve firme,
demostrando consistencia, eliminando de mi mente lo que podía conducirme a la
inestabilidad, a la fragilidad en mi proceder. Me mantuve inquebrantable,
inmutable, con la voluntad para tener aguante, entereza y vigor.
7.- En mi condición de padre de Jordi no descansé
hasta ver descubierta la acción criminal en su contra. Entre el cielo y la
tierra no hay nada oculto e hice mía la idea de que “tanta es la fuerza de la
justicia que ni aun aquellos que se nutren de la maldad y del crimen pueden
vivir sin ella”. A los que quisieron asesinar materialmente a Jordi, les
alcanzó la vara de la justicia.
8.- En forma ininterrumpida, durante 87 meses he
mantenido debidamente informada a la opinión pública nacional en todo lo
relacionado con el atentado de que fue víctima mi hijo Jordi. Hoy se cumplen 87 meses de la tentativa de
asesinato, y en vista de que el proceso judicial concluyó con sentencia dictada
por la Suprema Corte de Justicia, doy por
concluidas las publicaciones que he hecho desde que ocurrió la acción
criminal.
Santiago de los Caballeros,
2 de septiembre de 2017.