miércoles, 20 de septiembre de 2017

Debemos cultivar los afectos, el querer

Por: Ramón Antonio Veras.


I.- El querer y el medio social

1.-El ser humano alcanza la bonanza material y espiritual; el bienestar, la prosperidad, la alegría y la plena satisfacción cuando nace y se desarrolla bajo un orden económico y social justo.

2.- Es posible formar mujeres y hombres con sensibilidad a pesar de haberse levantado en un medio social que tiene como base la marginación de la mayoría de los integrantes de la sociedad, porque los nobles sentimientos están por encima de las injusticias.

3.- Una persona que se muestra complacida, transmite júbilo cuando tiene espíritu divertido. El que lleva una vida de agrado genera atracción en los demás, porque se da por entero haciendo fácil la armonía y la mutua compenetración.

4.- Aquel que está instruido en el desprendimiento, la magnanimidad y la generosidad, se comporta con desinterés; no conoce la codicia ni la ambición, el egoísmo le repugna y no cae en la avidez.

5.- Es de gran significación preparar al individuo para identificarse con aquellos que necesitan del calor humano. De ahí que importa preparar a los futuros ciudadanos y ciudadanas como entes sociales activos y pensantes, con sólidos principios éticos, morales y actitud para cumplir voluntariamente con deberes sociales.

6.- Es una necesidad contar con personas que tengan como norma de vida hacer suyas las legítimas aspiraciones de los que componen la mayoría de la comunidad. Se siente realizado aquel que supedita su existencia a llevar a efecto las convicciones que libremente ha abrazado.

 7.- Es bueno que el niño dominicano comience a formarse como persona de alma noble; maravilloso en sus actuaciones; digno de ser admirado por el trato amoroso que dispensa; porque fascina con la delicadeza que se maneja en busca de hacer sentir alegre a sus semejantes.

8.- Las relaciones humanas son fructíferas cuando resultan del espontáneo querer que está fijo en el corazón y en la conciencia de quien fue preparado para expresar cariño, aprecio, sana estimación, y hacer sentir a los otros apreciados, muy queridos.

9.- La inclinación a la querencia está alojada en lo más profundo del sentir de quien es amoroso. El querendón siempre está apegado aportando dulzura, siendo mimoso y dándose a querer por la atracción que motiva su trato agradable. El que impulsa predilección prueba que se entrega con dilección para ser amado por aquel a quien le ha demostrado sincera estimación.

10.- Transmitir simpatía a las personas hace ver bien al que la practica; y en su comunidad gana cariño por su trato ameno. El que encanta con su proceder lleva alegría y espanta la tristeza que daña el buen humor y marchita el estado de ánimo.


II.- Está haciendo falta querer al ser humano

11.- En nuestro medio está haciendo falta la persona con gracia, de ingenio, que rompa la rigidez. La actitud de hiel no trae euforia; por el contrario, la posición del malhumorado demuestra ser mala hostia.

12.- Conviene que hoy nuestras niñas y niños sean educados para que mañana demuestren que en su interior hay un corazón para levantar ánimos a los abatidos, apenados, entristecidos y desolados, porque provienen de hogares de padres optimistas, satisfechos de la vida por el deber cumplido y por tal razón procrearon descendientes entusiasmados, llenos de triunfalismo.

13.- Debemos de esforzarnos para llegar a tener un país placentero, compuesto por personas que sirvan para deleitar, cautivar por ser francos, abiertos y entretenidos; que somos gratos y de buen vivir; y siempre listos para complacer y alentar con suavidad.

14.- En la medida que probamos saber servir a los demás, demostramos que por encima de las dificultades que padecemos en lo económico y social, estamos hechos para comportarnos compasivos, de buen corazón; que cada uno de nosotros es, algo así, una alma de Dios, un cacho de pan; que no tenemos sentimientos aviesos.

15.- Por muchos vicios que se hayan apoderado de nuestros paisanos, debemos fijarnos la idea de que reunimos las condiciones para tener y disfrutar el país por el cual hemos luchado y merecemos; que vamos a sentar las bases para tener el ser humano admirable, bonachón, cordial y de buena pasta.

16.- El ambiente donde vivimos hoy no es un jardín de rosas, ni un paraíso terrenal. Pero en este medio debemos levantarnos todos aquellos que confiamos en la potencialidad, la firmeza y decisión de salir adelante para así cumplir con nuestro deber como luchadores contra la injusticia, para alcanzar lo justo.

17.- No debe estar en nosotros darnos por vencidos; demostrar inconstancia; ponernos de caprichosos; exhibirnos como si fuéramos veleidosos e incapaces de derrotar la ligereza y todo aquello que nos afea como país de personas luchadoras, emprendedoras y laboriosas.

18.- Sin importar lo bochornoso y lamentable que se presente la situación de un país, finalmente sobresale el decoro de los resueltos, la decisión de los honrosos y la dignidad de aquellos que confían que mil días se condensan en una hora, cuando los pueblos accionan indignados por la acumulación de bochornos, descaro y desvergüenza.

III.- Llenarnos de optimismo para cultivar querer

19.- Estamos obligados a llenarnos de optimismo, y razonar en el sentido de que no todo está perdido; que este es un pueblo que no está abandonado a su suerte, porque no todos somos viciosos, libertinos, degenerados y sinvergüenzas.

20.- Los padres en el hogar y los profesores en las escuelas, deben contribuir a que las niñas y los niños hagan suyos los lineamientos para llegar a ser adultos con formación dirigida a querer a los demás sin importar género, condición social, etnia o criterio ideológico.

21.- Todos aquellos órganos familiares o públicos que incidan en la formación educativa están en la obligación de idear, concebir, pensar cómo pueden influir en la conciencia de los jóvenes para que en ellos se quede el ideal, el deseo, el sublime objetivo de querer a sus semejantes. Es necesario, sumamente saludable que el ser humano haga suya una especie de doctrina de tener cariño.

 22.- La sana voluntad de los que aquí aspiran a vivir en una colectividad que procura la comprensión, la tolerancia y la condescendencia, debe ser aceptada; darle la bienvenida; hacerle un recibimiento animado, para que esa intención se extienda a otros que tienen igual pretensión beneficiosa y edificante.

23.- Cualquier manifestación de buenos sentimientos hay que aplaudirla, rendirle culto, glorificarla, para que sirva de motivación positiva. De estímulo a ser imitada por aquellos que tienen el convencimiento de que en nuestro medio está haciendo falta el pronunciamiento, el llamado a lo que crea emoción, sensación y animo sincero, dejando ver con palabras y acciones el buen corazón; la buena voluntad, el agradable propósito de querer, y no aborrecer.

24.- Debemos saber que cuantas veces nos dirigimos a alguien con buenos modales, estamos mostrándole lo que somos y el elegante comportamiento de que es merecedor. Nuestros gestos dicen la educación que tenemos, la instrucción que recibimos en el hogar, y la correcta asimilación de lo que aprendimos en la escuela.

25.- A diferencia de como actúan los alicaídos, tristes y desalentados, aquellos que desean demostrar sincero querer deben dar sensación espontánea de sentirse bien, contentos y felices, para que así su bonanza sea bien recibida por aquel que se le quiere hacer saber que es estimado, y se le distingue porque su persona causa alegría.

26.- Ningún ser humano está preparado anticipadamente para odiar, aborrecer o fastidiar; por el contrario, está presto para demostrar simpatía, afectos. La tendencia de la mujer o el hombre es a dar cariño, no a mostrar antipatía.

IV.- Por encima de las diferencias nuestros corazones mandan a querer

27.- Lo que conviene a nuestro país es que cada quien sin renunciar a sus opiniones, haga suya la idea de que las desavenencias ideológicas, la división clasista y la desarmonía de pensamientos, no deben guiarnos al choque agraviado, a la enemistad odiosa ni al antagonismo insalvable. La discusión áspera lleva a perder la razón y quita el deseo de querer.

28.- Existen diferentes formas de ponerle fin a una disputa de la naturaleza que sea, sin necesidad de herir al adversario. Los dimes y diretes no están por encima de los sentimientos que debemos tener siempre en nuestro corazón y que nos mandan a comportarnos con generosidad y nobleza, rechazando todo lo que sea vileza, ruindad e innobleza.

29.- Si nos sentimos lesionados por los términos agraviantes lanzados por un contendor, el desquite, el despique no debe llevarnos a aturdirlo sacándolo de quicio; desacreditándolo, inquietándolo con desprecio, palabras odiosas y afrentosas; actuando con tirria, rabia y malquerencia.

30.- Si estamos formados para actuar como si nada ante las reacciones rabiosas de los iracundos, violentos y atribulados, cualquier ocasión es oportuna para poner en práctica la indiferencia, con la que probamos estar por encima de bellaquerías, fábulas, filípicas, ataques desorbitados y desmesurados.

31.- A los que aquí son duros de corazón debemos de tratar de humanizarlos haciéndoles saber que la sociedad quiere tenerlos en su seno, pero siendo dulces, sensibles, condescendientes, comprensivos, solidarios, bondadosos y listos para querer a sus congéneres en la comunidad.

32.- En nuestro medio, y particularmente en el debate político, sin mencionar palabras, y solo en los gestos, se observa que los contendientes recurren a todos los métodos  posibles para agredir, hostilizar y de cualquier manera agriar, acidificar al competidor.

33.- En algunos políticos del país, el rostro adusto, el lenguaje mordaz y el trato agresivo demuestran que en la discusión, con las palabras y las críticas,  buscan agrietar, resquebrajar, no convencer; y mucho menos los términos son empleados con consideración, sino para hastiar, jorobar, en sí, incordiar para hacer sentir mal, perdiendo así el sentido de agradar, de querer.

34.- Lo que pinta la realidad del país es que se ha perdido el aguante, la paciencia, la comprensión y la tolerancia, y su lugar ha sido ocupado por la impaciencia, el proceder brusco; la arremetida ciega; la aspereza dirigida a perjudicar sin contemplación de ninguna clase.

35.- Se impone que los sectores más sensatos reclamen, demanden, pidan que cese el odio y los enconos; que la repulsión gratuita no siga siendo algo normal en el ambiente nacional. La ojeriza y la rabia, se han colocado sobre el afecto, el cariño.

36.- Hay que hacer que prevalezca el querer para que desaparezca el trato despectivo, ultrajante e injurioso; y cuantos calificativos se utilizan para faltar el respeto, hacer sentir herido, levantar ronchas al adversario y a sus relacionados, sin importar que sean amigos, compañeros políticos o familiares.


37.- La falta de querencia está facilitando lo que daña a las personas. Pero de todas formas hay que seguir con la creencia de que triunfará el querer.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Mi actitud ante acciones perversas

Por: Ramón Antonio Veras.

Introducción
1.- Ejerce influencia determinante en su forma de proceder, el hecho del ser humano vivir en sociedad, lo que incluye, como es natural, reaccionar de diferentes formas, ya sea aceptando o rechazando, resistiendo o rebelándose contra cualquier acción que no sea de su agrado.

2.- Particularmente yo, no escapo a los cambios que se producen en la manera de proceder situación que he comprobado por la actitud que he tomado en el curso de mi vida las veces que he sido objeto de agresiones que me llevan a sentirme lesionado.

3.- Aunque rechazo el odio, el ultraje y otras acciones que denigran, he sido víctima de ellas. Con el objetivo de hacerme sentir mal, en diferentes ocasiones mis adversarios políticos han recurrido a la difamación y a las palabras hirientes lanzadas en forma despiadada. A pesar de que nunca he ligado los asuntos personales con el accionar político, mi círculo familiar más directo también ha sido agredido de manera brutal, inhumana y cruel.

4.- Lo que me impulsa a hacer este escrito es exponer la posición que adopto como reacción a los ataques afrentosos de que soy objeto, comportamiento que a lo mejor no sea el correcto, pero la realidad es que así actúo.

I.- Tres acciones perversas

5.- En el mes de marzo de 1989, luego de una serie de charlas y conferencias que impartí a nivel nacional, explicando lo negativo del consumo y tráfico de estupefacientes, los narcotraficantes utilizaron los servicios de abogados y periodistas de Santiago, para golpearme anímicamente poniendo a circular un libelo que contenía toda clase de agravios, injurias y oprobios contra mis padres, hermanos y hermanas, así como otras ofensas a personas relacionadas conmigo.

6.- El pasquín fue tan deshumanizado que conmovió a amplios sectores del país lo que llevó al profesor Juan Bosch, Rafael Herrera, Yaquis Núñez del Risco, Freddy Beras Goico, y otras figuras de la vida pública a pronunciarse censurando el hiriente papelucho.

7.- En la ciudad de Santiago, el movimiento sindical, gremial, clubistico y profesional, efectúo un acto en el local de la Asociación de Abogados, y mediante un documento manifestó su total rechazo al escrito libeloso que se había escrito contra mí, con el auspicio de los narcotraficantes.

8.- Ante semejante baldón la posición que asumí fue la de mantenerme aislado, desconectado de toda actividad pública. Me convertí en un ser humano metido en sí mismo; hice un vacío social viviendo en sociedad.

9.- Con motivo de la tentativa de asesinato contra Jordi, quien pagó para matarlo también invirtió una fuerte suma de dinero financiando sicarios morales para contaminar la investigación, y uno de los argumentos utilizados fue lanzar la especie de que a Jordi lo habían mandado a eliminar porque estaba viviendo con las esposas de hombres ricos de Santiago.

10.- El rumor llegó hasta el punto de que la diligente y valiente Licda. Yeni Berenice Reynoso, en su condición de Procuradora Fiscal de Santiago, y quien dirigía las investigaciones del Caso Jordi, para detener la campaña se vio precisada a realizar un encuentro, en la residencia de una alta autoridad religiosa de Santiago, con varias personas a las que les advirtió que se abstuvieran de continuar la falsa propaganda.

11.-Mientras circulaba de boca en boca la alegada relación amorosa de Jordi con esposas de adinerados de Santiago, opté por encerrarme en mi casa, y salir solamente a gestiones en torno a las investigaciones del crimen. En la medida que tomaba cuerpo el run run, más refrenado me mantenía, llegando a vivir como un ermitaño. Mi aislamiento terminó una vez se descubrió el asunto. Solamente así me integré nuevamente a la vida normal rompiendo mi voluntaria inhibición.

12.- Más recientemente, con motivo de una visita que le hice en el Palacio Nacional al Presidente de la República Licenciado Danilo Medina Sánchez, se unificaron mis adversarios, los de Danilo y los del PLD, y les faltó espacio, tiempo y palabras ofensivas para encasquetármelas, soltaron por sus lenguas todas las palabras con las cuales se puede hacer sentir mal a un ser humano.

13.-Ante el hostigamiento grosero, insolente, irrespetuoso, obsceno y atrevido de que he sido objeto por sostener un encuentro con el Presidente Danilo Medina, me he comportado de la misma forma que adopté ante la embestida con el pasquín y el rumor perverso con motivo del Caso Jordi.


II.- Mi actitud de aislamiento
14.- En ocasiones la vida misma nos impone tomar decisiones difíciles de justificar ante los demás, porque responden a determinaciones que tienen su razón de ser en la formación, el carácter del individuo. Es posible que solamente yo pueda explicar mi respuesta ante los golpes bajos de que he sido objeto.

15.- Creo que no sería bueno de mi parte, sintiéndome agraviado estar compartiendo con aquellos que no son los causantes de mis aflicciones. Los humanos dejamos ver, transmitimos con expresiones de la cara el estado de ánimo, Nuestros gestos, el aspecto del rostro dice la actitud que tenemos en un momento dado. No es de mi agrado departir sintiéndome contrariado, apesadumbrado, abatido y de cualquier forma amargado.  Estoy formado para hacer sentir bien, alegre; causar buen estado de ánimo, hacer que los demás lleguen a caerse de risa.

16.- Mis verdaderos amigos saben lo mucho que disfruto compartiendo con ellos, porque me deleita y me encuentro a gusto. Siento vivir la vida cuando estoy pasando un buen rato regocijándome con los que bien nos tratamos.

17.- No me creo portador de la verdad absoluta. A lo mejor la actitud que he adoptado no sea la más correcta, pero mi conciencia me manda a actuar así, como lo he hecho cuantas veces he sido agredido en mi honor, por aquellos que se creen con derecho a dictar pautas con relación a la forma como los demás tienen que ejercer su derecho a pensar y actuar.

18.- No conviene combatir los ataques personales recurriendo a los mismos métodos de los que hacen del agravio, la difamación y el odio su sentido de vida. Resulta imprudente, es una acción irreflexiva, tratar de igual a igual a aquel que solo sabe dañar a los demás vomitando resentimientos.

19.- He tenido la posibilidad de responderles a mis atacantes con iguales o peores métodos que con los que me han atacado, pero no puedo caer en el mismo plano de las rémoras sociales. Aunque sea a costa de mantenerme alejado de mis amigos, procuro reanimarme a la distancia para luego volver con más cariño a estar con los míos que bien me conocen.

20.- No he hecho nada contra mis agresores porque no soy hombre dado a represalias, además de que estoy plenamente convencido de que aquellos que expresan su sentir por medio de un pasquín, pagando sicarios morales y ocultando su identidad en las redes sociales, no son más que cobardes, irresponsables sabandijas.
21.-He soportado ofensas e invectivas desde litorales políticos e ideológicos muy diversos, y con la furia propia de quien agrede a otro con odio. He tolerado hasta la complicidad de algunas personas a las que tenía en el círculo de mis amigas y amigos. En verdad, no ha sido fácil para mi sobrellevar las violentas agresiones, la sucia ofensiva, la arremetida con palabras malsonantes para martirizarme

III.- Luego de las perversidades, el tiempo me da la razón

22.- El tiempo es el mejor aliado de los que actuamos en base a convicciones, porque accionamos partiendo de los principios que hemos adoptado que son los que nos sirven de guía. No caemos en la desesperación porque la razón, en fin de cuentas, está a nuestro lado, como se comprueba por lo siguiente:

23.- Hace alrededor de un año, mientras me encontraba en mi oficina compartiendo con el profesor Juan José Estévez, quien había ido a visitarme, llegó uno de los que elaboró el pasquín y sin mediar palabras me dijo: “He venido a saludarte, olvídate de lo que paso”. Mi reacción fue fijarle mis ojos en su cara como una forma de sanción.

24.- Algunos de los del grupo que recibió dinero para poner a circular el rumor y contaminar la investigación del Caso Jordi, me han pedido excusas por lo que hicieron y yo las he aceptado; otros, que se dejaron arrastrar por los difamadores, me han manifestado su pesar por haberle hecho el juego a los que por paga hicieron de sicarios morales.

25.- Por último, luego de la sucia campaña de que he sido víctima por reunirme con el Presidente Danilo Medina, el alto dirigente de un partido de oposición, algunos de cuyos miembros me difamaron, hace unos días me escribió un correo electrónico diciéndome: “Leí con detenimiento tu trabajo Armar a Nuestro Pueblo de Determinación . Como siempre, lo comparto y te exhorto a seguir escribiendo en esa dirección. No obstante ello, te hago una sugerencia como camarada: vivimos un momento especial. El pueblo se está levantando como en otras ocasiones. Hay que alentar ese levantamiento hasta que se haga nacional; o sea, hasta que llegue a todos los rincones del país. TE PROPONGO QUE ESCOJAS UN NÚMERO DE LOCALIDADES, QUE TE RECIBIRÍAN CON JÚBILO, Y TE PONGAS A DISPOSICIÓN DE DICTAR CONFERENCIAS CON ESE TÍTULO, EN DISTINTOS LUGARES. SI ME LO AUTORIZAS, PUEDO DIRIGIRME A LA C0MISION DE FORMACIÓN DE NUESTRA ORGANIZACIÓN, QUE ESTÁ IMPULSANDO ACCIONES DE ESTE TIPO, PARA QUE TE INCLUYA ENTRE EL SELECTO GRUPO DE PERSONAS QUE LLENAN ESE ESPACIO EN DISTINTOS PUNTOS DEL PAÍS. TE PIDO EXCUSAS POR MI ATREVIMIENTO, PERO CREO QUE PUEDES DAR UN EJEMPLO A UN PEQUEÑO GRUPO QUE, COMO TÚ, NECESITA ENCONTRAR NICHOS POR DONDE VERTER SU EXPERIENCIA, VISIÓN Y PRESTIGIO. Con la deferencia de siempre,…….”.


26.- La respuesta mía fue: Mi estimado…….: He tomado nota de tu comunicación y la sugerencia que me haces para que me integre a impartir conferencias en algunos lugares del país, impulsado por tu organización…….…Tú sabes  la distinción y afecto que te tengo, y siempre he valorado tu firmeza en la lucha por un futuro mejor para nuestro país, por lo que cualquier petición tuya la tomo muy en cuenta. Pero lamento decirte que me siento lastimado, agraviado, desconsiderado por grupos que forman parte de tu partido, lo que me impide, por ahora, compartir mis inquietudes con la organización que tú diriges. No tolero las ofensas provenientes de sectores que bien me conocen y comparten mi sentir democrático.



Santiago de los Caballeros,

9 de septiembre de 2017.

Necesitamos al ser humano útil

Por: Ramón Antonio Veras.

I.- Labor de los padres para formar un ser humano útil

1.- El trayecto que lleva hoy la generalidad de los integrantes de la sociedad dominicana en cuanto a su proceder, no es el que quieren aquellos que consideran que el camino a seguir a nivel de conducta, debe ser otro, muy distinto al actual que no pinta nada halagüeño.

2.- Sin mucho esfuerzo nos damos cuenta que por la manera de actuar de amplios sectores sociales, se impone dedicarle toda la atención posible, el cuidado necesario a nuestra niñez, para lograr de ella lo mejor que podamos sacar, con la educación doméstica.

3.- Los padres deben ser perseverantes con los niños; estar pendientes de sus actuaciones; escucharlos, mantener aguzadas las orejas; muy finos los sentidos; no quitarles los ojos de encima, en sí, sobre ellos tener puestos los cincos sentidos, porque distraerse, no hacer caso a sus actos equivale entregarlos a la voluntad de aquellos con los que les es fácil juntarse.

4.- El hogar debe convertirse en un centro de formación originaria, dirigido con sentido especial; desempeñando los progenitores el papel fundamental con sus consejos, advertencias y observaciones. Más que papá y mamá, los padres tienen que ser consejeros, asesores, mentores, guías e inspiración.

5.- Por necesidad, forzosamente estamos obligados a motivar a los padres para que desde lo más profundo de su corazón, saquen comprensión, dulzura y ternura; desarrollen estimación, suavidad y zalamería, y se las transmitan a sus chiquillos para lograr que reciban con agrado los mensajes que les dirijan.

6.- Los padres pueden con su prédica dulce y reiterada, alcanzar que en el mañana nuestro país tenga en su seno mujeres y hombres que actúen con el convencimiento de que solamente la persona útil tiene significación, merecimiento en la comunidad donde vive.

7.- Si orientamos a nuestros chiquillos en el sentido de que deben levantarse como ciudadanos y ciudadanas de ayuda, de rendimiento para la colectividad, vamos a contar con colaboradores, auspiciadores modelos para servir, entregados a las buenas causas.

8.- La infancia nuestra hay que educarla para que crea en el rendimiento como objetivo, para que en el futuro sea dueña de una patria prospera; de mujeres y hombres abrazados al trabajo, al desarrollo como forma de accionar con eficacia. Allí donde están los prácticos, positivos y valiosos, escasean los infructíferos.

9.- A los párvulos, a los infantes desde ya hay que fijarles en su mente la idea de que el medio social dominicano que merecemos y necesitamos será obra de ellos, que será el legado halagador que van a dejar a las generaciones venideras, y que para tal fin están obligados a desarrollarse siendo oficiosos.

10.- Un nene es posible enseñarle a ser en el mañana un adulto de bien, siempre y cuando sus padres lo integren a la sociedad bien criado, enseñándole lo que debe hacer y no hacer. Disciplinar, pulir la mente ha de ser una labor de los maestros del hogar.

11.- En la medida que el país cuenta con personas que manifiestan disposición de utilidad, está en condiciones de salir adelante, porque solo el que es útil conviene y elimina toda posibilidad de perjuicio.

12.- Si logramos levantar seres humanos preparados, diligentes y trabajadores, podemos construir un porvenir luminoso que aspiramos. Ningún conglomerado progresa desarrollando holgazanes, remolones, indolentes y zánganos. El inútil solo sirve como necio, ocupando el espacio que no merece.

II.- El ser humano útil es el que necesita la sociedad

13.- El grupo humano que con su accionar valioso, apreciado y de mucho quilates demuestra eficacia, es retributivo. Contrario a quienes carecen de relevancia por su ineptitud, inutilidad y ausencia de motivación de laboriosidad. Trae inconveniencia al medio donde vive aquel que no es más que un parásito social.

14.- El aprovechado hace uso de sus malicias, utiliza las mañas para vivir placenteramente, como todo un ventajista y ganguista habitual. En forma diferente se comporta el diligente, proficiente y trabajador que siempre tiene por delante la idea de rendir para que la sociedad progrese.

15.- El que es útil está presto para avanzar, funcionar y movilizarse, mientras que el inútil se mantiene estacionado, desactivado, algo así como un vehículo frenado, porque se conserva atrincherado, amparado en la haraganería, cobijado en todo lo que bien lo coloca al margen del esfuerzo productivo.
16.- Los pueblos avanzan en base a los que estimulan, mueven los brazos o activan la mente; pero dañan aquellos que se comportan como atrofiados mentales, entumecidos para pensar o anquilosados para actuar. Ellos son los que por su propia voluntad se declaran en estado de aniquilados por inutilidad conveniente.

17.- El país precisa de seres humanos formados para prestar servicio, hacer de ejemplo laboral, empleando el tiempo, atendiendo a lo que sea constructivo; haciendo obras que sirvan como demostración de lo que es el espíritu creador, edificante y levantador.

18.- Para lo que en verdad se llama pueblo dominicano es una necesidad contar con personas que con su talento se multiplican, se hacen abundantes, y por ser diligentes logran expandirse, incrementando el deseo de superación de sus coterráneos.

19.-La vida nos ha enseñado que aquel que le es útil a la sociedad, llega a ser merecedor de consideración, y con el tiempo se hace notable por su laboriosidad; destacado, sobresaliente y distinguido porque sirve como paradigma a la comunidad por sus aportes relevantes.

III.- Nada justifica a la persona ser inútil

20.- La labor del individuo útil no es circunstancial, inconstante ni variable, sino continuada, mantenida y persistente. La habitualidad caracteriza al perseverante, insistente y tenaz. Lo que favorece es ejecutado con frecuencia, y de ahí la utilidad con sentido social.

21.- La consistencia, la fortaleza, la reciedumbre en el proceder de la mayoría de los que componen una colectividad, trae como consecuencia positiva contar con personas adecuadas para alcanzar propósitos provechosos para todas y todos en el orden económico y social.

22.- Un conjunto de personas unidas con el objetivo de cada una ser útil, solo es posible cuando tienen un nivel de conciencia tal que el pensamiento de una es el de la mayoría, y está dirigido a favorecer intereses colectivos. El individualismo no cabe en el cerebro de quienes están educados en ser beneficiosos para las mayorías, no así para minorías.

23.- Cualquier joven puede formularse la pregunta de qué ha hecho; cuestionarse de si ha contribuido al desarrollo económico, cívico, ético, cultural o intelectual de su país; examinar su conciencia, investigar su pasado, en fin, consultar su memoria con relación a que ha dado a la sociedad como ente social útil.

24.- Siempre está abierta la posibilidad para que un ciudadano o ciudadana, mentalmente pase balance a lo que ha sido su existencia a nivel de contribución; de si puede considerarse como valiosa, importante, favorable y provechosa su incidencia en la vida pública, o por el contrario ha tenido un proceder inútil; que no ha hecho otra cosa que perder su tiempo; ser un estorbo, una nulidad; que solo ha servido para satisfacer sus apetencias a costa del esfuerzo de otros.

25.- Por muy injusto que sea un sistema social, logra vencer la persona que se dispone eliminar obstáculos, bloqueos y constreñimientos, a la vez que pone de manifiesto ser útil luchando contra el ordenamiento inicuo y leonino. Las dificultades no impiden ser provechoso para la sociedad; por el contrario, mientras más complicaciones vence, más se eleva el ser humano que vive para contribuir.

26.- Rehuir responsabilidades, esquivar cumplir con la comunidad, evadir los deberes cívicos y ciudadanos, es muy propio de los que solo saben vivir de los lamentos, haciendo caer su desgracia sobre los que triunfan, que sí han sabido tomar decisiones, resolver problemas, emprender proyectos y ejecutarlos con resolución y certera determinación.

27.- Es altamente beneficioso a la colectividad, la mujer o el hombre presto a posibilitar, respaldar, a impulsar acciones que hacen la vida menos pesada a los que en cada sociedad son los más, pero no controlan el poder del Estado. Estar a favor de causas justas hace al actor un propulsor que contribuye al bienestar social.

28.- En nuestro medio los remolones, perezosos y ronceros, se mantienen en permanentes estado de remordimientos, pesares y compungidos, porque el tiempo les ha pasado y ahora se dan cuenta que son inútiles, rémoras sociales.

29.- El bienestar y la desgracia, no le llegan al individuo por receta. Cada quien es dueño de construir su destino; lo mismo que nadie está impedido de ser persona de calidad o un cero a la izquierda. Mientras más marginado social es un sujeto, más obligado está en llegar a tener a mucha honra, vanagloriarse de ser beneficioso para su país. Aquel que por su fracaso decide ponerse furioso, montar en cólera, nada logra con su actitud, y seguirá siendo un fracasado, frustrado, derrotado, decepcionando porque por sí mismo decidió no ser triunfador, exitoso.

30.- No cuadra en la persona decidida obstinarse, empecinarse, cerrarse a banda, bajo el argumento de que el medio donde nació y se desarrolló le impidió ser útil a la sociedad. Ante la adversidad, para vencerla hay que luchar, codear, empujar, rechazando lo que esté como impedimento para lograr el éxito, pero no como satisfacción personal, para disfrute material o espiritual, sino como cumplimiento del deber social.

31.- Nada justifica molestarse física o anímicamente; apenarse, atribularse, ni llegar al desconsuelo para rehuir el deber de ser beneficioso a la colectividad. Hay que armarse de paz y tranquilidad para desempeñar el rol, la función adecuada, el papel que estamos llamados a realizar en favor de la sociedad.

32.- Por el estado que se encuentra el medio social dominicano en lo ético y moral; lo erosionado, estropeado y carcomido que está en la base económica, se necesitan en el ambiente personas de pensamiento tendiente al desarrollo, al despegue, con el fin de sembrar esperanza.

33.- Para desterrar el desgano y la indolencia necesitamos contar con los que proceden con presteza y ahínco, que no son otros que aquellos que contribuyen accionando para hacer grandioso y potente a su país.

34.- Si queremos contar con una sociedad como la que aspira y merece la gran mayoría del pueblo dominicano, estamos en la obligación de confiar en los que aquí piensan en alto para construir, ser beneficiosos y sacar de nuestro lado todo lo que representa mediocre, insignificante e inútil.

35.- El ser humano que merece tener en su seno la sociedad dominicana, es el útil, porque simboliza laboriosidad, progreso, avance, superación y prosperidad.



Santiago de los Caballeros,

5 de septiembre de 2017.

A los 87 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi

Por: Ramón Antonio Veras.


1.- Mantengo viva en mi memoria la fatídica mañana del día 2 de junio de 2010, cuando recibí la infausta noticia de que mi hijo Jordi, había sido objeto de un atentado al momento que llegaba al local del canal de televisión donde laboraba formando parte de un equipo de comunicadores y periodistas.

2.- El impacto de la noticia de la acción criminal me llenó de pena e indignación. Sabía que había sido la respuesta de un consuetudinario asesino, por el hecho de  Jordi defender honesta y responsablemente a Miguelina Llaverías, frente a quien había pagado, anteriormente, para que también fuera asesinada.

3.- La acción criminal contra Jordi, y la forma alevosa que se ejecutó, me impuso poner a prueba mi resistencia como persona, el aguante como padre y la fortaleza ideológica para no caer en las debilidades normales que se apoderan de los seres humanos cuando resultan lesionados en lo más profundo del corazón.

4.- Dar tiempo al tiempo, armarme de paciencia, aliarme con la calma para esperar. Atender a que la esperanza me sirva de tranquilidad espiritual, y así no caer en la desesperación, desesperanza y el desánimo. Debía mantenerme rebosado de aliento, incentivado para no desvanecerme en ningún momento.

5.- Confiar, creer, estar plenamente convencido de que el expediente del Caso Jordi, en todo momento estaba en manos de magistrados confiables, me llevó a permanecer en una espera sin temores, sobresaltos, ni atrapado por el susto.

6.- Sin caer en la resignación me conserve firme, demostrando consistencia, eliminando de mi mente lo que podía conducirme a la inestabilidad, a la fragilidad en mi proceder. Me mantuve inquebrantable, inmutable, con la voluntad para tener aguante, entereza y vigor.

7.- En mi condición de padre de Jordi no descansé hasta ver descubierta la acción criminal en su contra. Entre el cielo y la tierra no hay nada oculto e hice mía la idea de que “tanta es la fuerza de la justicia que ni aun aquellos que se nutren de la maldad y del crimen pueden vivir sin ella”. A los que quisieron asesinar materialmente a Jordi, les alcanzó la vara de la justicia.

8.- En forma ininterrumpida, durante 87 meses he mantenido debidamente informada a la opinión pública nacional en todo lo relacionado con el atentado de que fue víctima mi hijo Jordi.  Hoy se cumplen 87 meses de la tentativa de asesinato, y en vista de que el proceso judicial concluyó con sentencia dictada por la Suprema Corte de Justicia, doy por  concluidas las publicaciones que he hecho desde que ocurrió la acción criminal.



Santiago de los Caballeros,

2 de septiembre de 2017.

Debemos formar personas honestas

Por: Ramón Antonio Veras.


I.- Comportarnos con honradez

1.- Por muy difícil que se presente la situación del país en lo social, económico, ético y moral, no podemos precipitarnos, comportarnos abatidos, entregados; como si fuéramos una comunidad de mujeres y hombres derribados, que estamos entregados, ya hundidos en la desesperanza.

2.- Contrario a como piensan los desalentados y angustiados, debemos confiar en la potencialidad, el aliento y el ánimo de los que son los más, el pueblo, que se mantiene afianzado porque está formado para batallar, resistir y salir vencedor, convirtiendo la complejidad en sencillez y los problemas en soluciones.

3.- La realidad nos dice que cada día advertimos más  y diferentes fenómenos sociales nocivos que nos llenan de espanto, pero ante esa materialidad no podemos caer en el abatimiento como si ya todo está perdido, que no hay nada que hacer para darle vuelta atrás al ambiente que se nos presenta como desalentador.

4.- Hay que poner en nuestras propias manos el destino del país que aspiramos, necesitamos y merecemos. Armados de decisión, aplomo, empuje y suficiencia, de seguro que salimos adelante, olvidando todo lo que sea inseguridad, incredulidad y desesperanza.

5.- No debe estar en nosotros echarnos por tierra; sentirnos derrocados; aceptar como bueno estar en estado de abandono, resignados y abatidos. Estamos obligados a sacar energía para ser triunfadores, estar entonados para todo lo que significa lucha.

6.- Bregar para convertirnos en un pueblo libre de las taras que nos deforman, los estigmas que nos reducen y de las lacras que están de por medio; de las tachas que nos hacen ver como entregados a fallas que solo sirven para desacreditar, deshonrar y desprestigiar.

7.- Estamos en el deber de comportarnos exhibiendo actuaciones que nos identifiquen como personas correctas, para poder ser exaltados y dignos de alabanzas. El descrédito, los insultos y las ofensas no podemos aceptarlas como normales.

8.- Para hacer de nuestra comunidad un conjunto de mujeres y hombres de actuaciones decentes y admirables, necesariamente tenemos que actuar como personas de buen vivir; que sirvan de modelo en conducta; con un estilo de vida merecedor de encomio, de motivación, de sincera ponderación.

9.- Una comunidad humana solo es posible gozar de estima, consideración y respeto si lleva una vida ajustada a normas que motivan honra. Prestigio, renombre y reputación solamente adornan a quienes dan demostración de comportarse habitualmente con honradez.


II.- Tener la honradez como propia

10.- No hay que ser adivino, cientista, ni sabihondo, para saber que vicios sociales dominan hoy el proceder de amplio sectores; pero esto no quiere decir que van a estar presentes para siempre en nuestro medio. Los fenómenos sociales no llegan para quedarse; desaparecen con el sistema social que los genera.

11.- Ser honesto en nuestro país no es algo que acompaña a la gran mayoría, por lo que se hace necesaria una certera orientación con el objetivo de lograr que la honestidad sea algo propio, vinculado a la persona de nuestros paisanos. Debemos aspirar a tener entre nosotros a aquella persona que haga suyo el comportamiento digno, insigne y probo, porque en la medida que la moralidad, la lealtad y la sinceridad son tomadas como guía de vida, es posible alcanzar la honradez, la rectitud y la decencia.

12.- Comenzando en el hogar que es la sociedad pequeña, y continuando con la grande que es la que compartimos con los demás integrantes de la comunidad donde habitamos, estamos en la obligación de dar muestra de que estamos formados para la honorabilidad, respetabilidad y crédito. Olvidarnos de ser indignos, despreciables y miserables.

13.- En la casa y en la escuela hay que tallar, esculpir, labrar a los que queremos sean en el porvenir las mujeres y los hombres a ser identificados como verdaderos símbolos de principios, honor, escrúpulos y autenticidad en conducta. Nunca será objeto de desprecio y humillación el individuo educado para actuar en forma cristalina.

14.- El medio social dominicano debemos hacerlo acogedor por la forma como tratamos a aquellos con quienes compartimos. Se impone la presencia de un ser humano nuevo en valores, que sea apreciado por honrado, meticulosidad, esmerado, de actuar rectilíneo. Todo esto reanimará y fortalecerá como recompensa para construir una forma de trato humano con hidalguía y magnanimidad.

15.- El hombre o la mujer que se comporta en forma decente se gana la buena honra, porque su práctica, la enlaza con todos aquellos que en la comunidad saben valorar las actuaciones ajustadas a la convivencia armoniosa, civilizada y de buenos ejemplos. Manejarse bien identifica y distingue a las personas bien formadas en el hogar y la escuela. 


III.- Luchar por un ambiente acogedor

16.- El ciudadano o la ciudadana honrada la vamos a tener en nuestro ambiente cambiando la realidad de hoy, que es impúdica, procaz, desvergonzada e insolente, por otra distinta en la que van a sobresalir los decentes, virtuosos, templados, considerados y modestos. No podemos fijarnos la idea de que no se logrará contar con personas sin tachas porque nadie nace viciado. El medio donde nos desarrollamos deforma la conducta.

17.- Siempre es posible cambiar lo negativo por lo positivo; tenemos que confiar en que vamos a salir adelante porque contamos con la potencialidad necesaria para lograrlo; y llegará el momento cuando contemos con el ser humano irreprochable, correcto, cumplido; olvidando al imperfecto, vulgar, insoportable y vicioso.

18.- A los fenómenos sociales negativos que lesionan vivamente la conciencia y logran torcer el pensamiento, hay que hacerle frente, afrontarlos con firmeza, oposición permanente, no dejarle espacio para su función dañina. No hay que rehuir a las situaciones que nos desafían para aniquilarnos y ponernos arrodillados. Con decisión, valentía y tenacidad es posible conquistar lo que está a nuestro alcance.

19.- Nunca debemos olvidar que en la vida todo es lucha y estamos obligados a combatir, ser batalladores; mantenernos como consecuentes y coherentes contendientes; presentes en los debates civilizados contra todos aquellos que están aferrados a un presente funesto, y opuestos a que llegue la dicha, lo favorable.

20.- Eliminar lo que daña es un deber de las mujeres y los hombres que en cada país se sienten comprometidos con las causas justas, dispuestos siempre a resistir y no ceder, repeler y no aguantar, zapatearse y no rendirse, rechazar y no flaquear, afrontar y no arrastrarse. La desmoralización no debe nunca  impedir al ser humano contrarrestar las adversidades, abandonar el escenario sin encarar las dificultades, los contratiempos y las desgracias.

21.- Todo aquello que nos lesiona como pueblo laborioso y digno tenemos que enfrentarlo con decisión; y dejarnos de estar compungidos, quejosos, angustiosos y tristes. Estamos obligados a armarnos de felicidad, sin demostrar debilidad, agotamiento ni melancolía. Estar listos, esperanzados, contentos, y dispuestos para triunfar.

22.- Corrupción, ladronismo, degradación moral y ética, en fin, la podredumbre social no puede estar por encima de la limpia intención que tenemos de vivir en un país sin lacras; por la capacidad nuestra para preservar y alcanzar los propósitos de vivir en un medio en el cual sea sobresaliente aquel que se eleva por su esfuerzo, y no el pillo que mancilla el calificativo que merece llevar nuestro pueblo de honrado y trabajador.

23.- Estamos más comprometidos que nunca a confiar en nosotros mismos, sin mostrarnos atormentados, encolerizados, desequilibrados ni perturbados. Es el momento de demostrar que dominicanos y dominicanas están hechos de un material muy especial, y con las herramientas necesarias para eliminar escollos y superar barreras.

24.- Aspirar a que en el país predomine la cultura de la honradez, no nos coloca como soñadores, ingenuos o pensadores utópicos, sino que es un deseo generalizado, necesario y posible. Es factible poner en marcha todo un movimiento de opinión para producir un cambio en el proceder de nuestros compatriotas para que actuar apegado a la integridad, sinceridad y honestidad sea algo sentido, profesado y ejecutado con sana convicción.

25.- Sin importar lo hondo, que está el fenómeno de la corrupción en el seno de la sociedad dominicana, es una posibilidad alcanzable producir un cambio; originar acciones; provocar motivaciones; suscitar interés colectivo capaz de volcar, poner cabeza abajo a todo lo que representa ladronismo, corruptela, truhanería, rufianería, granujada, pillaje y desvergüenza.

26.- Adecentar el medio social del país es primordial, indispensable; algo vital, por lo que promover actuar con honradez es algo básico como pueblo civilizado, y llena de empuje, nos da bríos para construir un medio social atractivo por la ética de la mayoría de sus habitantes.

27.- Nada nos debe amilanar; sentirnos opacados, anonadados ni disminuidos por el hecho de estar moviéndonos en un lugar en el cual las taras sociales han doblegado y condicionado el proceder de amplios sectores que, supeditados a las ambiciones, se han plegado, quedando subyugados por la mercancía dinero, llevándolos a doblar la cerviz por beneficios personales.

28.- Conviene mantenernos esperanzados, confiados en que más temprano que tarde aquí va a despuntar, a resaltar el ser humano distinguido por ser honrado; porque se tendrá con alta valoración comportarse de acuerdo como mandan las normas de la decencia. El tiempo está para que una nueva generación dé ejemplo de que es necesaria una conducta que nos identifique dignamente.

29.- La confianza que debemos llegar a establecer de un modo de vida destacado por la limpieza de nuestras actuaciones, debe ser algo aceptado, por todos aquellos con quienes compartimos donde vivimos.

30.- Que el desconsuelo jamás sea una espina que nos acompaña por proceder con deshonestidad; la consternación nunca esté en nuestra mente como martirio por accionar dominados por taras sociales, como la corrupción y tachas que desalientan, rompiendo toda aspiración al entusiasmo y la alegría.

31.- Esforzarnos por ser ciudadanos y ciudadanas auténticamente honestos, es un aporte de buen vivir que hacemos a lo mejor de la presente y futuras generaciones. La buena fama, el buen criterio es la mejor herencia que vamos a dejar al marcharnos del mundo de los vivos.

32.- El dinero no debe llevar a la persona a la degradación, la deshonra y a ser calificada como oprobio social. No ennoblece mantenerse indiferente ante lo vejatorio en una sociedad rebajada por la corruptela.

33.-A la juventud dominicana hay que hacerle hincapié que debe abrazar la honradez como suya; clavarse en su conciencia la idea de que la honestidad no es una pose, gesto, fingimiento o consigna, sino una forma de vida que se lleva con naturalidad, espontaneidad y absoluta llaneza.

34.- Los mejores dominicanos y dominicanas de hoy están en el deber de vivir con el convencimiento de que el porvenir es de los que sirven de ejemplo en sus actuaciones, por obrar correctamente; operar con honradez; desempeñarse con decoro; hacer de sus realizaciones dechados, muestrarios de pudorosos.



Santiago de los Caballeros,

31 de agosto  de 2017.

Los Metros alegran a Santiago

Por: Ramón Antonio Veras.

1.- Satisfacción provoca en las personas sensibles del país ver a nuestro pueblo alegre, contento, disfrutando sanamente a plenitud; saturado de gozo por algo que lo ha impulsado a darle riendas sueltas a su deseo de vivir en un ambiente acogedor para así romper el tedio y cualquier estado de aburrimiento que pueda hacerlo caer en desgano.

2.- Es sumamente bonito y llega a lo más profundo del corazón, saber que amplios segmentos de la sociedad se sienten bien, divertidos, porque algo que es de su simpatía, de su atracción, ha resultado victorioso. Estar en el colectivo de los triunfadores crea euforia, exaltación, frenesí, hasta llegar a la pasión generalizada.

3.- Es saludable y agrada; da energía y gran empuje, cuando en una competencia lo que es de nuestra simpatía resulta ganador; porque triunfar, imponerse hace sentir regocijo y alborozo, muy contrario a perder que nos trae tristeza, pesadumbre, congoja y pena.

4.- La alegría de imponerse lleva a los vencedores a sentirse que prevalecen en la actividad que participan. El que gana canta victoria, mientras que el que pierde se ve como un fracasado, derrotado y la generalidad de las veces, con el tiempo, se queda solo, sin simpatizantes porque muchos adeptos abandonan a los equipos cuando se hacen perdedores continuos, descalabrados permanentes.

5.- Los pueblos, además de trabajar y descansar, merecen entretenimiento, distracción, recreo para que la existencia no se les haga pesada, aburrida, algo repetitiva, porque la monotonía genera pesadez, aburrimiento y cansancio, hasta hacer la vida sin sentido, ininteresante, llegando a la exasperación.

6.- Hemos dicho lo anterior, porque recientemente diferentes sectores sociales de Santiago, que disfrutan el baloncesto, se llenaron de emoción, rompiendo por completo la pasividad, porque el equipo de su simpatía Los Metros de Santiago, resultó nuevamente campeón de la Liga Nacional de Baloncesto, logrando así su quinta corona como campeones. El individuo revela la contentura como consecuencia de que le llega al cerebro en forma súbita, o porque la ha procurado para alegrarse.

7.- Lo que observamos en distintos barrios populares de Santiago, luego del triunfo de  Los Metros, fue apoteósico. En la cara de la gente se veía un enardecimiento no común, llegando a comportarse con furor, desbordante entusiasmo; una excitación solamente comparada cuando el otrora equipo Águilas Cibaeñas, ganaba sucesivamente campeonatos en el béisbol profesional dominicano.

8.- En un momento llegué a pensar que el frenesí exhibido por los santiagueros por el triunfo de Los Metros de Santiago, talvez, a lo mejor, quizás tiene algo que ver con la nostalgia, la añoranza, la tristeza que embarga a los seguidores de las Águilas Cibaeñas, al pasar tantos años sin disfrutar de un campeonato.

9.- Si los santiagueros tienen ansias, se encuentran impacientes por gozar teniendo un equipo campeón ante la sequía ganadora de las Águilas Cibaeñas, con los cinco (5) campeonatos de Los Metros de Santiago, han compensado en algo su angustia y mitigando en parte su sufrimiento.

10.- El triunfo de Los Metros de Santiago, prueba que cuando un equipo es manejado con sentido deportivo y respeto hacia los seguidores o simpatizantes, se obtienen positivos resultados. El hecho del conjunto de Los Metros de Santiago haber obtenido cinco (5) títulos desde que fue fundado en el año 2005, evidencia que cuenta con personas que han decidido dedicarle entusiasmo, tiempo y recursos económicos.

11.- Santiagueros y santiagueras, deben continuar dándole su apoyo a Los Metros de Santiago, para así seguir disfrutando triunfos que se traducen en alegría para toda la comunidad de Santiago, que bien merece sana diversión, con equipos ganadores que tengan directivos que se preocupen oportunamente por su adecuada estructuración.

12.- Los Metros de Santiago, de seguir su ruta ganadora pueden llegar a convertirse, para la juventud actual y las futuras generaciones, en el emblema deportivo, el distintivo que represente el sentir a nivel de pasatiempo, entretención y forma especial de pasarla bien y con esperanza de ser victorioso.


13.- Aprovechamos la ocasión para felicitar a los jugadores de Los Metros de Santiago, a su dirigente y equipo técnico; a su fanaticada, y a su mentor Mícalo Bermúdez, y con él a todas y todos los que les han acompañado en sus éxitos, que se han traducido en alegría y trofeos para nuestro querido Santiago de los Caballeros.