viernes, 2 de diciembre de 2016

A los 77 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi

Por: Ramón Antonio Veras.
 
1.- Aunque nunca he estado condicionado para la contrariedad, la realidad me obligó a lidiar con los contratiempos; con  los sinsabores propios  de un proceso penal como el relacionado con el caso de mi hijo, en el que están involucrados verdaderos profesionales del crimen organizado, que disponen de recursos económicos, y protección especial en el organismo que tiene que ver con la defensa técnica de los que, supuestamente,  carecen de dinero para pagar los servicios profesionales privados de   abogados o abogadas.

2.- Es muy difícil que una persona normal se prepare para aceptar tranquilamente las adversidades que se le puedan presentar en el curso de su existencia, y  yo no soy la excepción. La desgracia que me llegó el 2 de junio de 2010,  con la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi, no estaba en los cálculos calamitosos que lesionan el alma y trastornan la tranquilidad  a que aspiramos y creemos merecer.

3.- Conocer algo  de lo degradada que está hoy  la sociedad dominicana, me ha hecho menos pesada la complicación, los percances que he tenido que sortear, capear sin caer en la desesperación  ni en la claudicación. Sé que no puedo rendirme hasta  llegar  al final del asunto que ha golpeado a Jordi y a toda mi familia. No me han  importado los imprevistos, obstáculos ni sinsabores; abandonar el escenario nunca ha estado en mis planes.

4.- Al cumplirse hoy setenta y siete (77) meses de la acción criminal de que fue víctima  mi hijo,  falta menos tiempo para concluir el proceso ante los tribunales que cuando comenzó seis años atrás. El camino que he tenido que recorrer ha sido largo y tortuoso, pero la distancia ni  lo escabroso  me ha mermado el ímpetu de ejercer el legítimo derecho a reclamar que se haga justicia, porque creo que se ha de imponer la ley y el derecho; que va a primar lo claro, franco y sincero, sobre lo taimado, sinuoso y maquiavélico.

5.- Es oportuno  destacar que en el asunto que importa a Jordi, a mi familia y a la parte sana de la sociedad dominicana, en  estos momentos se destacan dos temas que debo abordar  por ser partes  integrantes  del caso: la salud del señor Adriano Román, y el estado del expediente ante la Suprema Corte de Justicia.

6.- En lo que concierne al estado actual de salud de Adriano Román, Jordi  ha sido el primero en decir que a pesar del inmenso daño que le ha causado a él y a toda la familia, su deseo es  que se le prevalezca su vida  e integridad para que, en  especial, pueda cumplir con las dos  sentencias de que se ha hecho merecedor por los  crímenes cometidos en las personas de su ex esposa Miguelina Llaverías  y el abogado de ésta, Jordi Veras.

7.- En vista de que el expediente  actualmente se encuentra ante la Suprema Corte de Justicia,  Jordi y toda nuestra familia espera que, dentro del cúmulo  de trabajo que  pudiere tener ese alto tribunal, el mismo sea conocido en un plazo razonable, teniendo en consideración que el asunto ha permanecido ante los tribunales ordinarios inferiores, más de seis (6) años.
    

Santiago de los Caballeros,
2 de noviembre de 2016.