lunes, 27 de junio de 2016

La palabra en la política nuestra

  1. I.- La palabra y su uso en la política

1.- Los seres humanos manifiestan sus ideas por  medio de  las palabras; en  cada juicio transmiten un sentir; su pensamiento  está encerrado en un término con  el cual simbolizan  lo que quieren  llevar a la conciencia de  otros.
2.- El exponente al hacer uso de un  vocablo dice lo que en ese momento  desea  sea escuchado; tiene un objetivo a alcanzar con lo que habla o escribe. Lo que se dice de viva voz, o por  medio de un escrito, puede ser valorado tomando en consideración  el que  habla o escribe.
3.- La palabra la utilizamos para obtener un resultado positivo o negativo al oído de quien la escucha o  a  la vista de quien  la lee. Con las palabrotas causamos desagrado; con la escritura delicada agradamos.
4.- En las actividades llevadas a cabo por la persona en su  medio social,   la palabra es de gran significación. De ahí que  es común escuchar  “fulano de tal es de palabra, se le puede tomar la palabra,  sabe cuando empeña su palabra porque es formal, cumplidor y sumamente escrupuloso”.  Aquel que no honra  la palabra es  identificado  como  irresponsable e incumplidor.
5.- La palabra sirve para definir el comportamiento político,  la conducta de los que en ella participan.  El discurso, la  disertación de aquel que se dirige al público  dice quien es por medio de sus palabras.
6.-  El actor político persigue  con su exposición que quien le escucha conozca su forma  de pensar, la concepción política que anida en su conciencia. La disertación  hace posible  que el auditórium se forme una idea  de quién hace uso de la palabra y trata de captarlo con su sermón.
7.- En la disputa política cada quien está interesado  de que su alegato se imponga por encima de la  disertación del contrario, porque  en el pugilato oral es posible  valorar la dicción  y justeza de los argumentos de los polemistas.
8.- En la controversia política  no siempre está presente la elegancia del debate porque  entre  los que discuten   es posible  que uno de ellos  no esté preparado para competir con nobleza. El mediocre cuando está imposibilitado de refutar a su contrario con fundamentos recurre  al deshonor, la descalificación  y la indecencia.
9.- La discusión de contenido político e ideológico  debe ser llevada con altura, cada quien  manejándose  con actitud digna, sin herir ni fastidiar  con lenguaje miserable y de descrédito. La respetabilidad  del contendor  no debe ser zaherida  para mortificarlo,     ofenderlo   en su estima.
10.- En el enfrentamiento de personas con sentido de mutua consideración,  la polémica elegante sobre ideas políticas se advierte con facilidad,   muy diferente a quienes dañan el correcto proceder utilizando expresiones que motivan repugnancia. El lenguaje político atractivo está diseñado  para emplearlo  con   palabras encantadoras que deleitan  a quienes las escuchan.
11.- El dirigente político  acreditado no hace uso de términos que reducen su condición  de  posible orientador,  creando  con relación a su persona aprensión y desagrado;  termina convirtiéndose en un individuo infecto a cualquier círculo de   sujetos  que  generan  gusto, satisfacción  con su presencia.
12.- En nuestro medio abunda hoy el político anodino  sin prestancia y de actitud  vulgar.  De su garganta sale el lenguaje soez, puramente chabacano,   propio de su limitación educativa; demuestra  con su proceder que es un individuo de mal gusto, de baja estofa; incapaz de compartir con gente fina, educada. Su  mundo es el berrinche, el enfado y el permanente acaloramiento.

II.- El debate político con ideas vacías
13.- Un análisis sereno y desapasionado de lo que ha sido en los últimos años  el  debate  político en nuestro país, nos lleva a la conclusión  de que es muy poco lo que se ha logrado, porque el mismo ha sido llevado sin contenido social entre  los diversos actores que inciden en las deliberaciones.
14.- En lugar de poner como tema a discutir asuntos de fondo, de trascendencia, se ha polemizado sobre minucias de puro formalismo, triviales,  que no conducen al cuestionamiento del sistema,  induciendo a que el  pueblo preste atención a pequeñeces,  sin  adentrarse a la esencia de los  problemas, todo con el fin de que no se llegue a un conocimiento profundo de lo que en sí es de  interés para  las mayorías.
15.- Aquellos que recurren al palabrerío altisonante no toman en cuenta lo que  interesa a la comunidad;  lo  utilizan   como engaño,   encubriendo  la realidad del país; con  su  hojarasca politiquera  persiguen  que queden  en el aire las dificultades sociales, para que reine la apariencia y así todo queda como que los problemas no existen   en la realidad.
16.- A la sociedad en general le interesa lo social, no lo individual. Los puntos de naturaleza social son los que hay que someter al debate  político para encontrarle la solución más conveniente. Además, cada contendor  está en el   deber de   polemizar utilizando  su lenguaje ideológico, lo  que  permite saber cuales políticos encarnan los intereses esenciales de la mayoría y los que representan los de la  minoría.
17.- Con el uso de las fraseologías  se   confunde al pueblo,  induciéndolo  a no incentivarse  a luchar por lo que genera cambio en la base económica, y  también le quita  impulso  a la lucha social que es la que  contribuye a eliminar   el velo que cubre las lacras del sistema.
18- La utilización de la verborrea  por los políticos  revela en ellos oportunismo para evitar enfrentar  los problemas de fondo,  reduciéndolos a un reformismo perfumado,  y guiando las masas al conformismo.  Allí  donde procede  un cambio de fondo, el politiquero   adapta su lenguaje  a la conveniencia de los que se aprovechan del orden establecido.
19.- Las palabras huecas  hay que sustituirlas  por las que tienen por finalidad llevar al pueblo a actitudes favorables;  las ideas tienen que ser elaboradas en forma tal que lleguen a quienes van dirigidas y las reciban con meditación, calor y entusiasmo.
20.- La prédica política  y social  ha de ser enviada  en  forma tal que aquel a quien  se le dirige la comprenda y la haga suya. Procede difundir en el ambiente  político nacional ideas que lleguen a quienes propugnan por cambios de contenido democrático, que serán bien recibidas por los sectores sociales  afectados por los intereses de  la minoría ligada  al atraso y  a grupos  extranjeros que lesionan al país  impidiendo  su desarrollo e independencia plena.

Santiago de los Caballeros,

27 de junio de 2016.

lunes, 20 de junio de 2016

Los políticos que nuestro pueblo merece

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

I.- La formación humana en la política
1.-  Nadie llega a formar parte del mundo de los vivos con un marbete  colocado  en la frente  indicando  qué labor  hará  durante  su existencia en el  mundo terrenal; su forma  de proceder se comprobará en el ínterin, en el intervalo de trato con los demás.
2.- Cada persona se maneja dependiendo de la conducta, la pauta que le trazan las normas que ha  aceptado como guía de actuar en el ambiente donde  vive, estableciendo una  reconexión entre ideas y  accionar.
3.- En cada quien comprobamos las habilidades que tiene para hacer las labores a las que se dedica, lo competente que demuestra ser en el  oficio que desempeña; cómo se familiariza con las maniobras necesarias en la actividad comercial o empresarial. Hasta para regatear como comprador hay que  poseer cierta soltura, aunque  a  veces un  buen adiestramiento basta para sobresalir en lo que se realiza.
4.- En el medio social donde vivimos compartimos con hombres y mujeres que demuestran estar formados para componer, no para desarmar; amar,  no odiar; educar, no atrasar; honrar,  no deshonrar; para acreditar y no desacreditar, en fin, están  hechos para generar bondad y cordialidad, jamás perversidad ni inquina.
5.- La vida nos enseña que para ser malvado no hay que hacer mucho esfuerzo, pues basta tener una conducta despreciable y adecuarse a ser un excelente pervertido, un malicioso, rastrero y granuja. Aquel que no sirve se mueve fácil en un medio social diseñado para forajidos, infames y canallas.
6- Pero hay actividades  que quienes  las ejecutan  tienen  que estar  formados  de  un contenido muy especial,  principalmente  moldeados en el hogar  familiar; ser el resultado  de la prédica  y  el  proceder de  sus  progenitores. Así, por ejemplo,  politiquero puede ser cualquier  sinvergüenza, pero luchador social  solamente    la mujer  o el hombre de valía.

II.- El accionar político decente  es para personas decentes
7.-  Una sociedad donde convergen diferentes clases sociales, cada una de ellas manifiesta su criterio político atendiendo a su pensamiento,  el cual se refleja  en su forma de proceder en el lugar  que desarrolla sus distintas actividades.  La forma de actuar  define a la persona.
8.- En el seno de la sociedad dominicana, y en otra de igual composición clasista,  la acción política está definida  por  la conducta de la generalidad de los que a ella se dedican en forma habitual o circunstancial;  y permite  conocer la alta o baja estatura moral de los accionantes en el quehacer político nacional.
9.- La política desarrollada con  proyección social es una de las actividades humanas que requiere de más condiciones en quienes la practican,  por lo que no toda  persona está formada para dedicarse a ella con la prestancia exigida y  con el fin de que  cumpla su cometido.
10.-  La franqueza, la sensibilidad y la  honestidad deben acompañar a quien  acciona en política para prestigiarla, honrarla y hacerla merecedora de  respeto. La función efectiva de la política se evidencia cuando es motivo  de  buen crédito  porque se  practica  para glorificarla, no desacreditarla. Ella es el resultado de las ideas que tiene el que  la impulsa en  un medio social determinado; y cumple  una función  positiva o negativa dependiendo  del pensamiento que sustenta quien le da vida y la motoriza ante  los demás miembros de la sociedad.
11.- La actividad política decente, propia de personas decorosas, difiere de la  politiquería, obra de aquellos que actúan  mediante maniobras sin principios para lograr los fines que persiguen,  y son duchos en bajezas e intrigas.
12.- Ciertamente, la forma de hacer política deshonrosa y deshonesta cuadra perfectamente con la catadura moral de aquellos que hacen política sin respetar principio alguno e identificados con lo que conviene al sistema que impera en el país. La nobleza, la integridad, la probidad y la rectitud constituyen  estorbos  para el accionar politiquero.
13.- Para moverse en política con el objetivo de sacar provecho personal, basta con tener una formación de cafre, moral de truhán y un temperamento adaptado  a todas las circunstancias, adecuado a un medio social  como el nuestro degradado en lo ético y moral.

III.- Para el futuro necesitamos  políticos  decentes
14.- El hecho de  que en el país predomina hacer política de baja estofa, no debe inducirnos aceptar con indiferencia semejante accionar; se impone bregar para elevar la manera de obrar en la política, y hacer de ésta una tarea de gente buena,  con actitud de servir a la sociedad, y no con  propensión al individualismo y la conveniencia.
15.- Para  bien del país  es una necesidad la modificación de la forma actual de hacer  política,  porque al corregir el  proceder en esa actividad  abre la posibilidad de que, en el futuro, surjan mujeres y hombres que abrazándola    la lleven a la práctica con  un fin social y   como aporte  cívico.
16.- Aquellos que en el futuro estén  interesados  de  estar en política con sentido de decencia y honorabilidad, tienen que entregarse a ella con desprendimiento,  en beneficio de la comunidad;  para  así sanar el medio donde nos encontramos hoy que ha sido contaminado por las malas actuaciones de los que se han  integrado a la política para quitar no para aportar, deteriorar no mejorar, hacer  daño y   no  bien.
17.- El político nuevo debe  actuar  en base a principios y normas de conducta que sirvan de modelo cívico, y estar formado con  reglas  de sana convivencia, para que se impongan y sean tomadas como líneas   del bien actuar y con propósito enaltecedores.
18- Nuestro pueblo merece que quienes se vinculen a la política se propongan comportarse como personas de bien,  que quieran accionar para cambiar la situación actual, y tengan la intención de poner su pensamiento a trabajar para contribuir a disfrutar un mejor país, para que sea cuestión del pasado llegar a la política con los pasos dirigidos a andar detrás de prebendas,  picando en alto para sí y los suyos.
19.- El político del futuro debe ser limpio por entero, y no  estar en esa función para enriquecerse, justificando inconductas, aprovechándose de las ocasiones que le facilitan estar   al frente  de  un  órgano  o institución del Estado.
20.-El país necesita individuos que estén en la  política en forma desinteresada, para que  así el pueblo se olvide de  muchos   politiqueros de ahora que no son más que oportunistas, sacadores de partidos favorables; engañadores, vividores, barredores hacia dentro de su  casa, metedores de mano al erario, en sí, actúan en política para prevalecerse   y nada más.
21.- Uno de los objetivos de quienes en lo adelante   decidan incidir en la política dominicana, debe  ser   exhibir un comportamiento de personas virtuosas, con calidad para generar confianza pública en sus conciudadanos. La forma de actuar ha de ser la carta de presentación de todos aquellos que comparecen ante el pueblo con  un  discurso totalmente diferente al de los politiqueros de ahora que con sus actuaciones han deshonrado la política, haciéndola una mancilla.
22.- Aquel  que comparece  ante el pueblo dominicano para hacer política distinta a como se ha hecho hasta ahora, tiene que estar formado como un  ser humano sensible, honrado y de firmes convicciones democráticas, con un mensaje de persona comprometida con la lucha social, y  el  mensaje que  envie forme parte de su conciencia, pensamiento y sentimientos.
23.- Hay que esperar que en lo adelante lleguen a la política dominicana ciudadanas y ciudadanos sencillos, de trato humilde y franco;  para  así  olvidar para siempre a la generalidad  de hoy que son pretenciosos, cargados de petulancia, descaradamente pomposos y fanfarrones.

Santiago de Caballeros,

20 de Junio de 2016.

La expedición de Luperón, 67 años después

Por: Ramón Antonio Veras.
Los dominicanos presentes en el exilio opuestos a la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina, en ningún momento descansaron en sus propósitos  de derrocar al  tirano,  utilizando  como método  la lucha armada desde el exterior,  para llegar al país  a enfrentar  el ejercito, principal organismo represivo del tirano.
Las dos primeras  acciones armadas  contra Trujillo, organizadas  en territorio cubano, y conocidas como  la Expedición del Mariel, de 1934, y la de Cayo Confites en 1947; ambas  resultaron  frustradas; en la primera,  se destacó, entre otros, el licenciado Rafael Estrella Ureña, y en la segunda Juan Bosch, Juancito Rodríguez  García y Fidel Castro.
La tercera expedición  armada  de los dominicanos en el exilio partió desde Guatemala,  el día domingo 19 de junio de 1949, llegando al territorio nacional  por Luperón, la misma noche de la  fecha señalada, y en ella   intervinieron   dominicanos e  internacionalistas de Nicaragua y  Costa Rica. Los dominicanos   participantes en la acción fueron  Horacio Julio Ornes Coiscou,   José Rolando Martínez Bonilla, Federico H. Henríquez,  Tulio H. Arvelo,  Hugo Kunhart, Salvador  Reyes, Miguel Feliú Arzeno y Manuel Calderón Salcedo; los nicaragüenses  Alberto Ramírez, Alejandro Selva y  José Félix Córdova Boniche, y Alfonso Leyton, de Costa Rica.
El  día  que llegó la expedición, fallecieron  calcinados dentro del mismo avión que los  trajo al país,  Alberto Ramírez, Hugo Kunhart, Alfonso Leyton y  Salvador Reyes.
El 22 de junio de 1949,  fueron detenidos, y luego  procesados y condenados  los dominicanos,  Horacio Julio Ornes Coiscou, Tulio H. Arvelo, José Rolando Martínez Bonilla, Miguel Feliú Arzeno,  y el nicaragüense José Pérez Córdova Boniche.
Posteriormente, el 23 de junio en un enfrentamiento con el ejército murieron   Federico H. Henríquez (Gugú), Alejandro Selva y Manuel Calderón  Salcedo.  Los tripulantes del avión, tres norteamericanos también  fallecieron.
Para la expedición de Luperón  prestaron su concurso  los gobiernos de Costa Rica, Guatemala y Cuba,  y  aportes significativos Juancito Rodríguez, Juan Rodríguez García, Miguel Ángel Ramírez y José Horacio Rodríguez.  Este último participaría luego,  como comandante,  en  la  gesta  del 14 de junio de 1959. 
Al final de la década  del 80 del siglo pasado, mientras me encontraba en Moscú, visité en un centro de salud a mi amigo Tulio H. Arvelo,  y en el mismo lugar  se encontraba la revolucionaria española Dolores Ibárrubi-La Pasionaria-.  Tulito nos narró,   a  La Pasionaria y a mí,  algunas de sus vivencias  relacionadas con  su vida en el exilio, su participación en la Expedición de Luperón, y el calvario  de su prisión luego de ser condenado  conjuntamente con cuatro de sus compañeros expedicionarios.
Al cumplirse 67 años de la Expedición de Luperón, es propicia la ocasión para que el pueblo dominicano rinda tributo de recordación a los dominicanos e internacionalistas que vinieron al país  a luchar,  al igual como lo hicieron  diez años después  los integrantes de la Raza Inmortal  de junio de 1959,  para que  el país disfrutara  de plenas libertades, efectivos  derechos y una   independencia y soberanía plena.


Santiago de los Caballeros, 18 de junio de 2016.

martes, 14 de junio de 2016

14 DE JUNIO, 57 AÑOS DESPUÉS

Por: Ramón Antonio Veras.

1.- Hoy se cumplen 57 años que un grupo de patriotas dominicanos e internacionalistas consecuentes  arribaron al país,  el   14 de junio de 1959, por Constanza,  dispuestos a enfrentar, con las armas en las manos a la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina.
2.- Los expedicionarios del 14 y el 20  de  junio de 1959  llegaron por Constanza, Maimón y Estero Hondo, para   liberarnos de la tiranía,  y a  instaurar un orden económico que  sacara a nuestro pueblo de la opresión social que sufría.  Todavía hoy no se han cumplido  los objetivos liberadores contenidos en el programa mínimo levantado por   la Raza Inmortal.
3.- La presente y futuras generaciones de dominicanos y dominicanas,  tienen un compromiso histórico con los héroes y mártires de junio de 1959, y es darle continuación a la lucha por ellos iniciada,  la cual  sólo concluirá cuando nuestro pueblo esté totalmente liberado.
4.- Propicia es la ocasión para que lo mejor de nuestro pueblo rinda homenaje y testimonio de recuerdo inolvidable a los mártires y héroes de junio de 1959, en la persona de los dos únicos sobrevivientes de esa  proeza: Mayobanex Vargas y Delio Gómez Ochoa.

Gloria eterna a los mártires y valientes sobrevivientes.



                                                                                                                                               
                                                                                                                                                
                                                                                                                                                Santiago de los Caballeros,

                                                                                                                                                14 de junio de 2016.

lunes, 13 de junio de 2016

Conviene organizar una oposición progresista

Por: Ramón Antonio Veras.

I.- El PLD y la diversidad de sus oponentes

1.- Está fuera de toda discusión la permanencia del PLD en el gobierno hasta el 2020,  a no ser que ocurra un movimiento que, como  consecuencia de una crisis de contenido político y social, haga imposible su estadía en  el  control del Estado.  Los fenómenos sociales son impredecibles; lo que un pueblo no hace en 100  años, lo ejecuta en un día.

2.- Pero así como es una realidad la presencia del PLD en el poder,  y su dominio absoluto de las instituciones,  también es una verdad  la diversidad de sus adversarios,  lo que  entraña variedad de pensamiento político; mezcla complicada  de combinar para el accionar porque   en la mezcladura está su división por la naturaleza misma de la composición.

3.- Como rivales al gobierno de turno hoy están presentes en el ambiente nacional   distintas clases sociales,  criterios ideológicos y aspiraciones personales. También se encuentran ligados  los contrarios consecuentes, por conveniencia u oportunistas, arribistas, chaqueteros arrepentidos y los personalmente lesionados  en el orden  económico.

4.- Partiendo  de la multiplicidad de organizaciones opositoras al gobierno del PLD, la heterogeneidad ideológica y la diversidad de objetivos de las mismas, conviene a cada una de ellas definir sus posiciones, puntos de vista, la postura propia que han  de asumir y las tareas que están en condiciones de realizar por sí mismas  y  con  otros grupos de oposición.

5.- No escapa a nuestro conocimiento que en el medio político dominicano, dentro  de los  contrarios al gobierno del  PLD, están, entre otros,  aquellos que consideran que deben  dirigir el Estado para resolver sus problemas personales, que todo siga igual y  nada cambie, a no ser las personas que han de administrar los dineros del erario.

6.- En el lado opuesto a los  ya  indicados contrincantes,  están los opositores  convencidos de que el PLD, al igual que los partidos y administraciones anteriores, nada hará en provecho del pueblo y que, por tanto, hay que  quitarle  el poder para instaurar por primera vez  en el país  un  gobierno de contenido democrático, totalmente distinto a los anteriores, con un modelo económico nuevo y una democracia en la cual el pueblo participe, controle y decida.

7.- No hay duda de que el antagonismo existente entre  los  competidores a la administración del PLD, hace difícil su unidad para accionar con éxito. Los conflictos entre quienes  tienen igual objetivo político  generan desacuerdos que debilitan y hacen imposible coordinar acciones comunes.

8.- La ausencia de afinidad ideológica conduce al alejamiento; la separación crea debilidad  donde se necesita fortaleza; la discordia y la afinidad son incompatibles, lo mismo que la convergencia con el contraste.

9.-  Estar unidos existiendo  diversidad, requiere mutua comprensión y lealtad, algo complicado para quienes se consideran indispensables y se muestran recelosos, porque la sospecha la tienen por delante, la  suspicacia asoma en cada encuentro que se supone es entre confiados y bien pensados.

10.- La ilusión de creer que individualmente pueden derrotar al PLD,  y la dispersión ideológica  de sus adversarios   ha contribuido, entre otros factores,   a que éste conserve el  poder. En política hay que ser realista,  no soñador;  entusiasmarse es fácil, lo complicado es materializar el encanto logrando lo que motiva la ilusión.

II.- Una oposición progresista al actual  gobierno

11.- La práctica  de la vida nos enseña y hace posible que vivamos   la realidad y no en las nubes, y  aprendamos  de nuestros aciertos y desaciertos, del buen tino y de los errores.

12.-  A  los hombres y mujeres del país con ideas progresistas,  los años en el accionar político deben servirles para  recapacitar, repensar  lo que  han  hecho bien,  y también reflexionar  sobre lo que  les ha llevado  a la desgracia

13.- La experiencia resultante de los avatares políticos debe   haber enseñado a los que aquí siempre han impugnado el sistema social dominante, que  no  les  han dado  buenos  resultados  andar mal acompañados, a la cola de los partidos tradicionales, y empujándolos para  que avancen y lleguen al poder.

14.- El escenario político nacional actual es ideal para que las fuerzas motrices dominicanas  identificadas en el movimiento democrático, comiencen a trillar su propio camino, diferenciándose de otros grupos de oposición al actual gobierno. La diferenciación debe expresarse con claridad para que no dé lugar a confusión e interpretación caprichosa  en el seno del pueblo.

15.-  Sería  fácil de establecer  la desemejanza de los que se oponen al  gobierno desde una posición progresista y de principios, la que debe comenzar  por  los mensajes  dirigidos a las masas y los métodos  de lucha,  lo que haría evidente la disparidad con otros actores oposicionistas.

16.- Las  fórmulas  a  aplicar por  aquellos que persiguen  hacer oposición con visión democrática y progresista,  deben ser de una forma tal que sirvan   para marcar clara  distancia con los que  hacen de rivales  al oficialismo  desde una óptica conservadora, persiguiendo  que se mantenga el mismo modelo económico, cambiando sólo  de  administrador.

17.-  Una oposición de avanzada, coherente y con un programa que recoja las más sentidas aspiraciones de los que en  el país son los más, llamaría  la atención por la disparidad de metas a cumplir,   los objetivos a alcanzar y el contraste con los que sostienen posiciones llamadas a preservar el  statu quo.

18.- Una vez se haga un trabajo político permanente  ante el pueblo dominicano, y con un discurso distinto al de otros adversarios al gobierno, se va a comprobar que hay una oposición nueva que persigue construir una democracia renovada, que no tiene semejanza con la actual ni con la que propugnan otros grupos políticos que dicen ser opositores al régimen de turno, pero sólo les  interesa el  quítate tú para ponerme yo, y que  todo siga igual.

19.- Una oposición  progresista,  con un programa bien definido  con relación a lo que se propone realizar  en  un futuro gobierno apoyado por las grandes mayorías nacionales, concitaría el respaldo popular, a la vez que establece distancia inequívoca con otros grupos  que dicen ser contrarios  al oficialismo.

20.- En la medida que se delimitan los campos entre los adversarios al régimen   que procuran transformaciones verdaderas y posibles,  y aquellos que hacen oposición sin cuestionar el modelo vigente,  el comportamiento de los que  accionan por cambios estructurales    se hace inconfundible,  frente a la actitud  imprecisa, ambigua  y difusa de los demás oposicionistas.

21.- Las personas del país con  ideas avanzadas, desde los demócratas sinceros y consecuentes, pasando por los religiosos comprometidos con las causas justas, hasta los socialistas reales,  deben levantar un programa en el cual expongan en forma nítida  los principios, orientaciones, planes de trabajo a realizar y objetivos fundamentales a alcanzar, lo que permitiría  establecer diferenciación, particularidad en el quehacer político nacional.

22.- Los hombres y mujeres que aquí están identificados con el progreso social, el desarrollo nacional y adelanto en todos los órdenes,  están en condiciones de hacerles  una oposición al gobierno que sea convincente, y claramente diferente a la que han hecho y hacen los que están comprometidos con el presente orden establecido que se fundamenta en la desigualdad  de oportunidades para la mayoría de la población.

23.- Solamente aquellos que no están comprometidos con el sistema  actual están en condiciones de plantearles a las masas populares una política clara contraria a la actual  administración;  quienes están atados a las reglas  del orden vigente no pueden cuestionar su existencia porque  se convertirían en  sepultureros de  sus propios intereses.


24.- Al gobierno del PLD no se le puede hacer oposición política pura y simple; hay que  combinarla  con demandas de contenido social,  que solamente pueden ser levantadas por  las organizaciones progresistas, no así por aquellas vinculadas  con el sistema  y  giran alrededor   de las reglas del orden establecido.

25.- Solamente desde una oposición progresista puede plantearse  la brega contra la administración actual,  recurriendo  a desenmascarar  el sistema  demostrando que es incapaz  de solucionar los problemas más acuciantes  de nuestro pueblo. Los pronunciamientos politiqueros  no  se afianzan  en la conciencia de las masas, ni el gobierno  se siente preocupado  porque todo cae en la cháchara politiquera.

26.- Las reivindicaciones  de fondo, aquellas que están relacionadas con transformaciones  de la base económica de la sociedad y alcanzan  asuntos  de orden económico, político y social, no pueden ser demandadas  por los partidos  tradicionales, sino por los que  cuestionan el sistema y están en disposición de llevar a la práctica  las conquistas reclamadas y sentidas por el pueblo.

27.- Es un compromiso  de los dominicanos y dominicanas  con vocación democrática,  ante el existente descalabro material  y espiritual  que padecemos,   crear las bases para erigir  un gobierno integrado  por fuerzas sociales y políticas que nunca hayan estado  en el poder, y aspiran a ejecutar  con la voluntad del pueblo  un programa mínimo  para instaurar  nuevas instituciones y adecentar la vida pública. 

III.- La unidad de sectores progresistas y  grupos del sistema

28.- En política no puede andarse dando tumbos, bandazos a lo loco; en  un constante vaivén, de tambaleo en tambaleo. Hay  que actuar con coherencia, acorde con el momento, con la consistencia que imponen las circunstancias. La incongruencia, lo absurdo, no cuadra en la política certera y racional.

29.- En el actual ambiente político dominicano convergen varias generaciones de políticos con ideas progresistas los cuales,  saben lo que desean, el tipo de administración que aspiran  dirija  las instituciones  y órgano del Estado. De ahí que no hay lugar a confusión alguna en lo que respecta a los que tienen iguales objetivos a alcanzar.

30.- Los grupos políticos  del país  con formación progresista tienen la suficiente capacidad para comprender  que  la situación política que estamos viviendo no es para llevarla solamente al campo político, sino también al social, y hay que ser sumamente cauteloso para dar los pasos que más conveniente  para alcanzar las metas  propuestas.

31.- En los distintos   hechos de contenido político y social ocurridos en el país en los últimos años, en la generalidad de ellos han estado presentes,  como actores o testigos,  los hombres y las mujeres  con ideas progresistas,   y han hecho contribuciones significativas  para el avance democrático, lo que demuestra que no son improvisados políticos.

32.- Cuantas veces  se ha hecho necesaria  para la defensa  de las reivindicaciones  de los oprimidos  de la sociedad dominicana,  el sector progresista del país  ha estado ahí, haciéndole honor a su pensamiento, demostrando coherencia  con sus ideas  y principios.

33.- El hecho del movimiento democrático del país crear su propio espacio político para diferenciarse de otras fuerzas de oposición al gobierno,   no constituye  un obstáculo  para formalizar   acuerdos tácticos  con otras agrupaciones,  conservando siempre su independencia. La identidad de un órgano político no se pierde por el hecho de hacer trabajos unitarios  que coinciden con sus propósitos  programáticos.

34.- Saber escoger  los aliados  para trabajos específicos  permite  obtener triunfos  individualmente  imposible de lograr. De ahí que el buen sentido político manda  a actuar  con suficiente tacto a la hora de formalizar una alianza para avanzar.

35.- No es  cosa del otro mundo  tener pleno conocimiento de la ubicación ideológica de los principales artífices  de la política nacional, las organizaciones políticas a las que pertenecen y los objetivos que persiguen. En el conjunto de los grupos políticos el lugar determina lo que ambiciona el actor, a la  vez que su localización sirve para saber hasta dónde llega como aliado.

36.- Los sectores de avanzada, aquellos que impugnan el actual ordenamiento económico y social del país, han tenido tiempo más que suficiente para saber con quienes pueden y deben  unirse políticamente; en ellos no puede existir  duda  porque aunque el error es de los humanos, el despiste en el accionar político en muy pocas ocasiones ocurre,  a no ser que se tenga un embrollo, un desorden en el análisis del desarrollo de las actividades políticas.

37.- Aunque en  el cuadro político nacional  se considera como  formando parte de la oposición al gobierno a todo el que está   en desacuerdo con el  mismo,  sin distinguir la naturaleza de esa  posición adversa,  quien  domina la política no  desconoce   que dentro de los contrincantes los hay con los más diversos  motivos.

38.- Nada quita a los sectores progresistas unirse en forma coyuntural  con adversarios ideológicos.  La unidad de los contrarios es posible cuando los que se unen  previamente definen hasta qué punto estarán agrupados, y el  momento que se procederá  a la separación.  La unión táctica no puede prolongarse más allá de donde la incorporación  daña  la estrategia de una de las partes. En  política, a veces es más conveniente  estar alejado de un aliado coyuntural, que una cercanía perjudicial.

39.- En todo caso, la franqueza  debe prevalecer entre los interesados en estar unidos por un periodo determinado. Si no se definen los objetivos a perseguir, la  vinculación, la armonía no va a perdurar porque acecha la desunión, que conduce necesariamente a la degradable separación agraviada.


Santiago de los Caballeros,
13 de Junio de 2016.



lunes, 6 de junio de 2016

Si hay disposición podemos cambiar realidad la actual



Por: Ramón Antonio Veras.
1.- La política ejercida con seriedad a los fines   de hacer efectivas ideas renovadoras, requiere dignidad, respetabilidad, mesura, rectitud, y  nada de informalidad e insensatez; hay que darle la importancia que ella tiene, tomarla en cuenta  por su trascendencia.
2.- En el accionar político hay que actuar con serenidad, sin precipitación alguna; moverse sosegado para no dar pasos a ciegas; demostrar tranquilidad espiritual, proceder con ecuanimidad y desapasionado. Al  tomar decisiones políticas hay que  estar libre de nerviosismo,  liberado de toda agitación y alteración de ánimo.
3.- La persona que decide abrazar la política   como un sacerdocio, debe estar preparada para ser correcta en sus actuaciones, cumplidora en los compromisos que asume; escrupulosa, de integridad probada y firmemente juiciosa. La función política no es para desaprensivos, irresponsables y vagabundos.
4.- La importancia que entraña la política ejercida en serio impone que todo lo que  se  haga a su alrededor sea el resultado de un convencimiento aceptado como una verdad,   algo serio y delicado. La broma no cuadra en los  asuntos que  tienen que ver con política seria,  sin importar que sea pesada, medio en broma o entre bromas. Ser político no es lo mismo que chancero, chistoso  y chungón.
5.- Para incidir en política persiguiendo objetivos de contenido social y de liberación, el actor ha de ser un individuo de carácter  y reunir  condición  de dirigente; demostrar energía, gran empuje para influir por su entereza  y ejemplo. Un  desvergonzado, caradura y sinvergüenza carece de la personalidad adecuada para ser modelo político a seguir.
6.- Estar en política para satisfacer  una  inquietud, es cosa de caprichosos que,  al final, demuestran que se equivocaron,  pues los veleidosos están en la imposibilidad de cumplir una misión que sólo puede ser obra de perseverantes, constantes y tenaces. El voluble, capitoso y antojadizo no llega muy lejos, se queda a medio camino compartiendo con  el impaciente y desidioso.

II.- Los indiferentes a la realidad nacional
7.- Lo que pinta la realidad dominicana es que no  hemos   logrado objetivos económicos, sociales e institucionales porque la generalidad de los actores  políticos están  interesados en resolver sus problemas personales, no así  los de la mayoría del pueblo; se comportan como gestores de negocios, no como agentes interesados por cambios estructurales.
8.- La vida nos enseña que no todos los seres humanos están  formados para actuar en política con desprendimiento; la generosidad no se adquiere   por procuración, lo mismo que la  esplendidez no se  obtiene por receta. En la persona sensible no hay  espacio alguno para la mezquindad, avaricia y ruindad.
9.- La sensibilidad es algo que está en la persona receptiva a lo justo,  preocupada  por lo que afecta a los demás, aunque personalmente no resulte  lesionada.   El desinterés no cuadra en aquellos que viven indiferentes a la intranquilidad de la colectividad; no se puede desdeñar nada que interesa a nuestros semejantes.
10.- El individualismo está dominando el accionar de la gran mayoría de los que sobresalen en las actividades políticas del país; a ellos no les importa el infortunio, la infelicidad de las grandes mayorías nacionales. El individualista mide la alegría del pueblo partiendo de su bienestar propio. Aquel que vive para sí mide el progreso tomando en cuenta su particular ascenso en la pirámide social.
11.- En la mente de los principales dirigentes de los partidos que controlan el electorado dominicano, no hay temas de interés para electores y electoras; su  objetivo es ocupar un cargo    desde el cual, a costa del  presupuesto  nacional,  puedan darle solución a sus preocupaciones en el orden material y espiritual. Lo  que conviene a los demás no inquieta a quienes sólo se mueven por lo suyo y nada más.
12.- Lo que  a diario vemos en el cuadro político dominicano es  a una gran mayoría de políticos para los  cuales son extrañas  lacras sociales como hambre, miseria, desempleo, pobreza, penurias, corrupción y criminalidad. Su mente está codificada para riqueza, impunidad, latrocinio y todo lo que significa avance, progreso en su patrimonio económico.
13.- La ideología que domina a los indiferentes  políticos, la desgracia nacional no les preocupa en lo absoluto porque  para ellos es normal actuar con el mayor descaro, total desfachatez y olímpica desvergüenza; ellos se  atreven a todo con la creencia de que el pueblo  acepta lo que venga, que no reaccionará ante tanta indecencia política.

III.- No es cuestión de maldición  divina; hay que movilizar a todos los insatisfechos

14.- En estos momentos resulta difícil  en el mosaico político dominicano encontrar mujeres y hombres motivados, impulsados  a realizar actividades que tengan por finalidad cambiar  el actual desastroso estado de cosas. Lo que  se mueve en el  quehacer politiquero actual está diseñado para lo particular,  no para lo general; hay mucho de impasible,  y muy poco de sensible.
16.- Los dominicanos y dominicanas que mantienen a nuestro pueblo viviendo en la más profunda opresión social, desprecio e inequidad, están  aquí, lo mismo que se encuentran entre nosotros los llamados a revertir la presente situación de degradación moral y material que padecemos. Sólo falta que los comprometidos con la  mayoría oprimida cumplan con su deber como luchadores sociales consecuentes con su forma de pensar y actuar.
17.- Si estamos convencidos de que las penurias  que lesionan a la mayoría de la población dominicana no es cuestión de maldición divina, sino de un modelo económico que favorece a la minoría nacional y extranjera, entonces lo que procede es accionar para cambiar  la desgracia actual que nos agobia,  y  construir una sociedad  que  sea llevadera y nos saque del  drama  de que  nos estamos lamentando.
18.- Por la forma como se han comportado contra el pueblo los gestores de negocios políticos, no resulta  difícil aglutinar a las masas populares para hacerlas dueñas  de su destino,  y  se pongan en tensión todos los que han demostrado que están en política seriamente, identificados con las mejores causas, las de los que  son los más, los oprimidos e insatisfechos con la forma degradada que está actualmente la sociedad dominicana.
19.- Lo que en las ciencias políticas y sociales se identifican  como condiciones objetivas aquí están más  que presentes, y las subjetivas también; y si éstas no están lo suficientemente desarrolladas, en el curso del proceso, sobre la marcha se fortalecen. Es cuestión de activar, acelerar, estimular a todos los insatisfechos, a los indignados de tanta  miseria humana, sinvergüencería,  oprobio y degeneración en todos los órdenes.
20.- No es verdad que en el medio social dominicano la mayoría de los integrantes de la sociedad están conformes con la forma como estamos viviendo en lo material y espiritual. Por muy holgado que esté económicamente un sector de la sociedad, anímicamente no se siente bien  ante tanta y tanta corrupción pública y privada, criminalidad e impunidad,  inseguridad personal y de bienes,  degradación arriba y abajo, en fin, la alegría y el  entusiasmo no cuadran en un ambiente de  tristeza.

Reflexiones finales

a.- En política hay que combinar toda una serie de factores para que tenga éxito la acción emprendida, y decisiva la disposición  de la persona que hace de actora, así como    sus convicciones  ideológicas. La determinación de luchar  para que nuestro país salga  del atolladero  que lo han metido los partidos tradicionales,  se hace necesario impulsar  acciones y movilizaciones  unitarias,   libres  de sectarismo y vanguardismo absurdo.  
b.-  Lo importante es tomar decisiones que al final den buenos resultados a los fines perseguidos; transitar  sin dudas ni vacilaciones por el camino que nos ha de llevar a un destino de felicidad y gozo, bienestar y optimismo.
c.- Por muy difícil que se presenta la situación  en el orden económico,  ético y moral, el pueblo tiene las suficientes reservas y potencialidades para cambiar la realidad actual y levantar un mejor país.  La decepción, el desencanto  jamás  debe apoderarse  de los que vivimos entusiasmados pensando en un  futuro luminoso para todos los dominicanos y dominicanas.
d.- No es cuestión de unificar a los descontentos desde el punto de vista de clase social; el objetivo debe ser aglutinar a los que no se identifican con el estado de degradación, el envilecimiento y  lo  pervertido de la situación actual. Unificar a los que aquí merecen y aspiran vivir en un país con  igualdad de posibilidades para todos y todas, y  con normas  de decencia, orden  e institucionalidad.
e.- En todo medio social se generan fenómenos nocivos que en una u otra forma repugnan a amplios  grupos sociales, sin importar su ubicación clasista. De ahí que es posible coordinar acciones en torno  a problemas comunes y específicos; la unidad de acción hace posible que marchen en la misma línea y por el  mismo camino actores con  diferentes ideas políticas e ideológicas.
f.- Adecentar el ambiente y recobrar la institucionalidad es una aspiración legítima   que mueve y concita  voluntades e intereses muy  diversos. No hay un sector de nuestro país que se oponga a levantar su voz para exigir  higienizar el medio en que vivimos, y que las instituciones sean funcionales para  que no respondan a conveniencias grupales.
g.- Empujar en dirección  hacia la limpieza social, posibilita que en el  mismo trayecto  se coloquen los dominicanos y dominicanas  a los cuales repugna la porquería, el basurero en que  nos estamos moviendo;  el impulso, la energía unificada de los que son los más hará  retroceder a la minoría que gusta medrar en ambientes contaminados, infectados por la tolerancia de las vagabunderías.
h.- En la medida que se logra articular a personas dispuestas a tener un mejor país, es posible neutralizar a los que actúan tranquilamente imponiéndonos  sus designios, como si fuéramos un grupo de tarados, políticamente castrados, dispuestos a aceptarlo todo como insensibles  y apáticos.
i.- Es cuestión de  que ocupen el mismo espacio político y social los disconformes con seguir viviendo en este pantano social que nos movemos;  que se expresen aquellos que tienen divergencia con los  politiqueros;  movilizar unísonos  a los  que son  opuestos a continuar soportando el tigueraje  en el accionar político.

Santiago de los Caballeros,

06 de  junio de 2016.

jueves, 2 de junio de 2016

A los 72 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi

Por: Ramón Antonio Veras.

1.- Han transcurrido 6 años de martirio, 72 meses de aflicción,  2190 días de padecimientos,  52,560 horas de desasosiego, 3,153,600 minutos  de pesares y 189,216,000  segundos de sobresaltos, desde el 2 de junio de 2010,  fecha en  la cual  mi hijo Jordi, fue objeto de una tentativa de asesinato, ejecutada por sicarios pagados por Adriano Román.

2.- Amplios sectores de la sociedad dominicana, que han dado seguimiento al proceso judicial del caso, se hacen la pregunta de por qué el asunto ha permanecido  tanto tiempo y ha sido objeto de  más de 60  aplazamientos.

3.- La parte decente de la sociedad  dominicana debe saber que el largo tiempo que ha permanecido en los tribunales el caso de mi hijo Jordi, no es responsabilidad de los jueces, sino de las piedras  que han sido colocadas en el camino para que la justicia no tome su imperio.

4.- La eternización del  asunto judicial penal de naturaleza criminal, seguido a la asociación de criminales que quisieron matar a Jordi, no tiene una sola explicación, sino varias. Dentro de los diferentes razonamientos para conocer el largo  tiempo del caso sin llegar a su final,  se pueden citar  deficiencias  en el  Código Procesal Penal, de las cuales se han aprovechado los imputados burlando así las garantías procesales.

5.- Además de la anterior, otro razonamiento  del largo tiempo del proceso y la burla de los sucesivos reenvíos,  es que  defensores específicos  designados por la Oficina Nacional de  Defensa Pública, en interés particular del imputado Adriano Román, han patrocinado sucesivas suspensiones del curso normal del caso.

6.- Es bueno aclarar que Jordi, ha  sido víctima, no sólo del acto criminal en su contra, sino también del sistema social imperante en el país que ha hecho posible el agrietamiento de las instituciones y su infuncionalidad.

7.- He dicho que el caso de mi hijo se  ha  alargado   ante los tribunales por una falla sistémica, porque si existiera en el país  un  Colegio  de Abogados con  un tribunal disciplinario útil,  y un eficiente Consejo Nacional de la Defensoría Pública, el caso hubiera concluido desde hace mucho tiempo.

8.-  Pero de la misma forma que Jordi fue víctima de una acción criminal en la modalidad de sicariato, también   ha sido  perjudicado  por lo  inefectivo del Colegio de  Abogados y su tribunal disciplinario, la cooperación de la Oficina Nacional de la Defensa Pública con Adriano Román, y la falta de vigilancia del Consejo Nacional de la Defensa Pública.

9.-  Por encima de las debilidades del Código Procesal Penal,  que favorecen a los delincuentes; la complicidad de la Oficina de la Defensa Pública,  la ineficacia del Colegio de Abogados y su Tribunal Disciplinario,  y la indiferencia del Consejo Nacional de la Defensa Pública,  el deber me ha impuesto  estar ahí, sin vacilación alguna,  al lado de mi hijo, reclamando justicia  sin importar las fallas del sistema procesal,  ni las complicidades que se han dado  con los que quisieron asesinar a mi hijo. Además, todos los plazos se vencen,  las chicanas se agotan y el momento de Jordi  respirar en paz, al igual que toda nuestra familia, no está lejano.


Santiago de los Caballeros,

2 de junio  de 2016.