Los seres humanos que hacen aportes
significativos a la lucha liberadora de
los pueblos en procura de romper las cadenas de la opresión, merecen ser
recordados y exaltados para que sus acciones
transformadoras sirvan de ejemplo a las
futuras generaciones, y sus nombres grabados en la conciencia de
quienes, en el futuro, hacen suyos los
ideales que les inspiraron.
En la
década del sesenta del siglo pasado, dejaron de existir físicamente dos
hombres que dedicaron sus vidas a defender las causas justas: Ho Chi Minh y Ernesto Guevara; el primero
falleció en fecha
2 de septiembre de 1969, y el
segundo el 9 de octubre de 1969.
Al
final del mes de diciembre
de 1969, mi compañera Carmen quedó embarazada; ambos acordamos que si la criatura resultaba ser varón,
le pondríamos la combinación
de los nombres de Ho Chi
Minh y Ernesto Guevara.
El día 2 de septiembre de 1970,
alrededor de las dos de la madrugada, en
la Clínica del doctor Almanzar, y de las
manos de éste, llegó al mundo una criatura de sexo masculino, de siete libras de peso, con muchísimos
cabellos.
Sumamente emocionado me acerqué
a la cama donde se encontraba Carmen, y
eufórico le dije: nació varón, y su nombre ya lo tenemos; así hicimos; le colocamos al recién nacido el primer nombre de Ho Chi, en memoria
de Ho Chi Minh, quien había
fallecido, precisamente, un 2 de septiembre de 1969; el segundo fue el de Ernesto, en recordación a Ernesto-El
Che –Guevara.
Ho Chi Ernesto Veras Rodríguez, está entre
nosotros vivito y coleando; físicamente saludable, con un cuerpo de
atleta; graduado de médico en la Pontificia Universidad
Católica Madre y Maestra, y con una
especialidad en medicina nuclear en la
Universidad Nacional Autónoma de México.
Ho Chi Ernesto, está casado con la doctora Natascha Dalmau
Castillo; fruto de este matrimonio son sus hijos, mis nietos, Arturo Ernesto y Álvaro Ernesto.
Ho Chi Ernesto, hoy 2 de septiembre de 2015, al cumplir tus 45
años de edad, quiero decirte que te quiero mucho; mi deseo
es que cumplas muchos años de vida, con salud y alegría; que por muchas cosas feas que veas y te hagan
durante tu existencia no pierdas tu sensibilidad, y sigas queriendo a los demás; que lleves con orgullo
los nombres que tu madre y yo te
colocamos, que sirven para rememorar a dos seres humanos que, como Ho Chi Minh y Ernesto
Guevara, lucharon en todos los escenarios por la felicidad de la humanidad.
Ho Chi Ernesto, quiero decirte que
para mí, hoy, tu cumpleaños
tiene mucha significación;
constituye un bálsamo, porque en
el fondo de mi alma estoy combinando la alegría por tener la dicha de verte
robusto, y en tu esfuerzo profesional por salir adelante; pero también estoy
angustiado porque se cumplen 63 meses
de la acción criminal contra tu hermano Jordi, y apenado porque mañana 3 de
septiembre, tu madre, la inolvidable en
la familia, Carmen, cumple 10 años de su
partida física.
Aprovecho el día de tu cumpleaños
para recordarte el mensaje contenido en
la página número 117, del libro de mi
autoría, “Parte de mi vida: para mis
hijos, nietas y nietos”, el cual textualmente
dice así: “El mundo es de lo que luchan contra las adversidades. Cuantas
veces se está en la obligación de salir adelante, poco importan la calamidad o
el contratiempo; el hombre o mujer con firme voluntad sale adelante,
convirtiendo lo negativo en positivo, la fatalidad en algo venturoso, y al
final se llena su alma de alegría, optimismo y felicidad”.
Por último, Ho Chi Ernesto, te reitero,
ustedes, mis hijos, no son cinco,
somos seis.
Te quiero mucho
Tu padre
Negro Veras.