Por: Ramón Antonio Veras.
1.-
Los grupos que en EE.UU., controlan real y efectivamente el poder del Estado,
desde siempre se han formado la idea de que los pueblos latinoamericanos y
caribeños son, en lo absoluto, sumisos a los dictados de Washington y que,
particularmente las fuerzas armadas, están educadas para obedecer, cumplir a
ciegas funciones de gendarmería contra
sus compatriotas; ser cuidadores de las minas, y vigilantes de las
empresas multinacionales norteamericanas.
2.-
Pero los que dirigen la política estadounidense han perdido de vista que los hombres y mujeres de
uniformes también forman parte del
pueblo; que el movimiento liberador en América Latina y el Caribe, es la suma de más de cien años
de lucha contra el dominio imperialista;
y que el desarrollo del proceso de liberación es irrevocable, no tiene
vuelta atrás, y que del mismo forman parte los militares.
3.- Los militares que, como Luis Carlos Prestes,
en 1924, Francisco Alberto Caamaño, en 1965, Omar Torrijos Herrera y Juan Velazco Alvarado, en 1968, Juan José Torres, en 1970, Hugo
Chávez en 1992, en nuestro continente se levantaron al lado de sus pueblos, en defensa de los intereses nacionales,
confirmando la tesis de que en nuestra
época no son posibles las instituciones sociales cerradas, impermeables a las
ideas renovadoras ya que la lucha
social, política y de clases, no cesa en las puertas de los cuarteles.
4.-
Además, la actitud de firmeza demostrada
en el proceso democrático venezolano
por los hombres y mujeres uniformadas, prueba que ellos están en capacidad para actuar como defensores, e incluso como
actores de los intereses de la nación y contribuir así a mantener liberada a su
patria de la dependencia imperialista y a resolver los apremiantes problemas
socio-económicos de su país.
5.- Las fuerzas armadas venezolanas, fiel a la
memoria de su comandante Hugo Chávez, a
medida que se profundiza el proceso,
lanzan por el suelo la vieja creencia del imperio “que consideraba a los ejércitos como el eslabón decisivo de estrategia contrarrevolucionaria, como el
último medio de contener la lucha de
liberación de los pueblos”.
6.-
El comportamiento exhibido por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, puede
servir de ejemplo de las mujeres y hombres de armas de cualquier país que procuren elevarse
como verdaderos hijos del pueblo, abnegados luchadores, exponentes de los
que en cada país son los más, aunque no
disfrutan del poder del Estado.
7.- La
correlación de fuerzas a nivel mundial favorece a los movimientos de liberación
nacional, etapa en la cual los militares juegan un papel muy importante, como
el que desempeñan en estos momentos los militares venezolanos.
Santiago de los Caballeros,
12 de marzo de 2015.