Por: Ramón Antonio
Veras.
1.- Están superados los tiempos cuando América
Latina y el Caribe no era más que un grupo de países compuestos por masas irredentas, despreciadas y burladas por dictaduras feroces amamantadas por las administraciones
norteamericanas de turno.
2.- La realidad de Venezuela
está demostrando que las aspiraciones de nuestros pueblos en procura de
libertad e independencia son irreversibles, y cuán vanas son las pretensiones
de las minorías nacionales y los
intereses extranjeros por detener el avance incontenible de las masas
populares.
3.- Ante la solidez del
proceso democrático en Venezuela, los grupos más atrasados de ese país están desesperados, y por tal
razón recurren a todos los medios en
procura de impedir, en la tierra de Bolívar y Chávez el afianzamiento del
socialismo siglo XXI.
4.- El desarrollo de la
lucha liberadora en Venezuela, la integración a ella de amplios movimientos sociales, gremiales y sindicales,
ha hecho posible que el proceso democrático se consolide y la correlación de fuerzas favorezca el
ambiente de cambios. Al tomar conciencia de que el gobierno de Nicolás Maduro las representa, capas sociales cada vez más
diversas de la población se colocan al
lado de las transformaciones, a la vez
que condenan los planes golpistas e intervencionistas.
5.- La desigualdad que
generó el modelo económico que ahora está sepultando el pueblo de Chávez, trajo consigo las profundas diferencias clasistas que hoy se expresan con definidas contradicciones entre lo que
quiere la mayoría, y lo que
pretende reconquistar la raquítica y
voraz oligarquía venezolana.
6.- Las distintas fases por
las que ha pasado la lucha social y política en Venezuela, está ahora en un
momento de significativa importancia porque cada día se
definen más y más los aliados del pueblo y los que son sus adversarios; pero el antagonismo entre los intereses del
pueblo venezolano y los de sus enemigos tradicionales, motoriza la lucha, genera más profundas contradicciones, lo que hace posible un nuevo amanecer.
7.- En Venezuela el momento es de lucha, de conquistas, de avance. El
proceso democrático no se detiene; ha de continuar con el apoyo de lo mejor del pueblo
venezolano; todo impulsado, motorizado por la clase obrera, los trabajadores
del campo y la ciudad, y por todos aquellos hombres y mujeres que abrazan las
causas justas de la humanidad.
Santiago de los Caballeros,
9 de marzo de 2015.