La unidad por el progreso social
- Si los grupos poderosos han decidido por si mismos hacerse cargo de la dirección y administración del Estado, el pueblo tiene más que justos motivos para crear un instrumento político que les haga la contraria, sirva de contrapeso.
- En nuestro país la minoría nacional optó por tener en el gobierno central a uno de los suyos, y dejó de gobernar por medio de un comisionado político.
- Ahora, la lucha, el pugilato social se ve más claro porque la brega no es contra un político que defiende intereses de acaudalados, sino frente a uno que actúa protegiendo lo suyo y a los suyos.
- En la República Dominicana, en la presente coyuntura lo que procede para adversar al gobierno es una coalición de diferentes fuerzas políticas, movimientos u organizaciones unidas en torno de un programa acordado democráticamente y dirigido por una dirección coordinadora.
- Un frente de contenido democrático debe estar compuesto por corrientes sociales y políticas contrarias a la situación actual de descalabro nacional, con independencia de la ideología sustentada por cada integrante de la reciente organización.
- En la primera etapa, el objetivo debe estar dirigido a llegar a acuerdos concretos, pactos específicos debidamente identificados que sirvan de unificación de acción programática.
- En el ambiente político nacional dominicano, hay que partir de que, en la actualidad, de manera aislada no es posible alcanzar conquistas sociales y políticas.
- Se necesita el entendimiento de personas interesadas en que el país cambie de rumbo para el progreso social, lo que se traduce en lucha compartida entre quienes quieren el bienestar colectivo.
- Si la minoría nacional unida goza del poder, lo que procede es quitárselo para ponerlo al servicio de los que en la sociedad son más, el pueblo trabajador del campo y la ciudad.
- El dominicano ha aprendido que los muchos partidos iguales, que defienden idénticos intereses, no han traído cambios democráticos. Todo se ha reducido a más de lo mismo, para atrás, retrocediendo.
- Se impone juntar, reunir a personas que tengan las mismas preocupaciones, aunque ideológicamente no coincidan. Es cuestión de fundirnos en lo que nos une y alejarnos de lo que pueda separarnos.
- La tarea política que conviene no es volver a estar en lo mismo, como se ha hecho hasta ahora en el país. Debemos ocuparnos de dar la vuelta para conseguir el progreso.
- Lo que debe mover a la gente buena es hacer labor unitaria para alcanzar sanos objetivos, no importa mantener puntos contrarios aislados. Estar en desacuerdo en detalles se supera sobre la marcha.
- Cohesionar fuerzas políticas para hacerle frente a dificultades sociales, entraña tener sentido para vincularse haciendo de la armonía la base de una alianza eficaz y feliz.
- Como en el país hay un sólido agrupamiento de los sectores más atrasados de la sociedad, sería un contrasentido que las mujeres y los hombres de avanzada se mantengan dispersos, separados sin razón alguna.