martes, 25 de febrero de 2020

Promoción de abogados UASD 1967


Por: Ramón Antonio Veras. 

1.- La Promoción de la Libertad, cumple
hoy 53 años de su investidura. El 25 de febrero de 1967,
salimos de la UASD y hoy es bueno  decirle al pueblo
dominicano qué ha hecho la generalidad de las doctoras y doctores en
derecho desde los inicios del despertar democrático en el país.

2.- En 1967, en nuestra condición de
profesionales del derecho nos marchamos diciéndole a la UASD, hasta luego
y  con la firme intención de cumplir con  el deber que nos
imponía ser ciudadanas y ciudadanos de una comunidad que había vivido bajo una
tiranía y continuaba,  todavía  en ese
momento,   dominada por un gobierno despótico.

3.- Nuestra promoción,
como  abogadas y abogados, ha procedido como corresponde a un
conglomerado humano sensible en cada época, ejecutando con responsabilidad el
cometido  profesional, atendiendo el reclamo cívico del momento y con
la  misión de luchadores por los cambios que demanda la sociedad.

4.- Poco ha importado la coyuntura política
o social del país; ahí han estado presentes miembros de la Promoción de la
Libertad, haciéndole honor a la tradición de identificarse con las mejores
causas, con  lo que el pueblo requiere y merece.

5.- La instrucción, la capacitación
alcanzada por los investidos como doctoras y doctores en derecho en
1967,  está   expresada en las diferentes
actividades  que han accionado en el ámbito de las ciencias jurídicas
o al margen de ellas.

6.- La época en la cual la Promoción de la
Libertad, inició  sus estudios en la UASD, explica su
preocupación  demostrada  por los problemas sociales
e  incidencia en la vida pública nacional. Nos formamos en un período
en el cual
 una gran parte
de la humanidad había hecho  suyos   los ideales de
libertad, justicia social, liberación nacional, paz, progreso, honradez,
decencia, dignidad, decoro y  superación. La generalidad de los
titulados  en derecho  de la UASD, 1967,  se
sentía  comprometida con las mejores causas  y se habían
formado  como profesionales educados  para servirles a la
sociedad, y al pueblo  que contribuyó con su preparación educativa a
nivel universitario.

II.- Nuestros aportes a la sociedad

7.- Hemos demostrado en los
hechos  que en su momento  llegamos a la UASD,
no  solamente a  aprender los principios generales del
derecho, sino también  para  luchar en el plano nacional y
universitario para que en la universidad y en todo el país
imperara  un ambiente de libertad.

8.- Los diferentes grupos estudiantiles de
la época-
 FRAGUA,
BRUC  y FURS-,  
se convirtieron en
escuelas de preparación de dirigentes que luego llegarían a ser líderes de los
grandes partidos del país. En esas organizaciones estábamos integrados los
miembros de nuestra promoción.

9.- Por dedicarse con
seriedad a sus estudios, y salir  de las aulas  debidamente
preparados, los miembros de la promoción  de abogados y abogadas UASD
1967, han sido de  gran provecho  a la comunidad
dominicana, no sólo por ante  los
tribunales,  sino  en diferentes escenarios nacionales e
internacionales.

10.- Los jovencitos y
las jovencitas  que se inscribieron  en la Facultad de
Derecho de la Universidad de Santo Domingo,  han servido al país como
abogados, juristas, jurisconsultos, letrados, legisladores, jueces, fiscales,
diplomáticos, miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas de la
Nación; dirigentes políticos, periodistas, sacerdotes, artistas, deportistas,
escritores, empresarios, profesores universitarios, en fin, la
promoción  de derecho de la UASD  1967, se ha movido, ha
puesto sus conocimientos, su talento y capacidad, en todo lo que el pueblo
dominicano ha querido, necesitado y exigido.

11.- La preocupación por levantar un mejor
país ha llevado a la mayoría de la  Promoción de la
Libertad,  a desempeñar papel de primer orden, prevaleciendo en la
conformación de órganos que el pueblo en su momento ha
necesitado  para expresar sus más sentidas aspiraciones.

12.- En cualquier espacio donde se ha
luchado para  que nuestro pueblo avance por el camino del progreso ha
estado la Promoción de la Libertad, poniendo su empeño a los fines de que
prevalezca lo favorable, lo más conveniente en el orden material o espiritual.

13.- La Promoción de la Libertad ha
aportado de sus miembros  para la defensa de los derechos humanos y
las libertades públicas, cuantas veces esas prerrogativas han sido burladas por
gobernantes de turno. De igual manera, han hecho significativos aportes a
la  conformación de organismos relacionados con la unidad del
movimiento obrero, campesino, estudiantil, gremial y femenino.

14.- Cooperar, aportar, extender la mano
solidaria ha sido el proceder de la mayoría de las mujeres y los hombres de la Promoción
de la Libertad. Compañeras y compañeros  jamás han regateado su
asistencia, no solo en los tribunales, sino en otras actividades vinculadas con
el quehacer social.  En ningún momento nos hemos comportado
desentendidos, escurriendo el bulto.

15.- La Promoción de la Libertad ha
demostrado preocupación por crear en el país un ambiente en el cual se ponga
por delante al ser humano. Esta es la razón por la cual  compañeras y
compañeros nuestros han procurado por medio de la educación cívica sensibilizar
y humanizar a diferentes segmentos de  la comunidad mediante charlas,
conferencias y  la publicación de  libros relacionados con
la temática de los derechos humanos y las libertades públicas.

16.- Miembros destacados
de  la  Promoción de la Libertad, en la medida que se
han  interesado en elevar la conciencia cívica y humanista de la
población, han  incursionado tratando de que  con su
prédica se fortalezcan las instituciones, a los fines de que se instaure aquí
un verdadero Estado de derecho,  y disfrutar  así   de
un medio  en el cual la institucionalidad funcione al margen de los
caprichos políticos, y alejada del proceder  antojadizo de políticos
desaprensivos.

17.- Cuantas veces un
componente  de la Promoción de la Libertad, ha estado formando parte
de un importante poder  del Estado, como  el judicial, ha
interpretado el sentir, las aspiraciones de nuestro pueblo, y en particular de
lo más sano de la sociedad dominicana.

18.- Basta con decir que el doctor Julio
Aníbal Suárez,  miembro destacado de la Promoción de
la  Libertad, mientras fue juez de la Suprema Corte de Justicia,
dio  demostración irrefutable de poseer las cualidades del juez que
el pueblo dominicano merece y quiere: que sea integro, honrado, honesto,
virtuoso, laborioso, talentoso, es decir, incorruptible, sencillamente puro.
Las grandes muestras de solidaridad y de rechazo a la  exclusión
del  doctor Suárez en el tren judicial, revelan que sus virtuosas
cualidades fueron justamente apreciadas por nuestra sociedad.

19.-  Aquellas jovencitas y
jovencitos que la UASD entregó al país en 1967, han hecho honor al compromiso
que  asumieron al ser investidos, en el sentido de aportar para
beneficiar a los que aquí son los más, jamás para perjudicarlos, de ninguna
forma lesionarlos.

20.- La presencia de miembros de nuestra
promoción en la vida pública del país está ahí, es innegable. Podemos decir que
hemos procedido con responsabilidad, porque la generalidad ha desempeñado su
papel     cumpliendo como profesionales del derecho
con sentido social, cívico y ciudadano.

21.- La mayoría ha  cumplido con
su deber acatando cuando lo requiere el momento  defendiendo a las
víctimas de la intolerancia política y el despotismo;
manteniéndose  firmes y coherentes en la brega para que sea una realidad
el funcionamiento de las instituciones;  incidiendo  para
eliminar los vicios de la sociedad y alcanzar  el adecentamiento de
la vida pública. 

III.-
Comportamiento  profesional

22.- La Promoción de la Libertad, no llegó
a la UASD en busca de un título que le permitiera agenciarse recursos
económicos por medio de jugosos honorarios y escalar la  pirámide
social.

23.- No ingresamos a esta alta casa de
estudios para convertirnos en traficantes de
sentencias  estableciendo   sucias complicidades con
magistrados, ni mucho menos  en abogadas   y abogados
promiscuos.  Llegamos por vocación, inclinados por el sentido de
justicia, motivados en la defensa de lo justo.

24.- Aquellos que dentro de nuestra
promoción solamente hemos sido abogados y abogadas, amamos  la
abogacía, la respetamos y la hemos ejercido respetándola, libre de toda
porquería corrupta. Nunca nos ha pasado por la mente prostituir la profesión
que nos sentimos bien honrándola, respetándola  y reverenciándola.

25.- No hemos sido de los
abogados  o abogadas  que solo se fijan en el monto de los
honorarios a recibir,  procediendo  como el chofer de carro
de concho que monta en su vehículo a cualquiera que le paga, sin importar que
sea el que le urge llegar de emergencia al hospital,  o el que acaba
de atracar a un ciego.

26.- Llegamos  a  la
universidad porque creíamos  en la justicia y en
el  derecho, y la mayoría  de esta promoción ha brillado,
ha sido ejemplo de probidad e integridad en los estrados, en la   cátedra  y
en la administración pública. En el ejercicio de la abogacía hemos actuado con
el convencimiento de que la cualidad, la característica esencial de los
profesionales del derecho es la moral.

Reflexiones
finales

27.- Los integrantes de la Promoción de la
Libertad,  entramos a la UASD en 1961,  y de ella salimos
en 1967 y,  hoy como ayer, nos sentimos con  el ineludible
compromiso de no fallar en el deber de mantenernos apegados a los principios de
la ética profesional, sin excusa alguna, aferrados  a las normas que
han guiado nuestra conducta en la profesión y en cualquier actividad con la que
nos hemos vinculado. En nosotros no hay espacio para  inconductas
porque  tenemos un pacto irrevocable con el correcto proceder.

28.- Las taras que genera la sociedad
dominicana de hoy,  degradada hasta el tuétano,  no las
asimilamos, nos repugnan;  las rehusamos por  formación y
apego a principios que descansan en el proceder, en la actitud de actuar en
forma diáfana, transparente.

29.- Aunque para las grandes mayorías
nacionales  no hemos  logrado los objetivos que nos
trazamos al salir de la UASD en 1967, no nos sentimos frustrados, porque hemos
accionado junto a lo mejor de nuestro pueblo para alcanzar un ambiente
democrático en el cual funcionen real y efectivamente las instituciones.

30.- En procura de la institucionalización
y adecentamiento de la vida pública del país, la Promoción de la
Libertad  ha hecho sus aportes luchando hombro con hombro, marchando
unidos  con los que aquí aspiran a vivir en un ambiente dominado por
la ley, la justicia y la decencia.

31.- La Promoción de la
Libertad,  se ha mantenido fiel, consecuente con lo que predicó en su
época como estudiantes. No hemos desertado, traicionado ni claudicado. No
tenemos la menor duda de que vamos a permanecer sin abandonar las ideas que con
todo calor, entusiasmo y decisión abrazamos ayer, porque el tiempo en lugar de
debilitarnos  ha fortalecido nuestras convicciones, ha templado como
el acero  las creencias que hicimos nuestras y juramos no abandonar
jamás.

32.- Hemos sido incondicionales, devotos de
los que en esta alta casa de estudios aprendimos y pregonamos; hemos sermoneado
en consonancia con las ideas que sostenemos,   en armonía con lo
que sentimos. La adhesión a la formación académica que recibimos y honramos con
nuestras actuaciones sin vacilación.

33.- Dentro de lo posible hemos encadenado,
ligado  la profesión con cuantos compromisos creemos debemos asumir
con el  fin  de llegar a tener un mejor país, interpretando
así a los que han  sido,   históricamente,
continuadores de las grandes tradiciones por la liberación, la emancipación de
los marginados de la sociedad.

34.- Los miembros de la Promoción de la
Libertad,  desde que se integraron  a la universidad
hicieron  causa común con toda acción que tuviera como línea a
seguir  la renovación, el cambio para la superación. No
solo  nos preocupamos por ser estudiosos y aplicados,  sino
que también supimos batallar, pugnar, esforzarnos para construir
un  país como soñaron nuestros predecesores en las contiendas
independentistas, restauradoras y los expedicionarios de Luperón, Maimón,
Constanza y Estero Hondo: la Raza Inmortal.

35.-  Como profesionales del
derecho hemos querido seguir siendo mujeres y hombres de brega por los cambios
sociales, económicos,  políticos e institucionales. Lidiar a cada
instante, combatir sin descanso, enfrentar a los adversarios que han pretendido
mantener al pueblo dominicano arrodillado, humillado y despreciado.

36.- La Promoción de la Libertad,  al
cumplir  sus 53 años, aprovecha la ocasión para decirles a las
futuras generaciones de los profesionales del derecho,  que no hagan
caso a los que dicen que en el país hay muchos abogados y abogadas. Por el
contrario, creemos que no sobran abogados y abogadas,  sino que abundan  los
pillos, corruptos y corruptores,  verdaderos
delincuentes  disfrazados  con  toga y
birrete. 

37.- No podemos terminar sin precisar que la promoción de abogados y abogadas que nos
investimos el 25 de febrero de 1967, tuvo el privilegio de contar con un equipo
de catedráticos  excepcionales en lo que  a preparación
académica se refiere.

38.- Para nosotros
fue un lujo ayer, y también lo sería  para cualquier promoción de
hoy, tener como profesores, entre otros, a los doctores Radhamés
Rodríguez  Gómez, Almanzor González Canahuate, José Joaquín Bidó
Medina, Pedro Padilla Tonos, Ramón Andres Blanco Fernández,  así como
a los finados Hipólito Herrera Billini, Leoncio Ramos, Froilán Tavares Hijo,
Juan Morel,  José Altagracia Paniagua, Antonio Ballester Hernández,
Antonio Rosario, Juan Tomás Mejía Feliù,  Rafael
Richiez  Acevedo, Bernardo Fernández Pichardo,  Homero
Henríquez Vergez, Julio Cesar Castaño Espaillat, Fernando Ravelo de la Fuente,
Manuel A. Amiama, M. A. Báez Brito, René Mueses, Héctor Cabral Ortega, Eduardo
Read Barreras,
Jaime Manuel Fernández, Alfredo Conde
Pausas y Daniel Osvaldo Avelino.

39.- A mis compañeros de la Promoción de la
Libertad, perdón a mis hermanas y hermanos,  les  recuerdo
que si hemos permanecido unidos en la diferencia desde el año 1961, sin que nos
haya separado   la política, la religión,  la
distancia, el atraso o progreso económico,   debemos en lo
adelante  mantenernos unificados, con más fe, con más brío, con más
cariño, con más calor humano, con más franqueza, en fin,  seguir
siendo cada uno la prolongación del otro. 

40.- La alegría y el júbilo que sentimos
por el feliz acontecimiento de arribar al 53 aniversario de nuestra graduación,
vivos y viables, se palidece cuando recodamos al grupo de amados compañeros y
queridos profesores, que nos precedieron en el viaje hacia lo ignoto. Hacia
ellos va nuestro pensamiento, nuestro respeto y veneración.



Santiago de los Caballeros,
25 de febrero de 2020.