Por:
Ramón Antonio Veras.
I.-
Miseria en la educación. Fallas en el sistema y en los profesores
1.-
Tengo un deseo inmenso por escribir sobre los logros de mi país en la
educación, porque creo que es la base para salir adelante, pero por mas afición
de ánimo que tengo, la realidad me da en la cara cuando compruebo que a lo que
aspiro en el orden educativo por ahora no es más que una esperanza atractiva
pero infundada.
2.-
Contento me sentiría si mis conciudadanos sobresalen en cualquier competencia
que participan siendo el tema de la rivalidad relacionado con la instrucción
que reciben a nivel primario, intermedio, secundario o universitario. Pero la
alegría que quisiera disfrutar se frustra una vez certifico que en cualquier
concurso los nuestros sobresalen, no por la buena formación escolar, sino por
la deficiente preparación educativa que exhiben.
3.- La miseria nuestra en educación está, no solo
en los niños, sino también en los adultos, lo que prueba que la falla es
sistémica, no de particularidades. El hecho de carecer nuestros coterráneos de
aptitud en lo educativo no quiere decir
que sean unos tarados, sino que la falta está en el material humano encargado
de enseñar.
4.-
Es evidente que no se está aplicando correctamente el conjunto ordenado de
reglas y principios indispensables para que los alumnos asimilen lo que se les
transmite y adquieran los conocimientos
relacionados con la materia. En el estudiante no basta el talento, sino también
precisa de quién le orienta
adecuadamente para que entienda lo que se quiere que asimile.
5.-
Si el profesor no explica con destreza la clase que imparte, es porque le falta
capacidad; demuestra que no posee la
presteza que debe acompañar a quien
tiene la misión de ser productivo en la enseñanza. Aquel que no tiene el don de
instruir, echa por tierra y lleva al desencanto al estudiante más talentoso.
Muchas veces la desilusión de un joven estudiante es el resultado de la falta
de motivación de parte de su instructor que evidencia así no tener dominio para
proporcionar conocimientos científicos o prácticos.
6.- Lo que exhibe el estudiante o el profesional
de un país cualquiera es la fiel expresión del sistema educativo y la capacidad
para enseñar de los profesores. Si lo
que presentamos como ciudadanas y ciudadanos bien educados luego resultan ser
un engaño, un disimulo, no hay duda que la falsía es responsabilidad del
sistema y sus ejecutores que han producido una falsedad fruto de la falla en la
doctrina y el que la practica.
7.- El que tiene por encargo educar se eleva ante sus discípulos cuando
les pone en condición de entender las
explicaciones que les hace. El que
labora como maestro debe ser un verdadero conocedor de lo que aspira sea
asumido por el que hace de estudiante, y demuestra luego haber sido aplicado
porque bien asimiló lo que le transmitió su educador. Prepararse es el
resultado de la combinación de un buen maestro y de un diligente estudiante.
8.- Aquel
que decide ser maestro
previamente debe formarse la idea que va a dedicarse a una actividad que
exige, además de preparación intelectual,
empleo a fondo para brindarle un servicio a la sociedad sin pensar en la
remuneración económica. El que hace de la enseñanza un trabajo habitual con entusiasmo está respondiendo a una inspiración; a algo que le
motiva respuesta a un llamado a cumplir por vocación.
9.-
Cada quien debe saber si está obrando en forma apropiada o, por el contrario,
ejecutando en forma inexacta. Conviene
proceder a rectificar una vez se confirma, en los hechos, que no se está
actuando conforme a las reglas que impone la disciplina. Corregir es una decisión prudente cuando no se logra
el objetivo perseguido. En el caso específico de la educación en nuestro país,
la realidad está diciendo que procede parar, detenerse a analizar el sistema
educativo que se está practicando, así como los profesores que tienen la misión
de llevarlo a las aulas para implementarlo ante los alumnos.
10.-
Maestro es sinónimo de entrega cuando lo demuestra ejecutando en forma
consagrada. Asistir a las aulas a cumplir un horario por formalismo y ventaja
económica, no es más que pura simulación para hacer creer generosidad donde
solo hay ventajismo. La dedicación se ve materializada por el éxito alcanzado, y en el caso de los
profesores se comprueba por los triunfos que llegan a obtener sus alumnos. La
acreditación de aquel que enseña está en la aprobación que recibe de sus
discípulos.
11.- Debe ser un objetivo a alcanzar por la gente buena de nuestro país ser
avanzados, por lo menos entre los iguales en desarrollo económico y social,
superando las dificultades que nos lesionan en lo más profundo como comunidad
que aspira salir adelante en el concierto de naciones civilizadas. La
preparación escolar excelente a la niñez de hoy sería posible con un sistema de
enseñanza que permita, con maestros
debidamente calificados, allanar el camino que nos llevaría a eliminar
los tropiezos que hemos dado en la educación. Se impone romper con todo aquello
que nos ha llevado al atolladero que nos lamentamos tener en todo lo que se
refiere a formación y aprendizaje en general.
12.-
No son aislados los casos que están
ocurriendo que ponen en entredicho la efectividad de las normas y principios
que aquí rigen el sistema de enseñanza. La sospecha de la ineficacia de la
educación se ha convertido en una certidumbre, y la presunción de falla en la
enseñanza ya es algo fuera de toda duda.
13.-
Se hace necesario que nuestro país cuente con ciudadanas y ciudadanos que logren descollar en las
ciencias y la cultura; sobresalir por una fina formación académica; despuntar
por ser seres humanos distinguidos por su don de dominar las diferentes
disciplinas de la enseñanza, en fin, los nuestros están en la obligación de
probar tener cerebros cultivados por excelentes pedagogos. Se impone formar
personas físicas identificadas como paradigmas de los que enseñan a aprender y
señalan la pauta de lo que debe ser emulado para superarlo.
II.-
Las malas estadísticas nos condenan
14.-
Lamentamos estar lejos de lo que es nuestro legítimo deseo de ser un país que se destaque como excelente. Los datos que
nos llegan de las distintas actividades donde estamos presentes no son muy halagüeños
como se advierte por las siguientes
informaciones.
a.- Crisis de aprendizaje. Aquí no se ha tomado
en cuenta la grave situación por la que
está atravesando todo lo relacionado con
el tiempo durante el cual el ser humano aprende. El aprendizaje inquieta tanto
que figura como punto feo de nuestro
sistema educativo, llegando a ser
calificado como “dentro de la crisis de aprendizaje que se refleja en los bajos
resultados en las pruebas diagnósticas
nacionales e internacionales, llegando a ocupar el último lugar. La
escolarización sin aprendizaje impactará
las posibilidades de crecimiento de toda
la economía en el largo plazo, aunque la República Dominicana tiene la oportunidad de hacer del aprendizaje
el objetivo central de las reformas del
sistema educativo”.
b.-
En matemática y ciencia Si bien no todos los países en desarrollo muestran
deficiencias tan extremas, muchos están aún muy lejos de los niveles que
aspiran a alcanzar. Según el Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora y el Estudio Internacional de Tendencias en
Matemática y Ciencias, el estudiante promedio de los países de ingreso bajo
tiene peor desempeño que el 95 % de los estudiantes de los países de ingreso
alto, es decir, ese niño recibiría atención especial si concurriera a una
escuela de un país de ingreso alto. Muchos alumnos con buen desempeño de los
países de ingreso mediano, se ubicarían en el cuartil inferior si estuvieran en
un país más rico. En Argelia, Kosovo y la República Dominicana, el puntaje que
delimita el cuartil de mejor desempeño de los estudiantes que participan de las
pruebas, se ubica muy por debajo del puntaje que define el último cuartil de
los alumnos en los países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos. Aun en Costa Rica, país con resultados relativamente
buenos en educación, el puntaje de corte para los alumnos del cuartil más alto
es igual al del cuartil más bajo de Alemania.
c.-
La mala educación daña la salud. Está en crisis. El sistema educativo de la
República Dominicana se encuentra en crisis. Un deterioro que no sólo afecta al
desarrollo económico de la población sino también a uno de sus pilares más
importantes: la salud. La República Dominicana tiene 40 mil estudiantes de
medicina en las diferentes universidades, de esos, solo 4,000 se gradúan cada
año. De los que logran graduarse, pocos entran a residencias locales e
internacionales, debido su nivel de formación académica.
d.-
Los datos. En el 2013, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reveló
que en el país había 15.4 médicos por cada diez mil habitantes y que la meta
era llegar a 25 por cada diez mil; es decir, que existía un déficit de 10
médicos por cada 10,000 habitantes ese año. Según los resultados del Programa
de Evaluación para Estudiantes Internacionales (PISA), de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), la deficiencia de la educación
en República Dominicana ocupa la última posición en ciencias de los 69 países
evaluados, mediante una encuesta que prueba las habilidades de conocimiento en
adolescentes de 15 años. Estas carencias en el sistema educativo desde la etapa
escolar, pasando a la universitaria, también se extrapola a los estudios de
postgrado, lo que incide significativamente en la atención hospitalaria y el
cuidado de la salud. “No solo se trata
de los datos revelados por el PISA. Otro indicador se refleja en respetables
rankings de calidad académica, donde nuestras universidades están por debajo de
la número 4,000, en el mundo, y después de la 100 en Latinoamérica”.
e.-
Pobreza en investigación agropecuaria: República Dominicana es uno de los
países de América Latina que posee menor cantidad de investigadores
agropecuarios con especialidad de doctorados o PHD, situación que repercute en
los niveles de su producción. Hasta abril de 2016 había 20 mil 368
profesionales realizando investigaciones agropecuarias en América Latina y el
Caribe, pero República Dominicana solo cuenta con 200 profesionales
especializados, lo que representa un 0.98 % del total regional.
Santiago
de los Caballeros,
5 de mayo de 2018.
FUENTES
DE CITAS