Por
Ramón Antonio Veras.
Ante
el fallecimiento de Enriquillo Encarnación, el país ha perdido a un ser humano
sumamente útil; modelo de laboriosidad, ejemplo de solidaridad, bondad y
comprensión. No siempre surgen en la
vida personas con las condiciones que adornaron a Enriquillo.
Cuantas
veces en nuestro país se hable de desarrollo, cambio y progreso, se recordará a
Enriquillo Encarnación, porque supo poner su capacidad, destreza, dedicación y
entrega en todo lo que ha significado bienestar colectivo para la nación
dominicana.
Desde
tierras lejanas le doy mis condolencias y un abrazo caluroso y fraterno a doña
Lourdes, hijos y demás seres queridos de
mi inolvidable amigo Enriquillo Encarnación.
New
York, 20 de julio de 2017.