sábado, 29 de julio de 2017

Men, te recordaré siempre

Por: Ramón Antonio Veras.

Le conocí en el año 1960, enfrentando la tiranía de Trujillo.    Lo defino como muy sensible, sumamente humano y valiente. Fue coherente con su ideología  socialista y amó mucho  su pueblo.

Con la partida de Jorge Puello Soriano, el pueblo dominicano y la clase obrera internacional, pierden a uno de sus más consecuentes luchadores.

El Men vivirá para siempre en el corazón de los hombres y mujeres que aman la paz, la libertad y el progreso.

Santiago de los Caballeros,ç
27 de julio de 2017.

Sí, el mismo que organizó el asesinato contra mi hijo

Por: Ramón Antonio Veras.

Introducción

1.- Es una bendición vivir en paz espiritual; tener una existencia sin sobresaltos; mantenerse libre de resentimientos; perdurar con el corazón ausente de remordimientos; conservarse para aportarle a la sociedad el alma llena de alegría, que la jovialidad y el entusiasmo nos acompañe.

2.- Mantener los pesares al margen de nuestra vida nos permite acercarnos cada día a la felicidad y evitar que el optimismo se marchite por la presencia del fastidio, el aburrimiento y el malhumor, que solamente traen disgustos y complicaciones.

3.- Ser autónomo, liberado de ataduras e inmune a maldiciones, anatemas y murmuraciones, me permiten ser dueño de mi forma de pensar y actuar, y darle riendas sueltas a mi voluntad, no ponerle freno al mandato de mi conciencia.

4.- Cuantas veces procedo a realizar un acto cualquiera trato de estar lo más consciente posible de lo que ejecuto, y en este escrito, el actor con relación al cual intervine sé que es propenso al delito; tiene vocación, con gran influencia a colocarse al margen de la ley.

5.- Pero resulta que con ese mismo sujeto que tiene proclividad hacia las acciones ilegales, fue el mismo con el cual la Procuraduría General de la República y la Fiscalía de Santiago, con nuestra anuencia, hizo un pacto de colaboración que cumplió, por lo que ahora no hay justificación alguna para argumentar su afición al delito para evadir cumplir con él lo convenido.

I.- Mi comparecencia ante el Juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal

6.- Precisamente, en forma espontánea, el día lunes 3 de julio, en curso, desde la ciudad de Santiago de los Caballeros, me trasladé a San Cristóbal, y a las nueve (9) horas de la mañana, comparecí ante el Juez de la Ejecución de la Pena, el cual había sido apoderado para conocer de la Solicitud de Libertad Condicional requerida por el interno Francisco Alberto Carela Castro; de viva voz procedí a declarar explicando el motivo de mi comparecencia en la forma que indico a continuación:

7.- Honorable Magistrado, la explicación de porqué estoy ante usted es porque  soy el padre del Licenciado  José Jordi Veras Rodríguez, quien fue víctima de una tentativa de asesinato, en la modalidad de sicariato, el día 2 de junio de 2010;  la persona encargada por Adriano Román, para organizar la acción criminal contra mi hijo, fue el señor que está aquí sentado frente a usted, que responde al nombre de  Francisco Alberto Carela Castro.

8.- Una vez fue detenido Francisco Carela Castro, -seguí declarándole al Magistrado-, llegó a un acuerdo con la Procuraduría General de la República y la Fiscalía de Santiago, para colaborar, ayudando a esclarecer el hecho ejecutado contra mi hijo, habiendo cumplido Francisco Carela Castro, el compromiso que había asumido para dilucidar más el asunto. Debo precisar que Jordi, como consecuencia del atentado de que fue víctima, tiene lesiones permanentes, entre las que se destacan la pérdida total de la visión de su ojo derecho, así como fracturas en el maxilar inferior de la 5ta vertebra.

9.- Continuando con mis declaraciones al Juez, le manifesté que como padre de Jordi, acepto la solicitud de perdón, la disculpa hecha a Jordi y a mi familia por Francisco Carela Castro; que no le guardo ningún rencor, tirria ni odio, y también es el sentir de Jordi.  No nos oponemos a que el tribunal disponga la libertad de Francisco Alberto Carela Castro, dentro de las condiciones que tenga a bien a tomar su señoría.

10.- Debo aclararle, Magistrado, que para mí asistencia a declarar ante este tribunal no hubo de por medio requerimiento, ruego, ni pago de ninguna clase. He hecho acto de presencia respondiendo a lo que dicta  mi conciencia y nada más.

II.- Cumpliendo con lo pactado

11.- Al momento del abogado de Francisco Carela Castro, informarme vía telefónica, la fecha y lugar de la audiencia, pude haberme despachado diciéndole que no estaba obligado legalmente a hacerlo, y que, además, su representado tiene deuda de sangre con Jordi, mi familia y conmigo.

12.- Pero no soy persona de dobleces ni ambigüedades; respeto la palabra dada; me inclino reverente ante la verdad. Le había prometido a Francisco Carela Castro y a su abogado, que si honraban el compromiso, asistiría a testificar ante el tribunal una vez el imputado solicitara su libertad condicional.

13.- Cumplir con lo que prometo es para mí cuestión de honor; mantener y sostener hasta el final lo que en un momento dado ofrecí, forma parte de mi proceder. Perseverar en acatar lo veo como rigor de lo que es mi deber en las actuaciones.

14.- No escapa a mi conocimiento el medio en el cual vivo, el pliegue y la ondulación que caracterizan a amplios sectores de la sociedad dominicana de hoy, en la cual es una excepción actuar con sinceridad, lealtad y franqueza.

15.- La persona, durante su existencia debe actuar conforme lo manda su conciencia, partiendo de que su pensamiento está educado para comportarse correctamente, en forma apropiada y escrupulosa.

16.- Las actuaciones que llevamos a cabo ante los demás son las que van a decir lo que ha sido nuestra vida. El operar define, lo mismo que sustraerse, inhibirse hace posible calificar a un individuo como constante, consecuente o veleidoso.

17.- No hay duda de que muchos de los nuestros viven engañados; dominados por ensueños y falsas ilusiones, con la creencia de que todo se puede hacer, sin importar que sea para bien o para dañar a otros, pero al actuar así olvidan que más temprano que tarde aquí será necesario rendir cuentas de lo que ha sido la realización de cada uno de nosotros.

18.- El ser humano puede vivir por un espacio de tiempo, pero no para siempre, porque a perpetuidad no vive nadie. El término de por vida, por secula seculorom, no tiene aplicación en la persona física.

19.- Por mucho esfuerzo que haga un individuo para conservarse con vida, inexorablemente el fin llegará, sin importar que lleve una existencia en grande, placentera; como todo un pacha o un pidientero, mendigante habitual.

20.- Cuando el ser humano deja de existir, en el círculo familiar o de amistades del cual formó  parte, comienza el cuestionamiento, poner en tela de juicio lo que el finado hizo o dejó de hacer en su paso por el mundo de los vivos.

III.- La motivación de mi cumplimiento

21.- A lo mejor algunas personas en el futuro se hagan la pregunta, cuestionamientos, se interesaran por conocer cuál fue la razón que me impulsó a proceder como lo hice en el asunto del proceso de Libertad Condicional de Francisco Alberto Carela Castro.

22.- Es posible que solamente yo tenga conocimiento de lo que he sufrido, padecido y soportado como consecuencia de la operación criminal de que fue  víctima mi hijo; pero el martirio, la pena y el tormento padecido  no pueden llevarme a permanecer  de por vida afligido, cargado de odio, triste y atormentado.

23.- Es mi deseo que el día que muera estar mentalmente liberado; con mi corazón exento de abatimientos; sin carga de pesares. Si he vivido enamorado de la vida, no puedo terminar mi existencia amargado, melancólico, apesadumbrado y entristecido. Estoy formado para animar, alegrar y contentar, y así quiero concluir.

24.- Reciprocar la ejecución hecha por Francisco Alberto Carela Castro, me hace permanecer tranquilo conservando pulido mi proceder de honrar lo que prometo, ratificar es inclinarse reverente ante lo ofrecido, porque lo contrario sería la falsía, muy propia de los que olvidan lo afirmado y firmado.

25.- Que nadie se engañe ni permita ser inducido a alucinación con relación  a su paso por la vida. No existimos para la inmortalidad, vivimos provisionalmente, y debemos dejarles a la posteridad, a la familia, a las futuras generaciones una historia de actuaciones libre de afrentas, ultrajes y comportamientos irresponsables.

26.- Mientras estemos con vida debemos demostrar que no estamos en el medio social para comportarnos como si nos moviéramos en un mundo particular, algo que nos pertenece, y podemos accionar de la forma que más nos convenga, olvidando que lo colectivo nos identifica como grupo humano que es lo que motiva a ser útil a los demás, convenientes a la sociedad.

IV.- Cumplí con mi deber

27.- En el caso específico de mi intervención en el proceso de Solicitud de Libertad Condicional hecha por Francisco Alberto Carela Castro, creo haber desempeñado el papel que me correspondía; llené mi cometido como padre de Jordi y colaborador del Servicio Judicial. Evadir el cumplimiento de lo que había prometido, me habría colocado como un irresponsable y farsante.

28.- En estos momentos de degradación ética y moral de la sociedad dominicana, en la que está imperando odio, intriga, venganza y criminalidad, resulta reconfortante enviar un mensaje de tolerancia, compasión y avenencia, como demostración de que todo no puede ser malevolencia, inflexibilidad, fanatismo y desconsideración.

29.- Sin pretender ser  bombero social, dentro de lo posible procuro coherencia entre mi prédica y práctica. Si cumpliendo con mi parte en el asunto de la Libertad Condicional de  Francisco Alberto Carela Castro, contribuyo a aliviar la situación de su familia, en particular la de sus padres e hijos, a la vez que puede servirle de motivación personal para integrarse arrepentido a la sociedad, creo que he actuado para algo fructífero.

30.- Debemos dejarnos de estar actuando sin sentido ni contenido, y comprender que hay que accionar procurando hacer lo que es para bien de la comunidad, y olvidarnos de la fatalidad, el infortunio y la adversidad, que solamente traen a la mente lo negativo, la canallada, nefasto y desventurado.

31.- Sin importar lo que me venga encima, continuaré viviendo en la misma línea que me he movido hasta ahora, libre de todo lo que daña al ser humano como lo es odio, perversidad, rencor,  doblez, bajeza, bellaquería, insociabilidad e impiedad.

32.- El ambiente dominicano se presenta inclemente, descontentadizo, inexpresivo y hosco, por lo que corresponde a los sectores sensibles, tolerantes y espontáneos, cambiarlo a llano, afable, abierto y llevadero. No podemos mantenernos en pie de agravio, menosprecio, ultraje y vilipendio porque entonces con el tiempo   el país se convertirá en intolerable, insufrible, agrio e irresistible. 

33.- Solamente los seres humanos que no tienen cuenta pendiente de maldades están en libertad de actuar sin remordimiento, aborrecimiento, malevolencia, animosidad y aversión. En lo que a mí respecta quiero morir como he vivido, guardando para los demás bondad, afecto, simpatía, apego, consideración, solidaridad y sincera amistad.

34.- Por ser un hombre libre por entero procedí como lo hice con relación a Francisco Alberto Carela Castro, el mismo que organizó el asesinato contra mi hijo Jordi.



Santiago de los Caballeros,
22 de julio de 2017.





jueves, 20 de julio de 2017

Mi querido amigo Enriquillo Encarnación, adiós

Por Ramón Antonio Veras.

Ante el fallecimiento de Enriquillo Encarnación, el país ha perdido a un ser humano sumamente útil; modelo de laboriosidad, ejemplo de solidaridad, bondad y comprensión. No  siempre surgen en la vida personas con las condiciones que adornaron a Enriquillo.

Cuantas veces en nuestro país se hable de desarrollo, cambio y progreso, se recordará a Enriquillo Encarnación, porque supo poner su capacidad, destreza, dedicación y entrega en todo lo que ha significado bienestar colectivo para la nación dominicana.

Desde tierras lejanas le doy mis condolencias y un abrazo caluroso y fraterno a doña Lourdes,  hijos y demás seres queridos de mi inolvidable amigo Enriquillo Encarnación.


New York, 20 de julio de 2017.


Cotidianidades en nuestro medio

Por: Ramón Antonio Veras.

I.- Proceder desenfrenado
                                                                                           
1.- Durante el tiempo que está con vida, a un sujeto cualquiera se le presentan situaciones en las cuales debe tomar partida, adoptar una u otra actitud; y del proceder que asuma fijará su posición al respecto. Puede actuar, conducirse como le dicte su conciencia.

2.- El proceder desenfrenado de amplios sectores de la sociedad hace acto de presencia cuando cada quien se cree en libertad de hacer lo que le manda su voluntad, sin importarle que con sus actuaciones demuestra ser un desaprensivo inclinado por completo a la depravación, la inmoderación y la inmoralidad.

3.- Aquel que decide vivir a su libre conveniencia y se maneja sin tomar en cuenta principios ni normas de decencia, es un sinvergüenza por entero; se guía ausente de escrúpulos,   y solo acciona para lo que le es ventajoso. La integridad la ve como una necedad, un estorbo a sus fines inconfesables.

4.- Está probado que aquel que moralmente no sirve, encuentra en nuestro país una especie de perla para sus fechorías; el lugar conveniente para darle riendas sueltas a sus ideas gansteriles; muy puesto en su punto de vista y ambiciones; como bajado del cielo para formar o ampliar su patrimonio económico sin ningún esfuerzo.

5.- El medio social dominicano es propicio para una persona cualquiera demostrar el material humano de que está formada; la conducta que guía sus actuaciones y la actitud que, conforme su formación familiar e ideológica, debe asumir en un momento dado de la vida política, económica y social del país. Una sociedad deteriorada en lo ético y moral, es ideal para el aprovechado, oportunista, arribista y desvergonzado.

6.- Mientras más fangosa y cochina se presenta una colectividad dominada por el hampa, mucho mejor para aquellos que no tienen límites en sus desmedidas ambiciones. El codicioso, el avaricioso, se cree tener altos vuelos maliciosos para hacer sus diabluras y siempre quedar bien, aunque con su forma de ser daña por completo el escenario donde hace de trepador social.

7.- Los momentos de descalabro moral y deterioro familiar son los apropiados, los más positivos a los fines de quien procura corromperse, adecuarse, sujetar su proceder al vivir delincuencial, porque le basta con moverse en sentido contrario a como lo hace la persona decente.


II.- Duplicidad de conducta

8.- La duplicidad de comportamiento, el disimulo en el proceder, y el fingimiento de honradez, no se mantienen por mucho tiempo, porque la hipocresía jamás puede estar por encima de la sinceridad. Nunca será lo mismo el duplicado que el original.

9.- En nuestro país cada día se le hace más difícil a algunos padres rendir cuenta a sus hijos, nietas y nietos, porque no tienen forma alguna de justificar la vida material que les han proporcionada.

10.- Por muy llevadera, fácil y cómoda que un progenitor le haga la vida  a sus descendientes, llega un momento que la alegría, la felicidad y alborozo se convierten en tristeza, pena y pesadumbre. La dulzura proporcionada con dinero sucio se traduce en amargura.

11.- Ganarse el cariño y respeto familiar mediante halagos y fiestas   costeadas con recursos económicos obtenidos por medios ilícitos, ofende el buen nombre de los integrantes de la familia.  Se insulta a quien se festeja con lo robado.

12.- Aparentar ser el padre, hermano o amigo generoso con el dinero supuestamente adquirido como muy trabajador y laborioso, pero resulta luego frustrante, desilusionador, descorazonador saber que el falso atento no es más que un vago corrompido que busca impresionar con lo que obtiene en forma no santa.

13.- La persona que como anfitriona se torna graciosa, dulce, deseada y amable, cambia a avinagrada ante sus invitados cuando estos comprueban que han sido atendidos, agasajados con dinero cuerpo de delito, fruto de operaciones corruptas.

14.- Una vida desmesurada, excesiva en lujos sin que se pueda justificar, resulta difícil de mantener sin la crítica justificada de quienes llevan una existencia comedida y acorde con sus posibilidades. Es algo hiriente ser extremista en fastuosidades en un país lleno de necesidades.

15.- Exhibir riqueza ante las víctimas de las desigualdades sociales, hace del lujo un agravio, un escarnio para aquellos que creen en el trabajo honrado, pero se sienten lesionados por quienes llevan una vida por todo lo alto con los dineros sustraídos al erario.

III.- Cuidarse de los acompañantes

16.- Las francachelas, las comilonas y jolgorios que se llevan a cabo con dinero no lícito, colocan a los anfitriones en la mirilla, en una especie de ojo mágico, listos para la censura. El convidante poseedor de un patrimonio bajo sospecha marchita, pone en estado mental fastidiado a sus comensales, finalmente amarga a sus huéspedes.

17.- En sociedades como la nuestra, degradada hasta el tuétano, hay que ser sumamente minucioso hasta para aceptar invitaciones de personas recientemente conocidas, porque el más mínimo descuido, una negligencia cualquiera convierte al más sano en un señuelo, un cebo, carnada de un delincuente profesional, y con el agravante de que estos no siempre dan señales anticipadas de sus inconductas.

18.- Es importante saber con quién establecemos relaciones de convivencia social. Es posible hacer labor de selección para compartir; estar reunido con personas de correcto proceder, de vida ajustada a la decencia, honradez y laboriosidad. Hacerle compañía a seres humanos de proceder correcto nos hace bien, es motivo de satisfacción, así como la mala junta es perjudicial, funesta y dañadora.

19.- Siempre es bueno compartir con familiares, amigas y amigos, porque los momentos de entretenimientos sirven para animarse y pasarla bien. Nos sentimos de buen humor cuantas veces rompemos el aburrimiento con bromas, chistes, pero todo cambia cuando comprobamos que quien invitó estaba haciendo de manos sueltas, de bolsillos largos, una fiesta de lavado, de enjagüe de billetes de banco.

20.- A veces es preferible permanecer tranquilo en su hogar, y hasta aburrido, que estar alegre, resplandeciente y bizbirondo departiendo en un círculo de personas que, aunque hacen sentir por momento de buen genio, como unas castañuelas, al final nos hacen estar apenados, deprimidos al saber que nos divertimos con los dineros que el anfitrión adquirió por medio oprobiosos, ignominiosos.

21.- Debemos estar siempre alerta con los dadivosos, los aparentemente desinteresados, porque es posible que quien haga de obsequioso esté procurando ganar amigos decentes para ensuciarlos con el dinero fruto de operaciones delincuenciales. Es preferible un camarada tacaño y honrado, que un supuesto aliado rico ladrón que hace de desprendido.

22.- Al momento de ser gratificado hay que estar convencido del origen de los recursos económicos del que entrega, porque el que es beneficiado con una donación puede, sin darse cuenta, estar haciendo el papel de cómplice, aliado impúdico de un degenerado. A veces un regalo puede estar envenenado y le hace la vida amarga al que lo recibe.

23.- Prosperar, enriquecerse, ascender económicamente no es una afrenta, no daña en lo absoluto a quien posee dinero fruto de su trabajo. Lo dañino es triunfar, subir, florecer utilizando la trampa, métodos corruptos. Es feo imponerse, sobresalir, hacer carrera, salir adelante prostituyéndose, degradándose y deshonrándose.

24.- Los desesperados por hacer dinero a la carrera son los mismos que hoy no saben dónde esconder lo sustraído, y ante su impaciencia quieren encontrar aliados limpios, de buena conducta,  para tomarlos como encubridores; coparticipes de fechorías; coautores de felonías, y facilitadores haciendo la función de alcancías.

25.- La realidad de la vida dominicana nos está diciendo que cada día hay que ser más prudente al momento de llegar a las personas con las cuales establecemos relaciones de amistad, porque una mala selección puede, de un momento a otro, causar problemas. Es bueno rebuscar para llegar hacer una adecuada particularidad de la persona.

26.- Puede ocurrir que un individuo que nada tiene que ver con una operación ilícita, se vea perjudicado sin haber tenido participación alguna en ella. De ahí que hay que saber con quién compartimos, porque de la forma más ingenua podemos caer en ser participantes de un hecho del cual estamos totalmente desvinculados.

27.- Es preferible mantenerse tranquilo, calladito, que estar con una persona que motiva alegría y placidez, pero al final su compañía crea toda clase de pesares, contratiempos, enfados y consternación. Mejor solo que mal acompañado, en el medio nuestro hay acompañantes que generan miedo, espanto.

28.- La vida agradable, placentera, deleitosa y de amplia diversión es sumamente buena, pero solamente cuando es compartida con personas que no causan fastidio, contrariedad y sinsabores, porque es posible estropearse la existencia, desgraciarse por el hecho de estar con un malvado aparecido.

29.- A mis hijos siempre les digo que en nuestro medio los buenos, laboriosos, honestos y confiables son los más,  y con ellos pueden establecer cordiales y confiables relaciones; pero dejarse de estar inventando, codeándose, alternando con personas que, a lo mejor, conocieron hace poco tiempo y desconocen su estirpe, y mucho menos sus andanzas aventureras para hacer  dinero.

30.- Los momentos llevaderos, livianos, son aquellos que pasamos con familiares, amigas y amigos con quienes tenemos absoluta confianza para intercambiar sobre diferentes temas en forma franca. Es conveniente hacer labor de tamización, filtro, elección especial para distribuir el tiempo.

31.- Cuidarse de la mala compañía no significa ser peliagudo, dificultoso, espinoso ni incómodo.  Lo más atinado es evitarse inconvenientes sin necesidad; complicaciones que atormentan, mortifican y que, en lugar de animarnos, nos afligen, entristecen y desazonan.

32.- Por los cambios que se han efectuado en la conducta de muchos de nuestros paisanos, no hay que esperar identificación en el comportamiento, por lo que debemos ser lo suficientemente avispados para vislumbrar lo que puede resultar de una amistad con confianza improvisada.  Ser perspicaz no significa vivir en suspenso; es saludable andar con cuidado, huir de la quema. 

33.- Si luchamos por la felicidad del ser humano, lo más atinado es comenzar por sentirnos contentos, pasándola bien, disfrutando con cariño sincero; expresando mimo a quienes debemos afectos, encanto y cordialidad. La persona de buena formación hogareña es la que merecemos tener a nuestro lado,   y aislar a las alimañas, a los malnacidos, malvados y perversos.

34.- Particularmente yo, me siento feliz al compartir por lo menos una vez a la semana con un combinado de personas que representan un cóctel ideológico; una combinación de temperamentos; un popurrí de clases sociales; una mezcla de quehaceres, pero con concordancia en el respeto mutuo.

35.- Cada uno de los que integramos la colectividad de los viernes, tiene un criterio político diferente, y sin formalizarlo por escrito tenemos una especie de acuerdo tácito, de mantener la compostura ante las opiniones de los demás. El comedimiento en la diferencia es una regla de oro que mantiene a nuestro grupo unido y contento.



Santiago de los Caballeros,

18 de julio de 2017.

Los que aportan a la sociedad

Por: Ramón Antonio Veras.

Introducción

1.- El ser humano que llega a formar parte del mundo de los vivos resulta conveniente a la sociedad donde vive si es útil a la misma, porque de lo contrario su existencia no tiene razón de ser como ente social. Lo inservible no genera ningún provecho, es un desecho, algo así como un desperdicio.

2.- Un país en el cual predominan los holgazanes y perezosos está condenado al atraso, porque la haraganería y todo lo que significa abulia lleva directamente a la dejadez que hace posible la ociosidad, en la que bien se mueven aquellos que permanecen  sin mover un dedo, se hacen el maravilloso gandul.

3.- Un medio  social integrado por personas que se conforman con estar  la mayor parte del tiempo pensando en el descanso sin haber trabajado nunca,  no  progresa porque el dejamiento y la oscitancia  son contrarias a la laboriosidad que es la que posibilita  progreso, bienestar y el florecimiento en sentido general.

4.- El alto nivel de conciencia en un individuo lo lleva a sentirse comprometido con la comunidad y a contribuir para que sea un ambiente adecuado a la sana convivencia; propicio de bonanza, acogedor para todas y todos. El esfuerzo común eleva la colectividad, la hace graciosa, venturosa y distinguida cuando su nobleza es el fruto de la unión de sus pobladores más eficientes e idóneos.

5.- La esperanza halagüeña, reconfortante y la que fija gratas ilusiones es la que hacemos descansar en las mujeres y los hombres que con buena voluntad, firme decisión, talento y sensibilidad aportan en lo material y espiritual, contribuyendo así a disfrutar de un mejor país para las presentes y futuras generaciones.

6.- Aquellos que contribuyen merecen el reconocimiento de sus conciudadanos, porque el que ayuda participando para lo que es bueno socialmente se hace respetable y acreedor de justificado merecimiento público. 


I.- El ser humano útil

7.- En la medida que la sociedad se agrieta más necesaria se hace la presencia de personas con vocación de servicio. A mayores inconvenientes y embrollos sociales, más se necesitan los combatientes por las mejores causas, los militantes del deber; aquellos que confían que un mejor país es posible con el accionar de los que están formados para ser constructivos.

8.- Ante la situación calamitosa, ahí hace acto de presencia el que no cree en las causas perdidas, sino en siempre salir adelante; el que no acepta los lamentos, sino la alegría, en celebrar los logros que parecían derrotas.

 9.- Los pueblos valoran positivamente al individuo edificador y creador, al que eleva la sociedad para bien de las grandes mayorías nacionales. Cuantas veces obramos en provecho de la comunidad, demostramos espíritu edificante.

10.- En la contribución de lo material, ideal o intelectual se pone de manifiesto la estatura solidaria y emprendedora de la persona. Por muy pequeña o grande que sea   la proporción, la cuota que se llega a dar revela el deseo de participar.

11.- El ciudadano o la ciudadana que lucha para que en el país se fortalezcan las instituciones y los espacios cívicos, contribuye a que el pueblo tome conciencia de sus derechos y deberes, y se formen como mejores personas para así tener un mejor ambiente para vivir con civismo, correcto proceder y adecuada conducta.

12.- Le hace una buena entrega a la población aquel que en forma desinteresada y coherente hace como norma de vida defender los derechos humanos y las libertades públicas, sin importar las circunstancias, y hasta poniendo en juego la vida suya y la de los suyos. La seguridad personal de los integrantes de la sociedad debe ser siempre un objetivo a cumplir.

13.- Da demostración de entrega a su comunidad quien cede su tiempo para que los diferentes sectores, clases y capas sociales adquieran conciencia por medio de charlas, conferencias, seminarios y cursos. Facilita la sana edificación aquel que pone sus conocimientos al alcance de diferentes grupos humanos.

14.- Aporta el que decide comunicar, exponer, impartir conocimientos a los trabajadores, empleados, a hombres y mujeres del pueblo, a los fines de que formen sus organizaciones sindicales, gremiales y de cualquier naturaleza, para que unidos hagan sus demandas económicas y sociales. Entregarse a la educación de los que precisan de instrucción es facilitar la buena formación clasista.

15.- Dedicarle tiempo a una institución sin fines de lucros, pública o privada, es una colaboración que habla muy bien de quien la realiza, y pone de relieve su disposición de entrega para que la colectividad se maneje con sentido cívico y debidamente organizado.

16.- En nuestro país existen muchas agrupaciones que requieren de personas que sirvan para servir. Debe mover las fibras más sensibles de los que aquí están dispuestos y en condiciones de aportar, ponerse a disposición de entidades que se ocupen de niños, ancianos y enfermos sin recursos económicos.

17.- Repartir el tiempo entre labores para producir y vivir, y a la vez formar  parte de asociaciones que tengan como objetivo hacerle frente a las lacras sociales como la corrupción, el consumo y tráfico de estupefacientes y otros fenómenos sociales nocivos, es demostración de ser un servidor o servidora, probar ser un sujeto que vive para servir.


II.- Los necesarios son los que aportan

18.- Hay que estar presto para la colaboración sin esperar recompensa económica. La persona debe formarse la idea de que si es profesional del derecho o de la medicina, está en el deber de poner su capacidad y servicio a disposición de quien necesita sus conocimientos, sin importarle que de por medio estén presentes los honorarios.

19.- Asistir a quienes necesitan solidaridad, prueba en la persona su elevado sentido de coparticipación. El aporte intelectual o material a las organizaciones humanitarias demuestra el ánimo caritativo del actor, su entrega compasiva y altruista hacia los demás.

20.- Acercarse a un organismo que tenga como misión hacerle la vida menos pesada a los oprimidos, marginados y desposeídos, engrandece a quien colabora desinteresadamente. Los pueblos precisan de mujeres y hombres que siempre estén en disposición de prestar servicio, hacer de servidor social.

21.- Aquel que emprende con decisión y voluntad acciones que tienen por fin último crear, es un activo valioso de la sociedad, un ente decidido que cree en el trabajo para con dinamismo producir. Nuestro pueblo cuenta en su seno con empresarios ejemplo de laboriosidad y tenacidad. En ellos tiene la sociedad a creadores de empleos, riqueza y desarrollo en sentido general.

22.- Para un país salir adelante, romper con las trabas que impone el subdesarrollo, debe contar con personas llamadas a impulsar, promover cambios con iniciativas que encierren transformaciones en el orden económico y social. Solo aquellos que son resueltos para cambiar el atraso por el progreso dan vida y esplendor a la sociedad donde viven.

23.- El que aporta es persona de empuje para producir y dispuesto a afrontar, a embarcarse en proyectos que concluyen en grandes empresas. El industrioso tiene mucho de atrevido, audaz y resuelto a vencer dificultades; no cree en la apatía, ni tiene nada de pusilánime.

24.- Los verdaderos hombres y mujeres de empresas, los reales industriales, son los promotores que contribuyen a que sus países compitan, rivalicen con sus contrarios extranjeros que quieren arrebatarles el mercado nacional. El crecimiento, la ampliación de los centros que generan obreros y producción, está en los que fomentan el desenvolvimiento, el agrandamiento de la industria nativa.

25.- Hace posible el bienestar de su país, quien articula, organiza y pone en ejecución las ideas que sirven para evolucionar, extender el progreso, adelantarse en el tiempo con planes que pueden ser materializados descansando en el trabajo tesonero, organizado y colectivo. Agrandar, ir más allá está en la conciencia de los que creen en la prosperidad. 


III.- El país necesita atraer a los mejores

26.- Cada país necesita contar con personas con cualidades estimables por el aporte que hacen a la colectividad; lo que les permite elevarse, ser meritorios, dignos de elogios. El merecimiento corresponde a quienes se hacen acreedores del respeto por el trabajo con sentido social ejecutado en su comunidad.

27.- El luchador social,  aquel que se vincula con los movimientos que tienen como fin acabar con las desigualdades de oportunidades, las injusticias y toda clase de iniquidades, es un ser humano sumamente necesario para su país, y debe ser visto como un sujeto muy especial; merecedor de mucha estimación; importante para las buenas obras; meritorio en grado sumo; preciado por sus compatriotas, y calificado como provechoso, útil para construir una sociedad nueva en valores que signifiquen dignidad, decoro y honor..

28.- Aquel que contribuye con las causas nobles siempre es tomado en consideración como ciudadano de significación social, no por su patrimonio económico, sino por los aportes que haga, que lo identifican como acreditado en el correcto proceder, sobresaliente por su sensibilidad y brillante como ejemplo de ser humano preocupado por lo que es sano para su país.

29.- Por sus obras de bien merecen ser recordados aquellos hombres y mujeres que en todo el curso de su vida se mantuvieron  interesados en colaborar; asistir a los demás; extender la mano solidaria; prestarle concurso a quien necesita ayuda, coadyuvar, en forma desinteresada  dar asistencia a su país. La persona que protege, favorece y siempre está dispuesta a agraciar, vive en el corazón de sus conciudadanos.

30.- Nuestro pueblo,  para vencer las dificultades que lo afectan, debe confiar en los laboriosos, constructores y emprendedores; y no tomar en cuenta las opiniones  de aquellos que solo sirven para dañar; no  colaboran  en nada; se mueven anunciando calamidades; vaticinando fatalidades; haciendo un deleite de las malas noticias, en fin son los que se han convertido en pájaros de mal agüero.

31.- Debemos evitar contaminarnos   con lo que andan por ahí con la deshumanizada y fatalista tesis de que “entre peor, mejor”, porque ellos son los contrarios a aportar, producir, construir y fabricar; son los que están con el atraso y contra el progreso; apegados al retroceso y contra el adelanto; con el retardo y enfrentado al avance.   Son constructores los trabajadores del campo y la ciudad, los que hacen parir la tierra y con su fuerza e intelecto mueven las grandes máquinas,

32.- Hay que atraer mujeres y hombres que obran para la sociedad, para los que aquí son los más. Conquistar, captar a los que solo saben aportar con el ejemplo de trabajo social y colectivo, agradar a los que aquí quieren un mejor país; hechizar con acciones que representen disposición de servir con sensibilidad y total desprendimiento. Rechazar y repeler a los derrotistas y pesimistas; a los que solo viven anunciando desesperanza, sembrando desanimo, pintando un panorama sombrío.



Santiago de los Caballeros,

11 de julio de 2017.

lunes, 3 de julio de 2017

A los 85 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi

Por: Ramón Antonio Veras.

1.- Con la creencia de que todos los plazos llegan a su vencimiento, he esperado que el caso de mi hijo Jordi transcurra normalmente, sin caer en la desesperación. Permanecer a la expectativa se ha convertido en algo normal en mi forma de proceder, aunque no es propio en mi comportamiento por cuestión de carácter.

2.- Al ser humano en el curso de la vida se le presentan situaciones en las cuales debe revertirse de lo que no tiene, como ha ocurrido conmigo y la paciencia, en el proceso seguido a los autores de la tentativa de asesinato de que fue objeto mi hijo. El aguante, la apacibilidad y la resignación no cuadran con mi idiosincrasia, con mi temperamento.

3.-   El transcurrir de los años, el accionar en una sociedad en la que a diario ocurren fenómenos sociales de naturaleza muy diversas, al actuar hay que hacerlo con suma prudencia, alta mesura, con la más fina sensatez, pues de lo contrario se cae fácilmente en la temeridad que conduce a la actuación irreflexiva, impensada y, por vía de consecuencia, equivocada.

4.- Muchas veces la realidad nos dice que cada quien es el mejor consejero de las decisiones a tomar, y que por más buenas intenciones que tenga un asesor no orientará nunca con la comprensión   que puede hacerlo el actor al momento de ejecutar.  Es saludable llegar a ser mentor, guía de sí mismo.

5.-  La  acción criminal contra Jordi, y la forma alevosa que se ejecutó, me impuso poner a prueba mi resistencia como persona,  el aguante como padre y la fortaleza ideológica para no caer en las debilidades normales que se apoderan de los seres  humanos cuando resultan lesionados en lo más profundo del corazón.

6.- Sin caer en la resignación he tenido que conservarme firme, demostrando consistencia, eliminando de mi mente lo que pueda conducirme a la inestabilidad, a la fragilidad en mi proceder. He mantenido inquebrantable, inmutable, la voluntad para tener aguante, entereza y vigor.

7.- Hoy se cumplen 85 meses de la tentativa de asesinato de que fue víctima mi hijo Jordi; y la espera de que el proceso judicial llegue a su final está presente en mi conciencia como el día que se ejecutó la acción el fatídico 2 de junio de 2010. La duración  de más de siete (7) años no me ha desesperado, por el contrario, ha fortalecido mi confianza de que la justicia va a imperar.

8.- Estoy formado de convicciones que históricamente me han acompañado; a ellas me debo y no renunciaré jamás, bajo ninguna circunstancia. Mis principios, que descansan en la realidad de las cosas, me llevan a la certeza; me arman de seguridad para esperar el fallo que ha de concluir honrando la justicia, la ley y el derecho. Lo bueno y sano ha de prevalecer.


Santiago de los Caballeros,

2 de julio de 2017.

Mi código de la amistad

Mi código de la amistad

Por: Ramón Antonio Veras.

Dedico este escrito a mis amigas y amigos pretéritos que me han fallado en la lealtad y la reciprocidad.

I.- A manera de introducción

1.- El mundo de los animales, en la selva o en la jungla, se rige por instintos que guían sus actuaciones. En la sociedad humana las personas físicas establecen relaciones e interconexiones que con el tiempo son sus leyes de convivencia.

2.- Por mutua conveniencia, los individuos viven en base a pactos tácitos o formalmente convenidos. No importan los vínculos, la realidad es que entre los seres humanos necesariamente debe haber un concierto para que se torne en una conexión que haga posible el amarre de voluntades hacia un fin determinado.

3.- Los ajustes no se logran en un santiamén. Se requiere espacio de tiempo para que sea fructífera la concertación, porque una alianza que se procura perdure, no se debe festinar porque de antemano está condenada al fracaso.

4.- Es posible convenir de palabra o por escrito, avenirse por la relación que se alcanza con la comunicación; como también llegar a una resolución armoniosa sobre algo de interés para los actores que bien puede ser de provecho mutuo, y donde nada tiene que ver lo material, lo pecuniario, sino la inclinación del ánimo hacia lo afectivo, como ocurre con la amistad.

II.- Mi vida con mis amigos

5.- He hecho la introducción anterior porque desde lo más profundo de mi alma me sale el deseo de hacer este escrito sobre la amistad y lo que para mí significa.

6.- En mi cabeza tengo una especie de código compuesto por normas que me dicen como debo comportarme con aquellas personas que mentalmente individualizo como amigas o amigos. Me creo un ejecutor de reglas que no debo eludir porque soy responsable voluntario de no esquivar su cumplimiento.

7.- Mi conciencia me manda a honrar mis convicciones; obedecer bajo cualquier circunstancia con el amigo o la amiga; respetar lo que el momento me dice, si el cometido me impone quedar bien, acorde a lo que me he enclavado en el cerebro como combinación codificada de la amistad.

8.- La línea de conducta con los míos, en las relaciones   de afectos con aquellos que están en la lista de amigas y amigos, no hay ocasión para disculpas, justificaciones ni agarraderas.  Mis normas de lo que debo hacer con el amigo o la amiga no me permiten procurarme explicaciones pueriles, ni el consabido penseque.

9.- Me muevo apalabrado, creo estar enredado con la palabra dada a quien confía en que soy su amigo; debo por esa confianza contraer todos los compromisos, sin importar riesgos. Poner mi voz en los oídos de mis amigas y amigos siento que ha sido acogida y tengo el deber de honrarla.

10.- Para mis amigas y amigos siempre estoy ahí, donde me necesitan. Listo para lo que les pueda ser útil, en las buenas y en las malas; presto para acercarme, estar juntos o, si es de su interés, alejarme, separarme por conveniencia suya. Creo ser, por momentos, un instrumento de lo que el amigo o la amiga necesita de mí, Lo que no hago es escabullirme, echar el cuerpo afuera; marcharme; escurrir el bulto en el momento que se necesita mi presencia.

11.- Aquel que cuenta con mi amistad puede decir que nunca está sólo, porque siempre estaré a su lado, espiritual o físicamente. No creo en dejar aislado, abandonado, desamparado a quien debo solidaridad, compañía, calor humano. En la dificultad del amigo debo hacer de facilitador, apoyarlo, sin buscarle tres patas al gato.

12.- La persona del amigo o la amiga la veo como la continuación de la mía; no percibo diferencia, desemejanza ni disparidad. Todo descansa en que para mí solo hay igualdad de afecto, semejanza en el cariño y la comprensión.

13.- No tengo mis oídos preparados para escuchar contra mis amigos o amigas las diabluras, chismes y granujadas que puedan salir de las gargantas de los canallas, malvados, envidiosos y resentidos. Me convierto en un duro de oído, como una tapia, terminando en hacerme el sueco.

14.- Pierde su tiempo aquel que escribe denostando, fastidiando o de cualquier forma lesionando a mi amiga o amigo. Me comporto como un invidente, un obstruido de la vista, con solo ver el título o la primera palabra escrita dañando la persona de quien está fichado en mi conciencia como mi amiga o amigo.

15.- No le doy cancha, no tiene espacio en nada relacionado conmigo, el difamador y descalificador que procura tomarme como caja de resonancia, fuente para dar a conocer ideas sucias, intenciones para enlodar, deslustrar la persona digna y honorable de mi aliado en el afecto.

16.- No le hago coro a quienes se interesan por hacer circular infundios y perversidades contra mis cófrades. Me comporto sin correlación alguna con los que buscan tener aliados en las adversidades de mis compañeros. Si mi amigo comete una falta no se la celebro, busco la forma de que la corrija, que rectifique; no se la aplaudo ni me pongo a propagarla, pero de él no hago leña.

17.- Poco me importa que mi amigo o amiga mantenga, al igual que conmigo relaciones de hermandad con fulano o mengano; no debo inmiscuirme en sus vínculos con otras personas de su agrado. No me creo con calidad para seleccionarles a mis hermanos afectivos el sujeto que deben tener como amigo.

18.- La política no me aparta en lo absoluto de quien es mi amigo, porque creo que es algo muy personal, aunque es mi deseo que se identifique con la ideología que sostengo. Debo buscar los puntos que nos unen, no los que sirven para descomponer las fraternas relaciones.

19.- Las cosas materiales de que dispongo están a disposición de mis íntimos, si las necesitan. Me despojo de lo que tengo sin lamentos para que, de ser necesario, lo tenga a su alcance mi camarada.  En mi no hay espacio para el egoísmo, y mucho menos para quienes son mis especiales en la querencia.

20.- Tengo buen ánimo para compartir con los amigos; con ellos trato de ser expresivo, cordial y nunca despreciativo. Me siento obligado a que los que me motivan alegría sientan la calidez de que pueda disponer; la estima me gusta transmitirla sin limitación alguna.

21.- Me preocupo por manejarme con plena delicadeza con el amigo para que disfrute mi amistad; la distinción se la hago notar para que compruebe que me merece exquisitez, que su persona se hace acreedora del mejor y más precioso regalo que con esmero pueda hacer a persona alguna.

22.- El sentir del deber con mis amigos me manda a decir que estoy comprometido, ante el ataque de que sean objeto, a salir en su defensa; que no me está permitido ser indiferente cuando, gratuitamente, es embestido, agredido o lesionado sin causa justificada. No me cuadra la impasividad, estar ataraxias frente al insulto, a la diatriba que provienen, por lo regular, de los fracasados, resentidos y envidiosos de los éxitos de mi amigo o amiga.

23.- Con el amigo o la amiga me siento fusionado, con una vinculación tal que mientras se mantienen los lazos afectivos somos dos personas en una. Estoy licuado con los que me llenan el espacio de la amistad, es como si las dos almas lograran aunarse sin posibilidad de desligarse.

24.- Siempre he sido el mismo con los que fueron mis amiguitos de ayer; idéntico con los miembros de aquella familia a la que en mi niñez serví como trabajador doméstico a cambio de un plato de comida y del cariño sincero que recibía. Sin importar el largo tiempo transcurrido, sigo igual con los que, como canillitas y limpiabotas, ayer recorrimos el Centro Histórico de Santiago.

25.- Aunque provengo de los estratos sociales más paupérrimos de la sociedad del Santiago de la mitad de los años del siglo veinte, hoy, por mi dedicación a los estudios y al trabajo honrado, ocupando otra condición social, no he modificado mi forma de proceder ante mis amigos. Por el contrario, mi actitud hacia ellos se ha fortalecido; en nada se ha invertido, no se me han subido los aires a la cabeza.

26.- No puedo cambiar ante las personas de mi afecto especial porque estoy hecho de un material que no se presta a mudar, a volverse por el cambio de vida, por el progreso económico. La alteración, la metamorfosis no forma parte de mis actuaciones ante quienes gozan de mi cariño entrañable.

27.- El apego a mis amigos y amigas no lo transo con nadie, ni es objeto de compensación. No está en juego el querer a los míos en correspondencia al halago que pueda recibir; jamás pongo en la balanza lo que significa la persona a la que le he dado mi palabra de amigo. En una conversación que nadie ponga de por medio el mutatis mutandis, para que ceda en mi firme posición en la defensa de mi camarada.

28.- Aquel que bien me conoce sabe que de mi boca solo sale la expresión de la verdad para aquellos que no tengo nada que no puedan saber. Lo que expongo a los míos pueden suscribirlo con su sangre, darle autenticidad con su vida.  Las palabras que escuchan pueden tomarla con el rango de testimonio, y luego acreditarlas, hacerlas constar con carácter de legitimidad.

29.- Lo que a mi amigo le manifiesto fuera de toda broma, puede tomarlo como garantía, expresión sincera de convicción; atestiguación, muestra fehaciente de la verdad. Lo puede hacer constar, indiciar sin ninguna clase de duda.

30.- Aunque he tenido amigos y amigas a los cuales me entregué sin reserva alguna, y me pagaron con la traición, o haciendo alianza impúdica con mis adversarios gratuitos, no he cambiar en lo absoluto lo que es mi forma de proceder y sentir para las personas de mi especial cariño.

31.- La felonía de que he sido víctima de parte de supuestos amigos y amigas no me ha hecho cambiar un ápice de lo que creo de la amistad, porque he aceptado la traición como proveniente de quienes se mueven en el lodazal de la infamia.

32.- De lo aquí expuesto con relación a mis amigos y amigas, pueden dar fe aquellos que todavía viven y son mis aliados, porque saben que lo escrito por mí en este trabajo ha sido mi trato, proceder, conducta y mi manera de obrar durante toda mi existencia. El Chilote Llenas, quien me conoce desde chiquitico, y me ha tratado desde siempre sin interrupción, es un testigo fiel de mi vida en el seno de la sociedad dominicana. A él me remito.


Santiago de los Caballeros,
1 de julio de 2017.