lunes, 18 de abril de 2016

La ineficacia de los partidos tradicionales

                                                                                              
Por: Ramón Antonio Veras.

I.- Politiqueros que  hacen reír

1.- Las rígidas estructuras que genera el sistema económico y la superestructura que gira a su alrededor,   han quitado al pueblo dominicano su deseo  de  ser alegre,  y  permanecer en estado de buen  humor, vivir  sonriente, totalmente sonrisueño, bienhumorado.

2.- No obstante, lo que a diario más  escuchamos, en el medio social dominicano,  son expresiones que motivan hilaridad, carcajadas y permanente regocijo. Los pronunciamientos de los politiqueros del patio, con relación a algunos temas del quehacer político nacional, resultan muy divertidos, humorísticos y graciosos.

3.- Aquellos que aquí están en política para engañar al pueblo, sin proponerse ser calificados de hazmerreir, payasos o bufones de mal gusto, de vez en cuando, algunos,  salen con ocurrencias propias de loquescos, con historietas adecuadas para hacer gracia o motivar el sueño a un bebe.

4.-  Para hablar con el fin  de confundir, hay que ser  un lenguaraz, hablanchín o amante de las charlatanerías,  que sólo generan  el rechazo al sujeto que las expone. Pero aquel que le gusta chacharear, darle a la sin hueso, no le importa hacer el ridículo.

5.- Como farsantes, politiqueros de historietas, pueden identificarse  aquellos que a cada momento dicen que en el país el sistema de partidos está a punto de colapsar, como si el colapso fuera a llegar desde el  cielo, y no causado por los mismos actores que hacen negocio con las organizaciones políticas.

6.- De la  misma forma que se ha agotado  el modelo económico sobre el cual descansa la sociedad dominicana, también está llegando a su término el funcionamiento de los partidos del sistema,   los cuales lucen deshechos; llegaron a su final, están listos para ser lanzados al zafacón de la  historia. Los mismos politiqueros gastaron, han desguanzado a sus partidos.

7.- Hacen de bufones aquellos que dicen estar sorprendidos por lo raquítico que están los partidos tradicionales, sabiendo ellos que han  ejecutado todas las cosas feas y sucias  para que desaparezcan hechos añicos, papillas,  y  ya sólo funcionan como desechos de la politiquería nacional.

II.- El lamento  por  los partidos del sistema que colapsan

8.- Esas entelequias, muchas de las cuales por condescendencia llamamos  partidos del sistema, y  han servido a muchos de sus dirigentes como medio de enriquecimiento ilícito  al vapor,  están exhaustas, no   porque así lo ha querido  la divinidad, sino por las bellaquerías  que con ellas han hecho sus beneficiarios, llevándolas a  la fatiga,  y al  fallecimiento.

9.- Los politiqueros, vividores de la vagancia, la haraganería y la vaguería, dicen estar preocupados porque los partidos no son  respetados por sus miembros, y  el transfuguismo los lleva al descalabro, olvidándose  que esa truchimanería de cambio de chaqueta, ha sido una de las tantas formas de ellos llevar a sus partidos al colapso y el descredito.

10.- Los partidos del sistema, los mismos que hoy agonizan, y a los cuales sus beneficiarios lloran como hipócritas plañideros, son los mismos que ha utilizado el hampa política para asaltar el poder; el lumpen quejicoso, el granuja lacrimoso, el bravucón gemebundo,  para hacer diabluras, diezmar el erario, aniquilar al pueblo trabajador y hacer estragos con los  bienes públicos.

11.- Todos aquellos que con actuaciones propias de personas del bajo fondo,  han contribuido a degradar la vida política del país, no pueden  desconocer que,  no solamente sus partidos políticos constituyen una afrenta en extinción, sino que también han convertido la política en una afrenta, un bochorno, una desvergüenza.

12.- La generalidad de los dominicanos y dominicanas decentes, se sienten hastiados, exasperados, asqueados por la forma como muchos dirigentes han utilizado a los partidos para, por su mediación, prostituir el ambiente político y degenerar las instituciones.

13.- El aburrimiento hace acto de presencia, la irritación es notoria, el fastidio es  evidente  en  aquellos  que  quieren  que el país se mueva  por senderos de progreso y limpieza política;  pero consideran que los partidos del sistema representan trabas, obstáculos para adecentar la vida pública, higienizar la actividad política.

14.- Sorprende a muchos el hecho de que todavía hombres y mujeres de bien se mantienen como miembros de partidos que simbolizan la desfachatez, el descaro y la ofensa al buen actuar; aunque  de seguro  el cansancio, la irritación y hastío les motivará  a abandonar  esos  espacios  políticos  que no son  adecuados  para personas de  valía. 


III.- Los muchos partidos no es signo de democracia

15.- En nuestro país, la realidad ha demostrado que la proliferación de partidos no es signo de democracia;  su abundancia, la difusión  que han tenido las organizaciones que inciden en el quehacer político nacional,  en nada han contribuido al bienestar material y espiritual de las masas populares, como tampoco su propagación ha hecho posible el fortalecimiento de las instituciones del Estado.

16.- Hubiera resultado provechoso  para el desarrollo de la actividad política,  el afianzamiento institucional y el adecentamiento de la vida pública dominicana, la total desaparición, reducción o  escasez  de los  partidos del sistema que hemos tenido que soportar aquí.

17.- La eficacia, efectividad y eficiencia de un partido   político no se determina por el enriquecimiento y los beneficios económicos que obtengan sus más altos dirigentes, sino  por los aportes, la  contribución que haga para orientar y materializar un programa de contenido social y político, que llene las aspiraciones más sentidas  del pueblo.

18.- Los integrantes de los partidos políticos deben valorar a sus más calificados  líderes, por el comportamiento público y privado que exhiben  desde  el punto de vista ético y moral. Ninguna calidad tiene aquel que forma parte de la dirección de un partido, si una vez su organización  llega a controlar el  Estado, se  dedica a sustraer  fondos públicos y a favorecer a sus familiares y allegados.

19.- Nada positivo y sano aportan  a la lucha política  aquellos  que carecen del sentido de la honradez, porque  degradan  la organización que los aloja. Los  empedernidos, faltos de calidad humana, despiadados  e impasibles, lo único que han hecho en los partidos del sistema, que ya están agotados,  es aprovecharse de los mismos para enriquecerse y prostituirlos.

20.- Los hombres y mujeres decentes que todavía quedan  en los partidos que ya cumplieron su función política, y ahora  son utilizados para hacer negocios, deben estimular, promover la creación de organizaciones que desempeñen  labores acorde con la decencia, aislando así a la basura politiquera. Estimular lo bueno hace posible que surja lo conveniente, necesario y útil a la sociedad.

21.- Por muy deteriorada y degradada que esté una sociedad desde el punto de vista de la decencia,  como ahora está la dominicana, siempre hay personas de honor, vergüenza,  dignidad, y suficiente entereza  para no continuar  compartiendo con aquellos cuya presencia lo único que hace  es restar, dañar, empantanar y deslustrar.

Reflexiones

a.- En el periodo   de su historia política,  cuando  el país nuestro tiene en su seno a las mujeres y a los hombres  más preclaros, de lucidez exquisita  y pensamiento profundo, resulta que algunos grupos  desaprensivos   tienen cautivos, bajo control político e ideológico, a la gran mayoría de ciudadanas y ciudadanos, dominio que ejercen  por medios de partidos de negocios, utilizando el clientelismo con la mercancía dinero como atractivo, seductora que enloquece a los siervos de la politiquería dominicana.

b.- La sociedad dominicana, en general, ha llegado a un grado tan perjudicial, sumamente dañado, que  todo lo que en  ella se mueve resulta contaminado, razón por la cual hay que estar siempre alerta, listo para hacer labor de prevención  con  mecanismos de profilaxis social.

c.- Resulta un contrasentido pensar que un cuerpo social con sus órganos   vitales enfermos, puede tener en su seno alguno que esté al margen de la malignidad; lo que se traduce diciendo que, siendo los partidos del sistema parte del organismo de la sociedad dominicana averiada, en  modo alguno pueden estar al margen de  la contaminación.

d.- La generalidad de los que activan en política desde los partidos tradicionales, no son más que unos desorejados que accionan  para hacer dinero, por lo que no resulta fácil higienizar el ambiente político. Aquí la mugre está por encima de la limpieza.

e.- El cuerpo social del país está averiado, y es el adecuado para personas sin escrúpulos sobresalir en partidos que no tienen un filtro, carecen de un  colador para separar lo podrido de lo sano.  De ahí que conviene aislar lo corrompido de lo que todavía sirve, y tiene algo de pureza.

f.- De los partidos tradicionales sólo deben ser conservados sus bases, compuestas por hombres y mujeres del pueblo,  víctimas de las maquinaciones de la  mayoría  de las  cúpulas directivas, que utilizan su preeminencia para obtener beneficios personales,  mientras que los  de abajo, que constituyen la gran mayoría y dan sustentación a la organización, permanecen perjudicados, siempre lesionados.

g.- Los partidos políticos del sistema desempeñan diferentes funciones en beneficio de las clases sociales aliadas al orden  establecido, porque además de servirles para alcanzar el poder político del Estado, cuando están a punto de desaparecer son utilizados   para hacer distintas clases de negocios  politiqueros.

h.- Cada uno de los partidos políticos que han controlado el Estado dominicano, es responsable de la situación de desigualdad,  pobreza y opresión que sufre la gran  mayoría de nuestro pueblo; de igual manera, ha  impedido el fortalecimiento de la institucionalidad, el adecentamiento de la vida pública y ha  obstaculizado  el desarrollo de la lucha democrática.

i.- Partiendo del carácter heterogéneo de la sociedad dominicana,  y siendo los partidos expresiones clasistas,  en los cuales convergen mujeres y hombres de las más  variadas clases sociales, de seguro que en las organizaciones políticas tradicionales hay adeptos con decoro y firme vergüenza, para abandonarlos o expulsar a  los  nocivos   alojados  en ellas.

j.- Por la degradación, degeneración y decadencia que los partidos tradicionales han llevado a nuestro país, la persona seria, honesta y de valía que se integra a los mismos pone en peligro su vida. El íntegro y el deshonesto  no pueden ocupar el mismo espacio, y así quedó  demostrado con el asesinato  de que fue víctima recientemente  el distinguido ciudadano y exrector de la UASD, doctor  Mateo Aquino Febrillet.

k.- Los partidos del sistema, por fisonomía, composición y fines a alcanzar,  están impedidos de actuar,  proceder o de  cualquier forma incidir  en provecho de lo que en  verdad se llama pueblo dominicano. Pretender que la  generalidad de los que  forman  un partido del sistema van a  luchar para que  cambie  el orden  económico y social vigente, es  como  pensar que puede constituirse un banco comercial con fines de hacer labor de filantropía. El  egoísmo y la mezquindad no pueden  andar de las manos con la generosidad y el altruismo.

l.- En toda sociedad humana debemos estar preparados para tratar con personas virtuosas y benignas, lo mismo que con malos y malvados. En la misma línea, no podemos sorprendernos de encontrar en los partidos del sistema  a mujeres y hombres compasivos y tiernos, como también  a crueles e indolentes, propicios y perjudiciales, a malvados y nobles, a honrados y ladrones.

ll.- En algunos países, a los partidos tradicionales se integran jóvenes con inquietudes renovadoras, que con su presencia  logran  eliminar  o neutralizar a los sectores conservadores portadores de ideas atrasadas; pero en el caso dominicano no  ha ocurrido igual fenómeno,  porque la generalidad de la juventud que llega a las organizaciones del sistema,  se confabula, hace alianza impúdica,  indecorosa;  complicidad en el  saqueo de los fondos públicos,  con los que sostienen ideas retardatarias. Por lo regular, los  jovencitos que llegan   como nuevos a los viejos partidos del sistema, asumen las mismas añejas prácticas corruptas, las rancias  modalidades politiqueras, y los métodos  arcaicos  de hacer politiquería clientelar.

m.- El joven  mediocre  con su  integración  a un partido del sistema,  encuentra una forma de escalar socialmente sin el mayor esfuerzo. Por tal  razón es que vemos a un  novel profesional  sin talento y falto de vergüenza, honor y decoro, cambiando su vida  material y espiritual una vez entra a formar parte del aparato o círculo politiquero que administra los fondos públicos en provecho suyo y de sus secuaces.

n.- Los partidos tradicionales, defensores del actual modelo económico, de la política clientelar y de los fenómenos nocivos que lesionan  a todo el medio social del país, en lugar de perjudicar la lucha política con su desaparición  la favorecen. Contribuiría al desarrollo del país, la creación, el surgimiento de partidos nuevos, con visión de futuro, dotados de  programas que recojan  las aspiraciones del pueblo, y dirigidos por hombres y mujeres  de ideales, que lleguen a la acción política a aportar.


Santiago de los Caballeros,
18 de abril de 2016.



Acondicionar al votante para condicionar el voto

Por: Ramón Antonio Veras.
Introducción

1.- Electores y electoras hacen acto de presencia en los colegios electorales dominicanos,  impulsados por distintas motivaciones, las cuales encierran las causas más diversas,  que van  desde políticas, pasando por ideológicas,  hasta  llegar a las de por conveniencias.

2.- Aquel que ejerce el derecho al sufragio porque es miembro o simpatizante del partido que favorece con su voto,  lo hace políticamente convencido de lo que  está haciendo; su voluntad la manifiesta  poniendo  en ejecución su deseo,  el propósito que anidaba en su conciencia.

3.- La ideología de una persona puede guiarla a votar por una organización política que no es la suya; es posible que lo haga porque,  coyunturalmente, considera que, para sus objetivos estratégicos, resulta conveniente que favorezca con el sufragio al grupo político que le dio el voto.

4.- A veces ocurre que la ciudadana o el ciudadano sufraga  por relaciones personales con el candidato o candidata de tal o cual partido. Los vínculos familiares, de amistad o afectivos,  en  ocasiones sirven   de motivación  a algunos sufragantes que no tienen definida inclinación política o ideológica.

5.- Ningún elector o electora pone su gana, deseo de votar,  por puro capricho, por  estar de voluntarioso o fastidiar a alguien. Raras veces vemos un obstinado gratuito ocupando  un  espacio de su tiempo para ir a un centro de votación.

6.- Ejecutando la calidad de elector encontraremos a un  individuo que con  su voto persigue algo; desde el fondo de su alma manda un mensaje, dice un antojo; expresa un anhelo  echando una papeleta  en una urna, lanza su albedrio dándole riendas sueltas a los dictados de su conciencia.

7.-  Aunque no esté bajo custodia o vigilancia alguna al momento de inclinarse para tirar en la caja la papeleta que ha marcado señalando los candidatos seleccionados,  el elector o la electora no siempre comparecerá libremente a elegir  los candidatos de su preferencia.

I.- Acomodar para cautivar al elector

8.- La libertad de electoras y electores puede estar  acondicionada  mucho antes del día de sufragar;  acomodada para que  responda a un objetivo determinado; inducida a los fines de que cumpla con el fin perseguido  por  el acondicionador; con el  acondicionamiento  de la libertad, la persona  se aclimata en forma tal que  hace  habitual su  forma de  proceder. 

9.- En el caso especifico de la política electoral dominicana, la preparación de un posible votante es una labor de captación que se hace para conquistar el voto del elector  captado. Es un trabajo de tanta habilidad que  la víctima no se da  cuenta de la operación  de que ha sido objeto en su voluntad.

10.-  En el medio político dominicano el acomodamiento de la intención del votante se ha utilizado desde siempre;   unas  veces   por medio  de la violencia física, y en  otras  mediante las dádivas. Los donativos han cambiado de acuerdo a la época, las posibilidades del donante interesado y  las necesidades del que  los recibe.

11.- El arreglo de la voluntad de aquel que se busca cautivar para lograr su voto, resulta de una operación de  acondicionamiento; atraerlo para provecho político de quien  hace el  aporte aparentemente caritativo,  pero tiene  en el fondo la marcada intención de ir  condicionando el libre albedrio, para convertirlo en prisionero de sus necesidades materiales y espirituales.

12.- El votante acomodado por el caudillo político, se adapta  con facilidad a sus  caprichos. En la medida que el  posible sufragante es conquistado con  los regalitos,  se rinde a las decisiones del captador de voluntades, apresador de la  libertad de pensar y actuar.

13.- La entrega a un ser humano lleno de pobreza, de un  sobre con una pequeña cantidad de dinero  o una fundita conteniendo algunos alimentos,  lo acomoda, hace posible la adaptación de  su voluntad a las pretensiones de quien hace de politiquero generoso con los necesitados, desprendido con los  de abajo, espléndido con las masas desposeídas; desconociendo el menesteroso que su situación de miseria es causada, precisamente, por ese simulador  dadivoso.

14.- En el ambiente político electoral dominicano,  los que ejercen el derecho al voto lo hacen acondicionados por aquellos que, previamente, hacen labor de acondicionamiento de los electores y electoras dominados por la más horripilante miseria.

II.- El deseo de votar libremente choca con las necesidades del votante.

15.- El voto acondicionado ha estado decidiendo los procesos electorales dominicanos en los últimos años, y ahora no es diferente; la pobreza en el seno de nuestro pueblo lo lleva a entregar su voluntad política a cambio de un pedazo de pan o una hoja de zinc.

16.- La aspiración  del sufragante votar con plena  libertad, choca con las   necesidades apremiantes  que padece, y cree que las ha resuelto  con una  pequeña suma de dinero recibida en tiempos de elecciones, el hambre mitigada  por unos días.

17.- La ignorancia, el atraso político, y la opresión social en todos los órdenes, ha hecho posible al buscador  de votos acondicionar espontaneismos  e impide a   las grandes mayorías nacionales meditar y reflexionar en paz.  Un  sujeto que no tiene garantía de comida, empleo, techo ni servicios de salud,  es presa fácil del desaprensivo.

18.- Una cosa es el deseo que tiene la  electora  de sufragar por el partido de su simpatía, por el que la motiva,  y  otra  la necesidad de subsistir,  de comer, tener un techo, y la posibilidad de acceso a los  servicios de salud. El anhelo de votar  para satisfacer su intención política, resulta frustrada por el acondicionamiento de que ha sido objeto,  que la impulsa a desdeñar su libre albedrio, para complacer a quien puso  en  sus  manos un salami  criollo.

19.- En nuestro medio los hermosos ideales liberadores del votante, han sido desechados porque la voluntad política del elector es sobornada, aprehendida  por quien busca votos condicionados, ha resultado atraído,  no con mensajes de liberación, sino con un bono luz o un bono gas. Los bolsillos repletos de dinero  arrastran a su favor a miles de votantes fascinados por recibir unos pesos.

20.- Los defensores del sistema social dominante en el país, se interesan en mantener a grandes masas de sufragantes viviendo en estado de marginación social, porque mientras  sufran esa situación son prisioneros seducidos por aquellos que hacen política clientelar, atraen votantes miserables a cambio de comida, enajenan voluntades  con limosnas, conquistan simpatías con  manos de plátanos.

21.- Una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas van acondicionados a las urnas el 15 de mayo próximo, por culpa del modelo económico actual, a causa de su miseria, como consecuencia de haber sido acorralados por las donaciones, en vista de que no tienen opción  para, por ahora, liberarse del  secuestro que sufre su voluntad política, porque  una minoría tiene dominado por miseria, preso por necesidad, y cautivo por hambre el voto electoral decisivo.

22.-  Regalitos, funditas, sobrecitos y cuantos donativos se mueven en los procesos electorales, sirven de señuelos, cebos,  acondicionadores de voluntades, captación de votos, retorceduras de intenciones y burlas a los  pobres votantes; sirven de engaños, lazos para amarrar incautos, incentivos para que los marginados sociales entreguen sus  votos, inclinen su cerviz, para depositar pobreza en una urna.

23.- Sufragar en nuestro país, es pagarle con el voto lo invertido por el politiquero; costear con el sufragio la fundita recibida; proveer con el voto al dirigente que dio el salchichón. De cualquier  forma, resulta igual, voto, votación y elección de aquel que trafica con la miseria, opresión y desprecio al ser humano, y, además, sufragando se subvenciona a quien se  cree que ampara a los votantes manteniéndolos como semovientes electorales.

Reflexiones

a.- El voto del cual queremos que el pueblo dominicano  haga uso es del consciente de lo que está haciendo, el intencional con fines liberadores;  el propio, no inducido ni mucho menos condicionado ni acondicionado, el espontaneo fruto de su conciencia libre,  el facultativo sin condicionamiento alguno, en fin, el optativo ha de ser en el futuro el voto de la mayoría de nuestro pueblo.

b.- Ha de llegar, y espero que pronto, el día en el que electoras y electores vayan a las urnas a depositar sus votos libremente, como dueños de su destino; no forzados por el hambre, ni obligados por necesidades materiales y espirituales; a elegir a sus preferidos, a nominar a los candidatos honrados y decentes; sufragar por los meritorios, virtuosos y ejemplo de civismo.

c.- Como persona civilizada y decente, debe ser un objetivo nuestro  aspirar vivir en un medio social en el que nunca  más la voluntad política le sea torcida a un elector o electora a cambio de recibir,  como contrapartida por su voto, un servicio de comida, una suma de dinero, o por miedo a ser privado de una prebenda desde el gobierno central o municipal.

d.- Debemos luchar  para alcanzar un ambiente político en el que ningún votante dominicano se vea obligado a recibir orden de como sufragar, por  mandato, orden,  exigencia, por miedo a quedar sin empleo, a no recibir algún beneficio, ayuda  o favor de un  político rapaz con fachada de benevolente, condescendiente o aparente clemente.

e.- La dignidad que acompaña a todo hombre o mujer,  antes y durante el sufragio,  jamás puede ser reducida   por quienes  disponen de recursos económicos para darles a los votantes  trato de mercancías, cosas, entelequias, baratijas políticas, cachivaches de caravanas, chismarracos, bártulos vendedores de votos a precio de quincañeria.

f.- La necesidad del ser humano de  comer  no debe convertirse en comercio electoral; consumir alimentos no debe ser objeto de compraventa  de campaña comicial; la obligación de nutrirse  jamás  ha de ser  objeto de trafico político para los electores tragarse  un pedazo de yuca. El votante en ningún momento debe llegar a la humillación.

g.- En nuestro país jamás debe ocurrir,  que un camión repleto de víveres y otras provisiones, colocado cerca de un centro de votaciones, sea signo de que se  cambiará el consumo de alimentos por votos. La degradación de los procesos electorales  no puede continuar identificando a los sitios  de votación  con establecimiento de compraventa de votos a necesitados, lugar de trato para negociar  sufragios por bastimentos.

h.-  Desde el momento que un sufragante está condicionado a depender de otro  para vivir, su voto está supeditado a la conveniencia de quien le hace posible la subsistencia, y sometida su voluntad política a quien le proporciona el sustento;  doblega la intención de otro  quien lo consuela con fines políticos, y lo nutre para condicionarlo con fines ulteriores de su interés.

i.- La desigualdad que predomina en nuestro país en el orden económico  y de posibilidades, se extiende al derecho de elegir; no tiene igualdad de posibilidad  de sufragar libremente, el que tiene resueltos sus problemas materiales y espirituales, a diferencia de aquel que de nada dispone. El primero es un elector en libertad de votar  conforme su voluntad política, mientras  que el segundo  está condicionado, sujeto a quien le proporciona, sojuzgado por otra intención, domesticado para recibir orden, relegado a lo que sea el deseo de quien le extiende la mano  con aparente piedad, pero con fines  políticos.

j.- La brecha, el boquete que presenciamos con claridad entre las distintas clases que convergen en el medio social dominicano, donde hay una minoría que  lo tiene todo, y las grandes masas populares  que nada tienen, también  expresa  el  desnivel y contraste  entre el que sufraga, vota libremente, y el que está supeditado, sujetado, postergado,    condicionado para votar por lo que decide otro.

k.-  El voto es la expresión de la voluntad de aquel que es libre  de votar, pero se convierte en una compensación, una contrapartida, resarcimiento,  algo para desquitarse. En los procesos electorales dominicanos, la generalidad de las ciudadanas y ciudadanos  sufragan  en provecho de otros  como una forma de compensar  lo recibido  de parte del beneficiado con  voto.


Santiago de los Caballeros,
11 de Abril de 2016.
  



sábado, 2 de abril de 2016

A los 70 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi

Por: Ramón Antonio Veras.

1.- Desde todo punto de vista resulta provechoso conocer el ambiente donde vivimos, porque nos permite  saber como actuar en cada momento; el entorno hace posible ambientarnos con relación al escenario en el cual actuamos.

2.- Si desconocemos el marco donde llevamos a cabo nuestras actividades, estamos expuestos a ser incoherentes, imprecisos, equívocos, realizar actuaciones propias   de personas enigmáticas. Aquel que está debidamente ambientado difícilmente da pasos en falso, no se mueve metiendo la pata, no anda de tropiezos en tropiezos.

3.- Saber el país  donde vivo y tener una noción más o menos clara donde estoy encuadrado social y políticamente, me ha permitido sobrellevar sin desesperación la tentativa de asesinato de que  fue víctima mi hijo Jordi el 2 de junio de 2010, de  cuyo hecho se cumplen hoy 70 MESES de haber ocurrido.

4.- De no haber entendido que vivo en un país con instituciones infuncionales, donde la mercancía dinero lo corrompe todo,  y la corrupción arropa a la sociedad entera, el sufrimiento me hubiera hecho sucumbir,  y la angustia  me habría tragado.

5.- Actuar conforme las circunstancias no es signo de claudicación,  sino proceder contextualizado, enmarcado en el mundo social real. El romanticismo, el idealismo ni la soberbia me han  acompañado en mis actuaciones dándole seguimiento al caso de mi hijo, desde cuando estaba en la fase de investigación policial y judicial,  ni en curso del proceso ante los tribunales.

6.- El ser humano,  en la vida en sociedad no puede dejarse llevar por las emociones, impresiones ni turbaciones. La maraña, el embrollo,  el ovillo que rodea  la modalidad criminal del sicariato, requiere ser racional, actuar con calma, no alterarse, ni hacerse un nudo en la garganta.

7.- La magistrada Yeni Berenice Reynoso, y  los generales Polanco Gómez y  Gracia Cuevas, así como sus equipos de investigación, en su momento fueron testigos de como viví en el periodo de la investigación del caso de mi hijo. Mi estado emocional se convirtió en un yoyo: en un momento tenso y desbordado; en otro, flojo, relajado, tranquilo, totalmente sosegado.

8.- Mi vida, desde el punto de vista emocional, ante la jurisdicción de instrucción y de juicio, no ha estado libre de conmoción,  de momentos conmovedores. Al estar presente en todas las audiencias, he tenido que sobreponerme; anteponer el caso de mi hijo, y  el normal desarrollo del proceso, a mis emociones; contenerme, armarme de paciencia, anteponiendo lo que conviene a Jordi, a la familia y a la sociedad. He dominado, frenado, señoreado mis impulsos.

9.- La realidad me dice que no me queda de otra, debo seguir, continuar comportándome con el convencimiento de que no puedo cambiar de actitud, saber que el medio, el ambiente donde se inició mi calvario el 2 de junio de 2010, sigue siendo el mismo y no se vislumbra cambio alguno. Por el contrario, a medida que pasa el tiempo el ordenamiento bajo el cual vive el país  se hace más difícil para las personas decentes  que reclaman justicia.

10.- Mientras dure el proceso judicial del caso de mi hijo Jordi, estoy en la obligación de  yo mismo aconsejarme, seguir asesorándome en el sentido de no caer en la desesperación, el abatimiento ni la  desmoralización. Debo armarme de entusiasmo, esperanza, sosiego y moderación; olvidarme de que existe el desaliento, la aflicción y el enfado, y fijarme la idea de que tengo que continuar lleno de aliento, esperanzado y con la ilusión de que todos los plazos tienen vencimiento, que faltan  menos días por pasar que los que han pasado, y el trecho por recorrer es más corto que cuando comenzó el asunto el 2 de junio de 2010, hacen hoy 70 MESES.

11.- Así de sencillo, 70 MESES tiene mi hijo Jordi que fue víctima de una tentativa de asesinato, obra de sicarios pagados por Adriano Román;   70 MESES, que mi hijo recibió dos balazos en la cara que le privaron para siempre de la visión  de su ojo derecho, y lesiones permanentes en el maxilar inferior y en la columna vertebral.

12.- Para terminar, por hoy, me resta decir que después de haber transcurrido 70 MESES, Jordi  y toda nuestra familia, solamente pide justicia; simplemente que se haga justicia; únicamente que impere la justicia; tan sólo que la justicia tome su imperio, sólo con que se haga justicia.  Nada más que brille la justicia, aunque Jordi solamente puede verla con el único ojo que le queda, con el cual espera ver que triunfe la justicia.



Santiago  de los Caballeros,

2 de abril de 2016.