lunes, 11 de mayo de 2015

Todos al lado de Venezuela


Por: Ramón Antonio Veras.
1.- En América Latina y el Caribe, cada pueblo hará su revolución democrática conforme sus condiciones económicas, sociales y el desarrollo de las fuerzas productivas, pero esto no quiere decir, en modo alguno que, dada la presencia del imperio como natural adversario, pueda prescindir de la solidaridad internacionalista,  que desempeña el papel de traba ante cualquier presencia interventora. La lucha de liberación  nacional de los últimos  años  es rica en experiencias del concurso, el apoyo aportado al país que busca liberarse del colonialismo, en su enfrentamiento contra la potencia colonialista.
2.- La revolución es fruto de las acciones  transformadoras de las masas populares de cada país, pero desde Vietnam a Cuba, desde Angola y Etiopia hasta Zimbabue y Namibia, y de igual manera la contribución  de Cuba, y la solidaridad de otros pueblos latinoamericanos, contribuyó  a la victoria de la Revolución  en Nicaragua.  [i]
3.- El surgimiento en Venezuela,  y otros gobiernos democráticos en América Latina y el Caribe, así como el rompimiento del control de  nuestros países al imperio norteamericano, es inseparable de la resistencia, del triunfo de la indómita Revolución Cubana.
4.- La vida ha enseñado a los pueblos que en la lucha por romper las cadenas de la opresión nacional e internacional,  y frente a adversarios poderosos, deben contar con todos aquellos sectores, clases y capas sociales que generosamente les aportan  solidaridad. Precisamente, en estos momentos, la base del internacionalismo se ha ampliado y fortalecido, porque si en un principio fue un instrumento de lucha de la clase obrera contra la explotación y por la emancipación del trabajo, hoy es aceptado como formando parte de la brega de los pueblos que buscan su liberación nacional.
5.- El pueblo de Venezuela, debe contar en estos momentos  con la más absoluta solidaridad; sin regateo alguno todas las voces de los hombres y mujeres amantes de la paz, la libertad, el progreso, la independencia y el derecho de los pueblos a darse el sistema  social, económico y político que más conviene a sus intereses, deben levantarse reclamando el derecho  a la autodeterminación. La revolución  no se exporta, cada pueblo debe hacer la suya, pero ante el ataque imperial, la solidaridad debe ser  la piedra de toque.

Santiago de los Caballeros,
8 de mayo de 2015.









[i] (1) R.I. núm. 7, año 1980, página 15.