Por: Ramón Antonio Veras.
1.- El lunes 12 de enero
de 2009, en Santiago, los Tigres del Licey, derrotaron a las Águilas Cibaeñas,
con anotación de 11 carreras por 3; mi equipo quedó eliminado del Todos Contra Todos, habiendo obtenido sólo 2 triunfos y 16
derrotas.
2.- Al día siguiente de
la citada derrota, vía telefónica establecí comunicación con el benjamín del Consejo Directivo de las
Águilas Cibaeñas, y luego de un cordial saludo le dije: “te estoy llamando para
decirte que las Águilas en lo adelante
van a permanecer 5 años sin ganar un campeonato en el béisbol
profesional dominicano; mi interlocutor me respondió; “doctor, eso no puede
ser; el equipo se recuperará”.
3.- Después de aquella
conversación, al inicio de los campeonatos subsiguientes, lo que le había
pronosticado a mi amigo al final de la temporada 2008/2009, se lo reiteré en
iguales términos a él, así como a otros de mis amigos en el Consejo Directivo
de las Águilas Cibaeñas.
4.- El lunes 18 enero de
2013, al concluir en Santiago el
primer juego de la serie final, efectuado entre
Escogido y Águilas, con pizarra
de 10 carreras por 7, en el curso de una recepción en la casa de un amigo
común, nos encontramos el benjamín de la directiva y yo; y hablando del
partido recién finalizado le
manifesté que las Águilas perdieron esa
noche y,
posiblemente, serían barridas en
la serie, como finalmente ocurrió.
5.- Al llegar a su final la serie
regular del campeonato que discurre, 2013/2014, el día lunes 23 de diciembre 2013, luego de
efectuado el draft de nativos e importados, al informarme de los jugadores seleccionados por las
Águilas Cibaeñas, llamé, vía telefónica, a los periodistas
aguiluchos Huchi Lora y Nelson
Rodríguez, y les dije que no se hicieran ilusiones, que con los
jugadores escogidos como refuerzos por las Águilas para el Todos
Contra Todos, no llegaríamos a clasificar, que seríamos eliminados.
6.- Al día siguiente del
draft, martes 24 de diciembre de 2013, llamé por teléfono al estratega de
béisbol, el Vo Nguyen Giap del Consejo Directivo de las Águilas Cibaeñas, y le ratifiqué lo mismo que ya le había
dicho a mis amigos Huchi y Nelson, que las Águilas no clasificaban para
competir al final del campeonato. La respuesta que me dio fue: “Negro, estas
equivocado, las Águilas van a clasificar”; a lo que le respondí: “los días
venideros dirán cuál de los dos tiene la razón; te sugiero pongas en
conocimiento al Gurú de las Águilas, de
las opiniones diferentes que tú y yo tenemos de cuál será el lugar a ocupar por
las Águilas en el tablero, al final, para que él sirva de árbitro.
7.- El martes 14 de enero 2014, en horas de la
tarde, luego de recibir la información
de que esa noche en Santiago lanzaría por las Águilas, frente a los Gigantes,
un importado recién llegado desde
México, llamé por teléfono al distinguido estratega, ya citado, y al sufrido aguilucho, licenciado Rafael Emilio Yunen; les manifesté, en forma de broma, que en ese momento me encontraba en la
funeraria haciendo una reservación para un paciente que está en cuidados
intensivos; ambos guardaron silencio.
Las Águilas Cibaeñas perdieron esa noche 6 carreras por 2; el debutante lanzador mexicano no pasó del
cuarto inning, aunque superó a su otro compatriota, también llegado días
antes, que abrió un juego, se enfrentó
a cuatro bateadores y no pudo sacar un
out.
8.- El día miércoles 15
de enero 2014, en horas de la mañana, consciente del estado de gravedad de las
Águilas, me comuniqué con mi compadre y lesionado aguilucho Nelson Rodríguez, y
le manifesté: luego de la derrota del martes ante los Gigantes, es posible que
esa noche el Escogido coloque a las Águilas, en una situación de calamidad. Se
confirmó mi predicción porque las Águilas fueron blanqueadas- 2 carreras por
0-, no obstante la labor magistral del sunami Carlos Martínez.
9.- El viernes 17 de
enero 2014, establecí comunicación con mi amigo, el mismo benjamín a quien
había advertido de los 5 años sucesivos sin las Águilas ganar un campeonato, y
le dije: aunque anoche vencimos al Escogido, creo que hoy todo puede terminar
para las Águilas, porque no olvides que la vida de las Águilas no depende de
ellas, sino de que el Escogido logre vencer al Licey.
10.- Como había
pronosticado, acaba de concluir el juego que se efectuaba en la ciudad capital,
con victoria para el Licey sobre el Escogido, con pizarra de 6 carreras por 1;
por vía de consecuencia, todo ha concluido quedando las Águilas eliminadas.
Reflexiones
1.- Amor no quita
conocimiento. Mi simpatía por el equipo Águilas Cibaeñas no me impide conocer
sus debilidades.
2.- Una cosa es lo que
yo quiero y otra, muy distinta, lo que pinta la realidad. Mi deseo es que las
Águilas Cibaeñas ganen siempre, pero la práctica me demuestra que mi equipo es
más débil que sus adversarios.
3.- No creo en brujería,
magia ni quiromancia. Los pronósticos que he hecho con respecto a mi equipo han
sido el resultado de análisis a la luz de los hechos, de los recursos económicos
invertidos en procura de ganar, el material humano en el terreno de juego y las
circunstancias que se presentan en un deporte que, como el béisbol, está lleno
de sorpresas.
4.- Aunque el equipo
Águilas Cibaeñas, es propiedad de una compañía, los dueños no pueden olvidar
que los conjuntos de béisbol tienen por base un componente, la simpatía de los
fanáticos y, por tanto, hay una parte humana, sentimental, afectiva, sumamente
sensitiva, que así como está presente en los corazones, en un momento dado esas
inclinaciones volitivas pueden cambiar
en un santiamén.
5.- Después de 5
temporadas consecutivas sin ganar un campeonato, los fanáticos de las Águilas
Cibaeñas merecen una explicación pormenorizada, sensata, con altura y sentido
autocrítico.
6.- ¿Cuál será el
destino de las Águilas Cibaeñas en los próximos campeonatos?
7.- En su oportunidad,
habiendo botado el golpe por la prevista nueva derrota, ya más calmado,
dependiendo de los movimientos que hagan los dueños del equipo, es posible que
pueda hacer nuevas predicciones para el futuro.
Santiago, 17/1/2014.