miércoles, 15 de enero de 2014

ALGUNOS RASGOS DE LA SOCIEDAD DOMINICANA DETERIORADA





Por: Ramón Antonio Veras. 


I. EXPLICACIÓN

1.- La  práctica de la vida permite conocer la esencia de las cosas sin necesidad de ser un sabihondo, o experto con relación a un asunto o fenómeno cualquiera. Así, por ejemplo, para un médico conocer el estado de salud de un paciente no necesita extraerle toda la sangre de su sistema sanguíneo; le basta con una  pequeña muestra para tener la información de su interés en torno a la enfermedad alojada en el convaleciente.

2.- De igual manera, no hay que ser un  científico de las ciencias sociales para saber si un sistema social es infuncional;  si no está en condiciones de dar respuesta  a las aspiraciones materiales y espirituales de la mayoría de los miembros de la comunidad;  y  las  contradicciones insolubles que manifiesta, generando así un cuerpo social estructural  bajo el cual los que componen la sociedad adolecen de vicios sociales.

3.- Partiendo de lo antes expuesto, y aplicándolo a la concreción  dominicana de hoy, podemos comprobar  que estamos viviendo dentro de un  cuerpo social deteriorado, enfermo, que padece enfermedades  por todas partes, males sociales que están a la vista de todos.

4.-  Aunque las afecciones que evidencia nuestro ordenamiento social son notorias, algunos de los testigos directos de su grave estado  no quieren reconocer las ramificaciones de los trastornos que entrañan sus malestares.

5.-  Hay médicos que aunque saben  que el paciente no tiene cura, con la  finalidad  de continuar  esquilmando   a sus dolientes les dicen que todavía hay esperanza  de que se recupere  de su situación agónica; también hay politiqueros, curanderos sociales  que, conscientes de que el sistema, el cuerpo social nuestro está moribundo, para seguir aprovechándose del mismo hablan de sus  supuestas bondades, que en verdad no son más que puras quimeras, utopías, ficciones, fabulas para engañar a las víctimas del sistema.

6.-  Situaciones y circunstancias  formadas alrededor del sistema van creando en forma objetiva  sus realidades; algunos males se advierten con facilidad; otros requieren  de más detenimiento para llegar a tener de los mismos un cabal conocimiento.

7.-  Sería un desatino pretender que  todas las dominicanas y los dominicanos  asimilan por igual lo que es contenido  social, es decir, lo que se refiere al accionar  de las clases; el régimen económico y político del país; y otros fenómenos que ubican la organización político-social  que depende de la base económica.

8.-  El método, el estudio de los fenómenos sociales, la forma de alcanzar el conocimiento nos va a permitir explicar como elaboramos en nuestro cerebro las ideas para llegar a darnos cuenta que el comportamiento de muchas dominicanas y dominicanos expresa vicios de la sociedad dominicana enferma, deteriorada.

9.-  El actual ordenamiento social dominicano no exige un profundo análisis  para  evidenciar males sociales que se comprueban en la desigualdad; opulencia en un polo, y miseria en el otro; semejante situación bastaría para identificar un sistema injusto.

10.- El dicho  ordenamiento social está  acompañado de  hambre, desempleo, analfabetismo  e  insalubridad; sin olvidar a sus aliados la politiquería, la corrupción y la debilidad e infuncionalidad de las instituciones.

11.-  Lo que procuramos destacar en este trabajo  no son las causas   que determinan la expresión del sistema social en sí,  sino los vicios  que genera, la forma de la conciencia social que se refleja y se fija en las cualidades éticas que están  en cada persona, y que comprobamos por  su comportamiento en el seno de la sociedad.

12.-  A medida que transcurren los años, en amplios sectores de nuestro pueblo se observa un estado de angustia por los hechos despreciables que ejecutan personas desaprensivas que con  sus actos contrarios  al correcto proceder  demuestran que han sido dominadas por los peores vicios del vigente ordenamiento social.

II.- LA SOCIEDAD DOMINICANA DE HOY Y LA FORMACIÓN  DE SUS MIEMBROS

13.- El dominicano de hoy, condicionado por un sistema social inservible, no tiene condiciones para desarrollar las facultades intelectuales, sociales y morales de una persona de bien.

14.- En nuestro medio social se han estado desarrollando seres humanos en condiciones difíciles, porque lo que diferencia a cada persona es su carácter, que es el resultado de su educación,  la cual está hoy por el suelo. Poco se puede esperar de la forma de actuar de un  educado en semejante situación.

15.- El comportamiento ciudadano serio, honesto y responsable, tiene como principal componente una sana orientación doméstica, buena instrucción, y una enseñanza basada  en principios que persigan dotar  a los miembros de la comunidad de un código de cómo actuar apegados a normas sociales.

16.-  Para llegar a tener dominicanas y dominicanos que ajusten sus actos al correcto  proceder, se precisa orientarlos  en la formación de un carácter educado en sentimientos nobles; con un temperamento ecuánime; con condiciones y  expresiones de sensibilidad.

17.- Precisamos de maestros que procuren en forma sistemática que el niño asimile una conducta moral y espiritual, a los fines de que en el futuro, cuando llegue a la juventud, y luego a la adultez, establezca y mantenga relaciones sociales armónicas para convivir en una  comunidad amistosa, de fraternidad y concordia, ausente de conflictos.

18.- En la medida que se educa al niño o  a la niña en el sentido de la valoración del ser humano, se contribuye a sentar las bases de edificar la sociedad del futuro, orientada en la solidaridad, cooperación  y desprendimiento hacia el bien común.  Si  los niños y las niñas son educados en lo que representa querer a los demás, resulta  fácil eliminar el odio, los rencores; quitar de  su mente las negativas  actuaciones.

19.- Si alcanzáramos una educación de calidad, llegaríamos a tener una sociedad  correcta, de  correspondencia entre sus miembros;  de lo contrario seguiremos como hasta ahora,  con relaciones conflictivas, desequilibradas;  que  son expresiones de desigualdad y  que necesariamente generan discordia, dificultades, disgustos y enojos.

20.- Una comunidad que no prepara  a los miembros que la integran  en los fundamentos de la solidaridad, amor, comprensión y cooperación, los entrega al individualismo, el odio, la contrariedad, el egoísmo y el salvajismo.

21.- Para tratar a los demás con amabilidad y respeto hay que tener educación; los buenos modales no se alcanzan por procuración; la esmerada atención y la cortesía se cultivan en el hogar, y en  las escuelas con la dedicación de maestros que se ocupan de formar hombres y mujeres atentos; no abominables, amargos y repugnantes.

22.-  Resulta provechoso   motivar a los miembros de la sociedad  a impulsar su autoestimación para que se levanten en el ideal de avance y progreso; alejados de todo lo que significa frustración, pero sin caer en la prepotencia y la intransigencia; nada de arrogancia, alardes ni jactancia, lo que no cuadra en las personas de buen proceder.

23.-Cada uno de nuestros conciudadanos debe formarse la idea de que no va a dejarse  tragar por este asfixiante medio social moribundo; que va  a elaborar  proyectos y fijarse metas a cumplir, sin importar las circunstancias, con la finalidad de cambiar la actual realidad, para hacer aportes por el bienestar de todo el pueblo.

24.- Los dominicanos y dominicanas, en un ordenamiento con estructuras diferentes al de ahora, en el futuro se formarán  en la bondad, procurando el bien hacia los demás;  sería un comportamiento distinto al que algunos practican en la coyuntura actual,  donde la maldad se expresa como algo normal, lo que avergüenza a  cualquier ser humano sensible.

25.- La ambigüedad caracteriza, en sociedades influenciadas por taras, a todos aquellos que proceden como artistas de la simulación;  sirve para  identificar  a los  que no se definen, a aquellos  que no sabemos si nos están  diciendo la verdad o la mentira con su lenguaje dudoso y confusionista.

26.- El día ha de llegar, y ojalá  fuera más temprano que tarde, en el  que la sociedad dominicana estará compuesta por ciudadanos y ciudadanas que rechacen las actitudes despreciables, esas cosas que ahora lesionan a las personas buenas.

III.- LOS VICIOS SOCIALES ASIMILADOS EN UN ORDENAMIENTO SOCIAL DETERIORADO Y AGOTADO  COMO EL NUESTRO

27.- Con este escrito no  pretendo  hacer un catálogo de los vicios que adolece la sociedad dominicana actual, sino exponer algunos fenómenos nocivos que pueden ser tomados como referencia para comprender, por vía de comparación, la existencia de otros de igual naturaleza presentes en nuestro medio social.

28.-  En el cerebro del ser humano se fijan reglas que le guían en sus actuaciones en el medio social donde desarrolla sus actividades; esa forma de actuar viene a definir no sólo su conducta, sino su particularidad, su perfil espiritual.

29.- Un hombre o una mujer se manifiesta en uno u otro sentido dependiendo del lugar que ocupa en el ordenamiento social, la influencia ideológica  negativa o positiva que ha asimilado; así como  los principios y costumbres que pueden influir  en su accionar material o espiritual.

30.-  El cuerpo social dominicano es un terreno adecuado para  que predomine el egoísmo sobre el altruismo;  se ve como raro aquel que se comporta con gestos de desprendimiento, sin procurar fines ulteriores; la  codicia prima ante la generosidad franca.

31.- El individualismo conduce necesariamente a una conducta que cuadra perfectamente bajo un sistema en el cual el egocentrismo es guía de entes sociales que ven en la ausencia de desprendimiento una actitud ética.

32.- El ciudadano o la ciudadana  que con sus actuaciones lesiona a la comunidad, es  el vivo ejemplo de quien ha abrazado la concepción  individualista. Es el conductor o chofer que anda por nuestras calles y avenidas guiando su vehículo en forma imprudente; es el desaprensivo que dirige sus actos por la línea  del atrevido, y en su mente ligera no hay  espacio para la prudencia y la reflexión.

33.-  El delivery que se mueve por nuestras calles, manejando su motor sin ningún control ni prudencia, expresa así su sentido de desprecio a la ley, a la vida de los demás, su apego al libertinaje, y el convencimiento que tiene de que está viviendo en un medio social santificado por el desorden y la impunidad.

34.- El vecino  que escucha su  música con decibeles altísimos lesionando  los oídos de sus otros vecinos, procede con la creencia de que actúa correctamente porque su nivel de educación, su falta de pupitre, cuaderno, libro y lápiz, lo hacen un hombre tarado por el sistema y, principalmente, por el sistema educativo dominicano que hace creer a muchos que son letrados, cuando en verdad no son más que analfabetos funcionales, y sin educación doméstica.

35.-  El indecente, prototipo de sociedades dominadas por los vicios sociales, con sus actuaciones sirve de modelo a quienes proceden con descaro contra todo lo que significa delicadeza, dignidad y respeto y, al igual que aquellos  que utilizan la politiquería y los negocios sucios para hacer dinero, sirve a nuestro pueblo como referentes impúdicos, ausentes en su conciencia de todo lo que significa hidalguía.

36.-  Para que el chisme llegara a convertirse en una industria, como bien dijo  en su oportunidad el  profesor Juan Bosch, la sociedad dominicana tenía que haber llegado, como llegó,  a un estado de descomposición social, ético y moral sumamente  bajo, lo que se  evidencia por la  aceptación que se hace del intrigante, mentiroso y vulgar.

37.-   La niña de diez u once años de edad, cuyos padres se hacen de la vista gorda  cuando ella sale de su hogar  hacia el colegio  con su cara decorada, faldita corta, exhibiendo los pezones de  senos, celular en mano y su pensamiento puesto en los sentimientos amorosos hacia su compañerito de estudios,  y no en la tarea que debe presentar ese día, es el ejemplo vivo de la adolecente proveniente de un hogar fallido, de padres irresponsables,  modelos  del actual orden social.

38.-  La joven madre soltera que ejerce la prostitución, en la medida que se presenta como producto de un orden social injusto y desigual, es la expresión de una sociedad enferma y de igual moral.

39.- Aquel hombre que anda por ahí, vestido en forma estrafalaria, con los pantalones debajo de los glúteos, no es una persona extraña  al medio social nuestro; para él su atuendo estrambótico no rompe la forma normal de usar una pieza en su cuerpo; pura y simplemente se mueve como el normal extravagante que tanto abunda, y  es aceptado y bendecido en el medio dominicano de hoy.

40.- El que  hace uso de los medios de comunicación para lanzar veneno difamatorio contra hombres y mujeres de bien, no hace otra cosa  que poner en ejecución su cerebro letrino, como  digno ejemplo de un ser humano arropado por la podredumbre de un orden social  decadente, sustentado en una moral de cafres; quien daña con su pluma, le repugna el sentido humanitario; disfruta la crueldad y el sufrimiento de los demás; la bestialidad es su divisa.

41.- Disfruta con el engaño quien atrapado por un sistema social moribundo como el que impera aquí, carece de decoro y talento para vivir con dignidad ante sus conciudadanos; no resulta difícil vivir del timo. El engañador, con  su lenguaje fraudulento, vive de timar a los decentes.

42.-  En los círculos  del ejercicio de la profesión de abogado,  el togado  promiscuo es el  requerido  por aquellos que no tienen razón legal ni justa  en sus pretensiones y, por tal motivo,  buscan  a quienes  puedan  sobornar al juez corrupto.

43.-  Al igual que los abogados inservibles, en nuestro  medio abundan  médicos que andan con su moral en los bolsillos, porque antes de atender a un paciente   investigan, no la enfermedad que padece,  sino  el banco comercial de sus operaciones financieras,y el número de su cuenta; en lo adelante ese galeno razonará con su divisa: el cielo cura, y el galeno cobra los honorarios.

44.- El empresario contrabandista, digno ejemplo de la sociedad enferma, ve en sus actuaciones, no perversiones, sino actuaciones en beneficio de los consumidores y clientes. El infame busca justificaciones populistas a sus maquinaciones crapulosas.

45.-  Un medio social que respira moral de cafres, cuadra perfectamente con un ordenamiento basado en fuentes de ingresos  provenientes del   lavado, narcotráfico, juego de azar, tráfico de personas,  inmigración ilegal y la prostitución en toda su línea.

46.-  Los integrantes de la sociedad dominicana, en su generalidad, están perdiendo la capacidad de asombro ante la criminalidad, la delincuencia, el robo de los fondos públicos, y otras acciones  delictivas, porque las perciben  como formando parte de la cotidianidad,  algo que sigue al actual orden social como la sombra al cuerpo; ya no se ve como un estigma formar parte de un cartel de las drogas ilegales, o del tráfico de niñas, niños y adolescentes.

47.-  Nuestra sociedad no sanciona moralmente al tramposo porque la moral del actual orden social está acorde con el comportamiento de ese tipo de persona, que tiene como línea de conducta la cultura del estafador y  el farsante; se considera como una tranca de hombre aquel que se pasea por esas calles de Dios exhibiendo su fortuna económica hecha con fullerías de las más  diversas calificaciones.

48.-   Es un politiquero abusador, viciado por las taras de un cuerpo social enfermo, aquel que aspira y llega a la alcaldía  de la ciudad, y se comporta indiferente ante la basura y el tránsito desordenado; negocia los espacios públicos  y, para colmo, se vende como un alcalde justo, considerado y respetuoso.

49.-  Una ciudad descalabrada como la de Santiago, la cual tiene en su seno munícipes que toleran que la alcaldía haga negocios con los espacios públicos, el transporte y las rutas interurbanas, y hasta con las extensiones de las calles y avenidas, no puede sentirse lastimada  por el hecho  de que  la prostitución de todo género tenga como lugar  de operaciones y punto de encuentro el Centro Histórico de la calle del Sol y el parque Duarte convertido en un centro de piperos, drogadictos, venta  de chucherías,y maleantes de toda laya.

50.- Una sociedad tiene que haber llegado a un alto grado de descomposición moral e irresponsabilidad cívica, para aceptar apacible un medio ambiente contaminado por la humareda, vaho y la neblina generada en el vertedero de Rafey controlado por la Alcaldía municipal. Lamentablemente, esta situación  retrata de cuerpo entero la actitud, ausencia de voluntad cívica hacia la necesidad de aseo de la comunidad,  así como la incuria, la tolerancia  de la mayoría de los santiagueros y santiagueras.

51.- En un ordenamiento social que sólo sirve para ser lanzado al zafacón  de la historia,  abundan aquellos que como seres humanos carecen de la más mínima integridad, y como miembros de la comunidad han de merecer el desprecio por ser la expresión de  individuos impuros, totalmente contaminados; en esencia son  subproductos  de la sociedad enferma.

52.-  Un orden social degenerado por su quebranto, ya con algo de metástasis, aloja en su seno a mujeres y hombres que se creen proceden como modelo de civismo, cuando ocupan una función pública y se enriquecen con los dineros del erario. Para el corrupto es una virtud hacer un fuerte patrimonio económico con dinero sucio,  y luego tener la desfachatez de exhibir su vicio de ladrón  como algo a imitar.

53.-En un medio como el nuestro, dominado por la mercancía dinero, la honra, al igual que la honorabilidad, carece de sentido; aquí se ha olvidado que un ser humano sin honra es peor que un muerto en vida; integridad y honor, para muchos, poco valen ante el dinero.

54.-  La elasticidad moral que rige bajo el sistema que impera en nuestro país, la misma se adapta  a la conveniencia e interpretación de cada quien; ella es tan flexible que sirve por igual a honrados y  ladrones; es ajustable al comportamiento de serios y sinvergüenzas.

IV.- PRECISAMOS DE OTRO ORDENAMIENTO SOCIAL PARA FORMAR CIUDADANOS Y CIUDADANAS  EJEMPLARES

55.-  Ante la realidad que vive hoy el pueblo dominicano, se impone un orden social nuevo en el cual se formen  hombres y mujeres con un comportamiento distinto al que se santifica hoy como modelo a seguir. El individualismo ha de ser mentalmente eliminado, y en su lugar cultivar el colectivismo con vocación internacionalista.

56.- Lo correcto y conveniente es luchar por la instauración de un nuevo ordenamiento social de hombres y mujeres de firmes convicciones, partiendo de una educación integral para que lleguen a convertirse en seres humanos con ideas de siempre ser libres, con condiciones de ser sociables.

57.- Si logramos tener una sociedad compuesta por mujeres y hombres disciplinados, cumplidores de las normas que regulan el buen comportamiento en la sociedad, es porque entonces hemos alcanzado  un ordenamiento social nuevo; diferente al actual que promueve, estimula y justifica la desigualdad, la discriminación y el individualismo.

58.- La conducta social negativa que manifiestan diferentes segmentos de nuestro país, expresada en violencia, delincuencia, drogadicción, corrupción, indisciplina, odio, racismo, prejuicios, etc., encuentra su caldo de cultivo en el sistema dominante actual que hace del ente social su víctima.

59.- Pensar y actuar con sentido de futuro no debe ser una simple   aspiración,   un deseo, sino un objetivo legítimo a alcanzar por todos los dominicanos y dominicanas  que se formen con  la idea de la firmeza, no de la vacilación; de vencedores, no de derrotados; de triunfadores, no de perdedores; con virtudes, no con vicios.

60.- Las taras sociales que genera el ordenamiento social predominante en nuestro país son tan profundas que las malas actuaciones se transmiten y penetran a amplios grupos sociales, los cuales  llegan, en forma equivocada,  a aceptar  como falta cívica colectiva la que sólo  es fruto de la irresponsabilidad de una sola persona; como es la situación que se presenta en la alcaldía de Santiago, donde la falta del Alcalde,  se pretende justificar atribuyendo culpa a todos las santiagueras y santiagueros

CONCLUSIONES

a.- En un ordenamiento social agotado, una familia deteriorada,  una  escuela infuncional, y un medio social contaminado e insostenible,    resulta difícil la existencia del progreso de la ética  y la moral ciudadana.

b.-  Una sociedad humana con estructuras rígidas, atrasadas, genera personas agresivas, con tendencia a la violencia porque  el impulsivo proviene del medio ambiente belicoso, propio y adecuado para provocadores, donde está ausente el inofensivo, el pacífico y el conciliador.

c.-  En un medio social nocivo se acepta como ciudadano normal  el que ultraja a sus semejantes, insulta a los decentes, e impone sus criterios por medio del agravio;  se siente bien cuando es visto como un peligro social tolerado, no obstante demostrar con sus actos que es un ser  rústico.

d.-)  En el ambiente que se respira en nuestro país, el ciudadano que esconde sus vicios sociales con la apariencia, vive de la simulación cubriendo sus fechorías con aires de vanidad y arrogancia, persiguiendo con cada acto suyo herir a las personas que proceden con sencillez.

e.- La presente y futuras generaciones de dominicanos y dominicanas deben luchar seriamente para instaurar en el país otro ordenamiento social, el cual no permita que cada quien sea portador de un rasero para medir con el mismo sentido de igualdad al inteligente y al astuto; al ingenioso y al vivo; al integro y al deshonesto; al juez que hace prevalecer la ley y el derecho para alcanzar la justicia, y al magistrado prevaricador que utiliza el manto de la justicia para encubrir sus acciones corruptas.

f.- El ordenamiento social actual que padece nuestro pueblo está contaminado en su base; todo lo desnaturaliza, y con su filosofía emocionalista  evidencia  su incongruencia  que se pone de manifiesto  porque,  aunque la Constitución  prohíbe los monopolios y  garantiza la libre empresa, en la práctica se tolera que los transportistas de mercancías en los muelles impongan a los importadores  el transporte de sus cargas; constitucionalmente se garantiza la educación, pero se permite que el sector privado juegue con los precios  en los colegios, y los libreros con los de los libros; obliga al consumidor a pagar el ITBIS, pero tolera que algunos comerciantes  lo retengan para sì  y,  como premio, en su favor se proclama una amnistía.

g.- Otra incoherencia que refleja la descomposición social  es que de los dinero del pueblo el Estado  paga millones de dólares a suministradoras de energía eléctrica,  manteniendo éstas sus plantas apagadas;  los partidos políticos del sistema  ofertan a  las electoras y electores los candidatos  tomando en consideración el monto de dinero invertido para confundir a los votantes,  y no por virtudes personales y aportes a la sociedad, en fin, profesionales obtienen  títulos  universitarios con  calificaciones de notas fraudulentas

h.- Las inconductas no deben continuar siendo aceptadas tranquilamente, como si la desfachatez sea el modelo a seguir  en las relaciones entre personas de una sociedad civilizada;  la insolencia no puede ser tolerada bajo ningún concepto.

i- Hay que rescatar el respeto, la prudencia y la decencia; la deshonestidad hay que eliminarla del comportamiento de nuestro pueblo; hay que formar mujeres y hombres pudorosos para que nunca más  surjan los impúdicos.

j.- En razón de que el modo de vida de los seres humanos nunca ha sido ni será igual, y el mismo ha cambiado en todo el curso de la historia de  acuerdo con la estructura clasista, el sistema social y el modo de producción; por muy profundo que sea el relajamiento de comportamiento  presente ahora en el país, debemos formarnos la convicción de que la conducta de los dominicanos y dominicanas ha de cambiar;    la templanza ha de llegar para que quede en el olvido la degradación que se observa hoy  en el comportamiento de amplios sectores del país.

k.- Debo hacer constar que para  hacer este escrito no me he convertido en un arrepentido del medio donde vivo, en un moralista de nuevo cuño ni en mojigato; soy un ser humano  nacido y formado en este orden social, con muchos defectos y escasas virtudes. Pero si soy un producto social de otra época, con una recia formación doméstica  y he abrazado una concepción ideológica que es la guía de mi comportamiento.

l.- El ciudadano o la ciudadana dominicana, así como  los padres de familias que consideran que este  trabajo no le compete  porque  están cumpliendo  con su responsabilidad  cívica y paternal, les pido excusas   por haberles ocupado su tiempo  al  leer las ideas expuestas aquí.    Amén.





Santiago de los Caballeros,
15 de enero de 2014.