viernes, 13 de diciembre de 2024

Más dádivas, signo de más pobreza

  1. Resulta contradictorio hacer alarde de lo exitosa que es una sociedad por su alegada prosperidad, y a la vez tomar medidas para hacer menos pesada las penurias que ella misma ocasiona.
  2. Al pueblo dominicano lo tienen cautivado ideológica y políticamente con el argumento de que la democracia bajo la cual vive es la ideal, que ella es sinónimo de bienestar.
  3. Pero ocurre que, aunque a la gente de aquí le hablan de abundancia, comodidad y total vida holgada, lo que se comprueba en la práctica es escasez e infortunio.
  4. A la mayoría de la población dominicana le resulta difícil aceptar la armonía entre su azarosa existencia y la prédica de las alegadas virtudes de la democracia representativa y el sistema que le sirve de sostén.
  5. En lugar de mostrarse de acuerdo con el modo de vida que le han impuesto, el pueblo dominicano lo que debe hacer es desecharlo definitivamente.
  6. Lo que evidencia la materialidad dominicana es que las grandes mayorías nacionales han sido engañadas para aceptar un modelo económico que causa horripilante pobreza.
  7. Desde el poder del Estado dominicano, en su interés de calmar a los pobres, reparten comida a las víctimas de la democracia y el régimen que la acompaña.
  8. Las muchas dádivas, las limosnas con tinte político entregadas a la gente del pueblo humilde, lo que revelan es la imposibilidad del sistema social dominante de dar respuesta digna a la mayoría de la población.
  9. Recientemente, la prensa nacional dominicana destaca la información de que “más de 45 millones se beneficiaron de los programas de Inespre”. [i]
  10. La citada información pinta, retrata de cuerpo entero a la sociedad dominicana y su incapacidad para satisfacer la necesidad de comida de la gente pobre del país.
  11. No hay que buscarle la quinta pata al gato. A más limosnas, más necesitados, mendigos, indigentes, desvalidos y pobres diablos.
  12. Pero, además, a más pobretes, mucho más ricos, adinerados, pudientes y acaudalados. Eso es lo que enseña la sociedad donde estamos viviendo, que no puede negar sus contradicciones, de un lado bueno para unos pocos y del otro lado malo para la mayoría.
  13. Nuestros conciudadanos sensatos deben hacer detenidos razonamientos para formarse claras ideas con relación a la realidad dominicana y las condiciones de vida material y espiritual del pueblo dominicano.
  14. La gente dominicana no está para estar a merced de un gobernante dadivoso, espléndido o tacaño. A lo que la dominicana y el dominicano aspiran es a estar en un medio que les garantice una existencia con dignidad.
  15. La politiquería dominicana ha llevado a la gente de a pie a entregarse en cuerpo y alma a los que, para captar votos, simulan ser desprendidos, obsequiosos, muy muníficos con los dineros del erario y, en general, con los recursos del Estado.
  16. En la mente sana de nuestro pueblo debe quedar claro que una forma de medir la incapacidad del actual régimen económico y social, y su democracia representativa, es que no da respuestas satisfactorias a las necesidades materiales y culturales de la mayor cantidad de dominicanas y dominicanos.
[i]: El Caribe, 12 de diciembre 2024, página 12.