Ante burla al electorado, la indignación
- El hecho de ver a los pueblos arrastrados por sus enemigos para legitimar la causa de su desgracia, no es motivo de dolor interior o amargura. Es cuestión de entender, comprender la realidad y enfrentarla.
- Nada resolvemos con sentir compasión, estar de lastimeros, al comprobar como ciudadanas y ciudadanos van a las urnas a sufragar contra su propio bienestar.
- Más que piedad, el engaño a otro mueve a emberrincharse para con más motivación salir adelante y luchar para vencer, lo que provoca irritación.
- Para bien darse cuenta de la docilidad de como la gente pobre vota prolongando sus carencias, hay que colocarse en su situación de atraso, a la vez que ponerse por encima de su desgracia.
- La persona sensible y con conciencia social, no está para lamentos, sino para actuar enfrentando la causa generadora de los males sociales, el quid del asunto.
- En nuestro país, las masas populares están expuestas a caer en la boca del lobo, al rendirle homenaje a quien les hace sufrir martirio, a su verdugo.
- Motivar, hacer que las ciudadanas y los ciudadanos voten a favor del sistema que les condena a la pobreza, seguirá siendo así, a no ser que el mismo pueblo comprenda sus pesares.
- Para que la mayoría de la población dominicana no siga arrullando las cadenas que la oprimen, necesita de la decisión militante de los que, por convicción, son contrarios a la opresión en sus diferentes formas.
- No basta con lamentarse de que los pobres del país permanecen engañados por la minoría nacional. Lo correcto es acercarse a los oprimidos y hacerles saber, bien orientarlos, ponerlos en la línea correcta.
- Muchas personas repiten que las dominicanas y los dominicanos marginados sociales son manipulados para que voten por un servicio de picapollo, quinientos pesos, una camiseta y una cachucha. A esto hay que salirle al paso haciendo labor de orientación, venciendo el oscurantismo, olvidarse de jimiquear.
- Nunca, jamás los opresores se van a compadecer de sus víctimas, lo mismo que los dueños del poder político no lo van a entregar mediante ruegos. Para superar las situaciones políticas y sociales que lesionan a la mayoría del pueblo dominicano, deben estar en primera fila las ciudadanas y los ciudadanos de convicciones democráticas.
- Los luchadores sociales no deben moverse por pena ante lo que afecta a su país. Su compromiso es actuar para vencer lo que daña a la generalidad de los miembros de la comunidad.
- Corresponde a mujeres y hombres con sensibilidad, vocación democrática y decisión, actuar para cambiar la forma como está regida la sociedad dominicana en lo económico, social e institucional.
- Los problemas sistémicos que vivamente mantienen al pueblo dominicano al margen del progreso social y el desarrollo humano, no se resuelven expresando preocupación, manteniéndose alarmado, ni angustiado. La calma, la tranquilidad se logra con la lucha de los buenos, de los que quieren un mejor país.
- Lo que manda la ocasión es convertirse en militante contra las contrariedades que exasperan a los pueblos oprimidos y burlados. La persona armada de conciencia social, no procede por emociones ante lo que afecta a las grandes mayorías nacionales.