Los debates de diversión
- Uno de los peores daños que sufren los pueblos es el control de su mente, por aquellos que son sus adversarios clasistas, porque los ponen a pensar conforme sea su conveniencia para así mantener el dominio político.
- El control ideológico sirve de guía al ser humano; lo empuja a hacer o no hacer; le impulsa a ejecutar el conjunto de ideas que desde el cerebro llevan de la mano a todo hombre o mujer. Hacen la función de persuasión.
- En nuestro país, los dueños del poder económico y social, como clases dominantes, por medio de su ideología, supeditan, subordinan la manera de la mayoría pensar, cómo razonar, y decidir en uno u otro sentido.
- En cada ocasión, así como es el interés de los que controlan el Estado, también son dirigidos y manejados los conceptos, juicios y criterios para que sean aceptados por la mayoría de la comunidad.
- Al pueblo dominicano, los ideólogos de los partidos del sistema, en el curso del proceso electoral lanzaron la idea de la palabra debate, con el fin de calentar la cabeza a los posibles electores y electoras.
- A la gente del pueblo se le hizo creer que los candidatos de los partidos que defienden el statu quo, discutirían cuestiones de fondo que pusieran en entredicho el actual orden económico y social.
- En el intercambio de opiniones entre políticos del sistema, nada bueno para el pueblo está sometido a cambio de impresiones. Todo se reduce a lo mismo, a que el modelo siga igual, sin modificación alguna.
- En los supuestos debates no se vio forcejeo, encontronazo de ninguna clase. Lo que estaba de por medio era santificar el régimen económico y social decadente, para que continúe generando desigualdades.
- No hay diferencia entre iguales, y en el caso de partidos y candidatos semejantes, del mismo sistema, al estar dentro del mismo saco, no podía haber desigualdad en los deslustrados debates.
- En política, para contravenir es necesario que se den contradicciones, lo que no ocurrió en los simulados debates que se dieron aquí recientemente. Entre afines ideológicos, no ocurren polémicas de fondo, insalvables.
- Qué desacuerdo puede existir entre políticos que se han ocupado de preservar el actual modelo económico que conspira contra la felicidad del pueblo dominicano.
- En lugar de objetar el sistema, los alegados contendores se ocuparon de ratificarlo, concordar en que debe continuar martirizando a los pobres, oprimidos víctimas de la desigualdad de oportunidades.
- Simular debatir, hacer comedia de discutir, eso es lo que se le ha hecho creer a los posibles electores del país, para que se formen la falsa idea de que se sometió a discusión el orden social vigente, cuando lo cierto es que el mismo nunca fue cuestionado.
- Es ocultar las lacras del sistema, hacerle creer al pueblo que se están discutiendo los males sociales, cuando lo que se persigue es que sigan ahí presentes y dañinos.
- Ningún argumento es valedero para en un debate justificar el estado de pobretería, de desamparo, que mal vive la mayoría del pueblo dominicano.
- Los identificados recientes debates, fueron labor de distracción; un pasatiempo; un espectáculo de contenido ideológico para embobar, seducir a electoras y electores para con su voto legitimar el actual régimen económico y social deshumanizado.