domingo, 28 de abril de 2024

De una sociedad cochambre a una aseada

  1. Para un médico identificar en un cuerpo humano una enfermedad, y dar un diagnóstico concienzudo, debe proceder a investigar cuidadosamente. Su exploración le dirá de qué está aquejado el paciente.
  2. Pero en un cuerpo social como el dominicano, no hay que recurrir a un profundo examen para saber que el mismo está sumamente enfermo, descompuesto por entero.
  3. Por lo mal oliente que está el ambiente dominicano en lo ético y moral, no hay necesidad de mucho olfatear, porque con facilidad se descubre el mal olor.
  4. La pestilencia presente aquí se hace notoria con el proceder de muchos de nuestros connacionales, que con su accionar enseñan el mar olor de su conducta.
  5. La doblez, la manera fácil de plegarse políticamente, deja ver por dónde anda el material débil del cual están hechos muchos de los que en el país hacen politiquería a manera de rameras de poco precio.
  6. Por lo asquerosa que es la politiquería dominicana, a la distancia se sabe que lo apestoso predomina, no lo aromático, ni la fragancia.
  7. En este lugar repulsivo, donde la mercancía dinero sirve para medir la moral ciudadana, es donde han puesto al pueblo dominicano a decidir su destino de felicidad o desgracia.
  8. Aquí, donde impera el hedor, es el sitio donde a los marginados de la sociedad dominicana les han puesto a votar cada cuatro años para que sigan prolongando sus pesares, su miseria.
  9. Por cualquier parte por donde es tocado el medio dominicano, deja ver que está estropeado moralmente, echado a perder. El pudrimiento está ahí, como testigo de piedra.
  10. La secreción de pus pone en claro lo que es una sociedad degradada que exhibe su purulencia en la muy hedionda actividad politiquera.
  11. Quiéralo o no, dominicanas y dominicanos, nos estamos moviendo en un fango social hecho una porquería, en el cual la podredumbre no se puede coger ni con pinzas porque las contamina, haciéndolas inservibles.
  12. Por muy beneficiada que sea del rámpano dominicano, la minoría nacional, no puede desconocer que está enfermo en lo económico, social, ético y moral, y que, además, es inaprovechable, ineficaz.
  13. Hasta los más aprovechados del actual régimen económico y social, deben reconocer que la sociedad, moralmente colapsó, que ya no da para nada bueno y limpio.
  14. El pueblo dominicano merece vivir bajo un orden social, higiénico, vigoroso, beneficioso para todas y todos. Esto es lo que se impone y debemos construir para un futuro higiénico.
  15. Las fuerzas políticas, económicas y sociales sanas y limpias que todavía quedan aquí, deben accionar para eliminar la causa que ha generado la mugre de sociedad donde estamos hoy siendo víctimas de la politiquería cochambre.
  16. Los dominicanos y las dominicanas que aspiran a un mejor país, deben luchar para cambiar el actual modo de vida. Merecemos disfrutar de otro sistema que haga la existencia digna a toda la población dominicana.