sábado, 23 de marzo de 2024

Por Julian Assange, persistir en su defensa

  1. En ocasiones, los sectores, clases y capas sociales con más preparación pierden el sentido de la correcta orientación que las llevaría a tomar una decisión justa.
  2. Las fuerzas políticas que a nivel mundial deben tomar las iniciativas democráticas, en la actualidad lucen rezagadas ante la ofensiva de los grupos más atrasados encabezados por el imperio.
  3. No nos referimos a la acción guerrerista que ejecutan los belicistas israelitas, sino a casos como el de Julian Assange, el secuestro de los que están en la cárcel norteamericana en Guantánamo y el permanente asedio de Estados Unidos contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.
  4. El caso específico del periodista Assange, debe ser objeto de más motivación que la demostrada hasta ahora, porque su situación encierra diferentes actividades vivamente afectadas con su prisión.
  5. La lucha por la libertad de un periodista, preso por ejercer su profesión, justifica la movilización, la activa participación de sus colegas y de personas que, sin estar ligadas a ese quehacer, tienen vocación democrática.
  6. El solo hecho de la injusticia, sirve de fundamento para ponerse en tensión. El proceder ilegal contra un ser humano incentiva a reclamar el cese de la ilicitud.
  7. No hay que hacer el mayor esfuerzo para comprobar que la persecución contra Assange, tiene un marcado interés político, lo que justifica queja a su favor, un firme reclamo en su beneficio.
  8. La circunstancia, el escenario que se ha presentado con Julian Assange, es para estar requiriendo, exigiendo, de diferentes formas reivindicando su derecho a estar libre.
  9. Las acciones que se llevan a efecto por la liberación de Assange, representan un mensaje de aliento que se le envía como recompensa a su entrega, al ejercicio del periodismo de investigación, es un reconocimiento a cómo se ha comportado.
  10. Demostrar con acciones de solidaridad a Julian Assange, es la comunidad democrática internacional expresarle las gracias por dar a conocer poniendo en riesgo su libertad y seguridad personal. Es un aprecio a su deseo de que la verdad fuera conocida.
  11. Las mujeres y los hombres de sanas convicciones están en el deber de ponderar, examinar su conciencia y al reflexionar llegarían a la conclusión de que estar con la causa de Julian Assange, es honrar un compromiso con el deber de actuar para que impere la justicia sobre la arbitrariedad.
  12. El caso de Assange, manda a hacerse responsable de bregar para que sea liberado sin cargo alguno; comprometerse como militante por los derechos y libertades, todo como respuesta a la prepotencia imperial.
  13. A Julian Assange hay que defenderlo por ejercer su libertad a averiguar, para informar, y al imperio se le debe culpar, hacerlo responsable del encierro ilegal de Assange.
  14. Es cuestión de ir en defensa de quien, como Assange, ejerció un derecho, y sancionar, poner al descubierto, incriminar al imperio que se ha colocado nuevamente al margen de la legalidad.
  15. Están dadas todas las condiciones para asumir la defensa pública de Julian Assange, porque a su lado está lo justo, lo legítimo y lo que manda a proceder en los marcos de lo que da calidad para con sobradas razones y sin reparo alguno motiva perseverar, no dar el brazo a torcer en la lucha para que Assange esté libre.
  16. En nombre de la libertad de expresión, es correcto mantenerse oponiéndose a que Julian Assange esté preso por difundir la verdad que estaba oculta y lo único que él hizo fue quitarle el velo que la cubría.