lunes, 14 de agosto de 2023

Nuestro pueblo rezagado en su lucha política y social

  1. Las veces que pienso, hablo o escribo pueblo dominicano, en mi mente está la mayoría de los que estamos unidos por toda una serie de conceptos, tales como lengua y culturas comunes, pero, fundamentalmente, pienso en esa colectividad de pobres que constituye la mayoría de la población.
  2. La mayor parte de nuestros connacionales está en los pobres, que son aquellos que carecen de lo indispensable para tener una existencia digna, es decir, decente, decorosa.
  3. ¿Qué cantidad, a cuánto asciende el número de pobres que sale cada día a batallar para cambiar su condición de vida material y espiritual? De seguro que muy pocos, para no decir ninguno.
  4. En nuestro medio, los desamparados, la gran masa de infelices, se levantan cada día a buscársela como sea para estando hambriento, no morir de inanición.
  5. La necesidad de subsistir, limita a las víctimas de la pobreza a dirigir su juicio a la lucha del día a día, a la obligatoria jornada por la chaucha, por un bocado de comida.
  6. Entonces, resulta que el pueblo dominicano, la mayoría pobre de nuestros coterráneos se encuentra en un verdadero dilema.
  7. Las masas populares, no están, hoy, en condiciones, por sus propias fuerzas, de resolver la dificultad económica, política y social por la cual están atravesando.
  8. Es limitado el nivel de conciencia política en las grandes mayorías nacionales para comprender la causa generadora de sus males y la necesidad de luchar contra ella para liberarse de todos sus pesares.
  9. Ahí está la realidad objetiva nacional dominicana. La mayoría del pueblo hundida en la pobreza; desamparados por pipa; menesterosos por todas partes y sufriendo la pobretería de manera notoria.
  10. En el país están presentes contradicciones que solamente se superan mediante el choque, la rivalidad de oprimidos y opresores, entre el pueblo y sus adversarios.
  11. La debilidad de la clase obrera en número y conciencia representa una barrera para el desarrollo de la lucha social y alcanzar legítimas reivindicaciones.
  12. Siempre serán las masas populares las encargadas de marcar y trillar el camino para el pueblo llevar a feliz término su batalla por un futuro mejor.
  13. En las condiciones actuales, lo que en conjunto representa pueblo dominicano, no le es dable superar la situación de penurias que lesiona a los pobres.
  14. El trabajo consciente y constante debe estar dirigido a unir a hombres y mujeres del país, con sensibilidad y en disposición de accionar políticamente, a fin de haciendo una labor de masas, movilizar a los que aquí no están de acuerdo en seguir viviendo como hasta ahora.
  15. En cualquier análisis que se haga para comprender el rezago que existe hoy en nuestro país en el orden del accionar social y político, hay que tomar en cuenta la formación económico-social, la diversidad de clases sociales y fragmentación de las mismas.
  16. Se hace necesario un salto cuantitativo caracterizado por grandes luchas de masas, con el fin de que profundice la conciencia y la necesidad de organización, con la clara visión de instaurar un nuevo ordenamiento económico y social, el cual ha de hacer posible una nueva vida para nuestro pueblo.