lunes, 21 de agosto de 2023

Las razones de diferentes cambios

I.- Cómo se cambió

  1. Esa persona que tú ves ahí, ya una anciana, comenzamos juntos la actividad política; somos del mismo origen social; formados ideológicamente en la misma época; organizados en el mismo partido y accionando unidos por la vigencia del socialismo real.
  2. Pero, caramba, parece ser que al tener mucha edad, ha olvidado por completo su formación; ha borrado su pensamiento político; se le quitó del cerebro su conciencia social, las ideas del socialismo científico, el mismo que aprendimos y enseñamos a la clase obrera en los cursillos que impartíamos.
  3. Te confieso que estoy sorprendido al verlo ahora hablando del cambio, pero con un contenido distinto al cambio que aprendimos y juramos luchar para hacerlo realidad. Ese cambio al cual se refiere ahora, no fue el que estudiamos, asimilamos y difundimos.
  4. No te lo voy a negar. Me motiva sentimiento de lástima, darme cuenta de que perdió los mejores años de su vida predicando lo que decía creer, para ahora, ya en la tercera edad, venir a renegar de lo que fue su sermonear, de que moriría abrazando al socialismo que libera al ser humano de toda clase de opresión.
  5. Me causa angustia el hecho de ser testigo de la claudicación de quien en su juventud había jurado serle fiel a sus convicciones y ahora, ya en su período de abuelo, viene y se le entrega al sistema que había jurado combatir.
  6. Nunca pensé que ese, que con ánimos exaltados se movía, a diario, lleno de emoción, en procura de que el proceso democrático avanzara, hoy le veo muy frío, apagado, como un burro viejo, ya cansado.
  7. Qué sería lo que llevó a ese hombre, ya casi despidiéndose de la vida, a abandonar sus principios, caer en las truchimanerías politiqueras; darse por vencido; a tirar la toalla y capitular de manera bochornosa.
  8. La idea que me había formado de ese ciudadano, era la de que se iría a la tumba con su firmeza política e ideológica, que terminaría siendo constante, pero su existencia la está finalizando como un veleidoso cualquiera, una veleta.
  9. Parece mentira. Ese hombre, que ahora hace elogios poniendo por las nubes a todo el orden establecido y glorificándolo, fue víctima de la represión y la macana sistémica.
  10. Sorprende que aquel que habiendo dado los mejores años de su vida a la lucha social y política decente, en la vejez se ha unido a la política de baja estofa. Hay que llegar a creer que, a veces, la senectud llega acompañada de la vagabundería.

II.- Estar vivo para verlo todo

  1. En el medio social dominicano hay que estar preparado para verlo todo, desde lo normal, hasta lo que es opuesto a la razón. Lo ilógico, en ocasiones, hay que tomarlo como racional.
  2. En una persona con sano juicio, nunca vamos a esperar desaciertos, pero en nuestro país, hasta lo que es sin pies ni cabeza, se acepta como lo más natural.
  3. Debemos estar conscientes de que estamos compartiendo con mujeres y hombres, en su generalidad, con una formación sumamente voluble y una ética variable que se adapta a las circunstancias por su levedad.
  4. No es cuestión de joven o anciano, estar en la mediana o última etapa de la vida. Nos estamos moviendo en un medio que tiene a la mercancía dinero como símbolo, el distintivo que abre cerebros y corazones.
  5. Aquí hay que estar preparado para en cualquier momento quedar con la boca abierta; recibir informaciones que caen como una bomba; para tirarse de espaldas; desconcertarse y hasta quedar como quien ve visiones, atónito.
  6. Algo penoso. Muchos de los que en el pasado abrazaron ideas progresistas, revolucionarias y socialistas, en el presente ven el cambio como un golpe de fortuna, una compensación y transacción política. Algunos dirán, “no me he cambiado, solo me he mudado, trasladando mi ideología a la bonanza y a los bolsillos”.