viernes, 7 de julio de 2023

De los males sociales, hablar con claridad

  1. A lo que en verdad se llama pueblo dominicano, se le hace creer que todo lo contrario a lo bueno que ocurre en el país, es por circunstancias que no pueden evitarse ni prever.
  2. A las masas populares, a los hombres y mujeres pobres, se les quiere convencer de que su situación de indigentes es por casualidad, por su mala suerte.
  3. Aquellos que procuran llevar a la mayoría de la población a que acepte los males sociales como fortuitos o diabólicos, están interesados en esconder, no revelar la causa verdadera que los hace posible.
  4. A la gente de a pie, a la mayoría de las dominicanas y los dominicanos, se le habla de lo difícil que se está haciendo continuar viviendo como hasta ahora, en un ambiente infernal, perjudicial en lo absoluto.
  5. Ciertamente, resulta incómodo, desagradable estar en un sitio de corrupción, atracos, criminalidad, odio, inseguridad, politiquería, hambre, especulación tolerada, agresión y violencia desaforada.
  6. En verdad, el medio social dominicano es insufrible; no se puede aguantar. Está que irrita, luce irremediable, algo ya insalvable.
  7. Aunque la dramática situación en que se encuentra nuestro país está a la vista de todas y de todos, nada o muy poco se habla de la causa generadora de los pesares, qué motiva tantos fenómenos nocivos.
  8. La sustancia, el elemento que nutre los males de la sociedad dominicana, es el sistema, el ordenamiento bajo el cual estamos viviendo.
  9. Hacer mención de los padecimientos de nuestro pueblo, sin explicar la causa que motiva los mismos, es querer engañarlo, sembrarle falsas esperanzas.
  10. Hacer que los pobres crean que bajo el actual modelo económico van a cambiar su existencia indigna, por una buena, no es más que hacer que se mantengan ilusionados y confundidos.
  11. Querer que los marginados de la sociedad se conserven optimistas por engaño, es no decirles que el vigente orden social les condena para siempre a la pobreza, a vivir en la indigencia.
  12. Confundir, turbar el ánimo a las masas depauperadas del país, es hacer que crean que su falta de comida, techo y medicinas, es cuestión de Dios, y no del injusto sistema que las ha mantenido en estado de opresión.
  13. No es más que hablar con astucia, pura hipocresía, no explicarle con claridad a los que aquí no tienen lo indispensable para vivir dignamente, que su pobretería va a seguir igual si no cambia el régimen social actual, porque las penurias que llevan encima son sistémicas.
  14. Comunicarle con claridad a la opinión pública nacional, es decirle que violencia, asalto, atraco, corrupción, narcotráfico y todas las lacras presentes en el país, son inherentes, están unidas al sistema, y por ser inseparables siempre estarán juntas al quehacer diario dominicano.
  15. Remendar, zurcir el actual orden social, no es otra cosa que aplazar su desaparición inexorable, y prolongar el sufrimiento de la mayoría de los menesterosos del país.
  16. Aunque los ideólogos del sistema quieran aromatizarlo, su hedor lo hace irrespirable para quienes desean permanecer aquí en su entorno querido, pero hoy irritante.