domingo, 4 de junio de 2023

Un hecho que nos afrenta como dominicanos

I.- Que esto no se repita jamás

  1. Es una acción propia de salvajes, una atrocidad; algo así como una animalada. Lo menos que se puede identificar es como una barbaridad, una bestialidad en pleno siglo XXI.
  2. Semejante hecho, nos reduce como seres humanos; nos hace ver como poca cosa. Más o menos, como que los que aquí habitamos hemos perdido el juicio.
  3. Lo que la opinión pública nacional e internacional ha visto es un bebé gritando, agarrado de las barras de una jaula en movimiento, donde está encerrada su madre, y el niñito con ruegos y lágrimas.
  4. Nos quita la condición de pueblo civilizado, amante del ser humano y nos coloca en el plano de una comunidad de personas ausentes de sensibilidad y sin ninguna clase de compasión, de desgracias ajenas.
  5. Nos hace ver ante el concierto de naciones, como una caterva de mujeres y hombres privados de benevolencia, sin comprensión y nada de piedad.
  6. Nos estamos presentando ante el mundo como desconocedores de la misericordia y practicantes de la crueldad, identificados con la ferocidad e inclinados a la inhumanidad. Al parecer nos hemos transformado de bondadosos a no apiadarnos de nuestros semejantes.
  7. Estamos dando argumentos concretos para que nos ubiquen como país racista, que odia a los negros y en particular a los haitianos.
  8. Esto constituye una afrenta que nos presenta como que tenemos sentimientos de odio, que discriminamos a nuestros vecinos por el color de su piel. Nos debe avergonzar ser calificados como personas que anidamos en la mente el desprecio.
  9. De dónde nos ha salido eso de despreciar, hacer menos, ningunear a los prietos, faltar a la consideración, por qué ser ultrajantes con los haitianos.
  10. Es feo, no es nada sano, que nos coloquen el calificativo de caribeños propiciadores de abusos, tropelías, atropellos, desmanes contra recién nacidos. A lo mejor nos llegan a colocar el mote de gente sinrazón.

II.- Pedir excusa y explicar

  1. Quién le metió en la cabeza a nuestro pueblo la fea idea de trato despectivo, peyorativo, altanero para con los haitianos y hasta con sus niños, sus infantes. Por qué minusvalorar a seres humanos por ser negros.
  2. Lo menos que debemos hacer es disculparnos ante toda la humanidad, exculparnos y decir que lo del niño desesperado, enganchado de un vehículo, clamando por su madre, es un hecho bochornoso, aislado, obra de funcionarios truculentos.
  3. Estamos en el deber de decirle a toda la humanidad sensible y no prejuiciada, que seguimos siendo un pueblo solidario y fraternal; que creemos en el apoyo mutuo y en la unión sincera de toda la especie humana.
  4. Hay que hacer todo lo posible para demostrar que el pueblo dominicano mantiene su inclinación natural a la ternura, a la expresión sincera de estima y manifestación franca a ser hospitalario.
  5. Estamos en la obligación de esforzarnos para hacerle saber a la gente buena de todo el mundo, que somos solidarios, que amamos al ser humano, sin tomar en cuenta nacionalidad, condición social o etnia. En sí, que este es un país lleno de gente auténtica, de completo humanismo.