lunes, 11 de julio de 2022

Educar a la niñez en el cumplimiento

I.- Preparar a los niños para cumplir

  1. El ser humano nace y se desarrolla, y las actividades cotidianas que realiza en el medio donde vive, determinan su conciencia social.
  2. La práctica de la vida hace posible que la persona física llegue a tener conciencia de sí misma y de todo aquello que tiene existencia material o espiritual.
  3. Sin importar quién sea, aquel que vive en una sociedad heterogénea como la dominicana de hoy, en la cual están presentes el ser social y la conciencia social, la mujer y el hombre están obligados a llevar a efecto aquello que deben o a lo que están obligados.
  4. En el medio social dominicano de ahora, cada quien acciona partiendo de su buen juicio o absurdo pensamiento; muy alocado o con algo de cuerdo. Poco importa la delicadeza, o la falta de escrúpulos.
  5. Pero lo que manda la sana orientación cívica y ciudadana es procurar que, en el pensamiento de nuestras niñas y niños, se fije la idea de que lo correcto es realizar, no incumplir.
  6. Ante tanto oscurantismo político y falta de civismo, lo que procede es difundir a cada momento; propagar de manera reiterada y hasta el cansancio hacer conocer por la gente el concepto correcto y el buen crédito de cumplir.

II.- Difundir la práctica de cumplir

  1. Debemos hacer saber a los niños y a las niñas, que deben formarse como mujeres y hombres, con el convencimiento de que es una persona de bien, muy admirada por sus conciudadanos, aquella de la cual se tiene buena opinión por honrar la palabra dada.
  2. En el hogar, al igual que en las escuelas, conviene educar a la niñez dominicana de que, en el futuro, se comporte con el orgullo de ser entes sociales que satisfacen sus compromisos con la familia y la sociedad.
  3. A cada uno de los chiquillos de nuestro país, hay que explicarles que obedecer a lo que están obligados a realizar, lo deben tomar como un mandato de su conciencia, y que al ser cumplidores demuestran obrar con seriedad y compostura.
  4. Si en el país hay una gran mayoría de nuestros connacionales que faltan a sus compromisos, debemos de orientar a las niñas y a los niños, en el sentido de que no, que incumplir es de gente de baja estofa, que lo correcto es observar las reglas que mandan a ser honestos, decorosos por el correcto proceder.
  5. La adecuada enseñanza, el adoctrinamiento en la casa y en la escuela se comprueba por los resultados alcanzados, al formar descendientes y alumnos para que actúen apegados a lo que deben reverenciar.
  6. Comprometerse a hacer o no hacer, se convierte en una orden que se obliga a acatar aquel que ha sido formado en la línea de que obra como una mujer u hombre de honor, el que hace de cumplir un principio al cual no puede faltar.

III.- Salvar como responsables al material humano sano

  1. En el ambiente dominicano, hay que comenzar a educar al material humano que todavía se puede moralmente salvar, de que hay que olvidarse de esa práctica de obligarse voluntariamente, y luego incumplir con la actitud propia del sinvergüenza. 
  2. Asumir un compromiso debe ser, para la mujer y el hombre dominicano del futuro, un pacto de honor, sin importar la naturaleza de la obligación ni los vínculos entre los que han intervenido en lo acordado.
  3. Comprometerse a cumplir; asumir una deuda; obligarse a ir a una actividad; enredarse con quien te tomó la palabra; implica, es involucrarse para hacer realidad una verdad y la voluntad empeñada.
  4. Ensuciarse la buena fama que se había ganado, es demostración de que no era portador de sólidos principios éticos y morales. Es propio de simuladores mantener por cierto tiempo la fama simulada, engañosa.
  5. Debe ser un compromiso de la madre y el padre, formar a sus descendientes, en la cultura de cumplir, sin importar las consecuencias; enseñarles que sinceridad y honradez van de la mano.
  6. El mayor logro que puede alcanzar el sistema educativo de nuestro país, es formar mujeres y hombres para un futuro luminoso, distinguido por contar con dominicanas y dominicanos honrosos por premiar el cumplimiento.

Ideas finales

  1. El agrietamiento de la sociedad dominicana, ha traído como consecuencia, entre otros descarríos, que da lo mismo ser esclavo de su palabra, que irresponsable.
  2. Es de desear que el porvenir del pueblo dominicano, esté simbolizado en mujeres y hombres íntegros y honestos, caracterizados porque de ellos se puede esperar con firmeza la seguridad, lo que han prometido cumplir. 
  3. Sin hacer mucho esfuerzo, es posible darnos cuenta de que, cumplimiento e inobservancia, da lo mismo para esa gran población dominicana, apegada a la costumbre de que es igual incumplir la norma que acatarla.
  4. Ser escrupuloso, firmemente responsable y legal por entero, deben ser principios que guíen las actuaciones de las futuras generaciones.