sábado, 30 de julio de 2022

Estadio Cibao Diloné, El Chilote o Polonia

I.- El nombre del Estadio Cibao

  1. Durante mucho tiempo, personas físicas ligadas con la pelota profesional dominicana, medios de comunicación y programas especializados en asuntos deportivos, ha sido común perorar o escribir, con relación al nombre que, diferente al actual, debe llevar el Estadio Cibao, ubicado en la ciudad de Santiago de los Caballeros, cuna del equipo de béisbol Águilas Cibaeñas.
  2. De manera precisa se ha señalado que la denominación Estadio Cibao, debe ser cambiada por Chilote Llenas, Miguel Diloné o Luis Polonia, peloteros que en su momento fueron y siguen siendo símbolos de los seguidores del conjunto aguilucho.
  3. Los seres humanos, quiéralo o no, la generalidad de las veces al expresar una opinión, al referirse a la fama o concepto que tienen sobre una persona, suelen estar dominados por un estado de ánimo no controlado y de fuerte intensidad, por la pasión, que no es más que un cariño exagerado sobre una persona o por algo.
  4. La forma como Chilote Llenas, Miguel Diloné y Luis Polonia, se entregaron a las Águilas Cibaeñas, les hicieron, entre los fanáticos, agradables y atractivos. Ellos generaron simpatías.
  5. Chilote, Diloné y Polonia, despertaron, impulsaron, motivaron en los aguiluchos, emotividad; grandes emociones que inducían a la apasionada glorificación.

II.- El Chilote, Diloné, Polonia y otras glorias aguiluchas 

  1. Porque no está en duda la condición de Polonia, Chilote y Diloné, como excelentes jugadores de béisbol, no sería más que una perogrullada hablar de estos en su profesionalidad al lado de las Águilas Cibaeñas.
  2. Al igual que Luis Polonia, fueron buenos jugadores en la pelota nacional y extranjera, Miguel Tejada, Stanley Javier, Tony Batista, Franklin Taveras, Félix Fermín, Tony Peña, Mendy López, Guillermo García, José Lima, Julián Tavárez, Fernando Hernández, Arturo Peña, y otros.
  3. De igual manera, como jugadores de pelota aquí y en grandes ligas, se destacaron Chilote Llenas y Miguel Diloné. En ese sentido, no hay separación para ubicarles en la calificación de muy buenos en su carrera profesional.
  4. Sin embargo, Chilote Llenas y Miguel Diloné, no se limitaron a poner de relieve el ejercicio de su profesión, sino que ambos han marcado características que les distinguen de los demás peloteros dominicanos.
  5. Diloné y Chilote, históricamente, en el béisbol dominicano se apartan de todos los demás jugadores profesionales. Lo de ellos dos es, cada uno por separado, lo que se puede decir, en la pelota de aquí, inaudito.

III.- Miguel Diloné, cambió el sentir del béisbol profesional dominicano

  1. Miguel Diloné, fue un pelotero fuera de lo común, porque hizo algo distintivo, inusual, cambió la forma de jugar béisbol profesional en la República Dominicana, pero sin alterar las reglas del pasatiempo deportivo nacional.
  2. El juego de béisbol en nuestro país, encontró en Miguel Diloné un modo, una manera distinta de ejecutar la acción en el terreno de juego.
  3. Diloné, con sus movimientos y corridos en las bases, motivó a exaltar los ánimos, avivó el juego, inflamó los sentimientos e hizo olvidar el momento del batazo largo, que creaba entusiasmo momentáneo, pero no fervor.
  4. Por muy tranquilo que se estuviera desarrollando un juego, por ejemplo, de Águilas Cibaeñas y Licey, Diloné al bate, creaba espera ansiosa, expectación, situación de vigilancia en las piernas de Diloné y sus movimientos incitantes.
  5. Diloné, en las bases, era una excentricidad, un trastorno para los cálculos del manager y los jugadores del equipo contrario. Su juego particular lo hizo único en el terreno.

IV.- El Chilote, el caballero en el béisbol dominicano

  1. En El Chilote, ligando su persona con el béisbol, puede decirse que llega a equipararse con otros profesionales de béisbol dominicano, y ha sido sobresaliente como jugador, manager y miembro del Consejo Directivo del conjunto mamey.
  2. El Chilote, no puede ser analizado como hombre del bate, la pelota, el guante, manager y directivo, porque su dimensión como ser humano trasciende al béisbol.
  3. A cada niña o niño dominicano, en los centros escolares, al momento de hablarle de destacados jugadores dominicanos de béisbol, al mencionar a El Chilote, deben referirse a este, no como un talismán de las Águilas Cibaeñas, sino como el caballero del béisbol.
  4. En El Chilote, el país tiene a un ente social que sirve de modelo, no solo como hombre de béisbol, sino que repercute más allá, para colocarse como ciudadano que ha obrado sobresaliendo por sus condiciones de persona que sirve de modelo como humano de bien.
  5. En el porvenir, las futuras generaciones, deben recordar a El Chilote, como el hombre que jugó buen béisbol, pero, además, por brillar en su vida familiar, pública y privada.
  6. El Chilote Llenas, es un dominicano que se ha comportado con nobleza; santiaguero digno; ciudadano honorable; familiar magnánimo y amigo leal. El liderazgo, el respeto y la distinción que sus compatriotas tienen hacia El Chilote, es más por el conjunto de sus virtudes cívicas y humanistas, que como pelotero.
  7. En el futuro, mañana, cuando la edificación del Estadio Cibao, o el nombre que lleve para la ocasión, resulte demolido por vetusto o infuncional, desaparecerá también su designación y, entonces, procede recordar la idea del apóstol cubano José Martí: Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz.
  8. Lo que nunca desaparece de la conciencia nacional, son los méritos alcanzados por una persona por haber sido prototipo de conducta acrisolada, como la que ha llevado El Chilote. 

Idea final

  1. En conclusión, lo que hace digno de elogio a Miguel Diloné, es que su forma sensacional de jugar cambió el sentir del béisbol profesional dominicano y, por tal razón, merece que el lugar donde se juega pelota, el Estadio Cibao, lleve su nombre. En lo que respecta a El Chilote, tiene el merecimiento de un distinguido ciudadano dominicano del béisbol, por sus cualidades de excelsitud. La persona de Chilote se eleva sobre el Estadio Cibao.

jueves, 28 de julio de 2022

Robos y asaltos investigados, pero sin resultados

Explicación

  1. Por decisión personal y convicción ideológica, solamente escribimos para el público, sobre asuntos que contribuyen al desarrollo de la lucha social, porque es la única que hace posible la modificación de un sistema injusto.
  2. El tema que vamos a exponer, aunque está relacionado con nuestra persona, sirve para comprobar el estado de inseguridad de vida y de bienes, que de manera sistémica lesiona a toda la sociedad humana dominicana.

I.- Robar, un vicio del sistema

  1. Apoderarse de lo ajeno, la acción y resultado de robar, es un fenómeno inherente al sistema que sirve de base al ordenamiento económico vigente en nuestro país. 
  2. El robo, que se lleva a cabo como delito común en horas del día o de la noche, en domicilios, comercios y en la vía pública, no difiere, en esencia, de la sustracción de los recursos del erario. 
  3. Apoderarse con maña y cautela de cosas de poco valor, lo mismo que de altas sumas millonarias en dinero, son vicios sociales que se van a mantener en el medio social dominicano mientras persista el statu quo. 
  4. Toda persona física, nacional o extranjera, que vive en la República Dominicana, debe estar mentalmente acondicionada para saber que de un momento a otro puede ser privada de lo que es suyo y sin espera de regreso. 
  5. Aunque al pueblo dominicano no se lo hacen saber, es bueno que tenga conocimiento de que estamos viviendo desprotegidos, sin resguardo. El desamparo es la norma, y el amparo la excepción, lo inusual. 
  6. Porque las dominicanas y los dominicanos, de a pie, deben acostumbrarse a creer en las realidades y no en las ficciones, en un yo lo vi y no en un millón de me dijeron, les vamos a narrar lo que nos ha ocurrido que prueba la inseguridad y el robo como fenómenos unidos al sistema.

II.- Ocho (8) robos en nuestro hogar y dos (2) en la oficina

  1. Desde el día 1 de mayo de 1980, hasta el domingo 22 de mayo de 1994, nuestro hogar fue objeto de ocho (8) visitas diurnas y nocturnas, hechas por ladrones que cargaron con prendas de vestir, adornos de metal precioso de gran valor económico y sentimental; armas de fuego y una alta cantidad de dinero en billetes nacionales y extranjeros. 
  2. Aunque los robos en nuestro domicilio siempre fueron investigados por miembros de la Policía Nacional, ninguno fue descubierto y todo quedó en el campo de la esperanza, en la ilusión que siempre concluyó en la desesperanza.
  3. Los robos en nuestra casa familiar y sin ver materializados los propósitos de saber quiénes violaron la tranquilidad e intimidad del hogar, han continuado en contra nuestra y sin restitución de ninguna clase.
  4. El pasado año 2021, y más recientemente el día viernes 8 de julio de 2022, nuestra oficina de abogados ha sido violentada, en horas de la noche, y los violadores, luego de romper puertas para entrar, han sustraído equipos de oficinas y documentos.
  5. En las dos ocasiones que nuestro despacho de abogado ha sido saqueado, han comparecido agentes de la policía regular y científica, pero nada que nos satisface o convence hemos obtenido.
  6. Procede destacar que, además de los ocho (8) robos en nuestro domicilio familiar y dos (2) en la oficina de abogados, nuestra asistente personal ha sido objeto de tres (3) atracos, entre el pasado y el presente año.
  7. En el último asalto de que fue víctima nuestra secretaria, el día 25 de junio de 2021, en su bolso llevaba documentos y equipos tecnológicos de suma importancia para nuestra labor profesional.

III.- Cero resultados de las investigaciones

  1. Aunque al frente y cerca de nuestro estudio profesional está instalada una cámara del 911, ninguna imagen ha sido captada, según nos ha informado el cuerpo policial que ha investigado las acciones delincuenciales en contra nuestra.
  2. Al igual que en los robos efectuados en nuestra casa y oficina, y los asaltos a la asistente, ha intervenido la Policía Nacional, pero los resultados han sido fracasos absolutos.
  3. Si tuviéramos la formación ideológica para creer en el encadenamiento de sucesos con carácter fortuito, pensaríamos en casualidades, o sea en la mala suerte.
  4. Porque de las investigaciones efectuadas por la Policía Nacional, con relación a los robos en nuestra casa y oficina, y de los asaltos a la secretaria, no hemos recibido informaciones positivas, tenemos más que justos motivos para dar riendas sueltas a nuestra limitada inteligencia, y deducir que alrededor de los hechos se han movido otros fines que no son simplemente afectarnos mediante los robos.
  5. En la continuidad de robos en nuestra residencia y oficina, y los asaltos a la asistente, hay concurso de concurrencias y circunstancias, con la agravante de que no se han puesto al descubierto los reiterados citados actos delincuenciales.
  6. Los ladrones, en contra nuestra y los asaltantes a la asistente, han quedado resguardados por la impunidad, y las víctimas de los despojos a la espera de lo que no ha tenido respuesta. Se ha impuesto el flagrante ladronismo.
  7. La falta de castigo, la real inmunidad y el total perdón, han servido de compañía a los que han robado en ocho (8) ocasiones en nuestro hogar, dos veces en la oficina de abogados, y a los tres (3) atracos a la secretaria del bufete. Esto es lo que se llama vivir en un país sin garantía de vida y de bienes.

martes, 26 de julio de 2022

Los reiterados abusos en Jet Blue

Ante la denuncia hecha por el presidente de Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, con relación a los abusos y maltratos que comete JetBlue, contra los pasajeros dominicanos, a los cuales deja varado dentro y fuera del país, aprovechamos la ocasión para transcribir un escrito que hicimos el 17 de enero de 2017, con respecto al proceder de un empleado de la citada línea aérea.
  1. El irrespetuoso está presente en todas partes y demuestra su insolencia sin tomar en cuenta que lesiona los derechos de aquellos ante quienes accionan, demostrando así un comportamiento desvergonzado.
  2. Pero cuando el atrevido está al servicio de una persona física o moral, por la actitud del grosero responde su patrono o empleador que tolera actos toscos al descomedido.
  3. He dicho todo lo anterior porque el día martes, diez (10) de enero en curso, 2017, al momento de abordar el avión de JetBlue, que me trasladaría desde Newark a Santiago, en el vuelo 893, un empleado de la línea aérea, en forma iracunda me ordenó entregarle mi pequeña maleta de mano para colocarla en el lugar del avión donde va el equipaje de bodega.
  4. Le expliqué al exasperado empleado de JetBlue, que la maleta de mano con que viajaba contenía objetos que podían romperse o maltratarse, a no ser que los llevara en mi compartimiento dentro del avión.
  5. El descomedido servidor de JetBlue, a la explicación que le di, me respondió como todo un fresco, conminándome a que entregara mi equipaje de mano, o tendría que viajar en otro vuelo. Ante semejante disyuntiva, le entregué mi maletita al arrogante trabajador de JetBlue.
  6. Una vez penetré al avión y procedí abrir el compartimiento que me correspondía conforme el número de mi asiento, observé que el mismo estaba ocupado por maletas de mano de pasajeros que habían abordado antes que yo, y se encontraban sentados en sus respectivos puestos.
  7. Al llegar a Santiago y abrir mi maleta de mano, todos los objetos que venían dentro de la misma estaban unos destruidos y otros mallugados, tal como lo había previsto.
  8. Lo que me ocurrió, les ha sucedido a otros pasajeros, que también han sido objeto de los mismos tratos ignominiosos por personal de JetBlue.
  9. El engreimiento de muchos de los servidores de JetBlue, llega al colmo, de no entregar en el curso del vuelo los formularios de inmigración y aduanas, y si los mismos son requeridos por los pasajeros, estos reciben respuestas ofensivas, como ocurrió en el vuelo 893, de JetBlue, ya indicado. 
  10. En los vuelos de JetBlue, corresponde a sus auxiliares, tener la dirección y control de la colocación del equipaje por cada pasajero en una parte del compartimiento ubicado encima de la cabeza donde está sentado.
  11. Algunos empleados engreídos, y con la tolerancia de JetBlue, llegan a creerse estar por encima de los derechos, el respeto y la consideración que merecen los pasajeros, los cuales no tienen que pagar las negativas consecuencias de la falta de controles. En el interior del avión a cada ocupante de un asiento le corresponde una parte del compartimiento. 
  12. La dignidad, la honra y consideración de una persona no deben estar a la voluntad y capricho de ningún extralimitado ejecutor de tropelías. Por tanto, todo pasajero que sea víctima de una actitud desaprensiva de un empleado de JetBlue, o de cualquier línea aérea, debe hacerlo del conocimiento público para que las prácticas odiosas desaparezcan y no se conviertan en acciones toleradas que desdicen mucho de lo que es una comunidad humana, como lo es la dominicana, que respeta y se hace respetar.

domingo, 24 de julio de 2022

La sociedad dominicana, un revoltillo de inconductas

I.- La nuestra, sociedad adecuada para dignos y despreciables 

  1. La sociedad dominicana, como colectividad humana, es un revoltillo de voluntades, y de intereses desemejantes, que van desde los económicos, pasando por los sociales, hasta llegar a los más excelentes en cualquier aspecto y los más innobles.
  2. Porque el medio social dominicano es adecuado para mujeres y hombres buenos, como también para malvados, hay que estar preparado para hacerle frente a las más diversas situaciones.
  3. Lo deseado es convivir con personas de una sola línea de conducta, pero como estamos viviendo en una sociedad heterogénea desde el punto de vista clasista, es pura ilusión creer que vamos a compartir con comunitarios de igual proceder y sentimientos.
  4. Lo correcto es aspirar y comenzar a preparar a la dominicana y al dominicano, que en el porvenir estén hechos para comportarse libres de los vicios que han dañado, en general, al común de nuestros coterráneos.
  5. Los padres y las madres de hoy, deben esforzarse para dejarles a la posteridad a los que serán ciudadanas y ciudadanos libres de las tachas que hoy constituyen una afrenta para cualquier colectividad medianamente civilizada.
  6. No es un deseo exagerado, nada desmedido, querer para el futuro de nuestro país, un ente social de fácil trato, que no sea insociable, como ese que hoy hace imposible la comunicación con los demás.
  7. Lo más normal es nunca más volver a tener pisando la tierra dominicana, a esa persona intratable que, como el indolente, no se afecta o conmueve por nada.
  8. No escapa a nuestro conocimiento que estamos conviviendo con personas ya curtidas en el “me da lo mismo”; “dejar a hacer”; “poco me importa”; “como no me afecta”, “qué carajo”. Pura y simplemente, estamos en un período de la vida nacional que se ajusta a todos los deseos, sin importar que sean los más dignos o despreciables.

II.- No debemos caer en el pesimismo

  1. Hay que suponer que en nuestro país no todo está perdido en lo que a buenos sentimientos se refiere, y que, por tanto, todavía queda gente sensible que razona en el sentido de que algo debemos hacer para que la situación no siga pervertida como hasta ahora.
  2. En la nación dominicana, a pesar de todo, aún es posible lograr levantar a niñas y niños, no contaminados por los vicios sociales que emanan de la enferma sociedad actual.
  3. Algún segmento de la niñez dominicana, nacida ahora, entresacándolo con pinzas, es posible seleccionar a los que en el mañana estarán con ideas nobles, ausentes de suciedad.
  4. Padres y maestros, con sumo cuidado y en interés de formar a sus hijos y alumnos, ojalá tengan la posibilidad de llegar a educar para la posteridad a un material humano limpio, de sana intención e íntegro.
  5. Desde lo más hondo del presente fango social dominicano, hay que separar a lo que se puede salvar, para lograr hacer a ese ser humano que queremos como ciudadano bien deseado.
  6. Cada día y con más fe, debemos mantenernos esperanzados de que nuestras buenas ilusiones se van a concretizar, manteniendo el optimismo de compartir con connacionales limpios de conciencia, alma y corazón.
  7. Aunque estamos en una sociedad viciada hasta el tuétano, echa una lástima, virulenta, despiadada y cruel, no debemos caer en la entrega al pesimismo, a la frustración.

III.- Lo que deseamos para el futuro 

  1. Estamos conscientes de que vivimos en un ambiente dañado en lo ético y moral, pero no ignoramos que, aunque no son la mayoría, todavía hay mujeres y hombres que no han sucumbido ante el descalabro de la decencia y la honestidad.
  2. Entregarse no forma parte del proceder cívico y ciudadano de quienes están hechos para perseverar en firme, y mantenerse fiel a la formación heredada de sus progenitores, de no capitular ante las adversidades.
  3. Es una verdad de a puño, que el ordenamiento social predominante en nuestro país, es propicio para desarrollar vicios que dañan hasta a las más firmes normas diseñadas para las correctas actuaciones.
  4. El medio social dominicano, no es moralmente salvable, porque la degradación ha llegado a una profundidad tal que hace imposible cualquier tentativa de mejora.
  5. Sostener firmemente que, aunque la colectividad dominicana está moralmente dañada, esto no quiere decir, en modo alguno, que no existen personas que individualmente sirven de ejemplo de acrisolada conducta ética y moral.
  6. Cada dominicano o dominicana, debe aspirar a que en el futuro surja en nuestro país, una comunidad de seres humanos que ajusten sus actos al correcto proceder moral, cívico, ético y ciudadano.
  7. Es de desear que la República Dominicana, cuente en el mañana, con un ente social que cada acto que ejecute esté marcado por la decencia y absoluta honestidad.

viernes, 22 de julio de 2022

Cambiar esta sociedad angustiosa, por una de sosiego

I.- Esta es la sociedad humana donde vivimos

  1. En nuestro país, a una persona física, algo sensible, le resulta difícil vivir espiritualmente tranquila, por la forma como se comporta la mayoría de la población. Es complicado permanecer sin que se altere el ánimo.
  2. Cómo conservarse sosegado en una sociedad en la cual predomina la desigualdad de oportunidades, expresada en la pobreza de la mayoría y la opulencia de una minoría. No armonizan la escasez y el lujo.
  3. Resulta algo más que imposible mantenerse, como si nada, en un medio social donde la mercancía dinero enloquece a mujeres y hombres que creen que tener un sólido patrimonio económico les coloca por encima del bien y del mal.
  4. Quién ha dicho que se puede estar como en el paraíso, allí donde la generalidad de la gente anida en su conciencia el odio, y abominar es aceptado como formando parte de la cultura nacional. El desamor y la ternura nunca llegan a conciliar.
  5. Es más que embarazoso tener una existencia llevadera en un sitio donde la envidia está en el sentir de aquel que convive contigo y disfruta de tu legítimo progreso. El noble y el indigno no pueden andar de la mano.
  6. Es una pura creación imaginaria pensar que se va a estar según es debido, allí donde el individualismo es la norma de vida de cada uno de aquellos en quienes hemos creído ser ejemplo de solidaridad.
  7. Es un impedimento molesto, saber que nos encontramos en un pequeño espacio físico del globo terráqueo en el cual murmurar, difamar y de cualquier forma fastidiar, hace sentir realizados a numerosos grupos humanos.
  8. En razón de qué, cómo podemos pasarla bien en este sitio, si en un abrir y cerrar de ojos, cambiamos de alegres a tristes, porque comprobamos que a quien creíamos el amigo leal, ahora hace causa común con quien por ser un resentido se amarga al saber de tu bienestar.
  9. Para cualquier persona bien nacida y de sana formación educativa hogareña, es más que complicado, por necesidad tener que compartir con farsantes, en círculos sociales que tienen más de lugares dañinos que de inicuos.
  10. Es enfadoso en extremo, verse en el trance de tener que escuchar a los mentirosos, a esos engañabobos que están presentes en todas partes, y con la agravante de que se hacen pasar como los más francos y veraces. 
  11. Esta sociedad dominicana, repleta de personas que carecen de lo indispensable, y corrompida moralmente, es en la que nos ha tocado vivir y está hecha para contaminar hasta a los humanos más protegidos contra los vicios sistémicos.
  12. Por ser un ambiente integrado en su mayoría por individuos formados en lo disoluto, en este pedazo de tierra hay que estar preparado para ser testigo de las peores depravaciones que pueden salir de un cerebro dominado por ideas adecuadas para envidiar.
  13. En este medio irrespirable y asfixiante, porque es una podredumbre social, hay que estar preparado para ver el comportamiento de aquel educado en el sucio y mal vivir.
  14. En nuestro país, hay que permanecer atento para estar compartiendo con esa lacra nacida en este fango que es el orden social dominicano, diseñado para alojar al partidario del robo, al secuaz del narcotráfico, y al cómplice de lo crapuloso.

II.- Modificar el actual orden social, es una necesidad

  1. Quiérase o no, la sociedad antes descrita, no es la que queremos ni tampoco la que merecemos, pero es la que tenemos y en la que a diario compartimos. Esta es la triste realidad, y quién no la vea así, está ciego o vive en el espacio sideral.
  2. En el seno del orden social dominicano actual, están las fuerzas humanas obligadas a motorizar el cambio del ambiente presente, por otro que sea viable. Una modificación para bien es inexorable.
  3. Aunque no lo quiera la minoría nacional y sus aliados extranjeros, el progreso social, el adecentamiento de la vida pública y la real institucionalidad serán una realidad con el concurso de los mejores dominicanos y dominicanas.
  4. Por más que los sectores retardatarios se opongan a una nueva forma de existencia moral y material en nuestro país, otro modo de vida decente es impostergable por necesidad y conveniencia de lo que es el pueblo dominicano.
  5. Las insoportables contradicciones de todo tipo, vigentes en la República Dominicana, no deben mantenerse como hasta ahora, porque así lo han de decidir quiénes están comprometidos con la construcción de un nuevo y mejor país.

Ideas finales

  1. Renovar la sociedad dominicana compromete necesariamente a mujeres y hombres con pensamiento democrático, conscientes de que se hace imposible seguir existiendo ante tanta pobreza y degradación ética y moral.
  2. La realidad que con todo pesar estamos presenciando, nos obliga a convertirnos en militantes contra una materialidad económica, social, ética y moral, que avergüenza a cualquier ser humano que merece y quiere vivir dignamente.
  3. Las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos, con alta conciencia cívica, están colocados en una disyuntiva: aceptar, seguir viviendo en un fango social, o accionar para hacer posible un lugar adecuado de ser habitado por personas físicas, nacidas, formadas y desarrolladas para tener una existencia limpia.

miércoles, 20 de julio de 2022

Luchar por reivindicaciones inmediatas

I.- Ante la realidad, recortar aspiraciones no es claudicar 

  1. Ante la realidad de los hechos, de no poder lograr lo deseado, y tratar de alcanzar lo posible, no es declararse vencido, sino ser realista; ajustarse a lo realizable y no a lo inviable.
  2. La tendencia de nuestra voluntad a conseguir algo, es una aspiración legítima que responde a un ideal, pero no siempre lo anhelado puede ser llevado a cabo.
  3. En nuestro país, son muchos los ciudadanos y las ciudadanas, que quieren y han luchado para que su patria esté integrada por una población de personas felices, contentas por tener una agradable existencia material y espiritual.
  4. Pero esos mismos conciudadanos, se han dado cuenta de que, por ahora, el pleno progreso social, no es ejecutable por factores que escapan a sus vehementes deseos.
  5. Se nota una gran distancia y diferencia entre los logros que las fuerzas democráticas pensaron presenciar para bien del pueblo dominicano, y la desgracia que miran con pena.
  6. Esa vida de bienestar para todas y todos, que llenos de juventud deseamos para lo que en verdad se llama pueblo, hoy en la tercera edad comprobamos que, en corto tiempo, no será factible.

II.- Abrazados de hermosos ideales 

  1. Abrazados de los más tiernos y puros ideales, nos imaginábamos ver a las niñas y a los niños en sus escuelas, recibiendo igual y fina educación, todo cubierto por el Estado.
  2. Cada día veíamos más cerca la ocasión de estar compartiendo alegremente, con los ancianos en sus centros donde tenían todo garantizado, desde alimentación, servicios de salud y espacios de diversión.
  3. Porque suponíamos estar en un orden social perfecto o llevadero, nos imaginábamos vivir en nuestro país departiendo en camaradería, franca hermandad.
  4. Esos jovencitos y jovencitas de ayer, ya hoy ancianos, no éramos románticos, soñadores despiertos ni ilusos. Creíamos que un mundo lleno de humanismo era y es deseable y posible.
  5. En todo suceso de la vida nacional dominicana, en los cuales se ha bregado en lo político y social por un mejor país, ahí han estado las jovencitas y los jovencitos del pasado, armados de firmes convicciones; apegados a principios acordes con su ideario y convencidos de lo justo de su lucha.

III.- Alcanzar lo posible 

  1. No es cuestión de que la pasada generación está cansada, debilitada o frustrada. Es que la práctica de la vida les ha enseñado que, ya hoy, no es posible convertir los ideales en realidades, verlos materializados.
  2. Es fatal actuar con testarudez en la actividad política, porque, a fin de cuentas, la realidad de los hechos vence cualquier forma de empecinamiento. Más que deposición de ánimo, ceder ante el adversario, o acomodarse a las circunstancias, se impone lo que existe, lo real, lo verdadero y objetivo.
  3. En la presente coyuntura política y social, lo que nos enseña la realidad de nuestro país, es que, por ahora, las fuerzas motrices interesadas en cambios estructurales, no están en condiciones de llevar a cabo una modificación de la situación que mantiene al pueblo dominicano en estado de opresión material y espiritual.
  4. Sin renunciar a las ideas renovadoras, ni a las legítimas y justas demandas, lo que procede es unificar voluntades alrededor de un programa que recoja las reivindicaciones inmediatas y más sentidas por el pueblo.
  5. Está dentro de las posibilidades de los hombres y mujeres del país, que aspiran a una mejor existencia para el pueblo, reclamar, exigir lo que es indispensable para el ser humano mantener una vida con dignidad.
  6. Se hace necesario unir justas aspiraciones, sumar a los sectores que aquí desean cambiar, aunque sea en parte, la amarga situación que padece la población pobre.

Ideas finales

  1. Es posible juntar a mujeres y hombres sensibles que necesariamente se identifican con las causas justas que benefician a todas y a todos los que hoy están llevando una existencia de penurias.
  2. No hay duda de que juntos, aquellos que son realistas están en condiciones de alcanzar, no todo lo deseado y lo que las masas populares merecen, pero si lo que, mientras tanto, se puede obtener.
  3. Se impone, el momento indica que la ocasión es adecuada para que, sin importar edad o pensamiento político, mujeres y hombres de ideas renovadoras accionen para hacer viables cambios económicos y sociales que indiquen la llegada de un nuevo amanecer para el país.
  4. Sin renunciar a las creencias ideológicas que sirven de base a la liberación de la especie humana de toda clase de opresión, es necesario dar los pasos que permitan transformaciones reales.
  5. No hay que caer en la falta de esperanza. Por el contrario, debemos hoy, al igual que ayer, mantenernos llenos de optimismo, con la firme creencia de que un país diferente al actual es posible, con el concurso de los mejores dominicanos y dominicanas.

lunes, 18 de julio de 2022

La realidad que vive nuestro pueblo se presta para todo

I.- Nada de indiferente ante el drama nacional

  1. No hay que saber leer el porvenir, creerse profeta, ni privar en brujo, para darse cuenta del comportamiento de una gran mayoría de nuestros connacionales. Basta con vivir de manera habitual en la República Dominicana, para comprender la manera como es aceptada la realidad, así por así, como si todo marchara a las mil maravillas.
  2. Ciertamente, sería una exagerada aspiración pensar que todas las personas que aquí convivimos vamos a estar de manera ininterrumpida pensando en el dolor ajeno, aunque por lo menos debiéramos demostrar compasión ante tantas iniquidades que vivamente lesionan a la gran mayoría de la población nacional.
  3. Ante las dificultades que acompañan a los pobres del país, no cuadra en una persona sensible mantenerse como quien no quiere la cosa, pura y simplemente indiferente.
  4. De manera permanente, día a día, somos testigos de que una gran parte de las personas con las cuales convivimos se manejan como si vivieran en un país con un sistema social digno de echarle flores, y no de lo que realmente merece, que es ser condenado de forma insistente.
  5. Todo aquello que hace infeliz a la especie humana debe ser reprobado por mujeres y hombres sensibles. Lo dañoso hay que desaprobarlo en cualquier momento y sin importar a quién lesiona.

II.- La realidad que vive la mayoría del pueblo dominicano

  1. Desde cualquier ángulo desapasionado que se vea la sociedad dominicana, hay que admitir que la mayoría de las personas físicas que la componen, no viven en estado de felicidad, sino desencantadas.
  2. En un ente social cualquiera, la alegría entraña satisfacción material y espiritual. El placer, la placidez es el resultado de un sentirse bien, a diferencia de la infelicidad que marca la desgracia.
  3. En nuestro país, los seres humanos que representan la mayoría del pueblo, carece de lo indispensable para una existencia digna, porque no tiene a su alcance lo que merece y necesita.
  4. La mayor parte de la gente que vive aquí, en lugar de agrado y gozo, lo que padece es disgusto y desagrado, porque no es lo mismo vivir a cuerpo de rey, que estar incómodo.
  5. Esa mujer o ese hombre del pueblo, no reclama para sí y su familia, un palacio ni una mansión. Le basta una vivienda adecuada, que no sea la del barrancón.
  6. Las personas que en el ordenamiento social dominicano llevan una vida sin mayores pretensiones, han demostrado humildad, no andan con altanería, aunque son merecedoras de formar parte del mundo de los vivos, no permaneciendo como desarraigadas sociales.
  7. Las dominicanas y los dominicanos que en el espacio físico de nuestro país son ubicados en la pobreza, están harapientos, desarrapados por entero. Estos son los mismos que el sistema social imperante ha colocado en condición de mugrientos sistémicos.
  8. De cualquier manera, descuidadamente, de forma desconsiderada, así de mal trata el sistema a los seres humanos que en la escalera social dominicana son identificados como los pobres.
  9. No importa el membrete o nombre que se les coloque: el sistema social que algunos santifican, es el que a cada instante crea necesitados para que vivan arrastradamente; mendigos para que existan y mueran pobrecillos, y menesterosos para que permanezcan infelices.
  10. Quiéralo o no, la realidad dominicana nos enseña que en el mismo territorio nacional, estamos conviviendo bajo el mismo sistema social, por un lado, una minoría llena de riqueza, con abundante dinero y en la más amplia opulencia, y por el otro, la gran mayoría del pueblo, compuesta por desamparados, enclenques, mugrientos, famélicos y desnudos.

III.- Compromiso social de personas auténticas

  1. Ante la tanta indigencia que lleva encima el pueblo dominicano, para liberarse de sus penurias solo cuenta con sus propias fuerzas, y con las de aquellos hombres y mujeres que libre y voluntariamente se sienten comprometidos con la liberación del ser humano de toda clase de opresión.
  2. La persona que por convicción se considera en la obligación de acatar el dictado de su conciencia social, cívica y ciudadana, en nuestro país tiene el ambiente adecuado para honrar su propensión al verdadero humanismo.
  3. La formación económica y social predominante en la República Dominicana, se presta para poner en evidencia al que quiere identificarse con la minoría nacional y su aliado extranjero, y quienes quieren hacer causa común con los de abajo, los estropeados sociales, con el pueblo llano.
  4. El medio social dominicano brinda la oportunidad de acomodarse al modelo económico y sus lacras, o negarse a aceptar la situación que apesta. Es cuestión de ser auténtico, de una sola pieza, no maleable.
  5. El sistema bajo el cual está organizada en su conjunto la sociedad dominicana, sirve para todos los gustos: para vivir de buena gana, complacido o contrariado, apesadumbrado frente a tanta villanía sistémica.

sábado, 16 de julio de 2022

Una crisis social para reflexionar

I.- La realidad de una crisis social

  1. Estar en las alturas del poder, pone cortos de vista a los que mucho pierden en caso de la mayoría del pueblo dominicano continuar pasando penurias.
  2. Sin intención de colocar a la minoría nacional dominicana, en condición de amenaza repentina o alarma, hay que decir que a diario estamos viendo una comunidad de insatisfechos expresando indignación. 
  3. El que quiera ver que vea. Ahí están los hechos que no dejan mentir y sirven como testigos de piedra, de una materialidad, de un ambiente vivo, real, no imaginario.
  4. No es un invento la inflación galopante; no descubrimos nada ante los precios descontrolados de los artículos de la comida diaria, como es el caso de la libra de pollo; no es un infundio lo de la inseguridad personal y de bienes; no es una invención los altos precios de los medicamentos y de los carburantes; no es fantasear lo del descontento por los apagones, en fin, no es sacar de las mangas afirmar que las masas están excitadas.
  5. Lo cierto es que nuestro país luce, algo así, como un lugar donde se conserva la pólvora y otros explosivos, y se podría pensar que solo falta que haga acto de presencia aquel que prenda la mecha.
  6. A ninguna persona con sano juicio le pasa por la mente escribir diciendo que el país está convulsionado, sacudido por una crisis social que hace imposible a los de arriba mantenerse como hasta ahora.

II.- Situación de indignación popular

  1. Si es cierto que en el ambiente nacional dominicano no hay un estado de rebelión social, no es menos cierto que nos encontramos en una coyuntura de indignación popular, propicia para una situación inestable, muy insegura para los que les conviene la llamada paz social.
  2. En cualquier país donde existe una crisis económica y social, y se suman asesinatos en centros policiales, de seguro, hace acto de presencia la indignación en sectores populares, y en hombres y mujeres con conciencia sensible y democrática.
  3. Por muy pasivo que sea un pueblo, se pone inquieto una vez a la miseria se le suman hechos que indignan, como son los casos de sangre.
  4. Los fenómenos sociales, no se detienen por medio de leyes, decretos, ni mucho menos recurriendo a paliativos para mitigar el hambre.
  5. El deterioro de todo tipo que nos lamentamos presenciar en el entorno dominicano, no está para miopes, para los que les gusta hacerse de la vista gorda, pasar por alto, cerrar los ojos y, como cara dura, no darse por enterados.

III.- Posibilidad de la minoría nacional para maniobrar

  1. No se pone en duda que los dueños del poder político, económico y social del país, cuentan con infinidad de medios para sortear la calamitosa situación.
  2. El hecho de las masas oprimidas estar, todavía, cautivas por los partidos del sistema y bajo la influencia de politiqueros, permite que para los opresores sea manejable la dolorosa situación que atraviesa la mayoría de la población. 
  3. La crisis que aquí llevan los pobres del país sobre sus hombros, es propicia para que la minoría nacional se sirva de curanderos sociales que vienen a hacer labor propia de santiguadores.
  4. Convencidos de que no pueden poner bueno el modelo económico moribundo, porque es imposible devolverle salud, aquellos que del mismo se benefician, procuran revivirlo con la asistencia de los manosantas del sistema.
  5. Los agraciados del statu quo en crisis, no tienen salida humana permanente, por lo que tratarán por todos los medios de aplicar curativos para mitigar la crisis.
  6. En momentos de situaciones sociales explosivas, aquellos que sacan pingües beneficios del sistema, hacen uso de limosnas, alimentos por caridad, donativos de lástima y obsequios sacados de la opresión.
  7. Cualquier persona que quiere y respeta a su pueblo, se siente mal al verlo extender sus manos para por su pobreza en forma humillante recibir funditas con comida. Agraviar, denigrar, no es nada honroso.

Ideas finales

  1. En una coyuntura como la que hoy se encuentra el país, es la adecuada para actuar los transformadores políticos y sociales, no así los ensalmadores del sistema agonizante. 
  2. Por último, no se puede negar la agudización de la crisis, ni la exasperación de las masas populares, lo que debe motivar reflexión en lo más lúcido y progresista del sentir democrático del país.

viernes, 15 de julio de 2022

La política decente sacará al país de la politiquería

I.- Política y politiquería, cuestiones distintas

  1. La política es una actividad que está relacionada con todos los asuntos que se mueven en el seno de la sociedad humana, y está determinada por objetivos e intereses, dependiendo del régimen económico y social de cada país.
  2. El accionar político con decencia y altura, difiere de la politiquería que descansa en maniobras sin principios para lograr algún fin, por lo general fingido.
  3. En el politiquear siempre está presente la bajeza, la intriga y otros métodos que procuran enmarañar y hacer travesuras contra el pueblo sano. 
  4. En el ambiente dominicano lo que ha dominado es la politiquería llevada a su máxima expresión, lo que es normal en una sociedad humana despojada de dignidad.
  5. Lo que perseguimos con este escrito, no es resaltar lo que a diario comprobamos con el politiqueo, que muy bien exhibe la maquinación, el chanchullo y cuantas patrañas salen de la gente de baja estofa.

II.- Nuestro país necesita de políticos, no de politiqueros

  1. Nuestro país necesita contar con ciudadanos y ciudadanas, que vayan al quehacer político con conocimientos sólidos de la ética y la moral y en condiciones de aplicarlos en la política.
  2. El medio social dominicano está necesitando mujeres y hombres con una formación compuesta por un articulado, un sistema de normas y principios que expliquen su manera de portarse, que sus actuaciones definan con precisión y claridad lo que serán sus ejecuciones.
  3. El hecho de que la sociedad dominicana esté dañada, no quiere decir, en modo alguno, que en ella no esté presente ese ser humano que no ha sido tocado por el fenómeno de la corrupción.
  4. Precisamente, esa parte, todavía no podrida del cuerpo social dominicano, es la que debe estar activamente en el intenso trabajo de la política practicada sobre la base de principios y normas de conducta.
  5. A nuestro pueblo, hay que hacerle saber que ser político, no quiere decir persona muy hábil, para por medio de la palabra, utilizando el ardid, el artificio y otras tantas maniobras para inducir al engaño.
  6. Se hace necesario que salga al ruedo político, la persona transparente que se deje ver entera para que sus conciudadanos sepan que es de actuaciones cristalinas, y no turbias o muy sucias.
  7. Los partidos que tengan incidencia en la vida pública del país, deben preocuparse para contar con militantes limpios moralmente, con calidad para decir y ser creídos, que luchan en política, para higienizar, no para ensuciar y manchar. 
  8. Lo mejor del pueblo dominicano, porque está hastiado de ver tantos y tantos politiqueros ensuciados, llenando de manchas la política decente, contaminando el medio social del país, desea contar con mujeres y hombres que lleguen a operar en política, con buena imagen de accionar acrisolada y de vida pública sin mancillar. 
  9. La juventud dominicana necesita ver gente auténtica en la política; de actuaciones claras, libres de mezclas y de ilegitimidades. Esas muchachas y muchachos quieren ver a los de su generación como políticos no contaminados.
  10. Muchos de los jovencitos de hoy se equivocan, cuando dicen que la política es sucia. Pero la suciedad está en la politiquería, no en la política. La cochinada, la indecencia, y toda la porquería, se ven en el politiquear que ha llenado a la política dominicana de indecencia.

III.- La politiquería da asco

  1. Se impone fijarnos la idea de que en lo sucesivo, desde ahora, en el porvenir, vamos a hacer nuestra la consigna de que la ascosidad no debe hacer acto de presencia en el quehacer político nacional. 
  2. Porque la politiquería ha hecho un asco a la política decente, nunca más la juventud dominicana debe aceptar estar dirigida por aquellos que ven la política como una operación indecente o ruin, una marranada.
  3. Hay que hacer saber a los jóvenes que su decepción ha sido por la politiquería, que es deshonesta, indecorosa y obscena, propia para tramposos, traicioneros, impúdicos y escabrosos. 
  4. Es bueno convencer a la gente buena que todavía queda en nuestro país, que es la política, y no la politiquería, la que va a resolver las dificultades que hoy padecemos; va a remediar lo que ha dañado la politiquería; a resolver lo que necesitamos poner bien; superar los males que ha traído el sistema que fomenta la politiquería.
  5. La actividad política, basada en el progreso, nos hará olvidar la politiquería, que nos ha marchitado la esperanza, sembrando en el seno de nuestro pueblo la desesperación y la falta de confianza.
  6. El trabajo político tesonero ha de crear, en el sentir popular, la buena expectativa; afianzar la fe en que el porvenir pertenece al pueblo que se mantiene lleno de optimismo, ilusionado y confiado en sí mismo.
  7. Es la política, no la politiquería, la que guiará al pueblo al triunfo seguro, a la conquista del poder del Estado, para con su logro resulten liberados todas y todos los dominicanos.

miércoles, 13 de julio de 2022

Luchar día a día y sin descanso

I.- Por el compromiso asumido

  1. Cada día, luego de dejar de dormir, bajamos de la cama; le damos riendas sueltas al pensamiento y comenzamos a andar, con el fin de cumplir con nuestras obligaciones personales y compromiso social.
  2. El pacto voluntario que hemos asumido con la brega de nuestro pueblo por su liberación, nos impone la misión de ocuparnos de cualquier problema que afecte a la colectividad.
  3. La persona que por convicción abraza la causa de los oprimidos, de manera ininterrumpida debe comportarse militante, sea como miembro de una organización política, o simple participante en el accionar democrático. 
  4. En todo país atrasado, dependiente y manejado de manera discrecional por la minoría nacional y los intereses extranjeros, a la ciudadana o al ciudadano sensible, no le cuadra la posición sumisa, indiferente o de diletante. Su deber es ser diligente, laborioso y enteramente solicito.
  5. Las injusticias de que es víctima la niñez dominicana, impiden al ser humano comprometido con el porvenir de nuestro pueblo, el reposo espiritual, estar en calma. El sosiego no le está consentido a quien es testigo de la marginalidad.
  6. Cómo puede un ser humano compasivo permanecer en silencio, aguantar como si tal cosa, que miles de niñas y niños de nuestro país se desarrollen siendo analfabetos, desnutridos y sin garantía de vida. 
  7. La forma como está organizada la sociedad dominicana, es incompatible con la existencia digna de la infancia, de los niños que a diario mueren de enfermedades curables. 
  8. Ese bebé que no tiene alimentación asegurada, y es candidato a una muerte prematura, no debe dejar de vivir porque su madre fue impedida de alcanzar una gota de leche. Esa cria es posible que deje de existir porque sus progenitores forman parte de los marginados sociales.

II.- Comprometidos para hacer avanzar

  1. El sentido del deber pone a cargo de aquellos que han hecho del compromiso con los humildes, un asunto de principio. Es su deber estar ahí, donde la seriedad política le dice que es su obligación salirle al paso a las dificultades sistémicas.
  2. La descomposición que exhibe la sociedad dominicana, en el orden económico, social y moral, reclama de sus hombres y mujer de honor, que actúen en firme, rompiendo con el quietismo y abracen la actividad política cívica y ciudadana.
  3. La inacción, el marasmo, el estar paralizado, solo posibilita la prolongación del actual orden social, que nada halagador proporciona a la mayoría de nuestra población.
  4. Permanecer sereno, no genera ningún cambio positivo para lo que en verdad se llama pueblo. El movimiento, la movilidad de los que son adversos al statu quo, hará posible transformar la realidad actual.
  5. Son muchos los dominicanos y las dominicanas, que voluntariamente asumieron un compromiso liberador, y no tienen opción. Nada más les queda mantenerse en movimiento, marchar hacia adelante y sin retroceso alguno.
  6. El compromiso social, exige alargar el paso; nada de retrasar ni frenar. Es preferible agitarse para impulsar la modificación de la sociedad injusta, que quedarse reposado y que ella siga pariendo y posibilitando la muerte por falta de comida o de medicinas. 
  7. Lo que le dice la vida a los luchadores sociales, es que están en la obligación de continuar trillando el camino que les llevará, juntos a todo el pueblo, a la liberación.

Ideas finales

  1. Corresponde a lo más lúcido del movimiento democrático del país, impulsar, empujar y de cualquier manera causar para que se produzcan los cambios que necesita y merece nuestro pueblo.
  2. Conducir a las grandes mayorías nacionales por el camino de las transformaciones económicas y sociales, debe ser obra de quienes están comprometidos a sacar a las masas del estado de pobreza que se encuentran.
  3. Es hacerle honor al deseo de progreso a que aspira la mayoría de la población dominicana, ocuparse día a día, y sin descanso, para inducir a los oprimidos a hacer suya la brega popular.
  4. Hay que transmitirle energía a los marginados de la sociedad dominicana, para que empujen la lucha popular; que se llenen de puro entusiasmo y con gran brío para que más temprano que tarde se hagan dueños de su destino.
  5. Se impone luchar para incluir como miembros deseados de la sociedad, a los excluidos, a los desechados sistémicos, a los que el sistema ha dejado fuera del progreso, de la civilización.

lunes, 11 de julio de 2022

Educar a la niñez en el cumplimiento

I.- Preparar a los niños para cumplir

  1. El ser humano nace y se desarrolla, y las actividades cotidianas que realiza en el medio donde vive, determinan su conciencia social.
  2. La práctica de la vida hace posible que la persona física llegue a tener conciencia de sí misma y de todo aquello que tiene existencia material o espiritual.
  3. Sin importar quién sea, aquel que vive en una sociedad heterogénea como la dominicana de hoy, en la cual están presentes el ser social y la conciencia social, la mujer y el hombre están obligados a llevar a efecto aquello que deben o a lo que están obligados.
  4. En el medio social dominicano de ahora, cada quien acciona partiendo de su buen juicio o absurdo pensamiento; muy alocado o con algo de cuerdo. Poco importa la delicadeza, o la falta de escrúpulos.
  5. Pero lo que manda la sana orientación cívica y ciudadana es procurar que, en el pensamiento de nuestras niñas y niños, se fije la idea de que lo correcto es realizar, no incumplir.
  6. Ante tanto oscurantismo político y falta de civismo, lo que procede es difundir a cada momento; propagar de manera reiterada y hasta el cansancio hacer conocer por la gente el concepto correcto y el buen crédito de cumplir.

II.- Difundir la práctica de cumplir

  1. Debemos hacer saber a los niños y a las niñas, que deben formarse como mujeres y hombres, con el convencimiento de que es una persona de bien, muy admirada por sus conciudadanos, aquella de la cual se tiene buena opinión por honrar la palabra dada.
  2. En el hogar, al igual que en las escuelas, conviene educar a la niñez dominicana de que, en el futuro, se comporte con el orgullo de ser entes sociales que satisfacen sus compromisos con la familia y la sociedad.
  3. A cada uno de los chiquillos de nuestro país, hay que explicarles que obedecer a lo que están obligados a realizar, lo deben tomar como un mandato de su conciencia, y que al ser cumplidores demuestran obrar con seriedad y compostura.
  4. Si en el país hay una gran mayoría de nuestros connacionales que faltan a sus compromisos, debemos de orientar a las niñas y a los niños, en el sentido de que no, que incumplir es de gente de baja estofa, que lo correcto es observar las reglas que mandan a ser honestos, decorosos por el correcto proceder.
  5. La adecuada enseñanza, el adoctrinamiento en la casa y en la escuela se comprueba por los resultados alcanzados, al formar descendientes y alumnos para que actúen apegados a lo que deben reverenciar.
  6. Comprometerse a hacer o no hacer, se convierte en una orden que se obliga a acatar aquel que ha sido formado en la línea de que obra como una mujer u hombre de honor, el que hace de cumplir un principio al cual no puede faltar.

III.- Salvar como responsables al material humano sano

  1. En el ambiente dominicano, hay que comenzar a educar al material humano que todavía se puede moralmente salvar, de que hay que olvidarse de esa práctica de obligarse voluntariamente, y luego incumplir con la actitud propia del sinvergüenza. 
  2. Asumir un compromiso debe ser, para la mujer y el hombre dominicano del futuro, un pacto de honor, sin importar la naturaleza de la obligación ni los vínculos entre los que han intervenido en lo acordado.
  3. Comprometerse a cumplir; asumir una deuda; obligarse a ir a una actividad; enredarse con quien te tomó la palabra; implica, es involucrarse para hacer realidad una verdad y la voluntad empeñada.
  4. Ensuciarse la buena fama que se había ganado, es demostración de que no era portador de sólidos principios éticos y morales. Es propio de simuladores mantener por cierto tiempo la fama simulada, engañosa.
  5. Debe ser un compromiso de la madre y el padre, formar a sus descendientes, en la cultura de cumplir, sin importar las consecuencias; enseñarles que sinceridad y honradez van de la mano.
  6. El mayor logro que puede alcanzar el sistema educativo de nuestro país, es formar mujeres y hombres para un futuro luminoso, distinguido por contar con dominicanas y dominicanos honrosos por premiar el cumplimiento.

Ideas finales

  1. El agrietamiento de la sociedad dominicana, ha traído como consecuencia, entre otros descarríos, que da lo mismo ser esclavo de su palabra, que irresponsable.
  2. Es de desear que el porvenir del pueblo dominicano, esté simbolizado en mujeres y hombres íntegros y honestos, caracterizados porque de ellos se puede esperar con firmeza la seguridad, lo que han prometido cumplir. 
  3. Sin hacer mucho esfuerzo, es posible darnos cuenta de que, cumplimiento e inobservancia, da lo mismo para esa gran población dominicana, apegada a la costumbre de que es igual incumplir la norma que acatarla.
  4. Ser escrupuloso, firmemente responsable y legal por entero, deben ser principios que guíen las actuaciones de las futuras generaciones.

viernes, 8 de julio de 2022

Para contrarrestar el “tocando puertas”

I.- Una explicación necesaria

  1. Al escribir con relación a la ideología, no hemos procedido sin orden ni concierto, en forma descabellada. Tratamos de exponer partiendo de lo razonable, no de lo disparatado o absurdo.
  2. Las posiciones ideológicas, desde siempre, han sido tan dominantes, que apoyándose en iguales criterios, aunque con diferentes palabras, históricamente los grupos conservadores han apoyado a los sistemas sociales esclavista, feudal y capitalista, pero, como es natural, se han opuesto al socialismo real.
  3. Es posible que en nuestro país, menos del uno por ciento de la población total, no se da cuenta de que, ideológicamente, está condicionada por las ideas que convienen a la minoría nacional. 
  4. Porque tratamos de ser algo avistados, no podíamos dejar pasar, así por así, el mensaje que ingeniosamente les fue enviado a los pobres del país, para que acepten tranquilamente su miseria, tocando puertas. 
  5. Es oportuno precisar algunas consideraciones con respecto al trabajo de adoctrinamiento que hacen las clases dominantes de cada sociedad humana, con el fin de mantenerse en el poder.

II.- La ideología y la lucha por sembrarla

  1. De manera intencional, deliberadamente los grupos que se identifican con el sistema social vigente, están interesados en que su ideología sea la base de orientación de todos los integrantes de la sociedad. Los ideólogos del orden establecido procuran, con intensidad premeditada que la generalidad asuma su doctrina, abrace sus ideas.
  2. En cada medio social se desarrolla una lucha ideológica que se expresa de diferentes formas, procurando que se imponga una cualquiera sobre la otra. La portadora de las ideas del status quo, busca reinar, mandar en la conciencia de la población.
  3. La contienda ideológica se lleva a cabo en forma abierta y encubierta, perceptible e imperceptible, tangible e intangible, comprensible e incomprensible, hermética y abierta, verbal y escrita. La pugna del pensamiento se manifiesta de las formas más diversas. El pugilato está presente a cada momento y no es fácil de advertir.
  4. No resulta cómodo entender cuando alguien quiere que su ideología penetre en la conciencia de otro, porque los mensajes son enviados con sutileza muy refinada, suave, con exquisitez. Hay que estar bien organizado, ideológicamente, con ojo avizor, ser agudo, mantenerse avispado, porque a cualquier tonto que se comporta obtuso lo venden ideológicamente metiéndole gato por liebre.
  5. El trabajo de convencimiento ideológico, elaborado por los ideólogos del sistema, está dirigido al pueblo para que lo digiera bien, lo absorba suavemente como un agradable alimento, para que se nutra con las ideas que les sirven quienes las fabrican y las exhiben como buenas y bonitas, aunque en el fondo son malas y feas. 
  6. La misión de los ideólogos del sistema social que impera aquí, es hacer creer al pueblo que el régimen que le mantiene viviendo en pobreza, estado de desigualdad y opresión social, es algo natural, como que Dios lo mandó, y como tal hay que aceptarlo, procurando que la resignación, el conformismo, la docilidad, y la mansedumbre se apodere de los oprimidos.

III.- Los ideólogos disfrazando el sistema

  1. En razón de que la sociedad dominicana está compuesta por mujeres y hombres con formación clasista e ideológica distintas, y el poder del Estado está en manos de grupos que se identifican con el sistema, estos últimos tienen interés que la ideología suya sea la aceptada por todos.
  2. Los defensores y los difusores de la ideología del ordenamiento económico, social y político del país, la presentan bonita, hermosa, como enviada por Dios al pueblo dominicano; y las supuestas bondades del sistema las venden con tanta dulzura que cualquiera las enamora.
  3. Los aliados o aprovechados del régimen económico dominicano actual lo defienden con energía y autoritarismo; en forma ardorosa, apasionada, con vehemencia. Algunos actúan ingenuamente con el convencimiento de que es verdad lo que defienden; otros, están conscientes de que venden una mentira, que están haciendo un teatro, presentando una comedia con infundios, engañifas y fanfarronadas.
  4. Por muy injusto, decadente, atrasado e infuncional que sea el sistema capitalista, sus ideólogos tratan de pintarlo como justo y funcional. Lo protegen como la niña de sus ojos y lo amparan para que perviva. Con palabras rebuscadas lo maquillan, presentándolo gracioso, como si fuera muy atrayente para los oprimidos.
  5. Los políticos conformes con el sistema, y coincidentes con el modelo actual, utilizan toda una serie de calificativos a los fines de hacerlo agradable, simpático, ameno y encantador, conscientes de que la desigualdad y las lacras sistémicas indignan a amplios sectores de la sociedad dominicana.

Ideas finales 

  1. Para contrarrestar a los que quieren que el pueblo dominicano se mantenga cabizbajo, muy abatido y apenado por entero, debemos sembrarle en su cerebro entusiasmo y así esté listo para accionar contra su desgracia.
  2. Por encima de las dificultades que hoy afectan a la mayoría de la población dominicana, es necesario inyectarla de buen humor, para que vaya a la lucha confiada en su triunfo; radiante, jubilosa, cargada de esperanza y llena de gozo.
  3. A los hombres y a las mujeres del pueblo, a las masas populares, debemos estimularlas, incentivarlas para que sean activas, altamente espabiladas, para que no se desalienten, ni se desmotiven.
  4. En lugar de ver a los pobres tocando puertas, demostrando torpeza, lo que debemos es motivarles para que se comporten dinámicos, muy ágil y prestos a conquistar, batallando por sus derechos y libertades.
  5. Para vencer a los ideólogos de la humillación y el pedir mediante ruego, hay que orientar a los marginados sociales, a los fines de que se muevan; se sacudan, demostrando así que no aceptarán el hambre con quietud, en calma, sino en revuelo y listos para triunfar.
  6. Hay que convencer a los pobres para que no hagan caso; no tomen en cuenta; hacer oídos sordos, siempre desatender aquellos mensajes llenos de pesimismo que les mandan a estar de pedigüeños tocando puertas.
  7. En lugar de descender tocando puertas, el pueblo humilde y trabajador debe elevarse por encima de su pobreza; empinarse para ponerse allá, encaramarse en el poder del Estado, que como mayoría y por laboriosidad le corresponde.
  8. Aquellos que difunden la ideología del sistema, llamando a los de abajo a tocar puertas, quieren engañar, y de cualquier manera marranear, distraer para prolongar el sufrimiento de las víctimas del sistema, a esos que no comen, o comen a veces.
  9. Las mujeres y los hombres preocupados por construir un nuevo y mejor país, están en la obligación de permanecer ahí, atentos, concentrados y vigilantes; y nunca distraídos ni despistados, para no caer en las trampas ideológicas, como esa que llama a cifrar el porvenir de nuestro pueblo en tocar puertas.

jueves, 7 de julio de 2022

Tocar puertas y la lucha ideológica

I.- Un mensaje oficial y sistémico que condiciona

  1. Un entrañable amigo nos preguntó la razón por la cual nos hemos ocupado de escribir criticando la publicación del anuncio oficial: “En República Dominicana los sueños se hacen realidad tocando puertas”.
  2. Le respondimos a nuestro aliado, que esa promoción contiene un mensaje que, ideológicamente, condiciona a los pobres a la pasividad, para en lugar de luchar contra la opresión de que son víctimas, se acomoden pidiendo, tocando puertas.
  3. propaganda oficial y sistémica que censuramos, procura condicionar la mente de la gente a quien va dirigida, a los connacionales nuestros que carecen de lo indispensable para vivir dignamente.
  4. Mandar a los explotados, a los marginados sociales, a tocar puertas para materializar su porvenir, es decirles a los compatriotas de a pie, que en lugar de luchar para liberarse de la pobreza, se decidan por limosnear de puerta en puerta. 
  5. Mandar a los de abajo a que pidan, es suministrarles una fuerte dosis de sustancia ideológica tóxica para aniquilarles, quitarles el ánimo para batallar. 
  6. En una contienda militar, el bando que ejerce más influencia ideológica, genera dominio sobre el adversario, aunque este cuente con ventaja en número de hombres combatientes y en armamentismo de alto calibre y moderna tecnología.
  7. Fijar en la mente de los dominicanos pobres, la idea de tocar puertas, es aniquilarles; reducirles a la nada; devastarles mentalmente para que permanezcan como culebras, arrastrándose.

II.- La ideología en la lucha política y de clases

  1. Todo ser humano tiene dentro de su cerebro una especie de guía que le sirve como hilo conductor; le dice cómo debe actuar, le manda a hacer o no hacer; es la ideología. Es el medio que determina la forma de las personas proceder, está compuesto por un conjunto de ideas políticas, científicas, filosóficas, religiosas y morales, y en sociedades como la nuestra, dividida en clases sociales, la ideología tiene un carácter clasista, y la dominante es la de las clases que ejercen el poder económico.
  2. Partiendo de lo expuesto más arriba, en nuestro medio hay todo un abanico de ideologías, y cada una expresa los intereses y aspiraciones de clases en pugna, sobresaliendo la que propugna por el mantenimiento del sistema social predominante.
  3. La rivalidad entre los que se interesan para que se mantenga el ordenamiento económico y social vigente, tienen sus ideas políticas orientadas a la conservación del sistema, mientras que sus antagonistas luchan por cambiar el estado actual. 
  4. Cada grupo o sector social tiene su forma de hacer política ante el pueblo; de ahí que en el ambiente dominicano vemos personas que expresan ideas progresistas, aspiran a un cambio; su posición es de avanzada, persiguiendo lo nuevo en lo económico y social. Pero también están presentes aquellos renuentes a que sea modificado, transformado el ordenamiento existente.
  5. La persona que abraza la política como una actividad con objetivos dirigidos a la defensa de los intereses del pueblo, de las grandes mayorías, busca construir una sociedad libre de opresión, para alcanzar una real democracia, de igualdad de oportunidades, sin distinción de sexo, color o criterio ideológico.
  6. La política que ejecuta el político que trabaja para lo que se llama pueblo, está basada en principios que sirven de guía a su accionar; normas que rigen el trabajo que lleva a cabo el activista político transformador.
  7. Ese accionar político se ejecuta en forma franca y abierta, no hay nada oculto, porque las cuestiones de interés para el pueblo no tienen nada de encubrimiento, de incógnita. Los asuntos en los cuales las masas populares deben decidir, es de interés que sean por ellas conocidos.
  8. Quien hace política a base de ideales y principios democráticos, procura que su presencia no sea lo esencial, sino el programa que se exhibe, que recoge la motivación de su incidencia en la política. El personalismo no genera cambios, sino culto a la persona.
  9. Cuando la política se realiza por políticos que obran conforme conviene a la sociedad, los ciudadanos y ciudadanas participan, son ejecutores de tareas importantes; resuelven, no son entes pasivos; son determinantes en las resoluciones que se adoptan desde las alturas del poder del Estado.

Ideas finales

  1. Forma parte de la lucha democrática por un mejor país, no permitir que el pueblo dominicano sea condicionado para que piense como conviene a sus enemigos.
  2. Cuantas veces a las masas populares se les manda a pedir, se les está quitando su espíritu para luchar y confiar solamente en sus propias fuerzas para cambiar la realidad que las aniquila.
  3. Si queremos que el pueblo dominicano cambie su situación de descalabro material y espiritual, debemos motivarle para que accione partiendo de sí mismo y de los que son sus aliados tradicionales, los luchadores sociales consecuentes con sus ideales.
  4. Porque la ideología manda y hace consciencia, es una necesidad no permitir que al pueblo se le haga hacer lo que no le conviene, mediante una combinación de palabras que le lleva a la desorientación.

miércoles, 6 de julio de 2022

Es veneno ideológico mandar al pueblo a tocar puertas

I.- Negativa propaganda oficial

  1. Lo que nos ha impulsado a escribir este y dos artículos anteriores, es que por medio de diferentes canales de televisión, hemos escuchado una promoción oficial que nos ha llamado la atención por su contenido ausente de motivación a la elevación del dominicano y la dominicana.
  2. El anuncio al cual nos referimos dice así: “En República Dominicana los sueños se hacen realidad tocando puertas”.
  3. La línea que envía en cada nota la presidencia de la república, viene a ser una misiva presidencial para todo el pueblo, sin importar que sea con el fin de dar a conocer una ejecución o un acto de otra naturaleza. Cada vez que las ciudadanas y los ciudadanos reciben una información oficial, les ponen atención sin tomar en consideración que sea una verdad o una mentira piadosa.
  4. No hay que ser un gran conocedor de la política para saber que desde los órganos estatales, se envían los mensajes de orientación a la sociedad por medio de la palabra o por escrito.
  5. Dirigir o encaminar a la comunidad humana, se hace con el objetivo de conducirla para lograr en su provecho algo material o espiritual, siempre cuidándola para con la instrucción no resulte lesionada en su forma de accionar o pensar.
  6. En lugar de bien enfocar, se desorienta al pueblo cuando se le hace una recomendación que lo lleva a reducirse y no a elevarse por su proceder como ente social. 
  7. La población resulta desorientada, si desde las instituciones del Estado, o el gobierno central se le aconseja llevándola a despistarse, o a estar confundida.
  8. Las mujeres y los hombres se elevan y ganan respetabilidad por su correcto proceder en el medio donde desarrollan sus actividades. La persona se hace honorable y gana méritos, por su dedicación al trabajo y por ser modelo de buena conducta. La deferencia se alcanza con la buena compostura.

II.- El pueblo llano no debe hacer caso a mensajes pesimistas

  1. No es nada sano, desde el centro del poder político oficial, motivar a los pobres para que vean como un logro, un éxito, alcanzar algo material por medio de la deshonra, implorando caridad, tocando puertas. Llegar a poseer recurriendo a súplicas e hincar las rodillas para obtener lo necesario, es caer en la pordiosería que degrada y no eleva. 
  2. Los marginados de la sociedad resultan confundidos, cuando reciben informaciones que les hacen formar en su cabeza una mezcla ideológica; un surtido de propaganda que les enloquece con un popurrí de mensajes ideados para desorientarles.
  3. No es nada bueno decirle a un pueblo hambriento y oprimido que: “En República Dominicana los sueños se hacen realidad tocando puertas”. Esto no es más que condicionarlo para que se pase todo el tiempo pidiendo, que subordine su liberación a limosnas, someter su voluntad a que le abran una puerta para recibir un pedazo de pan.
  4. A los pueblos hay que motivarlos para que confíen en el trabajo; en el duro batallar para triunfar; combatir para salir adelante y creer en la laboriosidad para lograr éxitos. Nunca hacer caso a los que procuran que domine la cultura de la holgazanería, vaguear e ir pidiendo de puerta en puerta.
  5. A la gente del país hay que animarla para que se prepare para luchar por el desarrollo suyo y de toda la sociedad humana. Nunca desmayar, desanimarse ni dejarse disuadir para, en lugar de elevarse, andar arrastrándose, dando lástima, tocando puertas.
  6. Por muy golpeado que esté nuestro pueblo, por la crisis económica, social y sanitaria, no debe ser impulsado a que se sienta alicaído, ni nada entregado. Por el contrario, hay que estimularle para que se comporte enardecido y confiado de que es dueño de su propio destino.
  7. Hablarle a las masas depauperadas de que su porvenir está cifrado en tocar puertas, es reducirlas a la nada, demolerles su voluntad para resistir y vencer todas las adversidades que se les presentan.
  8. Es no confiar en la firmeza y potencialidad de los pobres, presentarles como que están en la imposibilidad de modificar su azarosa situación y que, por tanto, deben hacer realidad sus sueños tocando puertas.
  9. Los hombres y las mujeres del pueblo, no están para que les envíen mensajes de piedad, colocándoles como infecundos sociales, cargas de nulidades, ineficaces para contribuir al avance de la sociedad.

Ideas finales

  1. Aquellos que en el país son los más y no disponen hoy de lo indispensable para vivir, deben estar confiados en que, más temprano que tarde, saldrán adelante luchando y venciendo a sus adversarios, no tocando puertas. 
  2. El pueblo dominicano hambriento, se liberará a la corta o a la larga, ahora o después, sin encomendarse a nadie, ni corto ni perezoso, sin detenerse a pensar y sin tomar en cuenta el anuncio: “En República Dominicana los sueños se hacen realidad tocando puertas”.
  3. El deseo de las dominicanas y de los dominicanos a liberarse, está por encima de la propaganda de cualquier naturaleza, sin tomar en cuenta lo que se difunda para confundirles, las muchas o pocas veces que se repita el anuncio confusionista, lo corto o extendido de la propaganda. Nada podrá contener las legítimas aspiraciones populares, que pesan más que cualquier propaganda hecha para engañar y apaciguar.
  4. Sin importar la promoción que se haga para inducir al pueblo a la pasividad, a los fines de que acepte resignado la opresión social, la inacción nunca será lograda, porque están más presentes sus necesidades, que el deseo de la minoría nacional a mantenerle detenido, inmovilizado, en total marasmo.
  5. A cada uno de los nuestros hay que llenarles de alegría, para que se mantengan regocijados y convencidos de que por sus propias fuerzas van a lograr mantenerse de buen humor, sin tener que tocar puertas para olvidar sus penas.
  6. Todos aquellos que aquí creemos que un mundo nuevo y de felicidad es posible, estamos en el deber de hacer que los de abajo, los de a pie, los que comen a veces, se mantengan decididos para liberarse de la pobreza, activos para lograr permanecer bienhumorados, sin tener que tocar puertas. 
  7. El momento manda sembrarle a nuestro pueblo en la conciencia el entusiasmo, para que marche con alegría triunfante, dominado de optimismo y en ningún momento pensar en la desventura, en nada de mala suerte, como tampoco creer en que se hace realidad su porvenir tocando puertas.

martes, 5 de julio de 2022

Tocar puertas, avergüenza

Introducción

  1. A veces, en ocasiones pensamos que en nuestro país, algunos grupos de poder político y social, han perdido el juicio, la crisis económica les ha llevado a actuar privados de razón, o han enloquecido, porque es una decisión fuera de toda lógica, enviarle a nuestro pueblo el reiterado mensaje de que: “En República Dominicana los sueños se hacen realidad tocando puertas”.
  2. A la citada comunicación oficial, hay que responderle exponiendo contraposición a todo lo que significa indignidad. En lugar de motivar a los pobres a deshonrarse tocando puertas, hay que orientarles para que procedan con honor. 
  3. Es llamar a los humildes a la eterna sumisión para que se mantengan abrazados a la pobreza y el deshonor, decirles que: “En República Dominicana los sueños se hacen realidad tocando puertas”.

I.- Pedir, rebaja al ser humano

  1. Los pueblos se elevan, enaltecen y demuestran su hidalguía por la manera de comportarse para alcanzar los fines perseguidos, sin importar que sea en el orden material o espiritual. Aquel que para triunfar desciende, se humilla, se reduce como persona.
  2. Extender la mano para con ruego, pedir es una actitud indigna; es una prueba de agravio que coloca a la persona en estado de ultraje, preparada para ser despreciada por su vileza, clara abyección y evidente servilismo.
  3. Cuantas veces el individuo actúa moviéndose de puerta en puerta, implorando la caridad, es porque la mendicidad lo ha aniquilado, su voluntad se ha diluido y las necesidades lo han llevado a entregarse en lugar de luchar para, resistiendo, vencer el bochorno y las afrentas.
  4. La habitualidad de mendigar nos hace ver una comunidad de personas que viven de limosnas; indigentes que han hecho de la pedigüeñería su forma normal de vida, comportándose como menesterosos profesionales.
  5. Nos debe avergonzar el hecho de observar diversos sectores de la sociedad dominicana actuando en forma afrentosa, haciendo del pedir una costumbre. Semejante proceder nos identifica como humillados, con falta de dignidad; de conducta averiada, permanentemente comportándonos como criaturas sinvergüenzas, desvergonzadas.

II.- Las consecuencias negativas de pedir

  1. Lo que se deriva del hecho de los nuestros acostumbrarse a pedir es funesto. Las consecuencias, las secuelas se convierten en taras que nos marcan. El hecho de estar haciendo el papel de necios pedigones quita a los pueblos el deseo de luchar para liberarse de la opresión, de elevarse y convertirse en dueños de su propio destino. 
  2. La dádiva causa daño a la necesidad de triunfar por el esfuerzo propio; destruye la decisión de salir adelante con firme voluntad porque la marchita; perjudica al donatario, haciéndole dependiente viciado del donante. Recibir por deprecación va en menoscabo, en detrimento de quien se cree beneficiado.
  3. Llevar a los pueblos a que todo lo reciban tranquilamente, sin sacrificio alguno, les condiciona, les induce al apagamiento, a la pasividad y desprecio al trabajo honrado. 
  4. Una vez el ser humano hace vida de parásito, se comporta insustancial; en algo ineficaz para la sociedad; en un aprovechador. Pura y simplemente, en un buitre que solo sirve como diversión de los demás, un hazmerreír.
  5. Cuando a las masas populares se les motiva para que vivan de pedir, de esperar las migajas del poder, se despojan de todo lo que significa dinamismo; pierden la energía para movilizarse.
  6. Empujar, impulsar al pueblo a pedir es más nefasto que reprimirlo físicamente, porque las acciones despóticas son pasajeras, mientras que fijarle en la conciencia el hábito, la costumbre de vivir de las dádivas, les esclaviza para siempre, les somete al capricho de quienes les dan.
  7. Las donaciones condicionan al beneficiario subyugándole en forma indefinida, impidiéndole su independencia y la libertad de pensar. Una vez se doblega la mente, se tiraniza el cuerpo entero. El que acepta lo que pide por conmiseración deja de ser dueño de sí mismo para responder a los propósitos de aquel que algo entrega por compasión.
  8. Una persona acostumbrada a vivir de lo que pide, se comporta entregada; preparada para estar siempre adecuada para aletargarse, y solamente despertar cuando va a recibir lo que ruega se le entregue. La súplica a los fines de recibir nulifica los deseos de salir adelante mediante el esfuerzo.
  9. Quien pide desciende y es visto como insolente incorregible; genera burla y motiva desplante. Se gana el calificativo de descarado; se presta al permanente desaire; cae en ser un individuo indelicado, descomedido y grosero, ser tratado como pájaro de mal agüero y de peores predicciones.
  10. Pedir se convierte para las personas en un lastre que las hiere; un inconveniente que las golpea anímicamente; una traba que la pone arrodilladas ante el donante. Es como un latigazo en el corazón; un rebencazo en su espalda mojada y un aldabonazo en su rostro.

Ideas finales

  1. A la niñez dominicana conviene fijarle en su conciencia la idea de que pedir es dañino; que está en el deber de levantarse con orgullo, amor propio, alta estima y firme vergüenza; que el honor debe ser la divisa del correcto proceder; defender bajo cualquier circunstancia el honor, a los fines de merecer respeto como honorable, estimable e insigne. Jamás tocando puertas. 
  2. Ante los tantos pedigüeños indignos que hoy abundan, procede estimular a la juventud dominicana para que se comporte con honorabilidad, para que se haga merecedora de renombre y respetabilidad. El buen crédito se gana en el seno de la sociedad cuando se actúa con nobleza. No tocando puertas.
  3. Ser pobre no da motivos ni justificación alguna para pedir, convirtiéndose en un necio pedigüeño, colocándose en el descrédito público. Por encima de las precariedades económicas, nuestro pueblo debe dar demostración de dignidad, integridad y probidad, que son las cualidades que enaltecen a las personas.

lunes, 4 de julio de 2022

Tocando puertas, no. Luchando, estudiando y trabajando, sí

I.- ¡Ay!, así no

  1. Como sombrío puede considerarse el porvenir de nuestro país, si ponemos a descansar la esperanza de su progreso en beneficios sociales oficiales, como supérate, bonogas, bonoluz y otras formas de, con dádivas encubrir la pobreza y calmar la desesperación de los marginados sociales.
  2. Lo más vergonzoso es que desde el gobierno central, se pone como causa para los pobres resolver sus problemas degradarse a nivel de una porquería humana. 
  3. Solamente indignación genera escuchar la promoción que hace el gobierno dominicano, por medio de distintos canales de televisión, enviando el mensaje de: “En República Dominicana los sueños se hacen realidad tocando puertas”.
  4. Al escuchar la penosa propaganda oficial televisiva, nos ha motivado a recordar la esencia del artículo que hace algún tiempo escribimos, con el título: Es malo educar al pueblo para pedir. 

II.- El daño de educar al pueblo para pedir

  1. Educar a nuestro pueblo para que sea pedigón, le lleva a impedir que comprenda que no saldrá de la pobreza mientras esté subsistiendo por el ruego para recibir una suma de dinero mediante una tarjeta sin ejecutar labor alguna que lo justifique. 
  2. Adoctrinar a amplios sectores de la sociedad dominicana para que se conviertan en sacacuartos y gorrones indeseables, daña a más de una generación de nuestros conciudadanos que se van acostumbrando a ver la vida alrededor de lo que reciben de manos de los mismos que les mantienen en condición de puros vividores. 
  3. Los magantes abundan en nuestro medio porque todos los gobiernos que hemos padecido se han interesado en hacer del pedidor una reserva electoral cautiva. El manejador de amplios recursos económicos manipula, mangonea a los que piden como habituales pedigüeños.
  4. En el país, la proliferación de mujeres y hombres sinvergüenzas, tiene su explicación, en parte, en que se ha estimulado la holgazanería, que contribuye a la ampliación de desvergonzados protegidos por mangoneadores que les atan por los pies, las manos y el cerebro. 
  5. Aquí se ha creado todo un ejército de mujeres y hombres que de mangar han hecho una norma de permanecer sin esforzarse, porque mendigar es más fácil que bajar el lomo. 
  6. Con el tiempo, el cuerpo de los pedigüeños se deforma, cambia por falta de ejercitarse, se desfigura por la vagancia y se tuerce por ausencia de actividad laboral.
  7. A quien se le entrega lo que con lamentos pide, resulta moldeado para que actué como interesa al que hace la entrega. Es educado para que se mueva en el momento que decide el que da.
  8. El pedigüeño está supeditado a la voluntad de otro, porque la limosna produce fatal subordinación que somete al que se dedica a pedir. Admitir, coger en forma desvergonzada hace posible un enlace, una ligadura deshonrosa.
  9. A medida que transcurre el tiempo y se fija en la mente del pueblo, que es bueno comportarse como un recibidor de limosnas, se establece una indestructible ligazón, un vínculo deshonroso entre el que da y el que toma con agrado lo que pide.
  10. La reciedumbre ética y moral no llega a la conciencia popular por medio de la entrega al pedilón de lo que busca, sino mediante la demanda firme y el reclamo con conciencia. La queja con exigencia y la reivindicación militante obliga a los opresores a respetar al pueblo.
  11. De la miseria nunca se han liberado los oprimidos, mediante obsequios provenientes de quienes les mantienen dominados por la pobreza. Clamando pedazos de pan, recabando pequeñeces, mendigar con la cabeza inclinada, pordiosear con sumisión, mantiene a los humildes cada vez más sumidos en la mendicidad.
  12. Al satisfacer al hambriento con una dádiva, no se busca eliminar la pobreza, que desaparezca la miseria, ni eliminar el sufrimiento de los marginados. Lo que se persigue es mantener a los necesitados, a los indigentes convertidos en tranquilos, viciados y eternos pordioseros.
  13. Aliviar la carga del que sufre, consolar al olvidado del progreso, mitigar el hambre que padece la mayoría del pueblo dominicano, suavizar sus penurias y lograr un respiro, nada de esto se logra complaciendo pedilones ni tocando puertas.
  14. La mujer o el hombre que forma parte de los desposeídos de la sociedad dominicana, puede vivir pobremente, sin necesidad de convertir la pobrería en una actividad degradante. Permanecer en estado de penuria no legítima ser un habitual pedigüeño, llegando a ser visto degradado como ser humano cuando tiene que tocar una puerta.
  15. La estrechez económica que sufre una gran parte de la población dominicana, no debe ser aprovechada para tomarla como consuetudinaria holgazana e inducirla al hábito de pedir, convirtiéndola en parásito, reduciéndola a la indignidad tocando puertas.

Ideas finales

  1. Lo que en verdad se llama pueblo dominicano, está en el deber de rechazar las dádivas condicionadas que han llevado a un amplio sector de la sociedad a adoptar la cultura de pedir y así crearle la idea de la aceptación normal de la sumisión por la dependencia y la subordinación por limosnas. 
  2. Aquellos que aquí no están degradados están en el deber de mantener la firme conducta, de no ceder ante los halagos y beneficios que les ponen en sus manos para así reducirlos en su persona y convicciones. 
  3. El tiempo ha de demostrar que pedir aniquila el deseo del pueblo a liberarse, porque la libertad contra la opresión sólo se alcanza luchando, estudiando y trabajando, no tocando puertas.

domingo, 3 de julio de 2022

Los intelectuales encumbrados y el pueblo llano

I.- El intelectual debe su preparación al pueblo

  1. En un escrito que elaboramos y publicamos hace unos días, refiriéndonos a los intelectuales del país, dijimos: 
    1. Nuestro país cuenta con mujeres y hombres con inteligencia clara y muy abierta, que en el estudio de las ciencias sociales han penetrado con profunda perspicacia y gran ingenio.
    2. Quedo maravillado, altamente sorprendido, por la preparación y esmero de cómo muchos intelectuales exhiben sus conocimientos de la filosofía, la religión, la política y todo lo que se relaciona con la sociedad humana. Es una satisfacción contar con connacionales que enaltecen el lugar de origen de su nacimiento, y mucho más agrado cuando son encumbrados por su sapiencia. 
  2. En el referido trabajo, nos faltó decir que, con relación a las dominicanas y a los dominicanos dedicados al cultivo de las ciencias y las letras, sin importar que esos pensadores se formaran en centros educativos públicos o privados, deben su formación al pueblo dominicano que aporta con su trabajo material o espiritual al desarrollo nacional.
  3. En cada país, los trabajadores y las trabajadoras, son los que hacen posible la creación de las premisas materiales que sirven de base a todo tipo de riqueza nacional.
  4. Mientras millones de asalariados ponen sus potencialidades físicas e intelectuales para hacer mover las grandes máquinas, un pequeño grupo agraciado se nutre de conocimientos en centros académicos nacionales y extranjeros.
  5. Esa ciudadana o ciudadano, con una preparación o cultura muy exquisita, puede comportarse como intelectual elite de la minoría nacional, o poner su fina educación al servicio de toda la comunidad.
  6. Pero, lo que enseña la realidad dominicana, en lo que se refiere a las actuaciones de los intelectuales de nuestro país, es que se han comportado ingratos con relación a lo que se llama pueblo llano.
  7. Sin hacer mucho esfuerzo, es fácil de comprobar que la generalidad de la intelectualidad nuestra, ha demostrado insensibilidad e individualismo ante aquellos que han necesitado de su solidaridad.

II.- Los intelectuales ingratos

  1. La gran mayoría de los que han tenido el privilegio de adquirir una educación muy especial en diferentes materias, han preferido hacer causa con el sistema, en lugar de enfrentarlo o, por lo menos, orientar al pueblo para que lo haga directamente.
  2. Los estudiosos de las ciencias sociales, los investigadores y pensadores de aquí, no han ligado su entendimiento y la luz de razonar, para que las masas populares no sean tomadas de tontas, como estúpidas, por los que se ceban del orden establecido. 
  3. Es una verdad incontrovertible que aquí las personas más preparadas, de muchas luces y de gran ingenio, de manera premeditada se han acomodado, adaptándose a la situación y dejando que los pobres sea víctima de su torpeza política.
  4. Los intelectuales dominicanos, en su gran mayoría, han preferido ser flacos de memoria, en lugar de accionar agradecidos de su pueblo, que hizo posible su selecta instrucción.
  5. La privilegiada intelectualidad dominicana ha preferido identificarse con el sistema y sus beneficiarios, en lugar de ser consecuente con los que se esforzaron para que formaran parte de una exquisitez intelectual.

III.- Los intelectuales que no aportan al pueblo

  1. Los más destacados pensadores del país, no han contribuido con un minuto de su tiempo para sacar a sus ciudadanos y ciudadanas de la trampa que la minoría nacional ha mantenido con el asunto de la democracia. Aposta, con mala intención, han guardado silencio.
  2. Lo más lúcido del intelecto dominicano, ha permanecido con su opinión reservada, para no decir ni pío respecto a los amañados procesos electorales, en los cuales nunca se pone el sistema social como punto de rechazo o aceptación.
  3. Contamos con intelectuales a los cuales sobra talento para desenmascarar el statu quo y sus trampas, y así evitar que ciudadanas y ciudadanos sigan envilecidos en un ambiente de engaños politiqueros. 
  4. Un sector muy limitado del conglomerado nacional, que tuvo la oportunidad de alcanzar una educación fuera de lo normal, en vez de acumular conocimientos para favorecer a los marginados sociales, lo que ha hecho es considerarse estar por las nubes, donde solo pueden ser alcanzados por los dueños del poder económico y social.
  5. Los muy preparados y sabihondos, convertidos en desmemoriados y presentándose como despistados, simulan estar descabezados para continuar alejados de todo lo que sea pensar en favor de las grandes mayorías nacionales.
  6. A lo más sano y sacrificado del pueblo dominicano, le ha faltado contar con intelectuales que demuestren ser consecuentes con los que han permanecido en estado de opresión. El medio social dominicano ha estado huérfano de intelectuales que prueben firmeza en la defensa de los que mal viven. 
  7. Motiva lástima saber que en el ambiente de los intelectuales dominicanos, la generalidad ha probado estar atrapada por el sistema, y ha caído en la entrega por halagos que la ha llevado a una vergonzante sumisión ideológica sistémica.
  8. La mujer o el hombre muy culto, que se limita a moverse en el círculo de sus semejantes en la actividad de las letras, sin relacionarse con gente del pueblo humilde, termina como un intelectual ausente de contenido social.

Ideas finales

  1. En un medio social donde la mayor parte de la población no está debidamente instruida, los intelectuales están llamados a hacer los adecuados orientadores del pueblo de a pie. 
  2. El intelectual sensible y solidario es aquel que hace causa común con los que no han tenido la oportunidad de desarrollar su intelecto, pero han contribuido al desarrollo nacional con su trabajo manual productivo.

viernes, 1 de julio de 2022

Necesidad de popularizar los conceptos políticos

I.- El país cuenta con intelectuales que pueden aportar

  1. Nuestro país cuenta con mujeres y hombres con inteligencia clara y muy abierta, que en el estudio de las ciencias sociales han penetrado con profunda perspicacia y gran ingenio.
  2. Quedo maravillado, altamente sorprendido, por la preparación y esmero de cómo muchos intelectuales exhiben sus conocimientos de la filosofía, la religión, la política y todo lo que se relaciona con la sociedad humana. Es una satisfacción contar con connacionales que enaltecen el lugar de origen de su nacimiento, y mucho más agrado cuando son encumbrados por su sapiencia.
  3. Tomando en consideración la inteligencia de un amplio segmento del conglomerado nacional, que se aparta de lo normal de los demás compatriotas, conviene que esos mismos eruditos efectúen encuentros para examinar algunos conceptos relacionados con el quehacer político nacional.

II.- Renovadas ideas para enriquecer el debate político 

  1. Personas de talento pueden, por ejemplo, analizar la Constitución política del país, para hacer común algunas opiniones para que sean fácilmente entendidas por la gente de a pie, el vulgo.
  2. Sería bueno decirle al pueblo, con la mayor nitidez, con plena claridad, cuál es el sistema social que impera en la República Dominicana, los fundamentos de su estructura y a quiénes favorece como clases sociales. Además, explicarle a la gente, no en abstracto, sino en concreto, qué es el pueblo dominicano y quiénes lo constituyen, partiendo de su ubicación social y posición económica.
  3. Los sabihondos del país, están en condiciones de dar a conocer su criterio de si la democracia de aquí, es la misma para chiriperos, tricicleros, obreros, campesinos sin tierra y desocupados, y para la minoría nacional dueña del poder económico, político y social.
  4. El debate político nacional se enriquece, si se le explica a los pobres, a los que aquí comen a veces, si la democracia imperante en el país, sirve por igual al puñado de personas físicas y jurídicas que siempre han gobernado, y como dictadura contra la mayoría del pueblo trabajador. 
  5. La fina intelectualidad, estaría haciéndole un significativo aporte a la limpieza de los procesos electorales, si propicia un debate nacional a los fines de que la ley electoral establezca, que para las elecciones presidenciales, en cada boleta, el partido indique, además del candidato, el sistema social o modelo económico que impondría en caso de resultar ganador. 
  6. De igual manera, y siguiendo con el asunto electoral, resulta edificante desde el punto de vista ciudadano y cívico, dilucidar sobre disponer en la ley, que a las candidatas y a los candidatos, solo se les permita hacer campaña con base a méritos de sistemas sociales, no de asuntos personales.
  7. Explicarle al pueblo lo que es el Estado, sus instituciones y a quién le sirve, pone a los marginados sociales a pensar, a tratar de saber en cada ocasión quién o quiénes se sirven del poder y de qué lado está en el conglomerado nacional.

III.- Educar al pueblo para su avance en la política

  1. Para lo mejor del pueblo dominicano, es aleccionador que personas de mucho conocimiento y credibilidad expliquen sobre asuntos que son de interés para ciudadanos y ciudadanas.
  2. Contribuye al accionar político poner a los humildes en condición de instruirse, por medio de mujeres y hombres que den sano ejemplo, entregando sus conocimientos a quienes no han tenido la oportunidad de educarse. 
  3. Enseñar, ejercitar a las masas populares para que se armen políticamente, es hacer trabajo educativo, para convertirlas en conscientes ciudadanas y ciudadanos. 
  4. Es una labor de mujeres y hombres de bien, disponer a gusto de su tiempo para preparar a sus congéneres, con el objetivo de que, una vez adiestrados, estén en condiciones de defender sus derechos y libertades.
  5. La actividad política se ejecuta de manera clara, cuando quien la lleva a cabo es conocedor de sus interioridades, y no una labor de ignorantes. El sabedor no se deja embaucar.
  6. La mujer y el hombre que en sociedades como la dominicana, no llevan sus conocimientos al seno del pueblo, no son más que individualistas, insolidarios, que se creen estar por encima de la generalidad de sus compatriotas. 
  7. Hay que dejarse de boberías. Demuestran estar comprometidos con su pueblo, aquellos que no esperan que los oprimidos les busquen, sino que ellos mismos se les acercan para orientarles, hablarles con franqueza para que no les tomen el pelo.
  8. Por muy encumbrada que se sienta una persona de ciencia, pasará por la vida como si tal cosa, ignorada por sus conciudadanos, desprovista de virtudes ciudadanas y cívicas, a no ser que en el curso de su existencia haga aportes para la buena instrucción de los suyos.
  9. La política no es un juego de niños, y corresponde a personas sensibles hacer que aquellos que no han tenido oportunidades de educarse, no sean víctimas de los intríngulis que hacen uso sus enemigos encubiertos.
  10. Es una tarea a realizar, ocuparse de que se discutan con la mayor franqueza, asuntos de naturaleza política que, envueltos en sutileza, solo sirven para engañar a lo que en verdad se llama pueblo dominicano.
  11. Formar parte de una sociedad humana cualquiera, entraña asumir compromisos cívicos y ciudadanos, sin importar las consecuencias, porque con los principios y convicciones, no hay transacción. 
  12. Las gastadas, desacreditadas e infuncionales instituciones del Estado dominicano, deben ser cambiadas, para que surjan otras, nuevas, por la contribución de los intelectuales más lúcidos del país que sinceramente interpreten el sentir democrático de su pueblo.